Retazos de Sergei 017: El mercader mágico

Caminaba por las calles de Basora un mercader mágico que ofrecía el arreglo de los males del mundo. Como parecía medio bebido y vestía pobremente casi no le hacían ni caso, sino era para meterse con él.
- ¿Qué tienes para vender?, le preguntaban las gentes.
- Lo que ustedes quieran, respondía.
- Queremos Paz, queremos justicia, queremos salud y comida en abundancia...
- Perdonen, - les respondió el mercader -. Creo que no me han entendido bien. Yo no vendo frutos. Sólo vendo semillas. La siembra y el cultivo han de hacerlo ustedes y con el trabajo de todos recogerán una buena cosecha.
Al Maestro le piden soluciones, respuestas, dones y sentencias. Pero la vocación del sabio es la de sembrar conciencia – fruto del conocimiento adquirido por más vías que las de la razón y el estudio – entre las mujeres y los hombres para que asuman su cuota de corresponsabilidad ante la situación global de la humanidad.
Ante el formidable panorama de la globalización alcanzada, el espacio mundial se ofrece para que puedan germinar los grandes valores añorados: la paz, la justicia, la equidad, la democracia y la armonía con la naturaleza que, día a día, cultivan las comunidades en todo el planeta.
Ante los resultados que laceran, los viejos Maestros se preguntan ¿Cómo es posible que pueblos tan diversos, habitando tierras tan distintas, con diferentes tradiciones históricas y culturales, enfrenten hoy problemas tan similares y traten de resolverlos con unas herramientas tan poco variadas y adecuadas a las realidades de nuestro tiempo?
No es tiempo de esperar que nos ofrezcan soluciones sino de que cada vez un mayor número de personas nos sintamos alentados a buscarlas.

12 comentarios

[Susana - 23 de enero de 2006 - 15:37]

Incluso para aquello que más deseamos, lo que nos produce mayor felicidad, nos cuesta poner los medios para alcanzarlo. Aquellas cosas que tanto deseamos están esperando ser encontradas. No desees y busca, que delante de tí está la oportunidad. Incluso en un mundo deshumanizado y capitalista, existen cosas que no pueden pagarse con dinero y que son las que proporcionan más satisfacción. No anheles ser justo, bueno y libre y lucha por conseguirlo. Si abrimos bien los ojos y cuidamos nuestros potenciales, nuestras semillas, el fruto no tardará en germinar.

[Úrsula - 03 de enero de 2006 - 20:00]

Cada uno recoge lo que siembra. Por eso es necesario sembrar cosas productivas. Si es cierto que ya somos mayorcitos para sacarnos las castañas del fuego por nosotros mismos, pero también es necesario el apoyo y la comprensión de la gente para conseguir tus fines, porque si en vez de apoyos tenemos trabas se pierde la ilusión por todo. Decir además, que no tenemos que dejar las cosas caer, pues tenemos que andar listos, para que a la menor oportunidad cogerla. El tren pasa solo una vez.

[DANIEL - 03 de enero de 2006 - 18:25]

Todos sabemos cuales son los problemas y donde están. En muchos casos también conocemos las soluciones. Lo que parece que no sabemos bien es dónde solucionarlos. Los problemas están en todos lados pero a la vez tienen unos puntos concretos, que son el origen y de donde deben partir las soluciones.

[Ángeles - 03 de enero de 2006 - 16:43]

No pidamos tantas soluciones y zambullámonos en su búsqueda como lo que somos, los verdaderos protagonistas de este mundo. Todos y cada uno de nosotros somos la pieza de puzzle para conseguir todo aquello que ansiamos con tanta desmesurada impaciencia, que nos hace desvariar y confundir sobre cómo hemos de actuar, realmente,en la vida. Somos socializados para ser mandados por unos pocos formándonos con actitudes sumisas a pesar de que, continuamente, estamos quejándonos y pidiendo explicaciones y soluciones a los múltiples problemas con los que convivimos. Basta de acatarnos al refranero "perro ladrador, poco mordedor" e inquemos el diente a las circunstancias que nos incomodan para tornarlas en todo aquello que nos permita vivir en un mundo que responda favorablemente a las expectativas y libertades de todos.

[Media Verónika - 03 de enero de 2006 - 16:10]

Creo que incluso se podría aplicar esto a la supuesta caridad de los países ricos con el tercer mundo:Aún encima de robarles,fingimos solidaridad enviando dinero o ayuda,que pronto se acabará,en lugar de dedjarles disfrutar de las riquezas de su tierra,y enseñarles cómo.

[Ruth Pilar - 03 de enero de 2006 - 13:51]

¿A quién no le gusta que le den las cosas hechas? Aunque algunas de las que nos dan, más valiera que nunca las hubiéramos pedido. Con este servicio a domicilio, corremos el riesgo de que los que nos gobiernan dejen de preguntar cuando se tercie la ocasión y hagan lo que creen que es mejor para una supuesta mayoría.
El conseguir uno mismo sus metas -o con ayuda de los demás-, trabajando por y para ellas, es muy gratificante.
Se dice que cada uno recoge lo que siembra, así que pongámonos manos a la obra para que el 2006 sea una buena cosecha. ¿Bastará con ver los Briconsejos de jardinería de Bricomanía?

[elba - 03 de enero de 2006 - 13:15]

Estamos acostumbrados a que nos lo den todo hecho y no debería ser así. Como comentaba un compañero, un ejemplo claro es toda esa gente que se acuerda de Dios cuando tiene problemas y pide que le resuelva sus males pero los milagros no existen y nadie te va a solucionar nada así porque si. Somos nosotros mismos los que debemos marcar las pautas de nuestro camino y cultivar todas esas semillas para luego obtener resultados.

[Santiago C. - 03 de enero de 2006 - 13:00]

Todo el mundo pide al mercader que los deseos se hagan realidad. Es como cuando vamos a la iglesia y le pedimos a dios que nos arregle nuestros problemas. Tanto el mercader como el dios de cada uno, no nos va a solucionar los problemas, somos nosotros mismos los que tenemos que cambiar de actitud y enfrentarnos a las situaciones. Pero también decir que esa semilla para empezar a creer es importante.

[Zola - 03 de enero de 2006 - 10:42]

Cada uno busca su propia semilla y obtiene sus propios valores. Sólo hay que ser capaces de cavar profundas zanjas en el corazón para plantar esas semillas y que puedan echar raíces en nuestro interior.
Advertencia: si al hacer las zanjas no os poneis guantes o no escupís vuestras manos, os hareis heridas. Pero también en la sangre de la herida se pueden plantar semillas.

[Escila - 03 de enero de 2006 - 09:32]

No nos toca a todos la misma semilla, ni todos buscamos los mismos frutos. En Occidente tenemos un deseo de universalizar que no se corresponde con la voluntad de los pueblos. Tampoco es justo exportar nuestra mierda y querer al mismo tiempo que mantengan sus vidas idílicas. Si matamos la vida de los pueblos, no esperemos que conserven sus raíces. Armas, drogas, pobreza, precariedad... pero que sigan pareceiendo curiosos. Pffff, es para echarse a llorar.

[Jarkoe - 03 de enero de 2006 - 01:47]

Es cierto, sentir que necesitamos y queremos buscar los modos de cambiar todo aquello que nos hace daño a nosotros o a otras personas es un enorme paso. Sin él no podemos pretender hallar soluciones, menos aún siendo meros espectadores, pasivos, desesperanzados, esclavos, de un presente tan ajeno a la justicia, a la felicidad de la humanidad, y tan cercano a la destrucción de ésta y los valores que la han hecho ser en muchos momentos y ejemplos lo hermosa que podemos conseguir que sea, por completo, algún día, paso a paso, con su apego a la naturaleza sobre la que nacemos y a cada pequeño detalle, apego, al fin y al cabo, a la sonrisa, la alegría, del que ama y se resigna a odiar. Quienes sustentan el mayor poder de acción no lo aprovechan la mayoría de las veces como deberían, sino que ese mismo poder les corrompe y convierte en inhumanos. Entonces, ¿quiénes mejores que cada uno de nosotros para encontrar y emprender el camino hacia lo que antes veíamos como utopía y pronto podremos sentir que pronto podremos sentir como comienzo de una realidad? Las semillas de aquel sabio nos vendrán muy bien, sin duda.

[Jarkoe - 03 de enero de 2006 - 01:46]

Es cierto, sentir que necesitamos y queremos buscar los modos de cambiar todo aquello que nos hace daño a nosotros o a otras personas es un enorme paso. Sin él no podemos pretender hallar soluciones, menos aún siendo meros espectadores, pasivos, desesperanzados, esclavos, de un presente tan ajeno a la justicia, a la felicidad de la humanidad, y tan cercano a la destrucción de ésta y los valores que la han hecho ser en muchos momentos y ejemplos lo hermosa que podemos conseguir que sea, por completo, algún día, paso a paso, con su apego a la naturaleza sobre la que nacemos y a cada pequeño detalle, apego, al fin y al cabo, a la sonrisa, la alegría, del que ama y se resigna a odiar. Quienes sustentan el mayor poder de acción no lo aprovechan la mayoría de las veces como deberían, sino que ese mismo poder les corrompe y convierte en inhumanos. Entonces, ¿quiénes mejores que cada uno de nosotros para encontrar y emprender el camino hacia lo que antes veíamos como utopía y pronto podremos sentir que pronto podremos sentir como comienzo de una realidad? Las semillas de aquel sabio nos vendrán muy bien, sin duda.