Los dragones del crimen organizado
CCS 23 11 2006
Los dragones del crimen orgnizado
Es como un dragón; aunque se trata de una criatura larga, las diversas partes de su organismo están estrechamente vinculadas. Así explicaba un traficante chino la estructura de los negocios criminales del narcotráfico, las armas, las personas y los productos falsificados.
Cuenta Moisés Naím, Director de la revista Foreing Policy que, en una reunión en Argentina de jefes de Estado de América Latina, tuvieron fuertes enfrentamientos sobre cómo promover el libre comercio en Latinoamérica sin llegar a ningún acuerdo. Mientras tanto, los traficantes ilegales tienen un enorme éxito conectando el Sur con el Norte y transformando a ambos en el proceso. Puede que los acuerdos de libre comercio no estén prosperando en Latinoamérica, pero el comercio ilícito sin duda está en pleno apogeo.
Es de todos conocido que tan sólo los latinoamericanos que viven en el extranjero enviaron casi 40.000 millones de euros a sus países de origen el año pasado, más que todas las empresas multinacionales juntas y mucho más que todas las ayudas externas repartidas por EE UU, la Unión Europea, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. El flujo de capital ya supone un 10% del PIB de Latinoamérica, y está creciendo a más de un 10% anual. Algunas transferencias son realizadas por emigrantes legales a través de canales legítimos, pero un porcentaje importante se gana y envía de forma ilícita. Si sumáramos los envíos que el resto de inmigrantes de todas las nacionalidades envían a sus países de origen, a través de los medios más diversos, alcanzaríamos unas cifras impresionantes.
Pero no sólo se trata de las legítimas remesas de dinero de los trabajadores a sus familias lo que escapa a todo control sino que una de las más importantes fuentes de divisas extranjeras proceden del criminal negocio de los narcóticos. Según datos proporcionados por la ONU, las ganancias obtenidas con el narcotráfico con países extranjeros superaron superaron en Latinoamérica los 64.000 millones de euros en productos agrícolas que todos esos países de exportan cada año. Y en cuanto al tráfico con seres humanos, se calcula que en el sudeste asiático más de treinta millones de mujeres y de niños han sido vendidos como esclavos en los últimos diez años.
Al parecer, más de la mitad de la actividad económica de Latinoamérica se desarrollan en el sector informal. Las economías latinoamericanas nutren toda clase de redes empresariales importantes, altamente globalizadas y eficaces que son capaces de transportar personas o droga desde los lugares más remotos a EEUU o a países de la Unión Europea. Pocas empresas latinoamericanas formales son así de competitivas y eficientes.
La economía ilícita prospera y conecta a América Latina con el resto del mundo de muy poderosas y a menudo delictivas maneras. Desde esta perspectiva, los acuerdos de libre comercio que se firman entre Gobiernos son menos productivos que los criminales negocios del llamado sector informal. La realidad es que mientras la economía formal está creciendo poco y creando insuficientes empleos, el sector informal y el tráfico ilícito crecen sin cesar ante la aparente impotencia de los organismos reguladores internacionales.
En su apasionante libro Ilícito, cómo traficantes, contrabandistas y piratas están cambiando el mundo, Naím se pregunta ¿por qué ha aumentado el comercio ilícito de armas, órganos humanos, drogas, productos falsificados y lo que es más terrible, esa nueva forma de esclavitud que es el tráfico de personas?
Parte del hecho de que siempre han existido contrabandistas, traficantes y piratas, pero nunca como hoy, con la capacidad de operar a nivel mundial gracias a las nuevas tecnologías, a los paraísos fiscales, a la inmediatez de las comunicaciones y al poder económico que mueve más del diez por ciento del comercio mundial. Pero sobre todo, y esto es lo más alarmante, con el inmenso poder político que tiene en todo el mundo. Nunca antes los negocios del crimen habían sido tan globales ni los criminales fueron tan ricos ni con tanta influencia política.
El autor sostiene que el negocio del crimen está cambiando el mundo aprovechando las facilidades que para el blanqueo del dinero negro les prestan las instituciones bancarias, los paraísos fiscales, la corrupción de muchos gobernantes y el silencio cómplice de los circuitos financieros que son capaces de mover en una semana más de un billón de dólares mientras que todo el comercio de bienes y servicios, durante un año y en el mundo entero, no llega a los 40 billones de dólares. De ahí la necesidad de afrontar el problema, analizar las causas y los medios empleados así como la complicidad criminal pero impune de tantas instituciones bancarias, financieras, administrativas, militares y políticas que no se atreven a enfrentarse a ese mercado inhumano y terrible porque ellas mismas se sirven de esas redes por los beneficios que les reportan.
Mientras tanto, millones de seres humanos padecen las consecuencias de esos tráficos ilícitos pero eficaces de armas, drogas, seres humanos, fármacos falsificados y dinero. Porque lo que está en juego es el tejido social mismo, el Estado de Derecho y la convivencia organizada como fruto de la justicia social y de la solidaridad entre los pueblos.
José Carlos Gª Fajardo
Los dragones del crimen orgnizado
Es como un dragón; aunque se trata de una criatura larga, las diversas partes de su organismo están estrechamente vinculadas. Así explicaba un traficante chino la estructura de los negocios criminales del narcotráfico, las armas, las personas y los productos falsificados.
Cuenta Moisés Naím, Director de la revista Foreing Policy que, en una reunión en Argentina de jefes de Estado de América Latina, tuvieron fuertes enfrentamientos sobre cómo promover el libre comercio en Latinoamérica sin llegar a ningún acuerdo. Mientras tanto, los traficantes ilegales tienen un enorme éxito conectando el Sur con el Norte y transformando a ambos en el proceso. Puede que los acuerdos de libre comercio no estén prosperando en Latinoamérica, pero el comercio ilícito sin duda está en pleno apogeo.
Es de todos conocido que tan sólo los latinoamericanos que viven en el extranjero enviaron casi 40.000 millones de euros a sus países de origen el año pasado, más que todas las empresas multinacionales juntas y mucho más que todas las ayudas externas repartidas por EE UU, la Unión Europea, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. El flujo de capital ya supone un 10% del PIB de Latinoamérica, y está creciendo a más de un 10% anual. Algunas transferencias son realizadas por emigrantes legales a través de canales legítimos, pero un porcentaje importante se gana y envía de forma ilícita. Si sumáramos los envíos que el resto de inmigrantes de todas las nacionalidades envían a sus países de origen, a través de los medios más diversos, alcanzaríamos unas cifras impresionantes.
Pero no sólo se trata de las legítimas remesas de dinero de los trabajadores a sus familias lo que escapa a todo control sino que una de las más importantes fuentes de divisas extranjeras proceden del criminal negocio de los narcóticos. Según datos proporcionados por la ONU, las ganancias obtenidas con el narcotráfico con países extranjeros superaron superaron en Latinoamérica los 64.000 millones de euros en productos agrícolas que todos esos países de exportan cada año. Y en cuanto al tráfico con seres humanos, se calcula que en el sudeste asiático más de treinta millones de mujeres y de niños han sido vendidos como esclavos en los últimos diez años.
Al parecer, más de la mitad de la actividad económica de Latinoamérica se desarrollan en el sector informal. Las economías latinoamericanas nutren toda clase de redes empresariales importantes, altamente globalizadas y eficaces que son capaces de transportar personas o droga desde los lugares más remotos a EEUU o a países de la Unión Europea. Pocas empresas latinoamericanas formales son así de competitivas y eficientes.
La economía ilícita prospera y conecta a América Latina con el resto del mundo de muy poderosas y a menudo delictivas maneras. Desde esta perspectiva, los acuerdos de libre comercio que se firman entre Gobiernos son menos productivos que los criminales negocios del llamado sector informal. La realidad es que mientras la economía formal está creciendo poco y creando insuficientes empleos, el sector informal y el tráfico ilícito crecen sin cesar ante la aparente impotencia de los organismos reguladores internacionales.
En su apasionante libro Ilícito, cómo traficantes, contrabandistas y piratas están cambiando el mundo, Naím se pregunta ¿por qué ha aumentado el comercio ilícito de armas, órganos humanos, drogas, productos falsificados y lo que es más terrible, esa nueva forma de esclavitud que es el tráfico de personas?
Parte del hecho de que siempre han existido contrabandistas, traficantes y piratas, pero nunca como hoy, con la capacidad de operar a nivel mundial gracias a las nuevas tecnologías, a los paraísos fiscales, a la inmediatez de las comunicaciones y al poder económico que mueve más del diez por ciento del comercio mundial. Pero sobre todo, y esto es lo más alarmante, con el inmenso poder político que tiene en todo el mundo. Nunca antes los negocios del crimen habían sido tan globales ni los criminales fueron tan ricos ni con tanta influencia política.
El autor sostiene que el negocio del crimen está cambiando el mundo aprovechando las facilidades que para el blanqueo del dinero negro les prestan las instituciones bancarias, los paraísos fiscales, la corrupción de muchos gobernantes y el silencio cómplice de los circuitos financieros que son capaces de mover en una semana más de un billón de dólares mientras que todo el comercio de bienes y servicios, durante un año y en el mundo entero, no llega a los 40 billones de dólares. De ahí la necesidad de afrontar el problema, analizar las causas y los medios empleados así como la complicidad criminal pero impune de tantas instituciones bancarias, financieras, administrativas, militares y políticas que no se atreven a enfrentarse a ese mercado inhumano y terrible porque ellas mismas se sirven de esas redes por los beneficios que les reportan.
Mientras tanto, millones de seres humanos padecen las consecuencias de esos tráficos ilícitos pero eficaces de armas, drogas, seres humanos, fármacos falsificados y dinero. Porque lo que está en juego es el tejido social mismo, el Estado de Derecho y la convivencia organizada como fruto de la justicia social y de la solidaridad entre los pueblos.
José Carlos Gª Fajardo
30 comentarios
Gloria García -
Teresa Villar -
Rocío Romero Molina -
No debemos de permitir que nos manejen y debemos luchar por lo que a nosotros nos parece justo.
Saludos: Rocío
Teresa Villar -
Elia Pesquera -
Rubén -
Cristina Montañés -
Teresa Montesinos -
Berta -
Personas!!!(solo con pensarlo...)
Alberto Luque -
El problema de las drogas es nuestro, si no, ¿por qué no bebemos matarratas? Está también a la venta y es nocivo.
Sara Ayllón -
Estos datos son alarmantes... estamos pasando por una etapa en la que las drogas son el gran protagonista!! Cualquiera de nosotros que sale un fin de semana puede ver a la puerta de cualquier bar o discoteca, gente fumando, bebiendo... vamos, gente drogandose. Y lo peor es que cada día los jóvenes entran antes en "este mundillo"... Es una lástima que hoy en día el que no fuma o no bebe sea "el raro"... y lo peor es que el cambiar esta situación no está en el Ministerio de Educacón, o de Sanidad... está en nosotros que somos los consentidores!!... de que sirven los miles de anuncios que vemos en televisión? luego llega el viernes y no dudadmos un segundo en ir a un parque a beber...
*LaRy* -
Noelia (Roja) -
Jarkoe -
Aunque, claro, el dragón escupe fuego. A unos les mata, y a sus verdugos les calienta.
Sopla levante -
Ana Carrión Guijarro -
Hace unos días leí que en China se puede llegar incluso a practicar la pena de muerte a presos para transplantar a los ricos occidentales los órganos, Egipto es el gran de bazar de órganos ya que por ejemplo se venden riñones a 5.000 dólares o los taliban implicados en el tráfico de órganos infantiles.
¿Quién puede quedarse parado ante esto?
alejandro estrada -
alejandro estrada -
Jose Navareño Garrido -
Belén Lobos Montañés -
Nosotros estamos alimentando al sistema de ilegalidades en que se está convirtiendo este mundo. Si no hiciéramos uso de sus bancos ni cajas de ahorros, ni comprásemos nada de las grandes multinacionales, ni trabajásemos bajo sus condiciones de "mc´jobs"... ¿QUIÉN SE ATREVE A EMPEZAR?
Silvie -
Sylvia -
Lamentablemente se trata de una realidad que no va a cambiar, puesto que nadie hace nada al respecto...y cuando aparece alguién que tiene buenas intenciones, el resto se avalanza hacia él hasta lograr ensuciarlo. Sudamérica se mueve por la corrupción; en Ecuador (mi país), por desgracia ya no existe cosa alguna que se haga sin dinero...Todo se mueve por la corrupción tanto ciudadana como política, ya que se trata de una epidemía donde el virus es tan fuerte que termina contagiando a la mayoría.
Hoy en día y más en nuestros países, todo parece estar permitido (crímenes, drogas, mafías, tráfico de armas,etc)pero lo peor es que nos hemos visto obligados vivir hundidos en esa corrupción y obligados a salir de nuestra tierra con la esperanza de ver una oportunidad fuera...
Yo me pregunto: ¿llegará algún día el momento de erradicar este tipo de actuaciones? o ¿definitivamente se trata de una especie de cáncer que acabará por consumirnos? Sólo el tiempo me dará las respuestas; lo único que sé, es que tenemos que empezar por defender "la verdad" aunque sea de forma individual, evitando hacer oidos sordos y manteniendo la "fe" (aunque sea un poco utópico)en que algún día ya no tengamos que hablar de este concepto.
Eduardo Rosa Álvarez -
Alvaro Marchante Carrero -
María Ibáñez Fdez -
Lo que me ha asombrado es la cantidad de dinero que mueve en el mundo entero, no me imaginaba que fuera tanto.
Yo creo que uno de los problemas es que la gente que tiene que hacer algo contra eso en muchas ocasiones también se están lucrando, por lo que no les conviene luchar contra algo que les está aportando millones de euros.
Cristina de la Llana -
Irene Moreno -
Lo que más me han impactado son las cifras que se manejan.
Diego López -
Lo que más fastidia es que mientras jóvenes que se meten de todo tipo de drogas se están matando, los narcotraficantes se están forrando. Y así con el resto de tráfico (personas, armas, órganos, etc.)
Salud.
María Martín -
Elena Merino -