Concierto de Youssou N' Dour... como plata líquida
Y ahora, ¿cómo lo cuento? Todavía vibra mi cuerpo con esa voz excepcional que Peter Gabriel calificó como plata líquida. Esta noche, durante el concierto, mi vida revivió el año sabático que hice por 20 países de Africa subsahariana cuando iba a cumplir los 60. Le dije al Rector que me iba en busca de su sabiduría, de sus canciones, de sus historias, tradiciones y leyendas; que me iba de viaje al corazón de los pueblos de África, como se había de subtitular el libro que lo cuenta. Casi todo lo que había estudiado o leído procedía de europeos viajeros, conquistadores, misioneros o colonizadores. Era la visión etnocentrista que había consagrado la Conferencia de Berlin. Mi viaje iniciático comenzó en Senegal y la visita a la isla de Goré me causó un impacto tremendo. Seguí a Guinea Conakry, Malí, Níger, Costa de Marfil, Burkina Faso,Togo, Ghana, Camerún, Chad, Congo, Angola, Zambia, Zimbabwe, Mozambique, Zanzíbar,Tanzania y Kenia, con escapadas a Sudáfrica y a esas islas inolvidables de Zanzibar, Lamu y a Ilha da Inhaca. Como Woodward escribió acerca de la Revolución Francesa, fue una dicha estar allí pero ser joven fue el mismo cielo. Hay formas de "juventud" que brotan de repente y que nada tienen que ver con el tiempo. Por todo esto, después de este concierto, me he sentado aquí porque no podría irme a la cama. Saqué a Raitán, pero no podía explicarle cómo me siento... Entonces, conocí a Ali Farka Touré y a otros genios de la música Me viene a la mente el Hotel Buffett de la Gare, de Bamako, donde los sábados por la noche puedes escuchar la mejor música de Malí, y el embrujo de la Rail Band y, como me ocurrió en aquella ocasión, al mismísimo Salif Keita. Dejémoslo como está escrito y sigamos "camino de Tombuctú" adónde, en realidad nunca se llega. Yo me quedé en Djená la Hermosa, y no me arrepiento.
Tomo palabras prestada de la deliciosa crónica de Carlos Galilea porque, cuando alguien escribe o hace algo hermoso, ya no le pertenece:"El Youssou N'Dour músico. El Youssou cantante extraordinario. El You que enloquece a sus compatriotas y al que admiran artistas del mundo entero. Por unas horas, pareció olvidarse del empresario convertido en magnate de los medios de comunicación; del hombre público al que ciertos rumores sitúan como candidato a la alcaldía de Dakar y que hace bien poco estaba hablando con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush y otros mandatarios del G-8.
Youssou N'Dour quiso recordar que África no es sólo pobreza, sida y guerra, que también es felicidad. (Y nos animó a levantar los brazos para cantar Celebration)
El suyo fue uno de esos conciertos irreprochables a los que ya tiene acostumbrada a la afición. Únicamente se sentó para una canción que trata de un cocodrilo y un pájaro: "El cocodrilo quiere comerse al pájaro, y que cada uno interprete la historia"...
Con sus fieles de la Super Étoile de Dakar, gigantes como Assane Thiam (tama o tambor parlante), Jimi Mbaye (guitarra) o Habib Faye (bajo), Youssou N'Dour recorrió algunas de sus canciones más populares de los últimos años (Set, Birima, Lima weesu...). Y cantó Seven seconds, con su bella y elegante corista..." Sólo deciros que había tantos senegaleses peul,bambara,wolof y de otros muchos pueblos de África que seguían de tal forma el ritmo con sus cuerpos, que el Centro Conde Duque, por "otra" noche, hizo que la presencia de África me devolviera a las raíces. Porque si, en definitiva, el Sur somos todos, también nosotros somos africanos. Como escribió Basil Davison: "La experiencia de África, y de los pueblos africanos, es única e irremplazable"
Tomo palabras prestada de la deliciosa crónica de Carlos Galilea porque, cuando alguien escribe o hace algo hermoso, ya no le pertenece:"El Youssou N'Dour músico. El Youssou cantante extraordinario. El You que enloquece a sus compatriotas y al que admiran artistas del mundo entero. Por unas horas, pareció olvidarse del empresario convertido en magnate de los medios de comunicación; del hombre público al que ciertos rumores sitúan como candidato a la alcaldía de Dakar y que hace bien poco estaba hablando con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush y otros mandatarios del G-8.
Youssou N'Dour quiso recordar que África no es sólo pobreza, sida y guerra, que también es felicidad. (Y nos animó a levantar los brazos para cantar Celebration)
El suyo fue uno de esos conciertos irreprochables a los que ya tiene acostumbrada a la afición. Únicamente se sentó para una canción que trata de un cocodrilo y un pájaro: "El cocodrilo quiere comerse al pájaro, y que cada uno interprete la historia"...
Con sus fieles de la Super Étoile de Dakar, gigantes como Assane Thiam (tama o tambor parlante), Jimi Mbaye (guitarra) o Habib Faye (bajo), Youssou N'Dour recorrió algunas de sus canciones más populares de los últimos años (Set, Birima, Lima weesu...). Y cantó Seven seconds, con su bella y elegante corista..." Sólo deciros que había tantos senegaleses peul,bambara,wolof y de otros muchos pueblos de África que seguían de tal forma el ritmo con sus cuerpos, que el Centro Conde Duque, por "otra" noche, hizo que la presencia de África me devolviera a las raíces. Porque si, en definitiva, el Sur somos todos, también nosotros somos africanos. Como escribió Basil Davison: "La experiencia de África, y de los pueblos africanos, es única e irremplazable"
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