Guantánamo es un campo de concentración ilegal y que viola las Convenciones de Ginebra
¡Pensar que a quienes llevamos sosteniendo esta doctrina en las clases universitarias, en los seminarios, en Congresos y en los medios de comunicación nos han tachado de antiamericanos!... Dentro de unos años, repetía yo, nuestros hijos se avergonzarán de nosotros por haber sido cómplices de tantas aberraciones jurídicas, económicas militares y sociales del nefasto gobierno de Washington y de los grupos de poder que lo dominan. También nos califican de anticristianos por denunciar el antitestimonio de la Curia Vaticana y los shows mediáticos para consumo de incautos ante los cuales el Rabino de Nazareth, Jesús, se sentiría avergonzado.... o volvería a sacar su cinturón y los correría del templo que profanan. O tenemos que aguantar que, en su ignorancia, casi nos califiquen de antisemitas por criticar, con todo derecho, libertad y justicia, la política del actual gobierno del Estado de Israel (lean en El País, en Cartas al Director la de Carlos Taibo "Es el mismo Ejército [de Israel] que ha asesinado a 700 niños y adolescentes palestinos... la desgracia es que ningún gobernante de los Estados miembros de la UE, esta avanzada de la democracia y del Estado de derecho, ha llamado a consultas a su Embajador. Ninguno de ellos ha amenazado con romper relaciones diplomáticas o con cancelar el sinfín de privilegios comerciales con que obsequian a Israel") En fin, no puedo dejar pasar por alto comentar la decisión de Tribunal Supremo de EEUU de declara ilegales los "tribunales" de Guantánamo. ¿Qué tribunales si aquello es una barbaridad jurídica, social y política? El Gobierno de Washington tien que cerrar Guantánamo, proporcionar la asistencia jurídica, médica y social a todos los secuestrados en esas jaulas terroristas por inhumanas. Y que, si en EEUU no se atreven, víctimas de la hipocresía acumulada, el mundo libre abra un proceso, una Causa General para juzgar a los criminales de guerra que han perpetrado los crímenes en Iraq, Afganistán, Palestina y en tantos otros lugares y países cuyos derechos vulneran a su antojo. Cada día estoy más convencido de que Bush, Cheney, Negroponte y la larga pandilla responsable de tantos delitos deberán ser conducidos ante el Tribunal de La Haya como otros dictadores y criminales de guerra lo han sido, o van a serlo. Y a los presos, torturados, expatriados, enloquecidos y arrancados de sus familias compensarles en todo lo que se pueda por la agresión sufrida en ese auténtico campo de Concentración, como Auschitz, sí o como Dachau o Treblinka. No cabe impunidad para estos terroristas de Estado. Adjunto este certero comentario que hoy aparece en El País: "El Tribunal Supremo de Estados Unidos, por cinco a tres, propinó ayer un varapalo al presidente Bush al fallar que las comisiones militares de excepción montadas por el Pentágono para dar una apariencia de juicio a presos de Guantánamo no responden ni al derecho internacional que protege a los prisioneros de guerra, ni al sistema estadounidense que proclama la separación de poderes y el derecho a un juicio justo. Aunque no se pronunció sobre la legalidad o no de ese penal, el Supremo había rechazado ya que la Administración tuviera derecho a apresar y detener a sospechosos de terrorismo y negarles de forma indefinida acceso a los tribunales o a los abogados. Todo esto sería suficiente para que la Administración cerrara ese faro de desvergüenza que es Guantánamo.
El caso juzgado por el Supremo se refería a la apelación de Salim Ahmed Hamdan, yemení, supuesto chófer de Bin Laden, capturado en Afganistán a finales de 2001. La Administración se verá ahora forzada a trasladar a los presos a sus países de origen o a darles un juicio, aunque sea marcial, con todas las garantías, y no un simulacro sin derecho a defensa ni a información.
Esta sentencia, junto a la anterior, lleva a la conclusión de que los presos en Guantánamo han de ser considerados como prisioneros de guerra, protegidos por las Convenciones de Ginebra, y no como "combatientes enemigos" en el limbo legal que pretende la Administración Bush con unos poderes que hizo votar al Parlamento una semana después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Éste es el mayor recorte de poderes presidenciales impuesto por el Tribunal Supremo desde la II Guerra Mundial, y demuestra que la democracia estadounidense no extiende cheques en blanco.
Nesemu
7 comentarios
Muñoz -
Anónimo -
Belén -
Si criticas a la administración Bush, ya seas americano o no, eres antiamericano.
Si no estas a favor de unos, tienes, obligatoriamente, que estar a favor de los contrarios.
Estoy más que harta de los posicionamientos, de lo políticamente correcto y del apoyo ciego basado en una admiración casi divina.
Todo es mejorable y tenemos que ser capaces de hacernos preguntas y criticar aquello que consideramos injusto. Aunque nos eduquen en la ignorancia y en la sumisión tenemos que romper esas cadenas y ser capaces de decir no a la muerte y a la tortura y si a los derechos humanos que, al fin de al cabo, son la única cosa capaz de unir a todas las culturas.
El Tribunal Supremo debería haber parado los pies a Bush mucho antes, ya no hay vuelta atrás para los muertos, los torturados y sus familias.
Jorge P. -
Carlos Miguélez -
Jarkoe -
mocito -