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J. C. García Fajardo

Retazos de Sergei 040: Campana sin badajo

En el famoso monasterio de Saolín había un novicio que destacaba en todas las artes del Camino. Antes del último certamen de espada, convencido de que, una vez más, iba a alzarse con el sutil cendal blanco que le impondría el Abad, se inclinó ante éste y le pidió una campana. Como llevaba tiempo insistiendo en semejante deseo, el Abad lo puso a prueba.
- Si antes del próximo festival logras que todas las dependencias del monasterio estén limpias como la plata, te regalaré la mejor de las campanas.
El novicio se dedicó a limpiar día y noche el monasterio. Subía, bajaba, se tiraba al suelo, gateaba por las columnas para limpiar las bóvedas, limpió las mil y una cristaleras, hasta que se presentó al Abad reclamando su premio. Éste alabó su trabajo y le regaló una campana de plata labrada que el joven discípulo se llevó a su celda. Encendió velas, quemó incienso y se sentó en su jergón para gozar con el sonido de su maravillosa campana. ¡Pero no sonaba, porque no tenía badajo!
- ¡Maestro, me has engañado! He trabajado día y noche limpiando el monasterio y tú me regalas una campana sin badajo, ¿cómo voy a escuchar su sonido?
- No te he engañado, - respondió sonriente el Maestro -. Se acercaban los Juegos en los que competían todos los monasterios y tú descuidabas tu entrenamiento ilusionado con esa dichosa campana para escucharla tú solo en tu celda. Te hice trabajar día y noche subiendo y bajando, cargando pesos, subiendo por las paredes, manteniéndote en equilibrio para alcanzar las más distantes vidrieras. No pensabas en otra cosa. Estabas en perfecta concentración. Por eso alcanzaste los premios para el monasterio.
- Pero ¿cómo hacer sonar una campana sin badajo?
- La campana y el badajo están dentro de ti. Tu felicidad interior, tu concentración y tu alegría son el badajo que hará sonar la campana de plata para deleite de todas las gentes. Lucidez y compasión te pertenecen.
El discípulo se iluminó al instante recogiendo el auténtico premio a su esfuerzo en el camino de la espada. Se postró ante el Maestro comprendiendo que el sonido más hermoso es el que brota de una mente clara y de un corazón generoso.
- Anda, - le dijo alzándolo el Maestro - , Vete en paz y recuerda las palabras del Buda: “Que cada uno de vosotros sea su propio refugio”, para mejor sintonizar con la armonía de los seres y del universo.

José Carlos Gª Fajardo

9 comentarios

Anahi -

Hay algo más que una recompensa material: dinero, medallas, trofeos... la recompensa espiritual. Esto es, el sentirse bien con uno mismo porque hemos conseguido el objetivo propuesto, la satisfacción de hacer algo bien y que nos gusta. Muchas veces olvidamos que esto es lo importante.
"Lo importante no es el fin del camino, sino el camino"

mocito -

Intentemos cruzar el río saltando de roca en roca. Al llegar a la tercera que nos parecía tan lejana desde la orilla, miraremos atrás. ¿Quién era yo antes de iniciar mi viaje? Quizá cruzar el río no signifique poner los pies sobre la otra orilla, sino sentir como se hacen más fuertes en cada nuevo salto. Y no querer llegar nunca.

Sergei -

¿Y si en vez de una campana sin badajo tenemos un reloj sin manillas?

Ochoa de Alda -

Todo individuo actúa para un fin. Unos para obtener dinero, objetos o algo que recompense y haga merecido su esfuerzo; otros lo hacen por caridad o solidaridad, pero aunque algunos no lo valoren, de alguna forma también reciben recompensa. El simple hecho de que te den las gracias, una muestra de cariño, afecto o una mirada sincera que vale un mundo, recompensa cualquier acto. No pienses en lo que te van a dar sino en lo que tu das y aportas a los demás.

Bealma -

Ya se que no van por ahí los tiros porque son alegorias, y me da un poco de cosilla preguntar... pero si no lo hago reviento: POR QUé Y PARA QUé QUIERE UNA CAMPANA A VOZ DE PRONTO???

Bueno, y soltada la semilla para matar la curiosidad, la reflexión.

A mi me suguiere el poder de la voluntad. Las grandes cosas que podríamos hacer todos, los granazos de arena que aportaríamos al mundo si supieramos viabilizar nuestra voluntad. Pero todos en el fondo tenemos una mentalidad egoista (la campana para mí) y así estamos, "comidos por la pelusa"...

Jam -

Estamos en una sociedad en la que sólo actuamos si es para conseguir una recompensa material. Sólo los más preparados son los que consiguen actuar de acuerdo con su conciencia, con su manera de pensar, olvidando todo lo que le rodea: leyes, convenciones sociales, etc. Este es el fin al que todos deberíamos aspirar.

Escila -

Este es un claro ejemplo de lo importante que es la motivación para las personas, tener un objetivo es fundamental para utilizar toda esa energía que desperdiciamos cuando estamos vacíos. Tenemos que aprender a conocernos y una vez que tengamos claro qué es lo que queremos todo ese trabajo será hasta una satisfacción.

enovilla -

En ocasiones hacemos las cosas pensando en las recompensas, sin tener en cuenta la propia satisfacción del trabajo bien hecho. El novicio solo pensaba en la campana sin tener en cuenta que todo lo que hacía para conseguirla eran fines y no medios. Dejemos de buscar campanas enteras y centremonos en encontrar badajos.

Pérez S. -

Esa campana representa a cada uno de nosotros, aparentemente esta vacía, sin badajo que lo haga sonar, igual que cuando somos nuevos en algún lugar; mantenemos las distancias con los demás, las campanas callan. Posteriormente llegamos a relacionarnos con la gente, y gracias a esa interrelación, mutuamente nos hacemos brillar, conquistar, sonreir...en definitiva, hacemos sonar esas campanas, como el buen novicio, cuya campana alegre hacía sonar a las gentes, solo que él no lo sabía; no podía escuchar su propia campana,y sin embargo los demás sí podían escucharla desde su interior. Nosotros no lo sabemos, pues nuestra conciencia se limita a nosotros mismos, pero nuestras campanas suenan, suenan para los demás, para aquellos a quien amamos y simpatizamos, nosotros somos parte de ellos, ellos son parte de nosotros, y así nuestra campanas suenan en el corazón de los demás, y forman en conjunto una hermosa melodía.