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J. C. García Fajardo

Retazos de la Luna Azul 048: Chalaneo

- Me parece, Noble Anciano, que el Abad y el Ecónomo andan muy ocupados ampliando las despensas. Y dicen, en la cocina, claro, que andan planeando instalar un motor electrógeno para colocar frigoríficos.
- Sergei, si deambularas menos por la cocina mantendrías más paz en tu espíritu, que es la razón por la que estás aquí.
- Sí, Maestro, para prepararme para la vida, pero ¿en dónde podré encontrar una vida mejor que esta, si exceptuamos la exuberancia con la que he sido dotado por mi naturaleza?” ¡Ay, si Dios me ayudase... !
- Sergei, ¡tienes un morro que te lo pisas! Tira bien de ahí, no pueden quedar arrugas.
- ¡Si ya tiro lo que pasa es que esta rafia está algo rebelde!
- ¿Sabes lo que le ocurrió a un devoto avaricioso?
- Eso es incompatible.
- Escucha. Un alto ejecutivo, de esos que ahora tanto admiras, no me interrumpas y continua tirando de la rafia. Pues bien, ese hombre de negocios se encontró en apuros porque no iba a poder atender un vencimiento importante. Entonces, se acordó de su fe de niño y se fue al templo. Se postró ante la estatua del Altísimo y le prometió que, si le solucionaba su enorme barullo económico, vendería una casa y entregaría su importe a los pobres. Así fue. Llegado el momento, se le solucionaron sus problemas y puso un cartel ante la casa que iba a vender: “Se vende casa con perro incluido”. Unas personas fueron a preguntar y el honrado ejecutivo les dijo: “La casa vale cinco monedas de plata, el perro cien mil. No se venden por separado”
- ¡No me diga lo que viene a continuación!
- Vendió la casa con el perro por la suma establecida y se dirigió al templo para entregar las cinco monedas de plata con destino a los pobres.
- ¡Hasta se chalanea con la Divinidad!
- ¡No me digas, Sergei, no me digas!
 

José Carlos Gª Fajardo

1 comentario

Hormiguero -

Se chalanea con tantas cosas y con tantas personas... ¡Abrazos a todos!