¿"Hartos de Política" o de los políticos?
Sostiene Andrés Ortega, en un lúcido artículo, que los españoles, y no pocos europeos, están hartos de la política. Y esto es grave porque se deja el campo del bienestar social, del auténtico progreso y de la justicia a arribistas y coyotes que insultan a la inteligencia de los ciudadanos. En Grecia, denominaban "idiotés" a los ciudadanos que no participaban en la cosa pública. Son memorables las palabras de Pericles, que recoge Tucídides, y que deberían despertarnos de la modorra que padecemos y exigir a nuestros mandatarios (diputados, alcaldes, concejales etc) que dejen de aprovecharse de sus cargos y sean coherentes con la responsabilidad que les hemos encomendado. Verlos y oírlos en los medios produce vergüenza ajena. Como los atenienses, deberíamos de enviar al "ostracismo" a la mayor parte de estos garrulos. Han prostituido el Parlamento, viven de las listas cerradas, forman una mafia de intereses y se insultan de forma atroz y esperpéntica. Que en una democracia constituida y consolidada, un partido de la oposición, abandone su verdadera función en el Parlamento y llame a las masas a manifestarse contra el Gobierno legítimo, y a "rebelarse" y a la "objeción de conciencia" sólo manifiesta que, para muchos, era más cómodo el régimen de partido único, la extrema derecha más recalcitrante y obscena, y una policía eficaz y contundente. Siguen creeyendo que tranquilidad proviene de tranca ¡Pues no hay, que digamos, temas fundamentales de los que ocuparnos en lugar de actuar como títeres de demagogias obsoletas e infecundas! El gran analista Andrés Ortega dice que estamos "hartos de política", yo temo que se trate de algo peor y que tenemos que denunciar a tiempo. No nos merecemos a esta tropa de políticos degradados e insolventes que padecemos. Nesemu
"Hay un hartazgo de política. El último barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociales) pone de relieve el poco caso que los ciudadanos españoles le prestan. Los sentimientos que más inspira la política son los de desconfianza, indiferencia y aburrimiento. La política, junto a la religión, es de los aspectos que menos importancia tienen para los españoles, frente a la familia, los amigos y el tiempo libre. Según ese sondeo, más de un 58% nunca o raramente habla de política con sus amigos y familiares, y otro tanto no lee, o lo hace con menor frecuencia, las secciones políticas de los periódicos, ni ve ni escucha programas sobre política en radio o televisión, exceptuados los noticieros. Un 76% tampoco usa Internet para informarse acerca de la política. Ahora bien, no es mero pasotismo. Pese a que la satisfacción con el funcionamiento de la democracia nacional se ha reducido en la UE desde su mayor nivel (60%) en 1999 para situarse en un 56%, según el Eurobarómetro, en España es de las más altas: 71%. Y según el CIS, los españoles, en más de un 60%, consideran que la política tiene una gran importancia en la vida de cualquier ciudadano, y que el voto es la única forma para la gente de influir en lo que hace el Gobierno. Los presidentes del Gobierno de la democracia española estaban todos en sus cuarenta cuando llegaron a La Moncloa.
Sin caer en el Gobierno por sondeos, es necesario que los políticos no den la espalda al sentir de los ciudadanos. Lo contrario puede conllevar un precio elevado, como se vio en Francia con el referéndum sobre la Constitución Europea. A este respecto, Sarkozy es el único de los candidatos con posibilidades que no se ha comprometido a someter a una nueva votación popular el eventual nuevo Tratado. Si llega al Elíseo, y no lo hace, la legitimidad europea saldrá dañada.
En Europa, la política puede ser víctima del éxito de la Unión Europea, y especialmente de la unión monetaria, pues ha encorsetado las políticas económicas, las ha dejado "a prueba de política", a prueba de cometer desatinos. La militancia en partidos políticos o en sindicatos, en España -y en el resto de Europa-, es mínima, así como la pertenencia a asociaciones religiosas, deportivas, culturales u otras, a diferencia de EE UU donde, sin embargo, el llamado capital social merma. Los partidos parecen haberse convertido en máquinas para ganar elecciones y repartir puestos de trabajo. La gente, sin embargo, quiere poder participar y que se tomen en cuenta las opiniones de los ciudadanos a la hora de gobernar. Acabamos de ver un ejemplo en las dificultades de Prodi en Italia, donde no es sólo la posición de una minoría en la izquierda, sino que una mayoría (62%) de los italianos y más aún (73%) de los que apoyan a este Gobierno quiere que sus tropas se marchen de Afganistán. Son avisos de mayor calado que las intenciones de voto inmediatas, pues reflejan una profunda crisis de la política".
15 comentarios
Teresa Montesinos -
jose navareño garrido -
Cristina de la Llana -
GaSkY -
no interesa que la gente se preocupe por temas tan trascendentales como la vivienda, o la inmigración, prefieren mantenernos al margen para tener ellos el poder, y la mejor manera es apartarnos sin que nos demos cuenta: hartarnos de política
Sara Ayllón -
leache -
alejandro estrada -
Irene Zugasti -
Pero hay que saber separar política de políticos, la política es necesaria, y permanecer ajenos a ella es un acto de ignorancia. Los políticos son otro cantar, y es que cada vez hacen menos "política" y más circo.
M. Ossorio -
¿No se enteran aún de eso? Cuando votamos a alguien no es para que discutan entre ellos, haciendo del Congreso algo similar al plató de A tu lado. Un poco de cordura, por favor.
Pero no toda la culpa es de los políticos: los medios y el pueblo mismo participan activamente en este intercambio continuo de descalificaciones y malas palabras. Nosotros deberíamos poner la cordura que ellos no ponen. Y los medios, por supuesto, suavizarse algunas veces, que también se exceden un poco.
Esperemos que cambie esta dinámica que a todos perjudica.
David Gamella Pérez -
Javi -
¿Por qué nadie critica la situación actual de la política española? ¿Por qué ningún medio estudia de la misma manera las declaraciones incendiarias de los representantes de los partidos?¿Por qué algunos medios contribuyen a la división? ¿Por qué nadie refleja que no se puede hablar de política entre amigos sin alzar el tono y terminar con un "vamos a hablar de otra cosa"?
No hay que dejar de tomar partido en la política española, pero ni los políticos se acercan al pueblo ni los medios calman los ánimos. Es algo que tenemos que cambiar.
Azahara Corrales -
Gloria García -
edu -
Si los políticos no cambian su actitud pueden encontrarse en un futuro no muy lejano con que todos los ciudadanos les den la espalda.
Jose Muñoz -
Me parece una pregunta muy acertada, porque podemos partir de ella para analizar la situación política y los sentimientos que produce (indiferencia, aburrimiento, decepción, desconfianza...) _