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J. C. García Fajardo

Retazos 027: Obediencia ciega

- En las grandes ciudades parecen tratar a la gente como si fueran discapacitados profundos, - dijo el Maestro mientras ayudaba a limpiar unas carpas que le habían enviado desde la cocina. Un día, cuando el Mulá se puso a trabajar en aquellos grandes almacenes para poder pagar sus deudas del juego, se presentó al trabajo y su jefe le echó una buena bronca “¿Pero qué pasa ahora? ¿Qué he hecho mal?” - preguntó Nasrudín. “¿Y todavía tiene el rostro de preguntármelo?” – respondió furioso el dueño del almacén. “No veo la razón de su enfado, - respondió tranquilo el Mulá -, y, si me lo permite, le diré que eso de alterarse no es nada bueno para la salud. Sobre todo a sus años”. “¿Cómo que a mis años ni qué niño muerto? ¿Cómo ha desaparecido de su puesto de trabajo ¡durante tres semanas sin permiso!?” “¿Cómo que sin permiso? “ – repuso lleno de razón Nasrudín – Yo vine a su despacho para pedirle tres semanas de vacaciones para ir a comprar un burro a mi pueblo, que ahora es buena época. Usted no estaba y, entonces vi colgado en su puerta un gran cartel que decía “¡No pregunte! ¡Hágalo usted mismo!! Y claro, ¿qué iba a hacer? Pues obedecí, y ya está. ¿No ve como todo está claro?” Y sin inmutarse, cogió su caja de herramientas y siguió adelante.

José Carlos Gª Fajardo

 

14 comentarios

Cristina -

La interpretación de unas cuantas palabras puede variar según la interpretación que se hagan de las misma por la personas, en este caso el jefe de Nasrudin fue vencido por unas palabras, que muchas veces son capaces de mover el mundo, por ello hay que tener cuidado con lo que se dice y el contexto en el que se hace. De todas formas no creo que si hubiera pedido al jefe permiso, se lo hubiera dado, pues estamos en una sociedad en la tiempo es dinero y para alcanzar los máximos beneficios no se tiene consideración con las personas que hacen posible que un negocio salga adelante.

Estrada -

Cada uno ve las cosas como las quiere ver

Raquel C.M. -

El pobre Nasrudín lo único que hizo fue obedecer... solo que se le torció la intención.

Mariola -

Ser autor de uno mismo es muy importante, sobre todo en lo que a tomar decisiones se refiere, por lo que es lícito la decisión de Nasrudín, ya que supo acatar la orden que el Mulá había dejado, de la forma que le convenía a él, claro.

Patricia Palacios -

No todo lo que se dice es comprendido de la misma manera por los receptores. Cada uno lo entiende de una forma, dependiendo del contexto o la situación.
Las palabras no significan lo mismo para todas las personas.

susana molina -

Ese acto fue simplemente:tomar la iniciativa-bravo-.

Héctor -

Es fácil obedecer a un superior: él te da unas órdenes y tú las cumples. Lo difícil es obedecer a uno mismo.

lAuRaaaaaaa -

Siempre esperamos a que nos den permiso para hacer las cosas... Estamos en un mundo tan lleno de condiciones y prejuicios que siempre esperamos que otras personas sean las que acaben con nuestros sueños...

beatriz martinez -

Como no el mula sorprendiéndonos. No se si tendrá la razón o no pero siempre sabe ser ingenioso.

leticia -

Siempre elegimos el contexto que mejor nos conviene... cambiemos eso

leticia -

Siempre elegimos el contexto que mejor nos conviene...

Toribio M.A. -

El Mulá llevó a la práctica aquelo de "a buen entendedor, pocas palabras bastan".

SEVILLANO -

Las palabras son armas muy poderosas que pueden interpretarse de mil maneras. Las palabras se le volvieron en su contra al jefe y el Mulá se salió con la suya como siempre.

Sonia Sanz -

¿El problema? No somos humanos, somos productores tan solo en esta sociedad.

Pero al Mulá ya le vale, siempre se sale por la tangente...