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J. C. García Fajardo

Harold Bloom dice que Benito Bush es un fascista

En la deliciosa entrevista que Fernando Castanedo hace a Harold Bloom, en Babelia,podemos leer: 'El único genio de la tradición americana es Walt Whitman'
En su nuevo ensayo, titulado Genios (Anagrama) (Genius en inglés y debería de ser Genio en castellano, más acorde con el contenido del libro) Harold Bloom vuelve a subvertir los esquemas con una clasificación atípica. El crítico neoyorquino no duda en lamentar la desorientación de los estudios literarios actuales en su país y advierte sobre la peligrosa extensión del fascismo en Estados Unidos. Merece la pena leerla entera. Aquí sólo quiero destacar algunas cosas:

'Hay que decirlo: George W. Bush es un fascista Harold Bloom (Nueva York, 2005)

P. ¿Cuál sería el genio de la tradición nortemericana?
R. A ese genio le daría un solo nombre: Walt Whitman. Tanto en su persona como en su máscara, es decir, su otra persona. En el Nuevo Mundo ha habido literatura occidental desde hace ya cuatro siglos, y si echásemos una ojeada a todo lo que se ha escrito en francés, en el Canadá francófono, en portugués en Brasil, en español, tanto en el Caribe como en México, y en toda Latinoamérica, así como en otras lenguas, incluido el yídish, y por supuesto en inglés, superando incluso a William Faulkner, a Herman Melville y a Henry James, no se me ocurre un escritor en ninguna de esas lenguas que alcance la originalidad de Walt Whitman.

P. Genio tiene algo de enciclopédico, con cierta nostalgia, como si algo estuviese a punto de perderse para siempre.
R. Sí, así es. Me parece que cuando se pierde el concepto de genio, que todavía es un concepto vivo en Goethe, cuando se pasa de ahí al primer romanticismo y del primer romanticismo a la literatura del siglo XIX, y de ahí al XX, aunque el siglo XX de repente me resulta tan antiguo como el XIX, cuando se llega a una pérdida de este concepto, en el camino se ha acumulado un poso de tristeza. Si a Goethe le hubieran preguntado por el genio más excelente habría dicho que Shakespeare, y yo mismo diría que nadie llegará a la altura de Shakespeare, Cervantes y Dante. Y hablo de ese poso sin tener en cuenta las tonterías que reinan hoy en el mundo académico anglosajón, en donde el estudio de la literatura ha muerto. Hoy se trata de hacer crítica cultural y de lo que yo llamo resentimiento, que consiste en fijarse en la orientación sexual, el género, o la pigmentación de la piel de un escritor, sin fijarse para nada en su genio, entre otras cosas porque la idea les parece despreciable...
... A mi parecer, basta con tomar a los genios más sobresalientes de cada lengua y ellos se ocuparán de iluminar, definir y explicar sus respectivas historias políticas, sociales y culturales a quienes quieran aprender. Al final me parece una cuestión agonística, de lucha, lo que me recuerda que tal vez la única aportación que yo he hecho en mi vida haya sido la de tratar de reestablecer el sentido antiguo, ateniense, del agón, y hasta en eso me limito a seguir a Nietzsche. Yo, ay, no aporté nada original.

P. Hablando de Nietzsche, usted siempre se ha situado entre el estudio de la literatura y el de la religión, la búsqueda de sabiduría y la búsqueda de representación...

R. Por eso mismo escribí mi penúltimo libro, ¿Dónde se encuentra la sabiduría?, mientras que The Evening Land tratará de la malaise estadounidense. En éste voy a intentar comprender por medio de nuestros escritores más importantes cómo es posible que hayamos llegado a traicionarnos, aunque haya sido sin querer, hasta el punto de tener por presidente a quien en público y en privado llamo nuestro Benito Bush, o Francisco Franco Bush si lo prefiere. Tal vez por eso tengo la impresión de que el libro que voy a escribir versará sobre Jesucristo y Jehová. En cuanto a mi interés por la literatura y la religión, en Poesía y creencia defendí que toda distinción entre literatura sacra y secular no es más que una acción política. Cierta literatura es mejor o peor que otra, puede tener mayor o menor valor estético, y transmite más o menos sabiduría, pero cualquier distinción entre literatura sagrada y secular me parece un fiasco político. Es decir que, como sostuvo Unamuno, las sagradas escrituras españolas son el Quijote, y yo diría que las auténticas sagradas escrituras en lengua inglesa, tan verdaderas como la versión King James de la Biblia, son las obras completas de Shakespeare, del mismo modo que las escrituras estadounidenses son Walt Whitman y que las alemanas no son Lutero, sino Goethe.

P. También sostuvo que la religión estadounidense es una suerte de gnosticismo.

R. Sí. De todos los libros que he escrito La religión americana es el que mayor número de malentendidos provocó. Estuvo descatalogado durante mucho tiempo y se va a reeditar en breve con un epílogo nuevo. Aquel libro se convirtió en un objeto de culto underground. A mí me parece que explica cómo hemos llegado al fascismo que en estos momentos se extiende por Estados Unidos. Hay que decirlo: George W. Bush es un fascista. En este país ahora tenemos un tercio de plutocracia, un tercio de oligarquía y un tercio de teocracia. Por ello nunca tendremos, entre otras cosas, matrimonio gay. Ni en California, en donde el horrible gobernador Schwarzenegger lo va a vetar.
P. ¿Usted diría que ese gnosticismo del que habló entonces subyace a las diferentes expresiones religiosas en Estados Unidos?
R. Para mí todo comenzó en 1801, con el Cane Ridge Revival, el pentecostés norteamericano. Lo curioso es que un 83% de los estadounidenses dice que cree en Dios, mientras que un 89% -y encuentro este dato más sorprendente y aterrador- sostiene que Dios los ama a título personal. Al pensar en esto siempre me acuerdo de la necesidad de amar a Dios sin esperar nada a cambio que menciona Baruch Spinoza en su Ética. Pero sí me parece cierto que ésta es una suerte de religión americana aborigen que se cree cristiana y da en llamarse a sí misma iglesia evangélica, iglesia de Mormón, pentecostelista o baptista, pero que de cristiana no tiene nada. Y por supuesto que existe un Jesucristo estadounidense y un Espíritu Santo estadounidense, lo que pasa es que hoy día el Jesús americano es miembro del Partido Republicano y debería llamarse consejero delegado Jesucristo, porque rechaza de plano cualquier tipo de presión fiscal y ha ampliado el ojo de la aguja hasta el punto de que por ahí entran al reino de los cielos tanto camellos como ricos. Éste es un país enfermo, muy enfermo.

P. ¿Qué papel tienen los presidentes en el espectáculo ritual de esta religión?
R. Bueno, el actual presidente es sin duda el Papa de la religión americana. Ha declarado al país en muchas ocasiones que su filósofo favorito es Jesucristo, y por si no conoce su biografía fue un famoso playboy, bebedor y consumidor de drogas, hasta que cumplió los 40, que es cuando su padre le convocó un fin de semana a la inmensa finca familiar de Maine, en donde el reverendo Billy Graham convirtió al segundo George Bush a la religión americana, puesto que ahora es un cristiano evangélico renacido. Desde entonces no ha vuelto a tomar un trago, se mantiene próximo a su esposa, Laura, dejó las drogas y ahora es el Duce fascista, o el caudillo, de Estados Unidos.

P. Los editores le recomendaron que no incluyese a Jesucristo en Genios.
R. Escribí una sección dedicada a Jesucristo y me persuadieron para que no la metiese. Pero me guardé el texto y, entre nosotros, sin cambiar ni una sola coma lo llamé "San Pablo". Pero ahí no hablo de san Pablo; hablo de Jesús. De hecho, fue el embrión del que nació ¿Dónde se encuentra la sabiduría?

Como dijo William Blake: Aunque te adoren bajo los divinos nombres de Jesucristo y Jehová, no dejas de ser más que el hijo de la mañana cuando llega la noche fatigada, el sueño del viajero perdido en la colina. //

Me parece muy interesante y lleno de sugerencias, sobre todo la exigencia del editor de que no incluyese a Jesucristo entre los Genios de su libro. Aquí está el error de traducir Genius en plural. El Genio se manifiesta a lo largo de la historia de la humanidad y, con las exigencias y limitaciones de un lenguaje semítico, podría reconocerse que Jesús es Cristo (Ungido, XTOS) pero que Cristo no es Jesús (no se agota en el hombre Jesús de Nazareth), Así, con arreglo a esa terminología, que en sánscrito podría ser Avatar y en India Buda, ha habido y estará habiendo y habrá muchos Cristos, Budas, Avatares de la Divinidad.
Pero los intransigentes cristianos norteamericanos, y de otras latitudes, no pueden admitir esto ya que ellos creen tener la propiedad, al patente de su Dios como los judíos creen y sostinen que son El pueblo elegido de Jehová.
Allá ellos mientras no nos impongan las consecuencias de semejante proposición sofista puesto que adolece de petición de principio.
Los editores prefieren escamotear la figura de un joven rabino de Nazareth que sin duda ha influido notablemente en la historia de la humanidad, al menos de la occidental en los últimos XX siglos, a arriesgrase a las acometidas de los fundamentalistas protestantes y católicos de EEUU. (Y del Vaticano, claro)
Y para nada estamos tratando cuestiones religiosas. Quiénn no lo vea así, que pase la página porque no entenderá que la mayor parte de los males que afligen al mundo se enraizan en lo que Confucio recomendaba para poder abordar cualquier problema: recuperar el sentido de las palabras para poder llamar a las cosas por su nombre.
José Carlos Gª Fajardo

4 comentarios

Fran -

Cuando la religión se convierte en patria, o una patria en religión, la guerra y el malestar se manifiestan en su peor condición.

Por ceirto, qué buena la frase de Whitman. Qué genio....

Carlos Miguélez -

Impresionante reflexión de Bloom. Expresó a la perfección lo que muchas piensan y sienten. Esperemos que EEUU esté a tiempo de curarse.

Carlos Miguélez -

Alberto, los tontos sólo p arecen felices. En en la ignorancia no se puede ser feliz. La conciencia es sóloun arma de doble filo.

Rôvënty -

Recuerdo que me enfadaba mucho cuando tenía 13 años. Cuando me corregían por llamar las cosas por su nombre. Es odioso ver la realidad y no poder expresarla por miedo a la censura. Decir que Bush es un fascista y un criminal de la humanidad puede ser un escándalo público para muchas personas, pero decirlo de Sadam Huseim es una rotunda verdad. La hipocresía es el gran mal de los seres humanos. Es la única manera de que podamos vivir libres de remordimientos, o como me dice mi padre: para ser feliz en esta vida hay que ser tonto o hacértelo.

En cualquier caso, una gran reflexión sobre actualidad