Nesemu: El Profeta habla sobre el matrimonio
De nuevo Almitra volvió a hablar para preguntar: /Y qué piensas del Matrimonio, maestro?/
A lo que él contestó: /Nacisteis juntos, y juntos seguiréis para siempre. Juntos os hallaréis cuando las blancas alas de la muerte acaben vuestros días. ¡Ay! también juntos os hallaréis hasta en la memoria silenciosa de Dios. Pero dejad que existan espacios en esa, vuestra unión. Y permitid que los vientos de los cielos dancen entre vosotros./
Amaos el uno al otro, pero no permitáis que el amor sea una atadura: Permitid mejor que sea como un mar que se mece entre las orillas de vuestras almas. Colmad mutuamente la copa, pero no libéis solamente de una. Compartid vuestro pan, pero sin comer del mismo pedazo. Cantad y danzad juntos y sed alegres, pero permitid que cada uno se sienta solo. Así como las cuerdas de un laúd se encuentran separadas aunque se estremezcan con la misma música.
Ofreceos el corazón, pero sin que por ello dejéis de vigilarlo. Pues solamente la mano de la Vida puede contener vuestros corazones. Y manteneos unidos, mas no demasiado juntos: Porque las columnas del templo se encuentran separadas. Y el roble y el ciprés no crecen estando bajo la sombra del otro.//
Todavía somos millones de personas que creemos, apostamos y practicamos esta forma de amor conyugal, de amistad compartida, de proyección de futuro. Existen agoreros que vaticinan la desaparición del matrimonio. Somos legión los que no lo creemos. Y no por razones religiosas sino humanas. Respetamos cordialmente otras experiencias y hasta los animamos cuando se trata de buenos amigos, pero esperamos para ver los frutos y resultados de esas nuevas
experiencias. Pero tenemos derecho a pedir que se nos respete en nuestra opción libre, ponderada y ya avalada por décadas de convivencia. Como decía un muy grande amigo mío: como nos descuidemos vamos a tener que pedir perdón por actuar con arreglo a nuestra propia conciencia, por vivir con arreglo a unos valores que asumimos libremente cada día.
Nesemu
A lo que él contestó: /Nacisteis juntos, y juntos seguiréis para siempre. Juntos os hallaréis cuando las blancas alas de la muerte acaben vuestros días. ¡Ay! también juntos os hallaréis hasta en la memoria silenciosa de Dios. Pero dejad que existan espacios en esa, vuestra unión. Y permitid que los vientos de los cielos dancen entre vosotros./
Amaos el uno al otro, pero no permitáis que el amor sea una atadura: Permitid mejor que sea como un mar que se mece entre las orillas de vuestras almas. Colmad mutuamente la copa, pero no libéis solamente de una. Compartid vuestro pan, pero sin comer del mismo pedazo. Cantad y danzad juntos y sed alegres, pero permitid que cada uno se sienta solo. Así como las cuerdas de un laúd se encuentran separadas aunque se estremezcan con la misma música.
Ofreceos el corazón, pero sin que por ello dejéis de vigilarlo. Pues solamente la mano de la Vida puede contener vuestros corazones. Y manteneos unidos, mas no demasiado juntos: Porque las columnas del templo se encuentran separadas. Y el roble y el ciprés no crecen estando bajo la sombra del otro.//
Todavía somos millones de personas que creemos, apostamos y practicamos esta forma de amor conyugal, de amistad compartida, de proyección de futuro. Existen agoreros que vaticinan la desaparición del matrimonio. Somos legión los que no lo creemos. Y no por razones religiosas sino humanas. Respetamos cordialmente otras experiencias y hasta los animamos cuando se trata de buenos amigos, pero esperamos para ver los frutos y resultados de esas nuevas
experiencias. Pero tenemos derecho a pedir que se nos respete en nuestra opción libre, ponderada y ya avalada por décadas de convivencia. Como decía un muy grande amigo mío: como nos descuidemos vamos a tener que pedir perdón por actuar con arreglo a nuestra propia conciencia, por vivir con arreglo a unos valores que asumimos libremente cada día.
Nesemu
7 comentarios
cinthia carolina -
Marta Blánquez -
No debe existir posesión por parte de ningún de los dos miembros.
Muchas veces los malos tratos que se producen dentro de las parejas se deben a este sentimiento de propiedad sobre la otra persona. "La o lo maté porque era mío o mía"
Ani -
Ana Ibáñez -
PakitoChus -
Japo -
Aunque no todas las historias duren para siempre...
Scicker -