Nesemu: Mear por la borda
Me lo contó Blog Khan y así lo transcribo:
La frase es muy utilizada entre los marinos norteamericanos para expresar la necesidad de reunirse y soltar lo primero que se les ocurra ante un peligro inminente.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el buque insignia de la X Flota norteamericana se averió y quedó al pairo. Como atravesaban una zona minada, al no poder maniobrar, vieron una mina flotante que la corriente llevaba hacia el casco del buque. Aterrados, se preguntaban qué hacer. Alguno sugirió el abandono del buque porque, dada la potencia de la mina avizorada, todos iban a saltar por los aires. Entonces, el Almirante convocó a todos los oficiales y los conminó para que dijeran lo primero que se les ocurriera, pues ya se habían agotado los argumentos de razón expuestos sobre cubierta. Así lo hicieron. Cuando le llegó el turno a un oficial bajito y medio moreno dijo sin inmutarse: /Señor, ¿por qué no atamos a una selección de la marinería por la amura de estribor, que es por donde llega la mina arrastrada por la corriente, y a la orden de ¡gaitas fuera! que se pongan a mear para desviar la mina.../ Ante el pasmo del resto de los oficiales, el Almirante gritó: ¡Todos a cubierta! Amarraron por la cintura a un centenar de marineros más bien morenos y cuando los oficiales llevaban su mano derecha a la boca, (No, no se sabe dónde tendrían la otra), el Almirante ordenó: ¡Dénle a cada uno un extintor y que lo abran al paso de la jodida mina! (Esto fue lo que dijo, argumenta muy serio el Khan. Yo estaba allí)
El caso es que, desde entonces, en la Marina de EEUU, cuando algo no parece tener solución un marinero bajito y algo moreno dice: ¡A mear por la borda!... y algún novato comienza a desabrocharse, pero esto, dice el Khan, es otra historia .
Nesemu transcripsist
La frase es muy utilizada entre los marinos norteamericanos para expresar la necesidad de reunirse y soltar lo primero que se les ocurra ante un peligro inminente.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el buque insignia de la X Flota norteamericana se averió y quedó al pairo. Como atravesaban una zona minada, al no poder maniobrar, vieron una mina flotante que la corriente llevaba hacia el casco del buque. Aterrados, se preguntaban qué hacer. Alguno sugirió el abandono del buque porque, dada la potencia de la mina avizorada, todos iban a saltar por los aires. Entonces, el Almirante convocó a todos los oficiales y los conminó para que dijeran lo primero que se les ocurriera, pues ya se habían agotado los argumentos de razón expuestos sobre cubierta. Así lo hicieron. Cuando le llegó el turno a un oficial bajito y medio moreno dijo sin inmutarse: /Señor, ¿por qué no atamos a una selección de la marinería por la amura de estribor, que es por donde llega la mina arrastrada por la corriente, y a la orden de ¡gaitas fuera! que se pongan a mear para desviar la mina.../ Ante el pasmo del resto de los oficiales, el Almirante gritó: ¡Todos a cubierta! Amarraron por la cintura a un centenar de marineros más bien morenos y cuando los oficiales llevaban su mano derecha a la boca, (No, no se sabe dónde tendrían la otra), el Almirante ordenó: ¡Dénle a cada uno un extintor y que lo abran al paso de la jodida mina! (Esto fue lo que dijo, argumenta muy serio el Khan. Yo estaba allí)
El caso es que, desde entonces, en la Marina de EEUU, cuando algo no parece tener solución un marinero bajito y algo moreno dice: ¡A mear por la borda!... y algún novato comienza a desabrocharse, pero esto, dice el Khan, es otra historia .
Nesemu transcripsist
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Fran Araújo -