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J. C. García Fajardo

Nesemu: el Khan me pide que os hable del Profeta

Para animar el camino os sugiero entrar en esa joya de El Profeta, escrita por Khalid Gibrán y de la que hoy os ofrezco lo mejor de su comienzo. El Profeta de Khalid Gibran
vale la pena
Nesemu

6 comentarios

Rôvënty para Nesemu -

El buen maestro es aquel que no se excede en halagos hacia sus discípulos para no atrofiar la virtud, pero tampoco los critica en demasía para no acomplejarla y que no pueda crecer. Por eso un humilde discípulo reconoce a su buen maestro

Irene -

Muchas veces en nuestra vida nos encontramos con el dilema que se nos plantea aquí. Nuestra cabeza intenta mantener vivo el recuerdo y lo aprendido de los que ya no tenemos cerca, pero no podemos evitar que nuestro corazón se nos oprima con cada paso que demos hacia delante. Creemos que necesitamos a los que se han quedado atras pero en realidad sólo basta con creer en uno mismo para continuar el camino.

Merche -

A veces me gustaría dejarlo todo e irme. Vivir otra vida. Sentirme perdida, lejos, sola. Pero entonces, siempre pienso que, al igual que en el relato, yo también miraría atrás. Y es que une pertenece a algunos lugares, o mejor aún, pertenece a las personas que los habitan.

Nesemu -

Alberto, amigo, el Maestro aparece cuando el discípulo está pronto.... y el discípulo hace al Maestro.
Pero, recuerda, un buen discípulo supone un Maestro exigente.
Animo, estás en el camino. Escribes bien, razona smejor. Sigue así. Nos enriqueces.
N

Rôvënty -

En la vida de la persona, al menos una vez, nos ocurre igual que en el relato. La marcha del maestro y la necesidad de seguir adelante dejando atrás parte de nuestra alma. Pedimos más tiempo cuando vemos el inexorable destino sobre nosotros. Pero no debemos temer. Cuando uno está preparado, sólo abre bien los ojos y camina hacia delante.

Casielles -

Salvando, por supuesto, las distancias, no he podido evitar pensar en el momento en que dejé mi casa, mi vida de siempre, para venirme a Madrid, que es casi el mar.
Siempre emociona ver los propios sentimientos en palabras de otros.