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J. C. García Fajardo

No existen patentes de corso en periodismo

El analista y gran periodista, Andrés Ortega, ha escrito un interesante y medido artículo con el título Choque de ignorancias sobre el tema, tan inoportuno como indeseable en estos momentos, del pretendido choque de civilizaciones entre Occidente e Islam. Tendremos tiempo para tratarlo en clase y sobre todo en la Exposición que estamos montando sobre Islam patrimonio de todos, junto con un acto académico, en nuestro salón de actos del 27 de febrero al 10 de marzo en el Hall de nuestra Facultad. Hace meses que lo estamos preparando y no vamos a arrugarnos ahora cuando  más necesarias son la presencia y opiniones de los intelectuales y de la Universidad en esta confusión de criterios, de actitudes y de intereses. Varias voces se alzan para defender la libertad de expresión y el derecho a profesar convicciones religiosas siempre que estas no atenten a los Derechos Fundamentales y al orden constitucional que nos hemos dado los ciudadanos de Europa y de muchos otros países. Ni la libertad de expresión puede ser omnímoda y sin el menor sentido de la prudencia y de la equidad,  ni los preceptos y prohibiciones de las creencias religiosas pueden imponerse más que a sus adeptos. Pero el respeto a los demás, la prudencia y los valores deben expressarse y exigirse con equidad y nunca con violencia ni con prepotencia. Ni todos los terrorismos son iguales ni es un axioma que la libertad de expresión sea ilimitada. Porque estoy convencido de la gran ignorancia que existe entre las diferentes culturas es por lo que en Solidarios trabajamos por espacios y puentes de encuentro y de concordia. Quede para otro día preguntarnos, con Agatha Christie, Cui prodest? ¿A quién benefician estas desmesuradas algaradas? Yo no creo que esas masas de exaltados se hallan lanzado a las calles por sí solas por unas, en mi opinión, desafortunadas viñetas publicadas en el mes de septiembre. Aquí queda esto. (Por otra parte, y a pesar de mi no militancia en ninguna religión establecida, comprendería la irritación de tantos cristianos y personas que hemos sido formados en esa cultura, si se publicasen viñetas que mostrasen a Jesús fornicando con su apóstol Juan, o su madre María en un prostíbulo, o a Buda violando a un niño o a Lutero en un acto de bestialidad.... Que nadie diga que no es lo mismo, cada cultura tiene derecho a conservar su sensibilidad sin pretender imponérnosla y nosotros a respetarla . Conociendo el Islam, presentar la imagen del Profeta Mahoma con un turbante que lleva una bomba ... me parece  una auténtica barbaridad y una ofensa  innecesaria no protegida bajo ninguna pretendida libertad de expresión. Al igual que no podría  ampararse ni protegerse la libertad de un gritase en un teatro abarrotado ¡Fuego!, porque le da la gana. Y otros muchos ejemplos) Pero, analicemos las causas de semejantes efectos, actuemos con prudencia y con respeto. Ser periodista no constituye una patente de corso, como algunos creen y esos miserables programas pornorosas pretenden. Nesemu                                                                                                                  Choque  de  ignorancias.  Las caricaturas sobre Mahoma, que han enfurecido a masas de musulmanes en todo el mundo contra Dinamarca y otros países europeos donde varios medios han reproducido esas viñetas, se han transformado en un encontronazo entre la libertad de expresión y el respeto a las creencias diferentes, en un choque de culturas religiosas, pero también de ignorancias. El Vaticano ha afirmado que "la libertad de expresión no da derecho a herir el sentimiento religioso", mientras la canciller alemana, Angela Merkel, aseguraba en la Conferencia de Seguridad de Múnich que debe prevalecer esta libertad, que comprendía los sentimientos de los ofendidos, aunque consideraba "inaceptable" el uso de la violencia para protestar contra estas viñetas.
Se publicaron en septiembre en Jyllands-Posten, un diario danés segundón. Los nuevos medios de comunicación, como Internet y la televisión por satélite han facilitado su difusión desde un medio local a un Islam globalizado. El Gobierno danés se negó a presentar excusas considerando, con razón, que éste no era asunto de su competencia en una democracia, pero el diario sí se disculpó. Para nada. Las masas musulmanas, sin embargo, han esperado hasta finales de enero para levantarse. ¿Por qué? Algo o alguien las han agitado, y no parece casualidad que todo esto haya ocurrido cuando Irán se encuentra en la picota, acosado por la cuestión nuclear, Hamás ha ganado en Palestina, la guerra de Irak sigue y hay un terremoto sociopolítico en el mundo árabe y musulmán. Irán ha hecho bandera de esta protesta. En la aún oficialmente laica Siria, cuyo régimen también está en aprietos, las manifestaciones han sido especialmente virulentas.
Son caricaturas de mal gusto y el ejercicio de la libertad de expresión debe ir también acompañado de un sentido de la responsabilidad. La religión islámica prohíbe las representaciones de personas y animales. Algunos islamistas han cometido crímenes culturales, como la destrucción de los grandes budas en Afganistán por los talibanes. Y conviene recordar que no ha mucho, varios destacados predicadores de la nueva derecha cristiana en EE UU, como Pat Robertson o Jerry Wines describieron a Mahoma, el uno como "un fanático, ladrón y asesino", y el otro como "pedófilo poseso". Peor que las viñetas. Afortunadamente, en Europa no tenemos (¿aún?) este tipo de movimientos que marcan la política de EE UU.
Preocupa también la ignorancia de lo que está ocurriendo en el mundo musulmán. La elección a la presidencia de Irán de Ahmadineyad sorprendió a la Administración Bush. El triunfo electoral de Hamás en las elecciones palestinas, también. Tanto que Condoleezza Rice reconoció haber preguntado "por qué nadie lo había visto venir" y que no se había tomado suficientemente bien "el pulso de la población palestina". En Múnich, el presidenciable senador republicano John McCain, generalmente mejor informado, afirmaba haber estado convencido de que Fatah ganaría fácilmente las elecciones. Y es sobre este desconocimiento que toman decisiones estratégicas, que no sorprende que fracasen.
Hay claras asimetrías en lo ocurrido estos días con las viñetas. No hay una equivalencia de tolerancias, ni del sentido de la crítica. Los ofendidos asaltan y queman embajadas danesas u otras. Mientras, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, se permite abogar por "borrar a Israel del mapa" y negar la existencia del holocausto, y ninguna masa se subleva, aunque se proteste. Otra diferencia, es que en nuestros países puede uno criticar o bromear sobre cualquier religión cristiana, y no pasa de un intercambio de palabras (aunque ahora las leyes contra los odios puedan judicializarlo todo). Pero con las protestas por las viñetas, se ponen en peligro vidas.
Ante las caricaturas, ha habido más solidaridad entre medios de comunicación que entre Gobiernos europeos, que, quieran o no, se ven afectados. Algunos medios han preferido no publicar estas u otras viñetas, por ser de mal gusto, por respeto a una religión que es ya muy importante en suelo europeo, pero, también, por miedo. El miedo también aparece frente a unas malas caricaturas. Tras el 11-S, el 11-M, el 7-7 y otros atentados, o lo ocurrido con Salman Rushdie o el Nobel de Literatura, el egipcio Naguib Mahfuz, desgraciadamente no hay lugar para sonrisas.

28 comentarios

Gisel -

No todo es justificable en nombre de la libertad de expresión, que va de la mano de la responsabilidad social de los periodistas (muchas veces olvidada). Defiendo que esta libertad supone a veces decir cosas que pueden no gustar, pero la prudencia (que no el miedo) forman parte de su ejercicio en un medio de comunicación. Hay que analizar lo ocurrido en su contexto, con perspectiva e intentar identificar lo que hay detrás de este enfrentamiento.

Hele -

Estoy de acuerdo con Morgana. El problema está en que no podemos intentar explicar esto desde la concepción occidental.La verdad, a mi también me gustaría que abrieran sus mentes pero creo que ese proceso llevaría mucho tiempo, y no ocurrirá mientras las generaciones futuras sean educadas igual que las actuales. Está claro que la violencia no es útil pero para ellos su religión lo es todo, y la defienden a ultranza.A mi también me parece que esto tendría que haber acabado cuando el diario pidió perdon, pero soy de la opinión de que las caricaturas solo han sido la excusa para estallar.

Ochoa -

La religión es de lo poco que les queda a esta gente. A cualquier ofensa acuden a la violencia como medio de protesta. En nuestra nación son normales las caricaturas o chistes sobre \"Dios\".
Para mi la manipulación hace mucho y los \"islamistas\" buscaban cualquier chispa que pudiera encender la mecha. Entiendo que estén ofendidos pero la violencia y el aislamiento nunca son recursos útiles.

Morgana -

¿Por que cuatro meses?¿por que despues de relevantes cambios en el ambito socio-politico musulman?¿por que la satanizacion del mundo musulman en diferentes medios?
¿por que aplicamos el rasero occidental para explicar una concepcion de la vida radicalmente opuesta a este?

Noelia (roja) -

El derecho a la libertad de opinión garantiza a todos la libertad de expresar y divulgar sus opiniones en forma oral, escrita o por imágenes.
El derecho a la libre expresión es uno de los más fundamentales, ya que es esencial a la lucha para el respeto y promoción de todos los derechos humanos. Sin la habilidad de opinar librememte, de denunciar injusticias y clamar cambios - el hombre está condenado a la opresión.

Belén -

Como dice Rosa Montero en su columna de hoy, quizá no deberíamos achacar estas violentas reacciones a causas religiosas o económicas. La periodista plantea que se trata de humillación. Humillación histórica y cultural, cosa que puede hacer perder la cabeza a mucha gente.
Evidentemente, es un problema complejo y con muchas caras, pero es interesante analizar todas y cada una de ellas, porque tal vez estamos dejando de lado muchos factores más cruciales de lo que creemos.

Dorian Gray -

Publicar una caricatura representando a Mahoma con una bomba en la cabeza no parece muy afortunado... Por respeto a las creencias de otras personas. Reaccionar de la manera que han reaccionado algunos musulmanes en los países árabes es aún peor. Vale que sean sus creencias pero también ellos tienen que abrir un poco su mente y ver que se trataba de una broma, de mal gusto, pero una broma. El diario pidió perdón, rectificar es de sabios, ahí tendría que haberse terminado la historia.

Hele -

Esta situación es lamentable. Estoy de acuerdo con Xaime en que es excesivo lo que estaán haciendo por unas simples caricaturas, pero es excesivo para nosotros porque en ningún caso haríamos lo mismo que ellos.Sin embargo, si formáramos parte de ese mundo otro gallo cantaría.Probablemente sentiríamos lo mismo que sienten muchos musulmanes ahora, e incluso emplearíamos la violencia como hacen ellos.Creo que hay que tener en cuenta la gran importancia que dan ellos a la religión, eso lo sabemos todos, su religión condiciona sus vidas y su forma de actuar y de pensar. Es algo que se debería tener en cuenta antes de realizar unas caricaturas como esas, aunque, en mi opinión, estos hechos no se están produciendo solo por la dichosa caricatura.

Xaime -

La verdad, tampoco tengo una visión de lo que ha pasado. Me asombra ver cómo tras un otoño y gran parte del invierno se revuelven radicales por unas caricaturas. A mi, personalmente, me ofendió una obra que se hizo en Madrid (España es un país mayoritariamente católico)"Me cago en Dios", una blasfemia; en el Islam está prohibido la representación de Mahoma, y en el cristianismo, mentar a Dios en vano. Ninguna de las dos posturas nacen de la razón, pero igualmente válidas si se quiere censurar la libertad de expresión por esas convicciones. El conjunto eclesiástico español hizo el ruido justo para ver que se mostraba en contra, unas quejas formales y poco más. Asaltar e incendiar embajadas, quemar banderas no son actos justificables porque "es que les atacan en sus creencias". No dudo que los practicantes del Islam normales tacharán de "chorrada" las caricaturas o de ignorante al humorista gráfico; los anormales a lo que saben: coger un fusil, un mechero, gasolina y todos los derechos para nosotros y ninguno para "los otros".

Carlos Miguélez -

Nadie ha mencionado que la reacción se dio después del boicot de los productos daneses en algunos países musulmanes.

Deivid -

Lo que parecía una lucha por el respeto mutuo entre religiones está degenerando en una disputa de patio de colegio. Ahora el principal diario iraní, Hamshari, ha decidido convocar un concurso internacional entre el sector artístico con el fin de publicar los mejores dibujos de dicho certamen. El tema a satirizar: el Holocausto.

Actitudes como esta solo servirán para encrespar aún más los ánimos en occidente y ensalzar la actitud beligerante de los musulmanes contra los estados europeos. Hoy se ha asaltado un cuartel noruego, con un muerto como resultado. Solo esperemos que el peculiar sentido del humor de un diario danés no nos lleve a otra guerra santa, en defensa de Alá.

Serrano-Conde -

La primera y la más importante característica del buen periodista es la consideración hacia los demás. Se puede protestar contra hechos que nos parezcan horribles, o exaltar otros dignos de admiración. Pero lo que en ningún caso debe hacerse es abusar de este cuarto poder y emplearlo como medio de herir los sentimientos de otras culturas. Estas viñetas han provocado el rechazo y repulsa de numerosos musulmanes, que con toda la razón, no entienden por qué se les falta al respeto de esa manera. Cada cultura tiene sus características propias y como tales hay que entenderlas, y aunque no se compartan, respetarlas.

Jarkoe -

Sí que es revelador que hasta cuatro meses después no haya una reacción tan contundente. Pero, claro, es eso, una reacción de muchos elementos(una caticatura, más Irán indignado, más, más...¡!), y entonces cabe preguntarse si más que pedir disculpa o mantenerse al margen no sería mejor tratar de remediar y evitar de ahí en adelante este choque de ignorancias del que tan acertadamente habla Ortega. Eso sí, lo que este dibujante hizo no es producto sólo de la libertad de expresión, sino también de una exteriorización de parte de esa ignorancia, con lo que la propia libertad de expresión se desvirtúa hasta resultar una ofensa, porque generalizar es cometer un grave error; de acuerdo con Belén, la libertad de cada uno acaba con el respeto de la de los demás.

Zola -

Han pasado cuatro meses de la publicación de las viñetas en el periódico danés. No olvidemos que era un periódico de segunda fila y que se publicaron el 30 de Septiembre. Precisamente ahora, en el momento en que se lleva a Irán ante el consejo de seguridad de la ONU y que en Palestina ha vencido Hamás(mediante elecciones democráticas impuestas por occidente).
Por si fuera poco, occidente hace de la causa, que en realidad se puede entender como provocación, una defensa por la democracia y el valor de la libertad de expresión. Un pretexto para iniciar una cruzada contra los islamistas, como lo era la hoja de ruta y la imperiosa necesidad de imponer la democracia en lugares que nunca se han regido por sistemas parecidos a la democracia. Me cansa ya el pretexto de la democracia y la libertad como bandera de la razón suprema.
Hay culturas con dierentes costumbres a las nuestras que han vivido así durante siglos. Este ataque repentino contra todo lo musulmán lleva muchos intereses ocultos.
No se me entienda mal, soy el primero en condenar las reacciones de los fundamentalistas. No se puede permitir el ataque a las embajadas danesas ni el boicot a los productos de ese país. Al final todo es una espiral de odio.

Ruth Pilar -

Desde Occidente se tacha de bárbaros a los que queman embajadas porque no conocen el derecho a la libertad de expresión.
Aquí tuvimos un caso parecido, no viñetesco, sino fotográfico: la imagen de Carod Rovira con la corona de espinas mientras Maragall inmortalizaba el momento con su cámara digital. Se les dijo de todo y con razón. Hacer chistes con símbolos que para muchas personas significan "algo más" que lo que se ve, demuestra poco respeto hacia esa gente y ganas de polemizar.
Los Derechos Humanos no son universales (ablación, lapidación). Allí donde los regímenes los incorporan, se vulneran (pena de muerte en EEUU). En otros lugares, donde se consigue que se pongan de acuerdo varios países, no cambian las cosas (segregación racial en Sudáfrica).
¿Miedo a los musulmanes? Es posible. Son 1000 millones y parece que tienen sed de venganza.

Bárbara BC -

Creo que la reacción de los países árabes está siendo un poco desmesurada, pero hay que tener en cuenta que están muy a la defensiva por todo lo que está pasando y había que haber sido más respetuosos a la hora de publicar esas viñetas. Hay mucha tensión mundial y esto que está pasando ahora lo está empeorando mucho más... lo que no beneficia para relajar esa tensión. Espero que esto no vaya a más. Pero a la próxima vez hay que tener más cuidado sobre qué se hacen los chistes. En la sección del domingo de El País de ayer aparece un artículo de Elvira Lindo que está muy bien.

negrita -

Todos los extremismos son dañinos, engañan a las partes contrincantes y convencen a todos aquellos que creen tener la razón. No he tenido que ver las viñetas para sentir lo que han sentido los ofendidos, se sienten heridos, golpeados en sus creencias y costumbres, pero no por ello justifico el que todo un grupo se arme en contra de otros, de un gran número de occidentales, que si bien es cierto no comparten dicha religión, ¿Acaso todos dibujaron esas viñetas? no, pero están pagando por los papeles pintados.

negrita -

Todos los extremismos son dañinos, engañan a las partes contrincantes y convencen a todos aquellos que creen tener la razón.

No he tenido que ver las viñetas para sentir lo que han sentido los ofendidos, se sienten heridos, golpeados en sus creencias y costumbres, pero no por ello justifico el que todo un grupo se arme en contra de otros, de un gran número de occidentales, que si bien es cierto no comparten dicha religión, ¿Acaso todos dibujaron esas viñetas? no, pero están pagando por los papeles pintados.

DANIEL -

La situación es demasiado delicada en esos países como para publicar estas caricaturas de Mahoma. La situación en el mundo ya es complicada, por eso los medios de comunicación, instituciones representantes de la realidad social, deberían tener más criterio en el momento de las publicaciones. Hay que diferenciar la libertad de expresión de la provocación o fomento al conflicto. La libertad de expresión debe ser un derecho irrenunciable, pero hay que saber diferenciar el incierto límite que separa la libertad de expresión de la provocación.

Belén -

Lo siento, el ordenador está hoy en mi contra...

Belén -

Desde niños nos han dicho siempre que no hay que juzgar a todos por el comportamiento de unos pocos.
Al igual que hay occidentales que no apoyan las cárceles secretas, que no apoyaron la guerra de Irak, o que consideran esas viñetas como una falta de respeto hacia convicciones religiosas muy profundas, hay también muchos musulmanes que no son violentos ni terroristas, que respetan otras formas de vida y que ningún tipo de fanatismo les ciega cuando analizan hechos como los que han ocurrido estos días.
Mucha gente no está educada en el respeto, porque afirma de forma prepotente y condescendiente que "entiende" otras concepciones del mundo, pero lo dice pensando que realmente la suya es la correcta. Eso no es respeto, eso es hacer una pantomima que resulta políticamente correcta.
En mi opinión, las dos posturas de este conflicto están equivocadas, porque ambas justifican sus acciones escudándose en el respeto, pero es imposible que se utilice la palabra respeto cuando hay dos concepciones de la vida enfrentadas de este modo.
Se nos llena la boca con cruces de acusaciones, pero nadie se plantea formas de acabar con la situación, o medidas para que no se vuelva a repetir.
"Mi libertad termina cuando empieza la del otro" creo que todos deberíamos aplicarnos el cuento, y, sobre todo, dejarnos de prejuicios que no nos llevan a ninguna parte. Porque el verdadero respeto no puede existir allí donde hay prejuicios.

Belén -

Desde niños nos han dicho siempre que no hay que juzgar a todos por el comportamiento de unos pocos.
Al igual que hay occidentales que no apoyan las cárceles secretas, que no apoyaron la guerra de Irak, o que consideran esas viñetas como una falta de respeto hacia convicciones religiosas muy profundas, hay también muchos musulmanes que no son violentos ni terroristas, que respetan otras formas de vida y que ningún tipo de fanatismo les ciega cuando analizan hechos como los que han ocurrido estos días.

Mucha gente no está educada en el respeto, porque afirma de forma prepotente y condescendiente que "entiende" otras concepciones del mundo, pero lo dice pensando que realmente la suya es la correcta. Eso no es respeto, eso es hacer una pantomima que resulta políticamente correcta.

En mi opinión, las dos posturas de este conflicto están equivocadas, porque ambas justifican sus acciones escudándose en el respeto, pero es imposible que se utilice la palabra respeto cuando hay dos concepciones de la vida enfrentadas de este modo.
Se nos llena la boca con cruces de acusaciones, pero nadie se plantea formas de acabar con la situación, o medidas para que no se vuelva a repetir.
"Mi libertad termina cuando empieza la del otro" creo que todos deberíamos aplicarnos el cuento, y, sobre todo, dejarnos de prejuicios que no nos llevan a ninguna parte. Porque el verdadero respeto no puede existir allí donde hay prejuicios.

Belén -

Desde niños nos han dicho siempre que no hay que juzgar a todos por el comportamiento de unos pocos.
Al igual que hay occidentales que no apoyan las cárceles secretas, que no apoyaron la guerra de Irak, o que consideran esas viñetas como una falta de respeto hacia convicciones religiosas muy profundas, hay también muchos musulmanes que no son violentos ni terroristas, que respetan otras formas de vida y que ningún tipo de fanatismo les ciega cuando analizan hechos como los que han ocurrido estos días.

Mucha gente no está educada en el respeto, porque afirma de forma prepotente y condescendiente que "entiende" otras concepciones del mundo, pero lo dice pensando que realmente la suya es la correcta. Eso no es respeto, eso es hacer una pantomima que resulta políticamente correcta.

En mi opinión, las dos posturas de este conflicto están equivocadas, porque ambas justfican sus acciones escudándose en el respeto, pero es imposible que se utilice la palabra respeto cuando hay dos concepciones de la vida enfrentadas de este modo.
Se nos llena la boca con cruces de acusaciones, pero nadie se plantea formas de acabar con la situación, o medidas para que no se vuelva a repetir.
"Mi libertad termina cuando empieza la del otro" creo que todos deberíamos aplicarnos el cuento, y, sobre todo, dejarnos de prejucios que no nos llevan a ninguna parte. Porque el verdadero respeto no puede existir allí donde hay prejuicios.

Berciano Ponferradino -

Aún en la última Raitán comentábamos que este tema en la siguiente edición estaría agotado... Está claro que no, que no está agotado, y que desgraciadamente, va a más. Llevamos casi dos semanas y yo, escéptico como siempre, aún no he logrado fijar una opinión sobre el tema (las dudas sobre todo es lo que tienen...). Y sigo sin saber... Pero creo que me inclino por la opción de que, aunque de mal gusto, de dudosa calidad y bastante ofensivas, esas viñetas eran perfectamente publicables. Aunque, ya digo, es una opinión no muy fundada. Esperararemos y veremos qué pasa...

Marcos -

No he visto tales viñetas y no dudo de que sean de mal gusto, pero culpabilizar a toda un país como se ha hecho es más injusto que la publicación de tales viñetas. Y eso sin hablar siquiera de las agresiones a embajadas, por ejemplo. No se puede tomar la parte (un periódico, o mejor dicho, un humorista gráfico) por el todo (Dinamarca y, por extensión ya que muchos periódicos las han reproducido, los países occidentales). El gobierno danés ha hecho bien en no responsabilizarse: la libertad de expresión es individual, y sus autores son personas, no estados ni sociedades.

Ello no obsta para que me parezca de lo más desafortunado el momento para algo así, ni para que me parezcan igualmente injustas las culpas al "mundo musulmán" en su totalidad por los altercados en las embajadas.

Carlos Miguélez -

Me indigna la la incapacidad de muchos occidentales para hacer una autocrítica. Quizá no hubiésemos quemado embajadas en una situación similar, pero el nombre árabe y la apariencia de algunos los ha dejado sin trabajo en Francia o en una prisión secreta en algún país remoto. No seamos hipócritas.

Andrés (Óscar) -

El respeto de las diferentes culturas ayuda al enriquecimiento de los pueblos.
El odio enjendra más odio. Hay que conocer una cultura para poder hablar de ella, pero sobre todo para poder criticarla, porque luegon pasan estas cosas, y sólo se nos ocurre llamarlos básbaros o bestias subdesarrolladas, cuando, a lo mejor esta vez y muchas otras tenemos nosotros la culpa.

Benjamín García-Rosado -

Andrés Ortega consigue sintetizar los verdaderos orígenes de un problema que parece haber tomado la insolencia de las viñetas como pretexto de lo que podría ser una reacción encadenada e instada por otros muchos fenómenos. Me cuesta entender la desmedida reacción ante un traspié que ni siquiera es estrictamente periodístico, puesto que pertenece a la caricaturesca realidad de un dibujante. Con todo, debemos ser empáticos y conscientes de la trascendencia de los mensajes en un mundo globalizado como el nuestro. Pero me asusta la idea de que todo esto sirviera de precedente a un futuro de silencios acobardados y miradas vacilantes, y que el respeto que se merecen fuera incitado por el miedo. Porque si bien el lenguaje (gráfico, visual, periodístico, poético…el que sea) nos limita y compromete, también es nuestra obligación llamar a las cosas por su nombre. Saber diferenciar, por ejemplo, entre terrorismo islámico y terrorismo islamista es primordial. Sin embargo, tampoco se nos puede olvidar, en este buen uso de los términos, que existen ciertas religiones (entre ellas, el propio cristianismo) que inspiran, en algunas de sus vertientes, actos violentos y justifican la barbarie. El asalto a las embajadas es una respuesta exagerada y posiblemente tutelada, y tanta responsabilidad tienen los medios “europeos” en difundir las equivocadas viñetas como los medios receptores “islámicos” en hacerlas llegar y escandalizar a sus audiencias. Al menos, desde mi punto de vista.