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J. C. García Fajardo

Papas III: Resumen del libro

En las presentes páginas se desgrana la historia de la grandeza, de la religiosidad y del pecado, de unos hombres cuyos actos no siempre fueron los modelos de virtud y santidad que ellos mismos predicaban para sus fieles. Así, en la colina vaticana han vivido papas santos -como León I el Magno, que se enfrentó a Atila-, reformadores -Gregorio VII fue el gran defensor de la independencia de la Iglesia frente al poder laico-, guerreros -Urbano II convocó la primera cruzada-, mecenas de las artes -a Julio II se debe la decoración pictórica de la Capilla Sixtina y el aspecto actual de la basílica vaticana-..., pero también papas considerados herejes -Juan XXII fue declarado tal por Luis de Baviera-, nepotistas -Alejandro VI, el papa Borgia, favoreció de forma escandalosa a su familia-, sometidos a gobernantes -Napoleón mantuvo prisionero a Pío VII- o que murieron asesinados o en extrañas circunstancias -Juan Pablo I amaneció muerto en su lecho tras sólo treinta y tres días de pontificado. Un recorrido fascinante por la vida y los hechos de los 264 papas que han ocupado la silla de Pedro y los concilios que han establecido los dogmas y las normas de la Iglesia; hasta Juan Pablo II el Magno, el pontífice más universal y carismático de todos los tiempos, uno de los artífices de la caída del comunismo y defensor a ultranza, en la desacralizada época que le tocó vivir, de que «nadie tiene derecho a expulsar a Cristo de la Historia».

Nadie pretende eso... si no, en todo caso, lo contrario. O al menos, ponderar cómo ha sido posible tamaña fascinaciónj, encantamiento o enajenación.
Mañana comenzaremos
Nesemu

2 comentarios

Nesemu -

De acuerdo. Trataremos de ser objetivos...desde la inevitable subjetividad. Así nos han educado. De todas formas, durante siglos sólo nos han mostrado lo, a sus ojos, bueno.
Quizás, a la postre, todo sea bueno.
Pero a mí, en este momento, me apetece pasar revista a dos mil años de historia desde una perspectiva diferente a la que nos habían impuesto sin opción a disentir.
Antes de tirar los trastos por la ventana me parece más prudente releer todo con ojso nuevos, sin ánimo de censurar ni de condenar porque nada más lejos de mi que la pretensión de condenar nada ni a nadie.
Estos días releo con asombro el Bagawad Gita, y me siento en paz. Como responsable de la formación de mucha gente, por mi función en la universidad, debo revisar mi lectura de la historia que ha condicionado nuestro presente y querámoslo o no, influirá casi con determinación en el inmediato futuro. He hablado durante muchos años en una dirección y con un determinado bagaje. Me parece de justicia compartir mi búsqueda.
Eso quisiera y deseo que sea todo. Podría hacerlo en silencio y en la soledad de mi estudio... pero he hablado demasiado.
Un abrazo, quienquiera que seas.
Nesemu

Javi -

No, nadie lo pretende, pero leyendo lo escrito por tí, digamos que sí hay un punto de poner más acento a lo malo que a lo bueno. Y creo, que para hacer un juicio objetivo, eso no es conveniente.

Igual que tampoco creo que sea conveniente decir que el que no piensa como tú está cegado o en pesebres, etc.