Caza de brujas, Inquisición, pureza de sangre, KGB/SS/STASSI/MOSAD, totalitarismo ideológico: Grave atentado a la libertad de conciencia en un país de mayoría y gobierno católicos
700.000 polacos deberán confesar si colaboraron con el régimen comunista
Funcionarios, profesores y periodistas se enfrentan a 10 años de inhabilitación si mienten
Hasta 700.000 polacos están obligados a conseguir, desde hoy, su certificado de limpieza política. Periodistas, funcionarios, directores de escuela y profesores universitarios, nacidos antes de 1972, tienen dos meses para confesar si colaboraron con los servicios secretos del régimen comunista que gobernó el país hasta 1989. El Instituto de la Memoria Nacional -utilizado por el Gobierno para su campaña de depuración ideológica anticomunista- cotejará los datos con los archivos de la antigua policía política. Los ciudadanos que no envíen su currículo o mientan sobre su pasado habrán cometido un delito, y se les puede prohibir que ejerzan su profesión 10 años.
Ésta es la principal iniciativa en la caza lanzada desde su llegada al poder por los gemelos conservadores Lech y Jaroslaw Kaczynski (presidente y primer ministro), y que tiene pasmada a Europa. Bautizada como Ley de Lustración, entra en vigor hoy y obliga a cientos de miles de polacos (entre 400.000 y 700.000) a responder: "¿Ha colaborado secretamente y conscientemente con los antiguos servicios de seguridad comunistas?". Esta pregunta divide a los polacos. Los partidarios alegan que da transparencia al sistema y que no hay nada que temer. Los que se oponen -muchos amenazan con boicotear la norma- creen que es inconstitucional.
En principio, estoy en contra de exigir a la gente que expliquen qué han hecho con sus vidas", dice Radoslaw Markowski, experto en política de la Academia Polaca de Ciencia.
Decidir si la ley se ajusta a la norma será responsabilidad del Tribunal Constitucional, que puede tomar una decisión a principios de mayo, antes de que termine el plazo dado a los polacos para presentar su certificado (el 15 de mayo). Los afectados -desde periodistas, hasta académicos y algunos directivos; ya que la limpieza entre la clase política se hizo con una legislación anterior- tienen que haber nacido antes de agosto de 1972. Han de rellenar un folleto y entregárselo a su jefe y éste al Instituto de la Memoria. El organismo, tras rebuscar en sus archivos, decidirá si emite el certificado que demuestra que ya han sido investigados.
Pero si no lo entregan o mienten -al parecer, todo indica que los investigadores serán más compasivos con los que confiesen un pasado negro-, será considerado un delito que puede costarles hasta 10 años de inhabilitación para ejercer su profesión.
No todos creen que la ley purificará a Polonia de sus vínculos con el pasado comunista.
El primer ministro, Jaroslaw Kaczynski, llegó al poder con la promesa de derribar la antigua red de espionaje comunista. "La red aún existe y es más fuerte de lo que pensábamos", dijo en marzo en una entrevista al diario Rzeczpospolita, partidario de la ley.
Los antiguos perseguidos se han convertido en perseguidores que tienen que demostrar su inocencia ante "las pruebas" de unos archivos siniestros de un régimen totalitario. ¡Lo que padecieron en Polonia por ser judíos o cristianos o demócratas! Parece increíble esta paranoia inquisitorial y contraria a los Derechos Fundamentales. ¿A qué esperan los dirigentes de la Unión Europea? ¿A que se suiciden más de uno que padecieron el chantaje y la intolerable presión para figurar como colaboradores? Ess archivos, como los del MOSAD, la CIA, la GESTAPO o las SS no pueden probar nada porque les faltan las legitimidades de origen y de ejercicio. Neemu
Funcionarios, profesores y periodistas se enfrentan a 10 años de inhabilitación si mienten
Hasta 700.000 polacos están obligados a conseguir, desde hoy, su certificado de limpieza política. Periodistas, funcionarios, directores de escuela y profesores universitarios, nacidos antes de 1972, tienen dos meses para confesar si colaboraron con los servicios secretos del régimen comunista que gobernó el país hasta 1989. El Instituto de la Memoria Nacional -utilizado por el Gobierno para su campaña de depuración ideológica anticomunista- cotejará los datos con los archivos de la antigua policía política. Los ciudadanos que no envíen su currículo o mientan sobre su pasado habrán cometido un delito, y se les puede prohibir que ejerzan su profesión 10 años.
Ésta es la principal iniciativa en la caza lanzada desde su llegada al poder por los gemelos conservadores Lech y Jaroslaw Kaczynski (presidente y primer ministro), y que tiene pasmada a Europa. Bautizada como Ley de Lustración, entra en vigor hoy y obliga a cientos de miles de polacos (entre 400.000 y 700.000) a responder: "¿Ha colaborado secretamente y conscientemente con los antiguos servicios de seguridad comunistas?". Esta pregunta divide a los polacos. Los partidarios alegan que da transparencia al sistema y que no hay nada que temer. Los que se oponen -muchos amenazan con boicotear la norma- creen que es inconstitucional.
En principio, estoy en contra de exigir a la gente que expliquen qué han hecho con sus vidas", dice Radoslaw Markowski, experto en política de la Academia Polaca de Ciencia.
Decidir si la ley se ajusta a la norma será responsabilidad del Tribunal Constitucional, que puede tomar una decisión a principios de mayo, antes de que termine el plazo dado a los polacos para presentar su certificado (el 15 de mayo). Los afectados -desde periodistas, hasta académicos y algunos directivos; ya que la limpieza entre la clase política se hizo con una legislación anterior- tienen que haber nacido antes de agosto de 1972. Han de rellenar un folleto y entregárselo a su jefe y éste al Instituto de la Memoria. El organismo, tras rebuscar en sus archivos, decidirá si emite el certificado que demuestra que ya han sido investigados.
Pero si no lo entregan o mienten -al parecer, todo indica que los investigadores serán más compasivos con los que confiesen un pasado negro-, será considerado un delito que puede costarles hasta 10 años de inhabilitación para ejercer su profesión.
No todos creen que la ley purificará a Polonia de sus vínculos con el pasado comunista.
El primer ministro, Jaroslaw Kaczynski, llegó al poder con la promesa de derribar la antigua red de espionaje comunista. "La red aún existe y es más fuerte de lo que pensábamos", dijo en marzo en una entrevista al diario Rzeczpospolita, partidario de la ley.
Los antiguos perseguidos se han convertido en perseguidores que tienen que demostrar su inocencia ante "las pruebas" de unos archivos siniestros de un régimen totalitario. ¡Lo que padecieron en Polonia por ser judíos o cristianos o demócratas! Parece increíble esta paranoia inquisitorial y contraria a los Derechos Fundamentales. ¿A qué esperan los dirigentes de la Unión Europea? ¿A que se suiciden más de uno que padecieron el chantaje y la intolerable presión para figurar como colaboradores? Ess archivos, como los del MOSAD, la CIA, la GESTAPO o las SS no pueden probar nada porque les faltan las legitimidades de origen y de ejercicio. Neemu
16 comentarios
Sylvia -
paula lozano eiroa -
Gloria García -
Jorge Inarejos -
Hay que tener en cuenta que existen problemas más graves y que sin nuestra colaboración no se encontrará una solución definitiva que acabe con la oscuridad que todavía se extiende por el mundo.
Raúl -
María Vindel -
Azahara Morales -
Eva Losada -
David Gamella Pérez -
Rubén -
Luego la gente dice que Turquía no debería entrar en la Unión Europea por su religión , por lo menos Turquía tuvo a su Ataturk.
Elia Pesquera -
Elia Pesquera -
Sara Ayllón -
Sara Martín -
alejandro estrada -
Ignacio Álvarez -
Mirandolo desde otra perspectiva algo más horrible, es una forma de control de la población como se hacía antes.