Blogia
J. C. García Fajardo

"Las mujeres toman el mando"

Me parece interesante para un debate este artículo de Vicente Verdú:                                              La CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) que siempre ha despedido un atufante olor a puro reclama ahora mujeres en los consejos de administración. El deseo oficial de lo femenino se corresponde con la oferta desaforada de feminidad. Y, sin embargo, el cruce de uno y otra no ha generado, hasta el momento, una bella criatura.
A finales de 2004, Financial Times decía que "un creciente número de mujeres triunfadoras están cuestionando sus ambiciones y las exigencias de la profesión elegida, para buscar otros modelos de vida y de trabajo más satisfactorios". De hecho, en 2003, la London School of Economics concluyó que entre el 60% y el 70% de las madres en el Reino Unido eran adaptive woman, mujeres que preferirían, en el caso de tener niños, alterar sus trabajos para acomodarse a las necesidades familiares. Y no porque hubieran sentido de súbito un irrefrenable instinto maternal sino porque las condiciones laborales eran tan insufribles como devastadoras. Los hombres siguen aguantando, más o menos, la carbonización pero las mujeres no.
Significativamente, las mujeres que regresan al hogar no son las más timoratas o conservadoras de ellas sino una vanguardia que denuncia con su actitud las malas condiciones del trabajo, especialmente para ellas. Porque si parece cierto que las mujeres son menos competitivas para los cargos de responsabilidad media, no les falta ambición y compromiso (como demuestran las presidentas de IBM o de Citroën, en España) para los puestos más altos. Con todo, a nivel internacional, de 10 altos ejecutivos de empresas multinacionales sólo uno es mujer. Este techo de cristal trató de romperlo el gobierno noruego con un decreto que obligará, en 2006, a que figuren al menos dos mujeres en los consejos directivos. La recomendación de la CNMV es más ambiciosa, pero sólo "recomendación".
¿Sería mejor si fuera imposición? No es en absoluto seguro. La experiencia de igualar discriminatoriamente la cuota de ministras a la de ministros, de candidatos a candidatas y de ejecutivos a ejecutivas es muy divertida pero, consecuentemente, no toma en serio el fondo de la cuestión. La Economía, por el contrario, si empezará pronto a tenerlo en cuenta.
La Universidad de Harvard, los departamentos de IBM, de Alcan y de Hewlett-Packard, entre otros, han coincidido en que mayor número de mujeres en la dirección empresarial contribuiría decisivamente al incremento de los beneficios. Las empresas de entretenimiento y comunicación, la banca y los seguros, las firmas de servicios en general, pueden obtener más provecho del prototipo femenino que del masculino, pero también la mayoría de otros tipos de producción se beneficiarían de su mejor disposición para trabajar en grupo y de sus habilidades para crear nexos internos o externos, y para promover los ambientes afectivos.
Siendo así ¿qué impide que las mujeres comanden en mayor proporción las grandes empresas? The Economist ha recogido tres razones principales: la primera es que para ocupar los puestos más altos no basta el nivel profesional sino que es preciso la mangonería, las noches de copas y la complicidades con los amigotes. Otro motivo es que los hombres todavía no suelen ser partidarios de recomendar a mujeres para puestos de enjundia creyéndolas frágiles entre los tiburones y, por si faltaba poco, la tercera razón radica en que las grandes corporaciones tienden ahora a implantar un modelo flat, plano, no jerárquico, de acuerdo con los trabajos en red. ¿Consecuencia? Que el techo de cristal sigue incluso en compañías como Tampax. ¿Habrá que romperlo a golpes de ley? Estos gestos forzados acaban generando resultados grotescos. Paralelamente, sin embargo, la imperiosa razón productiva desatará cambios sin vuelta atrás puesto que ya los cazadores de talentos tropiezan con grandes problemas para seleccionar hombres apropiados para las funciones de la nueva economía. Dificultades por entero insalvables porque ese hombre es mujer. Y madre, también.

36 comentarios

Raquel Ortega Martínez -

Con respecto al comentario sobre la cultura japonesa hecho por Belén, las cosas hoy en día están cambiando mucho en Japón. En la actualidad, la mayoría de las mujeres jóvenes niponas no se casan hasta bien entrada la treintena. Según dicen ellas, la primera razón es que prefieren desarrollar sus carreras profesionales; y la segunda es que están hartas de que los hombres japoneses sean tan inmaduros y tan \"niños de mamá\", y que no están dispuestas a quedarse en cada a cuidar de sus maridos.
Estoy de acuerdo con Felicitas en lo de las entrevistas de trabajo. Hoy en día, cuando una mujer realiza una entrevista de trabajo siempre se le pregunta si tiene hijos o si tiene intención de tenerlos. Queramos o no esa información es tenida en cuenta por los entrevistadores como la posibilidad de una trabajadora ausente debido a reuniones de padres, niños enfermos,... ¿Por qué a un hombre no se le pregunta si tiene hijos y si se verá obligado a ausentarse del trabajo para llevarlos al médico, recogerlos del colegio,...?


bi-wi -

Desde hace años incalculables la mujer ha estado ligada al hombre de manera injusta. Ahora hemos conseguido que se nos valore. El machismo parece haberse quedado en el pasado ¿pero ahora hay que dar la vuelta a la tortilla? discrepo. La respuesta al machismo radical no es el feminismo radical sino el equilibrio. Tan culpables son los que no valoran a las mujeres como las que no valoran a los hombres.
Se trata de profesionalidad no una cuestión moral. Siempre es una buena noticia ver que se siguen dando pasos hacia delante

Mariola -

A la hora de escoger a un trabajador, no hay que fijarse en su sexo, sino en sus cualificaciones, al igual como tambien lo digo, q hay que mostrar esa indiferencia en los sueldos, no por ser mujer ha de cobrar menos y por ser hombre más y viceversa.
Aunque si que es verdad, como ha dicho felicitas, que en algunos trabajos, les interesa tus planes futuros, y tu posible ausencia por maternidad, y por eso dicen muchos que prefieren coger a hombres, ya que con éstos esta ausencia no se dará.

felicitas -

Convengamos, entonces, que no depende del sexo de la persona, ni de la consideración especial que se deba tener por la situación del mismo. El más apto para el trabajo será la persona elegida.
Sin embargo, creo que no son más que los deseos que todos tenemos por “romper el cristal” y acabar con la discriminación.
No hace mucho acudí a una entrevista de trabajo en una tienda. Me sorprendió que me hiciesen preguntas como: ¿Tienes novio?, ¿Estás embarazada?, ¿Tienes planes de formar una familia?. No respondí a ninguna de ellas, pues varias amigas ya me había advertido de este tipo de cuestionarios, y dije que no iba a contestarlas. Me fui de allí luego de un - “bueno, si esooo...ya te llamamos”-. Y entonces, caí.
¿Acaso las mujeres no somos las que, desde dentro y de a poco, debemos introducir este cambio?. Si no lo hacemos nosotras, en nuestros hogares, en nuestras familias... no podemos extrapolarlo a los niveles más altos. Para llegar allí, y equipararnos, la sociedad debe madurar, pues no podemos imponerlo, debe surgir con la ayuda de todos; de otra manera nunca romperíamos el cristal, sería el mismo caso con otras caras, el feminismo no es bueno, pero el machismo, aún vigente, tampoco.
Ahora se ha convertido en un slogan : “las mujeres al poder”. No olvidemos que (a pesar de ser más guapas y más listas ...=)), todos debemos contar con las mismas posibilidades, sea cual sea nuestro campo de acción.

Maria Marquina -

Opino que, como alguno ha dicho ya, si una persona es competente para un cargo, da igual si es hombre o mujer, debería ser contratado el mejor candidato al puesto sin tener el sexo en consideracion. Para esto es necesario que se equiparen no su numero, sino sus condiciones, es decir, que el hombre trabaje en el hogar las mismas horas que la mujer, OBLIGAR a que la baja por maternidad y la de paternidad sean iguales, el pago a la seguridad social tambien, etc. De este modo, para contratar a alguien sólo se fijarian en sus aptitudes. Al menos es lo que me gustaria creer...

Ochoa -

Yo no hablo ni como hombre ni como mujer yo hablo como sociedad. Oportunidades las tenemos "casi" todos para poder llegar a ser alguien. Quién la saque partido, quién la aproveche tendrá opciones. Si quieres puedes y si vales lo tendrás. Hablo de igualdad en cuanto a oportunidades pero no en cuanto las posiciones en el mundo laboral se refiere.
Sea mujer u hombre, si vale es el elgido, porque con su ayuda y conocimiento la sociedad irá mejor. Lo malo es que hasta hace poco, la mujer no tenía esa oportunidad que como todos tenemos derecho a tenerla. Cuando la tiene ha demostrado que al igual que los hombres, puede afrontar a cualquier reto y acceder al mundo laboral. En cuanto al sueldo, todos tenemos necesidades, unas necesidades que hay que cubrir, pero unos lo hacen con más recursos que otros. La desigualdad aún se hace ver en este aspecto.

Sonia Portolés -

el comentario anterior es mio

Anónimo -

En el mundo laboral todos somos iguales, pero no es cierto que todos tenemos la misma preparación. Se debe escoger al candidato perfecto para un trabajo sin tener en cuenta si es hombre o mujer. Las mujerer desde los años sesenta hemos salido de nuestro ámbito privado para acudir al público y lo estamos todavía consiguiendo con mucho esfuerzo. No necesitamos que impongan la necesidad de tener mitad de hombres y mitad de mujeres trabajando en una empresa. Nosotras podemos conseguirlo sin que nadie nos escoja por ser mujeres. Quitémonos el parche de los ojos...Necesitamos igualdad pero no por ello hay que quitarle el puesto al candidato perfecto porque es hombre y hay que dárselo a una mujer, o vice versa. Todavía esperamos que el hombre entre también en el ámbito privado además del público

Belén -

XIX no, quise decir XXI.

Belén -

Por eso precisamente puse ese post, es triste e indignante que perdure esa "tradición" machista y absurda en el siglo XIX, sobre todo en un lugar desarrollado como Japón, que será uno de los países más importantes a nivel internacional en pocos años.
Mientras ese tipo de cosas sigan existiendo, el mundo no conseguirá levantar cabeza.

Varela -

Tuve, hace unos meses, la oportunidad de escuchar a Soledad Gallego-Díaz en una cena sobre este tema. Efectivamente, considero que una política de \"discriminación positiva\" no sería efectiva, pues por muy positiva que sea, nunca dejará de ser una discriminación: Ni un hombre debe ser despedido por cumplir una ley de paridad, ni una mujer puede permitir que se considere que está en ese puesto por lo mismo. No vamos a romper el llamado “techo de cristal” de un día para otro con una simple mayoría en el Congreso, es necesario un cambio de mentalidad a nivel global. Cambio que tal vez tarde 20 o 50 años, pero que no veremos si no empezamos ya a luchar por él.

Jarkoe -

La necesidad que hay se refiere más, creo, a la igualdad de posibilidades para el hombre y la mujer en todos los ámbitos de la vida, entre ellos el laboral, que a esto de imponer una igualdad estadística, como esta de que en haya cinco hombres y cinco mujeres en la dirección de cada empresa. Otra cosa es que, como sigue siendo evidente la discriminación que sufren, respecto a puestos, salarios y condiciones, las mujeres en algunos caso, se plantee la posibilidad de promover en el mercado un progreso hacia la igualdad de posibilidades, con algún plan que permita experiencias temporales de mujeres en el seno de empresas dirigidas tradicionalmente por hombres. Éste sería un ejemplo, mediante el cual no se impondría una igualdad, pero si se promoverían las capacidades de las mujeres, que, no lo olvidemos, no son para nada desdeñables (Roman, de acuerdo con que te consideres poco inteligente, pero lo de la fuerza y la ¿clase? puede habitar en cualquier persona, creo yo). Respecto al post de Belén, ese tipo de tradiciones son las que agudizan las malas condiciones sociales con las que crecen muchas mujeres, condiciones que ninguna tradición puede imponer, porque sus derechos deben ser los mismos que los de ellos.

Martín Ergoyena -

¿por qué enfatizar en si una mujer llega a un cargo importante o no?Hoy en día eso nos debe dar igual. No estoy de acuerdo en igualar el número de mujeres y hombres en cuanto a puestos de trabajo se refiere. ¿La razón?muy sencillo, no deja de ser discriminación. Sabemos que hay empresas que por ley han de tener un número determinado de discapacitados en su plantilla, ello es propiciado porque lo tienen más difícil para conseguir trabajo, están lamentablemente en desventaja con el resto de personas. Si se hace eso con las mujeres, ¿acaso las mujeres están por debajo de los hombres??¿hay que darle facilidades a un sexo que no las necesita porque está capacitado más que de sobra para ejercer su función?Estoy de acuerdo con Escila, si una persona vale para un cargo pues ya está, si es mujer o no, eso es lo de menos. ¿acaso tiene sentido crear un número de puestos de trabajo determinado para la gente de color?¿y para los feos?no tiene sentido, todos tienen derecho,si se cumplen los requisitos que busca la empresa perfecto, se firma el contrato y ya está, indistintamente de quien sea.

Jarkoe -

No creo que sea necesaria la imposición de mitad de mujeres por Consejo, cuando lo realmente importante y justo es que ambos sexos tengan las mismas posibilidades y sea su capacidad, su esfuerzo (en definitiva, su actitud), los que determinen que lugar debe ocupar cada profesional en una empresa. No obstante, visto que las diferencias siguen percibiéndose aún, puede que fuese acertado un impulso al cambio, sin imponerlo, claro. Respecto al post de Belén, ese tipo de tradiciones son, creo, las que mantienen a la mujer en una situación indigna y, por tanto, no están justificadas y son condenables, aunque sean tradiciones

YAIZA -

no se cómo podemos seguir cuestionando la igualdad en el mundo laboral de esa manera. está claro que no podemos ser equitativos con el número de hombres y mujeres en una empresa o desempeñando puestos directivos. el problema está en obtener el puesto, el sueldo y las responsabilidades que merezcas independientemente del sueldo. pero eso no entra aún en las \"cabezas\" de ciertas empresas como adeslas, el corte inglés...

Leonardo -

Me encuentro de acuerdo con los comentarios y con el echo que quien es el mejor, el mas preparado, tiene que ocupar determinados lugares de trabajo no teniendo en cuenta si es man or woman.
Lamentablemente (por lo menos en mi pais,Italia)suelen asignar trabajos con graduatorias no meritocraticas sino por ser el hijo del hermano del amigo de la novia del tio etc.Y en esa manera de actuar que no ayuda para nada al desarrollo del pais,no parecen haber discriminaciones.Ahora, porque cuando hay que "robar"un lugar de trabajo no hay discriminaciones y cuando hay que asignarlo las hay, parece que de cualquier forma la mires hay algo que no funciona. p.s. conosco dos mujeres que ocupan altos cargos en Roma, y creo que saben hacerlo muy bien.

Silvia Garcia Burguillo -

El miedo que muestra Roman a que las mujeres le comamos, es precisamente uno de los motivos por los cuales no se nos permite aun el trato de igual a igual en el mundo laboral.
Cuando eramos pequeños también teníamos nos atemorizaban los montruos que \"supuestamente\" se encontraban debajo de la cama y sólo cuando nos dimos cuenta que ese temor era infundado, comenzamos a dormir a pierna suelta por las noches.
Amigo Román: no somos el \"hombre del saco\" que va a venir a quitaros el sitio sino a compartirlo.

Anónimo -

El miedo que muestra Roman a que las mujeres le comamos, es precisamente uno de los motivos por los cuales no se nos permite aun el trato de igual a igual en el mundo laboral.
Cuando eramos pequeños también nos atemorizaban los montruos que "supuestamente" se encontraban debajo de la cama y sólo cuando nos dimos cuenta que ese temor era infundado, comenzamos a dormir a pierna suelta por las noches.
Amigo Román: no somos el "hombre del saco" que va a venir a quitaros el sitio sino a compartirlo.

Silvia Garcia Burguillo -

El miedo que muestra Roman a que las mujeres le comamos, es precisamente uno de los motivos por los cuales no se nos permite aun el trato de igual a igual en el mundo laboral.
Cuando eramos pequeños también teníamos nos atemorizaban los montruos que "supuestamente" se encontraban debajo de la cama y sólo cuando nos dimos cuenta que ese temor era infundado, comenzamos a dormir a pierna suelta por las noches.
Amigo Román: no somos el "hombre del saco" que va a venir a quitaros el sitio sino a compartirlo.

Jam -

Pienso que a la hora de colocar a una persona en un determinado trabajo no hay que tener en cuenta el hecho de ser mujer u hombre, sino su preparación o idoneidad pra ese trabajo. Ahora, de ahí a la imposición de equiparar el número de unos y otras para los puestos de trabajo... No me parece lo más idóneo. Pongámonos que hay diez puestos de trabajo y hay seis hombres y cuatro mujeres preparados para él. ¿Habría que renunciar a uno de los hombres para poner a una mujer que está peor preparada? Y lo mismo a la inversa (que no quiero que se me tache de machista, porque no lo soy).

Raquel Ortega Martínez -

Personalmente, no estoy a favor de la llamada \"discriminación positiva\", porque, aunque en algunos aspectos facilite las condiciones laborales de la mujer, sigue teniendo ese componente de \"discriminación\", ya que con ella se reconoce que la mujer es inferior al hombre y que por eso hay que ponerle las cosas más fáciles.
En mi opinión, lo verdaderamente importante es que tanto hombres como mujeres tengan las mismas posibilidades de acceder a un puesto de trabajo, y que, una vez que lo consigan, tengan las mismas condiciones laborales (sueldos, horas de trabajo,...) que el resto de sus compañeros. Asismismo, también me parece importante que se aumenten las medidas para facilitar la vida familiar con la laboral, ya se trate de un hombre o de una mujer.
Hace unos días se publicó un estudio en el que se demostraba que las mujeres que son madres son más aptas para los trabajos que conllevan cierta responsabilidad. Primero, porque tienen una alta capacidad organizativa. Segundo, porque están acostumbradas a lidiar con problemas e imprevistos de última hora. Y tercero, porque son más pacientes.
Alguien dijo una vez (sé que fue una mujer importante, pero es que ahora mismo no me acuerdo quién fue) que la igualdad llegará en el momento en que haya mujeres ineptas en cargos de alta responsabilidad.

Carlos Miguélez -

El Ying y el Yang para las empresas. Y para el mundo. Ahí está el equilibrio.

Roman -

Paremos a las mujeres, que nos comen!!! PArece ser que las féminas están tomando el mando. Alemania, Chile, Liberia, Nuestra Fdez. de la Vega... son países en los que la mujer va avanzando posiciones y demostrando que pueden ser igual de efectivas que los hombres. Me parece fenomenal, pero siempre y cuando no se exceda de los límites de la queridísima igualdad. Hombres y mujeres se deben alternar en un mundo en el que la inteligencia y la belleza femeninas se debe complementar con la fuerza y la clase masculinas.

Sonia Sanz -

Coincido con algunos de mis compañeros. Me parece de suma importancia que se igualen los trabajos entre hombres y mujeres pero... ¡cuidado! Tampoco hay que tomárselo a la ligera y poner en el puesto a cinco mujeres por cada cinco hombres. Hablar de igualdad es otra cosa, hablar de igualdad es elegir a un candidato por lo que vale,por su capacidad para un cargo, independientemente de que sea hombre o mujer. En cuanto a las condiciones de trabajo para conciliar familia y carrera en el caso de la mujer... creo que todavían nos quedan unos años para ver la igualdad plasmada en ese sector, seguirá siendo la mujer la que tenga que sacrificar más. Sólo será posible el cambio si las generaciones futuras (en las que los de mi "quinta" ya nos deberíamos incluir) aceptamos que la igualdad es posible y que no por el sexo Mário tiene más posibilidades de triunfar que Ana si los dos han sido educados para lo mismo.

Paloma -

Las cosas han cambiado y es verdad que ahora se esta dando más posibilidad a mujeres para ocupar cargos de este tipo, y lo apoyo. Es cierto eso de que aun muchos empresarios tienden a contratar solo hombres y por lo tanto no esta mal que les recuerden que las mujeres también valen para puestos como el de ministras. Ante todo, hay que valorar la preparación profesional de la persona. De todas formas no estoy a favor de la discriminación positiva y por eso no entiendo que un Gabinete tenga que estar cubierto al 50% por cada sexo. Cada cual debe ser “pagado” de acuerdo a sus capacidades.

Ruth Pilar -

El trabajo para quien se lo gane por méritos propios, independientemente de su sexo. La discriminación positiva existe en la mayoría de empresas -no hay que vedar lo laboral a nadie-, aunque es una pena que se tenga que exigir por vía legal.
Muchos empresarios no contratan mujeres porque se quedan embarazadas, craso error, porque se las puede pagar hasta un 30% menos por hacer el mismo trabajo que un hombre. Luego nos quejamos de la baja tasa de natalidad o de que la mujer fuma.
Mandan, las mayorías de las veces, en casa. No hay que infravalorar el ámbito doméstico. La mujer romana tampoco podía acceder al sacerdocio, pero se encargaba de la educación religiosa de los hijos, propiciaba la conversión de sus familiares y elegía Obispos. ¿Qué hay de los matriarcados históricos?
Si se está incentivando que la mujer acceda a la Dirección, no es porque sean mujeres y sepan contar cuentos como Sherezade, sino porque, al igual que los hombres, son consumidores. Un grupo que hace que las compañías fabriquen cremas o maquinillas de afeitar, ya sin saber qué es para quién.

laura suárez -

en verdad, las condiciones en el marcado laboral siempre han tendido a favorecer a los hombres.¿por qué? porque la mayoria del mercado esta controlado por ellos.
no es cuestion de imponer que la mitad de los altos cargos estén disponibles para las mujeres, sino que nosotras tengamos las mismas posibilidades de aspirar a dichos puestos.
¿acaso es importante que midan tu capacidad de gestión por ir de copas con los colegas? en verdad es un tema indignante poruqe a estas alturas aun haya altos cargos que se rigen por el sexo de la persona...es demasiado.
de todos modos, el tiempo seguro que dara su fruto y poco a poco todo irá progresando(por lo menos eso se espera)

Belén -

(Este post no está directamente relacionado con el tema, pero me parece interesante compartirlo)
Tradicionalmente en Japón si una mujer se casa con el hijo primogénito de una familia, tiene que dejar su trabajo para cuidar a su marido y a sus suegros. Es tratada prácticamente como una esclava, tiene que limpiar, cocinar, servir las comidas y ni siquiera puede comer con su familia, come sola en otra habitación separada cuando los demás han terminado.
Esta práctica sigue llevándose a cabo, por eso las mujeres japonesas que estudian una carrera y trabajan se niegan a casarse.
Pongo este ejemplo porque si se siguen manteniendo este tipo de tradiciones, nos podemos hacer una idea de la mala situación de la mujer en muchas partes del mundo.

Dr. J -

Yo estoy a favor de la igualdad entre hombre y mujer, pero, sinceramente, tampoco me gusta que ésta se imponga. Me explico: Me parece magnífico que se haga todo lo posible por igualar los derechos de hombres y mujeres, pero tampoco entiendo que haya que hacer que un número de puestos vayan para un sector de la población en concreto. Personalmente prefiero que cada puesto vaya para la persona que mejor preparada esté para él, sea hombre, mujer o perro.

Marcos -

Yo también pensaba como vosotros: la paridad me parecía una parida. Sin embargo, como parece que la situación sigue sin cambiar, he comenzado a cambiar de opinión: que haya más mujeres en puestos tradicionalmente masculinos puede contribuir a deshacer los prejuicios que hay en el mundo laboral: mucha gente sigue pensando que para cierto tipo de trabajos, las mujeres lo hacen peor que los hombres, y la situación no cambiará hasta que se demuestre lo contrario. Pero como los que mandan piensan eso, difícil lo iba a tener una mujer para entrar en puestos así si no es por ley.

Sonia M. -

Yo creo que todos teneis un poco de razón;pero la verdad es que todavía hay muchos empresarios que tienden a contratar solo a hombres, por lo que también está bien que les obliguen a ver las otras opciones (contratar a mujeres). Pero, por otra parte,no es aceptable que, solo por estar obligado a contratar a cierto número de mujeres,se contrate a alguien incompetente.Está claro que hay que fijarse en las capacidades humanas y profesionales, independientemente del sexo de la persona.Y yo sin embargo, sí creo que cada vez a las mujeres en los altos puestos se las va viendo con más respeto.

DANIEL -

Creo que las mujeres siguen sin ocupar las directrices empresariales porque aún no dan la sensación de respeto y seriedad que transmiten los dirigentes varones. Nadie duda de la capacidad intelectual de las hembras al frente de las empresas, pero la imagen de cara al exterior puede ser más frágil. La sociedad actual aún está enclaustrada en el mandato de lo masculino. Equiparar los altos cargos me parece un error. Nunca habrá en todas las empresas los mismos hombres que mujeres adecuadamente preparados para ascender de cargo.

Patricia Palacios -

Yo tambien pienso como Escila. Por supuesto que apoyo que las mujeres se incorporen en el mundo laboral y se deje de considerarnos inferiores (si no no estaría estudiando...). Pero también pienso que no por quedar bien haya que equiparar el número de hombres y mujeres en los trabajos, por que parece que se hace por cumplir. ¿no puede haber, por ejemplo, más ministras que ministros? o viceversa. Los puestos de trabajo los deben ocupar los que estén mejor preparados, da igual hombres que mujeres.

Belén -

Yo creo que no tiene porque ser obligatorio que las mujeres ocupen la mitad de los cargos en las empresas o un porcentaje determinado. Pienso que lo veraderamente importante es que tengan las mismas posibilidades que los hombres para acceder a cualquier puesto.
Cuando una persona lee un curriculum no debe fijarse en si el candidato es hombre o mujer, sino en sus capacidades y aptitudes.
Considero también que deben ponerse en marcha mejores políticas de consenso de vida familiar y laboral para que la natalidad deje de descender y la población tenga una mejor calidad de vida.

Alejandra Requena -

Las mejores condiciones laborales de los hombres (sueldo)siempre ha sido un hecho que esta ahí. Como mujer, no veo mal que ambos se equiparen a la hora de conseguir puestos de trabajo aunque tampoco digo que tenga que producirse de forma radical, las prisas nunca son buenas.

Escila -

Nunca me pareció bien eso de igualar hombres y mujeres en número para cargos importantes como el de ministro. Si alguien vale, vale, sea hombre o mujer y establecer números sólo ayuda a distanciarlos más, como si de equipos se tratará (enfrentados, eso sí). Lo de la retirada por motivos familiares para protestar por las condiciones laborales no es más que otro gesto para constatar la desigualdad en el hogar y que, si tanto el hombre como la mujer antepusieran la familia al trabajo, ninguno continuaría trabajando o lo harían los dos. De verdad me intriga saber a qué se refieren con evolución porque yo no la veo por ninguna parte.