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J. C. García Fajardo

Molinos de viento

Redacción del Blog: El agravio y la afrenta

Cap. XXXI
¿Por cual de las mentecaterías que en mí ha visto me condena y vitupera, y me manda que me vaya a casa a tener cuenta en el gobierno della y de mi mujer y de mis hijos, sin saber si la tengo o los tengo?
(...) el que no puede ser agraviado no puede agraviar a nadie. Las mujeres, los niños y los eclesiásticos, como no pueden defenderse aunque sean ofendidos, no pueden ser afrentados. Porque entre el agravio y la afrenta hay esta diferencia, como mejor Vuestra Excelencia sabe: la afrenta viene de parte de quien la puede hacer, y la hace, y la sustenta; el agravio puede venir de cualquier parte, sin que afrente.

Blog Khan: Servidor

Cap. XXXI

Mira, pecador de ti, que en tanto más es tenido el señor cuanto tiene más honrados y bien nacidos criados, y que una de las ventajas mayores que llevan los príncipes a los demás hombres es que se sirven de criados tan buenos como ellos. ¿No adviertes que si ven que tú eres un grosero villano, pensarán que yo soy algún echacuervos?

Blog Khan: Valentía y temeridad

Cap. XXVIII

No huye el que se retira –respondió don Quijote-; porque has de saber, Sancho, que la valentía que no se funda sobre la basa de la prudencia se llama temeridad, y las hazañas del temerario más se atribuyen a la buena fortuna que a su ánimo.

Blog Khan: Siria en el punto de mira

Hoy El País publica un arículo de Bastenier que analiza la actual situación de Siria, después de los últimos acontecimientos. Desde la redacción del Blog creemos que resulta bastante interesante. Cada pieza que se mueve en esa zona altera un poco más su inestabilidad política.

En la mira, Damasco
M. Á. BASTENIER
El 14 de febrero moría asesinado Rafik Hariri, frecuente jefe de Gobierno libanés, y un gran coro mundial cuyos solistas eran la oposición antisiria de Beirut y Estados Unidos alzaba el dedo acusador contra Damasco. Hariri, súbitamente convertido en enemigo secular de Siria, no podía haber muerto, se decía, más que a causa de la perfidia de ese país. Era irrelevante que Hariri hubiera sido un excelente amigo de la potencia ocupante de Líbano durante 10 de los últimos 12 años en que había sido jefe del Ejecutivo, o que acabara de entrevistarse con el viceministro de Exteriores sirio, Walid Mualim, para ofrecerse como mediador con la oposición, indignada ésta por la pretensión de Damasco de prolongar tres años el mandato de su hombre ligio en Beirut, el presidente Émile Lahoud.
El viernes pasado, un atentado terrorista en Tel Aviv era igualmente atribuido por el Gobierno israelí a Siria, acusación que en alguna medida respaldaba también la Autoridad Palestina. Y Estados Unidos y Francia, por su parte, no paran de pedir, en cumplimiento de una resolución de la ONU, que Damasco retire su contingente militar de 14.000 hombres, que lleva 30 años acampando en el valle de la Bekaa. ¿Ganaba algo Siria con la muerte de Hariri o con la matanza de Tel Aviv? No está claro cómo.
Pero sí es significativo que se produzca ahora en Líbano una especie de sobresalto cívico para exigir, en lo que se denomina Intifada pacífica, el fin del tutelaje de Damasco, pese a que el mundo había vivido durante décadas perfectamente de acuerdo con el mismo. Los partidarios de la política norteamericana de reconstrucción de Oriente Medio subrayan que las elecciones en Afganistán, Irak, Palestina, el anuncio del presidente egipcio Hosni Mubarak de que pronto se podrá votar para elegir al primer magistrado del país, y ahora el vibrante reencuentro libanés con su propio sentimiento nacional, son prueba de que un pronóstico de cambio democrático conmueve las almas en el mundo islámico. Líbano sería sólo, según esta visión de las cosas, el último eslabón de una imparable cadena de éxitos.
Pero la adición de churras con merinas puede dar lugar a operaciones un tanto heterogéneas. Si bien alguna medida de democracia se expresa con el arduo ejercicio del voto en Afganistán e Irak, es, sin embargo, un escarnio insinuar que Palestina le debe un solo sufragio a nadie; muy al contrario, la ceremonia democrática en Gaza y Cisjordania se ha completado en contra de casi todos, y en particular del ocupante y su guerra contra todo lo palestino; lo que revisionistas israelíes llaman politicidio o sociecidio de un país. Igualmente, el anuncio de Mubarak suena muchísimo más a Tancredi que a Robespierre: cambiemos algo para que todo siga igual. Y, por último, sin discutir que Líbano tiene todo el derecho del mundo a librarse de su prolongado arresto domiciliario, su reciente ataque de nacionalismo sólo cobra pleno sentido porque encuentra a Estados Unidos en condiciones de excepcional sintonía a causa, en lo inmediato, del 11-S, que ha puesto al presidente Bush en el sendero de la guerra, y en lo de fondo, por la desaparición de la URSS. Mientras Moscú estuviera en Moscú, Damasco podía seguir en la Bekaa, porque ése era el mínimo rédito que cabía esperar de hallarse bajo la protección de un gran patrono universal.
¿Pero por qué han transcurrido tantos años entre la defunción soviética y la más que probable retirada siria del Líbano? La tectónica lleva su tiempo. La victoria norteamericana en la I Guerra del Golfo (1991) se cerró con pleamares de protesta en todo el mundo islámico, y la línea orientalista del pensamiento occidental se regocijó sobremanera subrayando que, pasado ya algún año, seguían sin sucederse los cataclismos que algunos habían asociado al desencadenamiento de la ira del mundo árabe desde Marraquech en el Atlántico a los confines de Irán en el Asia central; pero en ese año Al Qaeda era apenas un santo y seña en clave, y hoy es todo un espantajo planetario. Las cosas llegan cuando están maduras para ello, no como la hora del dentista. Y, de igual manera, iniciado ya el presente corrimiento de tierras, Damasco no se va a librar tan sólo porque recoja grupas militares. El perdón o incluso la indiferencia de Washington van a estar muy caras esta vez.

Blog Khan: Valentía y temeridad

Cap. XXVIII

No huye el que se retira –respondió don Quijote-; porque has de saber, Sancho, que la valentía que no se funda sobre la basa de la prudencia se llama temeridad, y las hazañas del temerario más se atribuyen a la buena fortuna que a su ánimo.

Blog Khan: El asno de oro

Cap. XX

(Sancho) (...) Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una agüela mía, que son el tener y el no tener; y en el día de hoy, mi señor don Quijote, antes se toma el pulso al haber que al saber: un asno cubierto de oro parece mejor que un caballo enalbardado.
(D. Quijote a Sancho) Yo no acabo de entender ni alcanzar cómo siendo el principio de la sabiduría el temor de Dios, tú, que temes más a un lagarto que a El, sabes tanto.
Más has dicho, Sancho, de lo que sabes –dijo don Quijote-; que hay algunos que se cansan en saber y averiguar cosas que, después de sabidas y averiguadas, no importan un ardite al enterdimiento ni a la memoria.

Blog Khan: A quien adula Dios le ayuda

Cap. XVIII

¿No es bueno que dicen que se holgó don Lorenzo de verse alabar de don Quijote, aunque le tenía por loco? ¡Oh fuerza de la adulación, a cuánto te estiendes, y cuan dilatados límites son los que tu juridicción agradable.
(D. Quijote a un poeta) (...) sólo me contento con advertirle que siendo poeta, podrá ser famoso si se guía más por el parecer ajeno que por el propio; porque no hay padre ni madre a quien sus hijos le parezcan feos, y en los que lo son del entendimiento corre más este engaño.

Blog Khan: La valentía temeraria

Cap. XVII

(...) ¿Hay encantos que valgan contra la verdadera valentía? Bien podrán los encantadores quitarme la ventura; pero el esfuerzo y el ánimo será imposible. (Cfr. JC)
Bien sé lo que es valentía, que es una virtud que está puesta entre dos estremos viciosos, como son la cobardía y la temeridad; pero menos mal será que el que es valiente toque y suba al punto de temerario que no que baje y toque en el punto de cobarde (...) antes se ha de perder por carta de más que de menos, porque mejor suena en las orejas de los que lo oyen "el tal caballero es temerario y atrevido" que no "el tal caballero es tímido y cobarde".

Nesemu: De la fortuna de la locura

En el capítulo XII de la IIª parte tenemos estas reflexiones que nos harán pensar y comrpender mejor esta joya de la humanidad:

//(Sancho de D. Quijote) (...) tiene una alma como un cántaro: no sabe hacer mal a nadie, sino bien a todos, ni tienen malicia alguna: un niño le hará entender que es de noche en la mitad del día, y por esta sencillez le quiero como a las telas de mi corazón, y no me amaño a dejarle, por más disparates que haga.
(Su criado a Sansón Carrasco) (...) Don Quijote loco, nosotros cuerdos, él se va sano y riendo; vuesa merced queda molido y triste. Sepamos, pues, ahora: ¿cuál es más loco: el que lo es por no poder menos, o el que lo es por voluntad?
A lo que respondió Sansón:
La diferencia que hay entre esos dos locos es que el que lo es por fuerza lo será siempre, y el que lo es de grado dejará de ser cuando quisiere.//

Redacción Blog: Origen del ¡hideputa!

El Quijote II parte
//¿Cómo y no sabe que cuando algún caballero da una buena lanzada al toro en la plaza, o cuando alguna persona hace alguna cosa bien hecha, suele decir el vulgo: ¡Oh hideputa, puto, y qué bien que lo ha hecho¡? Y aquello que parece vituperio, en aquel término es alabanza notable; y renegad vos, señor de los hijos o hijas que no hacen obras que merezcan se les den a sus padres loores semejantes.//

Nesemu: La locura no es contagiosa, pero se adquiere

Cap. X
Este mi amo, por mil señales, he visto que es un loco de atar, y aun también yo no le quedo en zaga, pues soy más mentecato que él, pues le sigo y le sirvo, si es verdadero el refrán que dice: "Dime con quién andas, decirte he quién eres", y el otro de "No con quien naces, sino con quien paces"
Cervantes

Nesemu: Retirarse a tiempo

Cap. XXIII

/Señor, respondió Sancho, que el retirar no es huir, ni el esperar es cordura, cuando el peligro sobrepuja a la esperanza./

No precisa comentario. Atencíón a los osados y valentones progrecillos. (vocablo acuñado por alguien que no recuerdo ahora, en lugar de /progres/ vergonzantes.

Nesemu

Nesemu: Pólvora negra

He encontrado esta joya en El Quijote:
//Cap. XXXVIII
(...) endemoniados instrumentos de la artillería, (...) con la cual dio causa que un infame y cobarde brazo quite la vida a un valeroso caballero.//

Muchas veces he explicado en clase por qué se denominan armas blancas a las que necesitan ver la cara del adversario para medir sus fuerzas en buena lid. Mientras que el uso de la pólvora (negra) en la artillería permitía al más esmirriado alfeñique disparar a ciegas y destruir a valerosos caballeros. Es un cambio fundamental en el Renacimiento, matar anónimamente, sin exponerse, sin arriesgarse, sin utilizar armas similares, como exige el bueno honor de la caballería. De ahí nacieron los Ejércitos nacionales que permitieron la unidad del Estado y concentrar en el Rey el poder real/nacional/soberano sin tener que depender de las levas y aportaciones -siempre intreresadas- de la nobleza. El uso de la pólvora para usos militares se narra en una crónica de la época, dice que en 1340, Alfonso XI de Castilla, al poner cerco a la ciudad de Algeciras, llave del estrecho "los moros de la ciudad lanzaban pellas de fierro tamañas como manzanas muy grandes y las arrojaban tan lejos de la población que algunas de ellas pasaban allende nuestra hueste pero otras la ferian".
Supuso un desgarrón enorme en la sociedad, como descubrir que el mundo no era plano o que con la aguja imantada se podía navegar más allá de las limitaciones del cabotaje. Una auténtica revolución que permitió el paso a la Reforma protestante, a la difusión de la cultura mediante la Imprenta y alumbró la Ilustración que se incubaba en la libertad de saber y de pensar. En aquel memorable SAPERE AUDIAM, me atreveré a saber.

Nesemu

Nesemu: La generosidad no exige respuestas

Cap. XXX
/Majadero, a los caballeros andantes no les toca ni atañe averiguar si los afligidos, encadenados y opresos que se encuentran por los caminos van de aquella manera, o están en aquella angustia, por sus culpas, o por sus gracias; sólo le toca ayudarles como a menesterosos, poniendo los ojos en sus penas y no en sus bellaquerías/.

Es conocida la advertencia del Buda a aquellos que pretenden conocerlo todo antes de ayudar a una persona en desgracia. Cuenta la historia de aquel guerrero herido que, antes de permitir que lo socorrieran, quiso saber quién había lanzado la flecha, si fue con arco, de qué clase y a qué distancia, quién había sido el arquero... Cuando quiso darse cuenta, ya estaba muerto.
Unamuno escribió: primero fueron las cosas, su para qué, después.
Pues, eso.

Nesemu

Nesemu: si no acabó grandes cosas, murió por acometellas.

Cap. XXV.

(...) y así, eso que a ti te parece bacía de barbero, me parece a mí el yelmo de Mambrino, y a otro le parecerá otra cosa.
Así que, Sancho, por lo que yo quiero a Dulcinea del Toboso, tanto vale como la más alta princesa de la tierra. (...) Sí, que no todos los poetas que alaban damas es verdad que las tienen (...). Y así, bástame a mí pensar y creer que la buena Aldonza Lorenzo es hermosa y honesta; y en lo del linaje importa poco, que no han de ir a hacer la información dél para darle algún hábito, y yo me hago cuenta que es la más alta princesa del mundo.
(De Dulcinea) (...) en ser hermosa ninguna la iguala, y en la buena fama pocas le llegan. Y para concluir con todo, yo imagino que todo lo que digo es así (...) y píntola en mi imaginación como la deseo.
Por lo menos, quiero, Sancho y porque es menester ansí quiero, digo, que me veas en cueros, y hacer una o dos docenas de locuras, que las haré en menos de media hora, porque habíéndolas tú visto por tus ojos, puedas jurar a tu salvo en las demás que quisieres añadir; y asegúrote que no dirás tú tantas cuantas yo pienso hacer.
De D. Quijote se dirá lo que del otro se dijo: que si no acabó grandes cosas, murió por acometellas.

Nesemu: Paciencia con uno mismo

Cap. XX
(...) y perdona lo pasado, pues eres discreto y sabes que los primeros movimientos no están en manos del hombre.

Cap. XXIII
Señor, respondió Sancho, que el retirar no es huir, ni el esperar es cordura, cuando el peligro sobrepuja a la esperanza.

Molinos de viento 01 Sábete Sancho...

Cap. XVIII
/Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro/.

Nesemu introduce Molinos de viento

Cristóbal, esperado contertulio, escribió a sus amigos:
//Acabo de terminar la segunda lectura del Quijote, una lectura en soledad, diez minutos cada noche antes del sueño. Entiendo la soledad de ese pobre loco, como entiendo la soledad del autor. Muy sólo o muy loco o muy lúcido tuvo que ser para sacar semejante obra de su espíritu.
Recordad a Unamuno: “No se comprende aquí ya ni la locura. Hasta al loco creen y dice que lo será por tenerle cuenta y razón (...). Si uno denuncia un abuso, persigue la injusticia, fustiga la ramplonería, se preguntan los esclavos: ¿Qué irá buscando en eso? ¿A qué aspira?. Unas veces creen y dicen que lo hace para que se le tape la boca con oro; otras que es por ruines sentimientos y bajas pasiones (...). Fíjate y observa. Ante un acto cualquiera de generosidad, de heroísmo, de locura, a todos estos estúpidos bachilleres, curas y barberos de hoy no se les ocurre sino preguntarse: ¿Por qué lo hará? Y en cuanto creen haber descubierto la razón del acto – sea o no la que ellos suponen- se dicen: ¡Bah!, lo ha hecho por esto o por lo otro. En cuanto una cosa tiene razón de ser y ellos la conocen, perdió todo su valor la cosa. Para eso les sirve la lógica, la cochina lógica.”
No sigo porque conocéis lo que sigue. En la mayor soledad, en la mayor oscuridad, una estrella refulgente muestra el sepulcro de D. Quijote. Sólo lo ven lo niños, los valientes y los que lo buscan con interés. Los cobardes y los estúpidos tropiezan a veces, por casualidad, con un túmulo, saben que es la tumba del hidalgo, pero corren a darse una ducha, como si la tierra les quemara las plantas de los pies. Más tarde, oliendo a colonia fresca, tratando de quitarse el hedor a muerto, comentan animados que han tenido una pesadilla.
Os ofrezco, cortados con basta hoz, algunas gavillas de El Quijote. El que aún no haya segado en ese campo, que no se descuide, es un libro en vías de extinción.//
Nesemu no dice nada pero aportará sus personales gavillas. Os animamos a hacerlo.
Nesemu