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J. C. García Fajardo

Nesemu: Se midieron suripantas con cabestros

Que alguien me explique qué sentido tiene el circo que se ha montado con San Marino. Parecía un equipo de casados contra solteros, como hacían en mi pueblo. Esa ¿república? no tiene ni 30.000 habitantes, carece de todo excepto de ser otro paraíso fiscal. ¿Cómo se explican los comentarios humillantes de los periodistas de la SER? Más que un circo, aquello era la caza a los zorritos. ¿A quién interesa esta mascarada? San Marino ocupa el puesto 165 de las selecciones del planeta y la peor de Europa. ¿Es eso deporte? ¿Dónde está el fair play? Pasaba revista a nuestros jugadores, uno por uno, y se me caía la cara de vergüenza. La guinda, una vez más, la puso ese bocazas de seleccionador, agriado y sin neuronas, cuando le gritó a Xavi: ¡Xavi, se marcan solos! Es decir, hay barra libre, olvidaos de las reglas, de la técnica y el deporte. ¡Más! gritaba tras un gol de (esas acémilas) esos gladiadores tan bien pagados, ¡Más! gritó tras el gol de Guti, como si fuera un torero dando pases de muerte, de cansancio y de desprecio, a la noble bestia sin cuernos.
Todo de esto me desmorona. Y miles de personas bebiendo cerveza en sus casas y fumando esos puritos que anuncian, y gritando entre amigotes y llamándose por el móvil para barbotear: /¿Has visto? Les vamos a meter 10! / ¿Con estas gentes que Europa podemos construir? Como si les hubieran gritado: /Chicas, al saloon/, las muñecas salieron y se dejaron hacer. ¡Qué país y qué paisanaje!

Nesemu

1 comentario

Rôvënty -

En verdad que la imagen que estos días, no solo ayer, está dando la selección española de futbol no me parece la mejor. Y no es que seamos racistas ni gaitas. Y hablando de gaitas, deberíamos aprender de los hinchas escoceses, que a pesar de beber cerveza (como mínimo) aplauden como los que más a los jugadores sea cual sea el color de su camiseta.
Pero a lo que voy, que me desvío. La imagen de la sub 21, en el minuto 87, corriendo para sacar la pelota rápida, cuando iban 12-0 en el marcador, me pareció el colmo de la desvergüenza y de la humillación. Pero al final, el mundo fue justo. 5-0, mal juego y pocos goles.