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J. C. García Fajardo

Nesemu: Somos responsables de la Tierra

//Avanzamos hacia un desastre ecológico//

Que la Tierra va hacia una hecatombe ecológica, ya pocos lo ponen en duda. Que en el curso de la historia ha habido desastres que llevaron a la desaparición de especies, como los dinosaurios, o de continentes e islas, son evidencias para los estudiosos. Lo que no nos consta es que esos atentados fueran ocasionados por los hombres. Nosotros no tenemos más que contemplar los cielos en las grandes ciudades, o nuestras playas, mares y ríos. Es evidente el aumento de enfermedades relacionadas con el deterioro del medio ambiente, como asmas, alergias, cáncer, cardiopatías, piel, sistema glandular y, lo que es más espantoso, las capacidades reproductoras de los seres humanos. Mirar para otro lado sin hacer caso a los estudios científicos es otra forma de suicido más peligrosa que el tabaco, las drogas, o la proliferación de armas y la velocidad en las carreteras. Luego, no vale decir que no conocemos los peligros patentes en esos campos. Es que muchos irresponsables se empeñan en vivir con demasiada prisa sin tener en cuenta a seres inocentes que no tienen por qué pagar los excesos enfermizos y letales de esos individuos. Toda difusión de información válida sobre este tema se hace inaplazable.
Paul Kennedy es profesor en la Universidad de Yale y autor de Auge y caída de las grandes potencias, importante libro de referencia. Ha escrito una importante reflexión sobre el tema en el artículo, Dos estudios, una conclusión. Dice que ésta no ha sido una buena época para los conservadores de Estados Unidos que sostienen que la economía de libre mercado resuelve todos los problemas, y que se oponen a los esquemas de gobernabilidad internacional, mientras sostienen el derecho de todo ciudadano a conducir un vehículo que contamine irresponsablemente y consideran el Protocolo de Kioto una patraña socialista. Comenta dos estudios científicos que denuncian el resquebrajamiento de los cimientos que nos sostienen.

Tim Barnett, de la Institución de Oceanografía Scripps, de San Diego citó nuevas pruebas de ecosistemas que se desmoronan bajo la tensión del cambio climático. Algunos de los datos sobre plantas que cambian de color, aves marinas que mueren, el deshielo de los glaciares andinos, resultan aterradores. Las pruebas del informe de su equipo son tan rotundas que cualquier ataque instigado por Washington contra la tesis de que las actividades humanas están provocando el calentamiento global sería "insostenible".

Se pregunta si el gobierno de Bush y sus miembros vinculados a la industria del petróleo así como sus asesores expertos reconocerán que se habían equivocado y que son imprescindibles medidas urgentes, sobre todo en EEUU en donde, con un 4,5% de la población mundial, emite un 25% de todos los gases con efecto invernadero a la atmósfera. Por eso, Paul Kennedy aporta otro estudio basado en la encuesta anual sobre tendencias de población global realizada por el Fondo de Población de Naciones Unidas, otro organismo integrado por demógrafos, economistas y científicos altamente cualificados. No por aficionados voluntaristas. Afirma que la población mundial no está ralentizándose tanto como habían previsto los conservadores. La población mundial pasará de los 6.000 millones en la actualidad a 9.100 millones en 2050, produciéndose ese crecimiento sobre todo en los países más pobres.

Aporta los ejemplos de India, China y otros países emergentes del Sudeste asiático. India continúa creciendo tan rápidamente que su población superará a la de China en otra generación. India y China juntas suponen casi un tercio de la humanidad. No es puede pretender que no nos afectan. Es conocida su desmesurada ansia de petróleo y carbón, incitada no sólo por sus gigantescas poblaciones, que pasan de la madera y el estiércol a los combustibles de carbón como fuentes de calefacción, iluminación y cocina familiares, sino también por su rápido crecimiento industrial.
Tan sólo en un año, las importaciones petrolíferas de China aumentaron un tercio, lo que significa que su demanda de petróleo superó a la de Japón por primera vez en la historia. Las importaciones petrolíferas de India se incrementaron en un 11%, y están creciendo de forma alarmante. Todo esto contribuye al alza insoportable de estos productos imprescindibles para mantener el sistema de vida de los países occidentales. El precio del crudo ya ha superado los 50 $ por barril, cantidad que hasta hace poco se creía imposible de afrontar.
Nuestro autor recuerda que China e India están exentas de adherirse a las limitaciones de emisión del Protocolo de Kioto, un hecho que los detractores neoconservadores de este tratado destacan y que exige una modificación. Pero eso se aceptó porque, a pesar de su enorme gasto de combustible, todavía consumen menos de una sexta parte del índice estadounidense por persona.
“A medida que surgen más y más pruebas sobre el daño que los seres humanos están infligiendo al planeta por el uso desenfrenado de energía, se pregunta Kennedy, mientras China e India avanzan para convertirse en los mayores emisores de gas con efecto invernadero del mundo, ¿qué poder económico, científico y moral puede poner Washington sobre la mesa de negociaciones, incluso aunque se dé cuenta de que necesitamos acuerdos internacionales y controles mucho más sólidos para impedir que leguemos a nuestros nietos un planeta echado a perder? Muy poco. Cuando Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos y Japón se estaban industrializando con gran rapidez hace 100 años, se enzarzaron en una batalla internacional para hacerse con las fuentes energéticas mundiales, estuviesen donde estuviesen”.
Hoy está ocurriendo lo mismo. La rivalidad por los recursos de petróleo y gas entre Estados Unidos, China e India, junto con de Japón y Europa, para encontrar otras fuentes es casi desesperada. Lo más preocupante es que la política exterior de EEUU se va encontrar pronto con los intereses vitales de los dos gigantes India y China que no aceptarán las reglas de juego impuestas por Occidente.

Nesemu

5 comentarios

criss -

Llegará un día en el que todos padeceremos algún tipo de enfermedad debido la contaminación del medio ambiente, sobre todo las generaciones futuras. Y entonces nos daremos cuenta de cuan valioso es nuestro entorno medioambiental. Pero mientras tanto, ciertos países seguirán luchando por sus propios intereses y seguiran actuando movidos por la codicia, importándoles muy poco todo este tema.

Audrey -

¿Cómo se va a imponer a los países emprobrecidos el protocolo de Kioto si tienen que empezar a desarrollar ahora la industria, no es más lógico que hagamos el esfuerzo aquellos países que lo tenemos todo montado?

Atento -

Una vez más creo que el mensaje de libertad del Gobierno de Estados Unidos es falso, porque las generaciones futuras no podrán ser libres en un entorno poco propicio para vivir con salud. En Europa se hace un esfuerzo creciente en educación en este aspecto.Siempre se podría hacer más, pero estamos en camino. ¿Qué potencia en desarrollo se limitará en aras a un crecimiento sostenible cuando Estados Unidos no lo hace? Aún así pienso que es una inversión necesaria y beneficiosa para todas las naciones y un juego perdido para aquellas que optan por la indiferencia con el medioambiente.

Un saludo

Nesemu -

¿Cómo se explica queh oy el crudo haya alcanzadola astronómica cifra de 55% barril? El mismo día en que la OPEP decidió producir 500.000 barriles diarios y desde abril otros 500.000.
Cómo se explica sino es con una especulación impresionante? Esto no es delito... No sé qué pensar. Me abruma
Nesemu

José Antonio Hurtado -

El problema es difícil de afrontar, ya que por un lado, el desarrollo de India y China era algo previsible dado al ingente número de habitantes que presentan ambos paises, por lo que, a poco que se desarrolle, el consumo de crudo iba a crecer con celeridad. Por otro lado, los participantes del Protocolo de Kioto no pueden hacer una crítica desmedida a estos dos nuevos gigantes emergentes, ya que ni ellos mismos cumplen los objetivos marcados por el Protocolo, entre los que destaca la reducción de la emisión de gases al 5% por país. Por tanto, el problema debe ser tratado con cuidado, centrando los esfuerzos en reducir la emisión de gases, y en promover nuevas fuentes de energías no contaminantes, que deben ser el futuro de la energía. Un saludo.