Blogia
J. C. García Fajardo

No todo compete al Estado, la sociedad y la familia tienen sus responsabilidades

Me parece sensato este artículo "El Estado no debe sustituir a la familia", del Notario
Juan-J. López Burnio: Leo en la primera página de un periódico que "los maltratos a menores se doblan en cinco años". Este dato confirma mi convicción de que, más allá del mal funcionamiento de los servicios sociales --que debe corregirse y mejorarse--, hay un problema de fondo. En efecto, la sociedad actual, integrada por una mayoría absoluta de familias nucleares --a veces desestructuradas-- carece de medios para la prestación de servicios sociales.
Confía con carácter casi exclusivo la formación de los hijos a centros educativos, ingresa cuando puede a los disminuidos en centros especiales, aparca a los ancianos en residencias y asilos y exige de la comunidad --es decir, del Estado-- que preste todos los servicios sociales que antes ofrecían las familias. En esta línea, las políticas sociales del Estado asistencial han vaciado a la institución familiar de casi todo su contenido socialmente relevante. [No lo creo, sólo a quienes han perdido la cordura]
No piensen que me pronuncio por un retorno a las viejas formas de organización social, lo que constituiría un planteamiento reaccionario en lo ideológico e ilusorio en lo histórico. Las instituciones cambian porque se adaptan a las nuevas circunstancias. Y éstas han mudado: de una economía agraria se ha pasado a otra industrial y de servicios, lo que ha provocado la urbanización de la sociedad. Ahora bien, esto no quiere decir que la familia pueda lavarse las manos, eludiendo todo tipo de responsabilidades.
La familia no debe olvidar que los vínculos estables familiares son la auténtica fuente humana de bienestar. Sólo en el seno de la familia las personas son valoradas por lo que son; no por lo que tienen, por lo que saben o por lo que pueden. El vacío de la familia no puede llenarlo el Estado, aunque llegue al borde la quiebra financiera..
[De acuerdo, pero convendría reflexionar sobre lo que se entiende por "familia" y adaptar nuestras relaciones sociales a una realidad dinámica y no siempre equitativva, justa y solidaria den la que algunos creen que todo les está permitido y que el único criterio es el egoísmo más craso y degradante. Nesemu]

11 comentarios

J.Lennon -

a muchos de los niños que hoy pasan sus días metidos en sus colegios o institutos (comen allí, están hasta altas horas por la tarde...)les gustaría estar en casa disfrutando de sus padres (y viceversa), pero el trabajo, una vez más, se antepone a las cuestiones personales y sentimentales. ¿Quién tiene la culpa de todo ésto? ¿Los padres?... ¿El Estado? esas jornadas insoportables no pueden llevarnos más que a distanciamientos y pérdida de sentimientos filiales. ¿Qué hacer si \"no nos alimentamos del aire\"? ¿Reducir las jornadas laborales? ¿Limitar la acción educativa a nivel familiar de los padres?... entre tanta pregunta brillan algunas respuestas obvias...
en cuanto a lo referente a las residencias de ancianos... en tristes ocasiones deberíamos agradecer (en función del trato que se les de a éstos) la existencia de las mismas. a todos nos gustaría envejecer junto a los nuestros, pero hemos de reconocer que no siempre es posible.

Virginia -

Tengo una hermana dependiente, ahora vive con mi madre, pero cuando ella muera, yo me haré cargo de ella y entonces resultará que no formará parte de mi familia de cara a Hacienda. El otro día lo consulté y aunque yo sea su tutora solo forman parte de la unidad familia para el IRPF los ascendientes y descendientes.

Queda mucho por conseguir, si yo quiero hacerme cargo de un anciano que no sea mi padre o mi madre pasa igual.

Mariola -

Pues al igual que han dicho algunos compañeros, la familia y la educación que de ésta se percibe, con ese cariño y ese amor que se da, ninguna institución gubernamental puede equipararla, pues...¿de qué sirve tener todo lo mejor al alcance, si no puedes disfrutarlo con los que quieres? Pues, sinceramente, yo prefiero comer un simple cacho de pan, y tener unas zapatillas del rastro, y a la vez recibir ese calor de familia, antes que la primera propuesta, pues si hay algo qu no tiene precio en esta vida, es estar con tu familia, y poder conversar y estar con ella horas y horas.
En cuanto a que haya cada vez más personas mayores en las residencias de ancianos, creo que como ya, lo comentabámos en otra ocasión en este blog, me parece de un modo algo injusto, pero es que la sociedad actual, parece ser que piensa que siempre se van a quedar tan sanos y jóvenes como ahora, pues el reloj biológico es algo que no perdona, y la vida pasa sin cesar, entonces llegará la hora en la que nosotros estemos en la misma situación en la que están nuestros mayores ahora, y seguramente lo de ir a la residencia, será nuestro último deseo, por eso creo que deberíamos de ponernos en su lugar y pensar más en ellos, y no querer deshacernos de ellos, como si de un simple papel se tratara.

Jarkoe -

En mi opinión, la educación de los hijos es una de las funciones de la familia, que al fin y al cabo es lo que ellos más aprecian, su referencia, su amor, entre otras cosas. Las personas, creo, eligen en cierto modo cuál es su familia, a lo mejor es un padrino, o un primo, más familia que un hermano. Pero eso es lo de menos; lo importante es que toda la familia ayude, como pueda, a que la persona comprenda que es lo justo, que es lo bonito, que no debemos hacer, porque duele... y el colegio pueda centrarse en su función. La educación es muy importante, es necesaria, para el progreso, para la felicidad de todos, y todos, por tanto, debemos comprenderlo así, comprender que la necesitamos.

felicitas -

Estoy de acuerdo contigo Jorge, y creo que no se presta la suficiente atención a esos temas de educación y contención en el seno familiar porque hay una grave carencia. Los padres están demasiado ocupados para invertir el tiempo en la educación de sus hijos y buscan fórmulas que para que otros lo hagan por ellos. Existe una huella inconfundible, como bien dice Karla, nuestra familia y la educación que recibimos. Muchas veces las circunstancias obligan a los padres a tener un régimen de trabajo que les impide pasar tiempo con los suyos, pero en la mayoría de los casos, cegados por los valores de una sociedad altamente consumista (aunque se quiera lo mejor para uno y su familia), cambian las prioridades. Se trata de cuidar unos de otros, y procurar darles lo mejor de uno, pues ellos harán lo mismo. Ninguna institución ni centro de enseñanza puede suplantar a la familia, ningún centro de ancianos puede sustituir el calor familiar.

Jorge P. -

La familia está en la batalla política. Se quiere que se penalice el aborto y se limiten los derechos de los homosexuales, por ejemplo. Y no se presta igual energía para el debate más importante, acerca de la familia como un hogar de protección e impulso para las personas y no fruto de una ideología conservadora.

Alejandra Requena -

El problema, es que en los últimos años los padres han olvidado su labor de educadores porque creen que con la educación que los niños reciben en el colegio es suficiente.
Para mi la familia esta formada por aquellas personas que permanecen unidas y se respetan mutuamente.
Da igual que haya diversidad de familias siempre y cuando haya respeto.

Karla -

La familia debe ser vista desde diferentes ángulos, es el centro de nuestra educación, el lazo que une nuestras raíces con el entorno, la familia, para mí es lo que yo puedo llamar con toda segruidad, algo MIO, a partir de ella, me he desarrollado como persona, y lo sigo haciendo, porque los tengo conmigo.

El hecho de que las sociedades cambien, no tiene porque significar que todo lo anterior, valores y conductas, se supriman del todo, no se trata de un cambio, sino de una evolución.

Los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos, pero la educación es básica, y aunque lo material sea importante, el amor y el cariño, están por encima de eso, no es cuestión de amar o no amar, es cuestión de compartir, estar en esos momentos de llegar a casa, preguntar como estas, vernos, comer o cenar juntos, reñirte por no haber hecho algo, todo y nada; son cosas que ayudan a crecer, la familia imprime una huella única, la sociedad en general y sus organizaciones, por mucho que intenten no llenan ese espacio.

Nacho M. -

Me parece muy bonito todo esto. Es verdad, los padres ya no dedican tiempo a sus hijos. ¿Como se lo van a dedicar si entran a trabajar a las 8 de la mañana y regresan a su casa a las 10 de la noche? No se ha comentado, y me extraña, cual es el motivo obvio que ha producido este cambio: la incorporación de la mujer al mundo laboral.
Si queremos solucionar este decremento en los valores de los niños solo veo dos soluciones: o se vuelve a encadenar a la mujer a las labores del hogar, con lo que volveríamos a la edad media social y al machismo por norma, o se flexibilizan los horarios de padres y madres (progenitores A y B en su defecto) y se compagina. Esta última solución tiene dos problemas principales: que el ser humano no renuncia facilmente al dinero, y que el hombre no puede alimentar todavía a un recién nacido. En definitiva, es el amor lo que educa, y si nos lo proponemos no dudo que todo va a ser mucho más fácil. Al tiempo...

Estrada -

Estoy de acuerdo con Santiago C en lo referente a recuperar algunas ideas de la familia tradicional. Pues hasta hace poco eran los padres los que se encargaban de la educación de sus hijos; sin embargo, actualmente la mayoría de estos padres descargan su responsabilidad en los profesores. Probablemente porque están todo el día trabajando para darle lo mejor a su hijo. Desean darle todo lo material, lo nuevo en tecnologías, poder enviarlos a los mejores colegios... pero no se preocupan por inculcarle unos valores. No les explican la diferencia entre el bien y el mal; porque si no ¿cómo se puede explicar que unos niños graben en el móvil las palizas que reciben otros compañeros? El gobierno puede educarlos después en centros de reformación pero la educación base está en manos de las personas adultas de su entorno.
Con respecto a que cada vez son más los ancianos ingresados en asilos o personas con discapacidades son internadas en centros especiales se puede decir que volvemos a lo de antes. Nos hallamos en una sociedad donde la gente solo tiene tiempo para trabajar por lo tanto deja a sus seres queridos donde creen que pueden ser mejor atendidos. Aunque también existan casos en los que solo se interesan por sí mismos y los abandonan.

Santiago C. -

Antes de nada, mostrar mi repugnancia ante los datos referentes al aumento de los maltratos a menores. Que digo, no al aumento, sino al más minimo, ni uno debería de haber.
Con respecto a el sistema social existente ahora mismo, me parece sorprendente la manera de pensar que se está estableciendo. Todo es egoismo, pensar en uno mismo, y no tanto en los demás.
Para terminar, no creo que haya que volver a los sistemas sociales tradicionales, pero en algunos aspectos deberiamos mirar hacía atras y recuperar algun elemento.