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J. C. García Fajardo

Retazos de Sergei 055: Sergei y el elefante

A veces, corremos peligro de caer en la simplicidad, que no es lo mismo que la sencillez. Con esta virtud un gobernante puede hacer justicia y dar felicidad a todo un pueblo, mientras que bastante simples son los tontos que pueblan la historia. De tan simples, algunos han sido fuente de discordias, de abusos y de guerras atroces.
Por eso, es bueno utilizar la mente y todas nuestras facultades, pues para algo existen. Es el clásico “¡Ayúdate que Dios te ayudará!. O el no menos elocuente, “Confía en Dios, marinero, pero rema hacia la orilla”.
Un discípulo venido desde las estepas rusas había concluido su encuentro diario con su Maestro y éste cerró el debate místico con un rotundo:
- ¡Dios es y está en todo lo que existe! (Pero ... Él no ex -siste.)
El discípulo salió a la calle tan conmocionado que casi no vio venir hacia él un elefante a la carrera. Quizás venía enloquecido por el amok, por eso su conductor gritaba desde lo alto del paquidermo:
- ¡Apártese, que no lo puedo dominar! ¡Apártese!
El discípulo que no había entendido la verdadera naturaleza de las palabras del Maestro, dijo para sí: “El elefante es Dios, yo soy Dios, todo es Dios, ¿acaso Dios va a tener miedo de Dios?” Y Sergei no se apartó. ¡Casi quedó como un sello pegado al pavimento después de pasar una apisonadora! Pero como, en el último momento, su kí o energía vital, actuó desde su ombligo, el discípulo puso en acción sus conocimientos de taichí chuán y pudo recuperarse al cabo de unos meses.
Lo primero que hizo fue dirigirse al encuentro de su Maestro para que le explicara lo sucedido. El Venerable Maestro, casi sin poder contener la risa, porque sentía un gran afecto por el discípulo, le dijo:
- Mira, Sergei, tú eres Dios y el elefante es Dios. Pero también Dios, en la forma del mahut conductor del elefante, te avisó a gritos para que te apartaras del camino. Sergei, amigo, ¿por qué no hiciste caso de la advertencia de Dios?
- ¡Gracias, Maestro!, le respondió Sergei inclinándose.
- Por eso, para aclarar tu mente y reponerte bien, vete a arreglar los alcorques del jardín.

José Carlos Gª Fajardo

20 comentarios

Nesemu para Cémel -

No es que Dios no ex-sista, Dios Es... Porque si ex-sistiera sería cuantificable, medible, limitado, definible... es decir, no sería Infinito, Eterno, Inconmensurable, Principio, Inefable, ... no sería lo que entendemos por "Dios" sin antropomorfismos, claro. Ahora bien, cada puede concebirlo o interiorizarlo o vivirlo como quiera y pueda. Alquien escribió "En El vivimos,nos movemos y somos". Por eso, en muchas tradiciones religiosas... sólo cabe el silencio, el asombro, la admiración y la gratitud por ser, la alegría y la entrega soldidaria, compartida, alborozada o trémula. ¿Qué más da?

Cémel -

Si Dios es el conductor del elefante, si Dios está en cada uno de nosotros, si Dios es el propio elefante, no resultaría un disparate aceptar que Dios,como tal,no existe.\"Hay un paraíso en cada piel y un Dios en cada hombre\".Sergei tardó en comprenderlo pero al fin lo supo.Nos empeñamos en buscar a Dios fuera, lejos; y en verdad está tan dentro, tan cerca, que ni pódríamos haberlo imaginado.No existe distancia que el alma no pueda superar con la imaginación.Todos llevamos un Dios dentro, por eso, hay que creer en ciertos seres humanos en estos tiempos que pasan.

Santiago C. -

Aunque en ocasiones es bastante complicado, no debemos darle tantas vueltas a las cosas. Son mucho más simples de lo que pensamos.
Eso si, a veces, parece que nos tiene que pillar un elefante para que nos demos cuenta de ello.

Mariola -

Hay veces que hemos de toparnos con las cosas para descubrir su existencia.

Sergei -

Mañana, cuando os despertéis, escuchad atentamente antes de poner un pie en el suelo :)

paloma -

Las personas inteligentes suelen ver las cosas con sencillez, para ellos todo suele ser sencillamente fácil. Lo peor son los tontos trabajadores que suelen creerse “inteligentes” por convertir las cosas normales en simples. Dios nos libre de estos últimos y nos ayude a identificarlos a tiempo.

DANIEL -

Voy a contar una historia que no sé muy bien donde la escuché:

Estaba un hombre en mitad del océano en una balsa. En un oleaje marítimo la balsa se hundió y el hombre quedó a la deriva. No tenía salida. Pasó por su lado un barco pesquero que le invitó a subir, pero el hombre replicó:

-No, yo confío en Dios, y sé que él me salvará.

El hombre no subió, pero al rato pasó por su lado un helicóptero de vigilancia marítima, que le invitó a subir por las escaleras de salvamento.

-No, yo confío en mi Dios, y sé que él será mi salvador.

Pasaron las horas, los días, y nunca más se supo de aquel hombre. Cuando llega al cielo se encuentra con Dios y le dice:

-Señor, yo confiaba en tí, en que tú me salvarías.

-Te dí una balsa y la hundiste, te mandé un barco pesquero a tu ayuda y lo rechazaste, y te mandé un helicóptero de salvamento y no subiste. ¿Qué esperabas?

Sánchez Vigo -

Mi catequista nos decía que si queríamos que algo nos saliese bien teníamos que poner nuestras manos sobre lo que estubiésemos haciendo y decir: "Madre mía, pon tus manos antes que las mías". Un día nos contó también que su hijo lloraba una noche porque había tenido una semana para hacer una manualidad para el colegio, que todas las tardes colocaba sus manos encima y pronunciaba las palabras, pero que ahora tenía que entregar el trabajo al día siguiente y estaba sin hacer.
Puedes creer que algo te va a ayudar, que algo guiará tu camino, pero no puedes dejar pasar la vida sin hacer nada en ella, pues te darás cuanta que todos esos años no han sido vividos por ti. Lo malo es que si tu no los vives, nadie los vivirá en tu lugar.

felicitas -

Importante es saber escuchar las enseñanzas de un maestro, muchas veces más cerca nuestro de lo que creemos. Tan necesario como aprender a compartir humildemente nuestras reflexiones con otros. Podemos seguir aprendiendo, y mucho.

Pilar -

Está claro que no se puede vivir aplicando las enseñanzas más trascendentales a todo lo que hacemos, siendo el sentido común que poseemos nuestro mejor aliado. No hay que dejarse cegar por los dogmas y confiar en ellos como le pasó a joven Sergei. Debemos hacer uso de nuestras facultades que como se advierte al comienzo del texto, para algo están.
La razón no tiene por qué ser algo complejo; es inteligente quien la pone al servicio de sus necesidades, aquí es cuando cobra el sentido de algo ‘simple’. Sergei tenía que haberse apartado siguiendo sus instintos, en vez de confiar en la divina providencia y no esperar que esta le saque las castañas del fuego…

Leonardo -

Creer en el dia de hoy es casi una necesidad, a pesar de la progresiva muerte de las grandes religiones (sobre este tema se podrian anadir muchos comentarios),el cuento subraya que la perdida del sentido de la realidad, que sea por motivos religiosos, de amor o de cualquier otro importante sentimiento, pude costar muy cara.

Ángeles -

Como Sergei son muchas las personas que dejan el transcurrir de sus acciones en la vida no en su propia persona, sino en algo o alguien que responda por él o ella. Hay que pensar por uno mismo y actuar por nosotros, porque así será la única manera de formarnos, de saber tomar las riendas y de dirigirnos por nosotros mismos.Si entendemos que somos los únicos que podemos responder ante casi todo lo que nos ocurra, puesto que hay situaciones que hasta nosotros mismos no somos capaces de controlar,comprenderemos que juntos podemos luchar sin recurrir constantemente a las ayudas imaginarias e ilusionistas. Conozcamos nuestras capacidades y el realismo que se puede obtener de ellas.

Patricia -

En esta sociedad no nos complacemos con las osas sencillas y simples, sino que buscamos las más complicadas. Como dijo Unamuno: " la falta de sencillez, lo estropea todo ".

Jesús -

A veces la angustia y la desesperación nos hace creer en cosas que son imposibles.

Escila -

Cuando todo y todos somos Dios llega el mometo de ver la realidad. Ésta es tangible y es de la que nos tenemos que cuidar.

Bealma -

Esta muy bien eso de dar una sombra del consejo para no interceptar en la experiencia propia que es de la que realmente aprehendemos.

Javier Mínguez -

A veces queremos ser tan trascendentales que no vemos la maravillosa eficacia de lo más elemental, de lo sencillo.

Sinclair -

Y Dios me quiso matar, y Dios me quiso salvar.
Y Dios, desde las alturas, puso los pies en el suelo para mirarme a los ojos.
Me ofreció dos manos y me hizo elegir. Dios me dijo que ese era mi sino, que mi futuro era mi elección.
"Una mano", dijo, "es tu muerte y tu vida en el cielo. La otra mano es tu vida, pero no es seguro tu cielo".
"¿Si no sé lo que es la vida, cómo sabré si el cielo es mejor? Mejor me quedo con la vida que solo tengo una y cielos, cielos tengo mil"

Iván -

Lástima que tengamos que acabar estampados contra el suelo, y atropellados por un elefante en estampida para darnos cuenta de algunas cosas. Es una pena pero es así.

Anónimo -

Sergei pensó haberle dado un significado agudo a las profundas enseñanzas del maestro. Sin embargo no escuchó las sencillas palabras del conductor del elefante