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J. C. García Fajardo

Jugarse la vida

Este año, en España se han gastado en juegos de azar cerca de 30.000 millones de euros, unos 37.000 millones de dólares. Para hacernos una idea, unos cuatro billones de las antiguas pesetas. Tan sólo en la tradicional lotería de Navidad se han gastado 2.300 millones de euros.
La suerte no desciende del cielo ni el bienestar está escrito en los genes o lo distribuye un inexistente destino. Forma parte de unas estructuras sociopolíticas enraizadas en nuestro pasado colectivo pero animadas por una concepción de la vida que proyecta nuestros anhelos y necesidades en un futuro próximo. Fuera de los casos extraordinarios en los que interviene el azar, la mayor parte de nuestro destino lo preparamos con nuestra actitud y con nuestro esfuerzo. Esa es la clave del karma, recogemos lo que sembramos.
Por eso, nos da que pensar esta pasión por los juegos de azar en los que van a la cabeza los ciudadanos de EEUU, Gran Bretaña, Francia y Alemania. Por lo que se refiere a España, las Fiestas de Navidad comienzan con la Lotería que se transmite el día 22 en directo por todos los medios de comunicación al país entero. Ya desde muy niños asociamos el soniquete de las voces de los niños del Colegio de San Ildefonso que cantan los números con el comienzo de las vacaciones escolares y de las fiestas familiares. Ni los villancicos ni la temperatura, ni los cargantes papás Noel o los casi desaparecidos portales de Belén alcanzan a tan elevado número de ciudadanos con independencia de su edad, sexo, origen, situación social o económica. Los inmigrantes que hoy forman parte de nuestra realidad social participan en los juegos de azar con el resto de los ciudadanos. El juego parece igualar más que la cultura o el deporte. Hasta ha llegado a convertirse en una enfermedad que no pocas veces necesita tratamiento, sobre todo después de que ha golpeado las economías familiares.
No existe familia en la que alguno de sus miembros no juegue algo en este sorteo. Se diría que es como un talismán pero que no garantiza nada. Si preguntamos en nuestro entorno, nadie conoce a quien le haya tocado una gran cantidad de ese dinero capaz de haberle cambiado la vida. No jugamos para ganar pues de hecho muchas veces nos olvidamos de comprobar la quiniela, la rifa o la lotería. Pero la llevamos en el bolsillo y, como decía una persona, “ayuda a aguantar la espera en los semáforos, se aprieta el brazo contra el bolsillo y allí está el boleto”.
De eso se trata, de entretener la espera de una semana para otra, de un día para el siguiente.
Las anécdotas que cuentan los expendedores de loterías son impresionantes. Las tensas caras de los compradores, que hablan en voz baja, piden tal o cual número resultado de extrañas y absurdas combinaciones. No se confiesa dimensión trascendental alguna pero se barajan las más variopintas supersticiones.
Acaso no sea más que otra de las muestras de una soledad existencial cada vez más profunda y extendida. De un vacío que no puede llenar un consumismo exacerbado por la publicidad incesante. Ya no se vive para trabajar, que era maldición arcaica, sino que se vive para poder gastar.
Lo más trágico del caso es que si se pregunta en qué emplearían el hipotético dinero conseguido en juegos de azar no son capaces de diseñar un mínimo proyecto de vida fuera de pagar algunas deudas, dar algo a la familia y viajar, sobre todo viajar. No pregunten adónde. De lo que se trata es de huir de una realidad que no satisface a un futuro incapaz de controlar. De hecho, las estadísticas demuestran que la mayor parte de las personas que han ganado algún premio gordo fueron destrozadas por esa tensión de no saber administrarlo y muchos generaron enfermedades, que esas sí, se provocaron a conciencia incapaces de soportar la culpa de haber ganado dinero sin poder disfrutarlo. Habrá que recordar, una vez más, que el derecho a ser felices coincide más con ser nosotros mismos que con amarrarnos más las cadenas de un vivir enajenado.
 

José Carlos Gª Fajardo

37 comentarios

Laura F. G. -

Desde pequeños vemos como nuestra familia se prepara para la llegada de la Navidad comprando lotería, turrón o el roscón de reyes...En el fondo la esperanza de que ese año puede tocarte una pequeña parte del llamado \\\"gordo de navidad\\\"nunca desaparece, la cena de Nochebuena muchas veces reune a familias con grandes diferencias entre sus miembros pero la esperanza de que ese año se reconcilien no desaparece..Quizás solo sea una ilusión del ser humano pero esa espera del día señalado hace que los días previos salgamos a la calle con una sonrisa pensando que \\\\\\\"tu gran día\\\\\\\" puede estar acercándose.

DavidCG -

La suerte no existe, como decía Jam, no es más que una combinación de factores. Probabilidad, estadística, matemáticas (puff...). Por supuesto que te puede tocar, pero hay que entender que es muy improbable. También entiendo que es necesario tener ilusión, pero en determinados asuntos (como éste) es mejor tener los pies en el suelo, porque cuanto más alto subas más fuerte caerás (y si no que se lo digan a los señores Rajoy y Aguirre, con todo el respeto que se merecen y deseándoles una pronta recuperación).

CrisCeMe -

El sorteo de loteria de navidad, el turrón, los villancicos, el señor calvo anunciando la loteria...todo tradiciones. A la gente le gusta seguir las tradiciones, especialmente en determinadas fechas como la navidad y si eso les trae un poco de felicidad y esperanza a su vida, pues adelante con ello.

Jose Mendoza -

A Jam: La frase: La suerte no existe sé que pudo resultar un poco rotunda, sobre todo porque no escribí nada más. Pero es que quería dejar clara mi idea sobre este asunto. En lo que has comentado estoy de acuerdo. Puedes tener suerte en el juego, aunque es muy complicado, pero por ejemplo cuando están a punto de estrellarse dos coches y al final no pasa nada ahí no existe la suerte, ni nadie suerior que te ha ayudado, simplemente las capacidades físicas y motrices de los conductores han hecho que todo saliera bien (espero que se me haya entendido con este ejemplo).


PD: Yo también suelo echar la quiniela, pero porque como toda persona me gusta evadirme a veces de la realidad e imaginarme metas que pueden ser inalcanzables en un futuro.

Santiago C. -

Si digo la verdad, estoy bastante de acuerdo con su comentario, pero me gustaria mostrar mi opinión sobre ciertas cuestiones que se tratan en el escrito.
En primer lugar, me gustaria destacar que estoy totalmente de acuerdo con el hecho de que nuestro destino lo preparamos con nuestra actitud, y con nuestro esfuerzo. Desde muy pequeños, hay ciertas cosas que nos inculcan, que parece ser que no podemos cambiar, que es nuestro destino. Y eso es totalmente mentira.
Por otra parte, pienso que no todo el mundo juega para pasar la semana o los dias. Yo desde hace un par de años he formado una peña de quinielas con mi familia, y la verdad, mi única ilusión es que nos toque algo, no digo millones ni mucho menos, sino un pequeño premio, para poder hacer una cena entre todos o disfrutar de un buen rato gracias a la quiniela.
Para finalizar, destacar la frase con la que termina, y mas especialmente con el hecho de que tenemos derecho a ser felices, y que esto depende de creer en nosotros mismos, de ser nosotros mismos.

Diego Ochoa de Alda -

"no me llames iluso porque tengo una ilusión...........". ¡Cariño me voy a echar la quiniela y la primitiva!¡......eres un ludópata......¡no pero si es para cubrir el futuro de nuestros hijos!......Esta es la escenita que se monta en muchas casas por tantear a la ilusión. ¿Probabilidad de que toque?...mínima. Pero es una manera de que te de un subidón, que te entre una sensación de alegría y esperanza. Hoy he comprado en Sol un cupón de navidad a una mujer, antes de pagar la digo: "dame el que toque" y ella tan convencida me da uno y me responde "mucha suerte", yo la contesto..."no, gracias, soy un chico afortunado, dásela a quien la necesite".

J.Vucko32 -

Los juegos de azar, unas veces tocan (mira que es raro, pero sucede lo puedo atestiguar)y otras (la mayoría) no tocan. Yo creo que es algo que a la gente le hace sentirse un ser soñador por un rato. En esos maravillosos sueños en los que nos vemos con un gran coche, una enorme casa o en un país que no es el nuestro... Hasta que volvemos a la realidad y vemos que no nos toca ni la pedrea!! Mira que lástima, la próxima vez será.
De todos modos yo pienso que de tocar un premio gordo (no se crean que por decir que lo he visto quiere decir que sea el afortunado ni mucho menos), pero si creo que no debería cambiar la actitud, yo creo que seguiría mi vida normal, eso sí sabiendo que dispondría en el banco de una reserva con la cual poder tirar y de poseer algun capricho.

Javi -

Veo que hay gente que dice que la loteria es algo asi como el "opio" del pueblo, que si hay que centrar las ilusiones en "vivir como queremos"... Vale, pero...¿a quien le toque no habrá pensado antes que no le iba a tocar? Yo creo que si a uno le toca, por qué no me va a tocar a mi, hay una posibilidad entre 40 millones, pero ¿soñar no es gratis? No hay nada de malo en soñar y tener una ilusión.

J.Lennon -

Estoy totalmente de acuerdo en que participar en la ONCE es en cierto aspecto un acto solidario, pero mucha de la gente que diariamente compra un boleto a \"los ciegos\" (como se conoce popularmente) lo hace quizá pensando en el premio que puede recibir, ya que hay muchos otros modos de colaborar con este tipo de organizaciones sin incluir la participación en juegos de azar. Ah.. y mi propia experiencia me dice que en la ONCE sí que existe la suerte...Sigamos colaborando con este tipo de organizaciones, y sigamos manteniendo esa ilusión que alimenta el día a día. YO ya estoy deseando regresar a casa y ver a mi abuelo con una sonrisa expectante en la boca y esos ojos de felicidad ante los cantos de los niños de San Ildefonso... puede que sea en cierto aspecto un gasto económico, pero creedme que multitud de personas reciben este tipo de juegos con una enorme ilusión.

Dorian Gray -

Las ilusiones endulzan el camino de la agria realidad. Al menos, cuando soñamos, gozamos de una felicidad momentánea.

Las ilusiones tienen mucho que ver con las creencias, cada persona cree en algo, ya sea en Dios, en la amistad, en el amor... Todos necesitamos creer en ciertas cosas, sino no sobreviviríamos. El secreto está en encontrar la justa medida: ahí se halla la virtud.

Respecto a la suerte, os recomiendo que veáis "Match Point", su argumento gira en torno a ella.

Alberto L. -

Lo lamentable de las ansias que tenemos por los juegos de azar es el reflejo de un sistema de vida que nos lleva a ello. Pero, fuera de eso, jugar alguna vez me parece bien, que a nadie le amarga un dulce.

xauen -

Personalmente echo la quiniela semanalmente y cuando veo el bote gordo de los euromillones al rojo vivo también tiento a la suerte. De aquí a ser ludopata hay un trecho. Yo creo que es una manera más de ilusionarte por algo, y digo una más entre miles. Estoy de acuerdo con que "la mayor parte de nuestro destino lo preparemos con nuestra actitud y con nuestro esfuerzo" y es por así decirlo justo.
En cuanto a los juegos de azar de nuevo pienso que mientras sea un hecho sin importancia, es decir, un gasto insignificante para la persona, no existe nada negativo en ello. Eso si, en cuanto afecte a la familia en aspectos economicos entonces ya es un problema. Pero este problema no se llama "juegos de azar" se llama ludopatía.

Héctor -

Yo creo que esto no es cuestión de ser partidario o no ser partidario, es creer o no creer en la suerte. Y de que la suerte existe no cabe duda; de hecho, gran parte de nuestra vida es regida por el azar.
No se trata de hacer un debate de esto, no se puede decir si se está a favor o en contra. No veo ningún aspecto negativo en jugar a la lotería, no hay nada reprochable en ello. Jugar al azar no es ser un ludópata. Pensar eso sería comparar la Bonoloto con las tragaperras. Simplemente es una manera de alimentar las esperanzas de todo el mundo, pues hasta al más humilde basurero (con todos mis respetos hacia los basureros) puede tocarle. La esperanza es lo último que se pierde. En cierto modo, las esperanzas dan sentido a nuestra vida.

jesus -

Tengo algún amigo que se rie de mi cuando le digo que participo en el euromillón, y la verdad es que no me molesta, pero me hace mucha gracia que acto seguido de soltar las carcajadas me pida que, si algun dia me toca, le compre un coche, ¿Qué clase de broma es esta?. Creo que la mayoría de las personas que participamos en los juegos de azar lo hacemos por que nos gusta pensar en que nos vamos a gastar ese dinero, comprar un casa en la playa, poder viajar, ayudar a tu familia......es bonito imaginar, y podriamos decir que de ilusión tambien se vive.

Pérez S. -

Dicen que de ilusiones también se vive. Hay personas que juegan regularmente a los juegos de azar conservando una ilusión que les lleva esperanza; y aunque su situación económica sea crítica, ellos aun conservan la ilusión de poder ganar una millonada algún día, y así poder salir de sus problemas de una vez por todas.
El hecho de jugar constantemente a los juegos de azar puede causar problemas para ciertas personas, pero también es posible que sea algo positivo para otras, pues existen personas que no se hunden psicológicamente solo por el hecho de que conservan una esperanza que les mantiene en pie; si tienen la certeza de que siempre vivirán en una mala situación, una depresión se puede apoderar de ellos, y es entonces cuando su pésima situación se puede ver acentuada aun más.

Jam -

A José Mendoza: \"La suerte no existe\"
La suerte no existe... Pero hay que estar en el lugar indicado y en el momento indicado, por lo que si \"buscas la suerte\" a lo mejor la \"encuentras\".
Yo no soy partidario de comprar lotería ni nada por el estilo, pero no por ello se debe asegurar que es imposible que se pueda ganar. Es muy difícil, pero hay una mínima posibilidad de que se gane, y mientras esta exista no se puede afirmar que la suerte no existe. Cabe la posibilidad de que tengas suerte y te toque.

Bárbara -

No es un asunto exclusivo de la sociedad española. Las personas en general siempre soñamos con tener una vida que no es la nuestra y una posible vida distinta sería tener mucho dinero. Creemos que el dinero será la solución de toidos nuestros problemas, y no nos damos cuenta de que en muchos casos, el dinero nos puede acarrear más problemas de los que teníamos.
La Lotería se dedica a alimentar las esperanzas de las personas. Esta bien que la gente tenga ilusiones por conseguir algo que no tiene, pero no estoy de acuerdo en que esa ilusión sea gastarse tanto dinero que podría utilizarse en fines más provechosos.
Aunque el gasto en Lotería, en este caso de Navidad, hay que reconocer que no es sólo por la ilusión de hacerse millonario, si no por los conocidos: vecinos, amigos, compañeros, familiares... siempre hay alguien de tu entorno vendiendo papeletas poor un viaje de estudios o cualquier asociación y claro, no vas a quedar mal con ellos por unos eurillos...

Nesemu para todos -

¿Pero qué ha ocurrido? He tenido ue releer el texto para convencerme de que no criticaba nada ni a nadie."De eso se trata, de entretener la espera de una semana para otra, de un día para el siguiente". Levantaba acta de un hecho social que tiene muchas lecturas, entre ellas la lúdica.
¡Pero si amí me gusta jugar! aunque luego me olvide de comprobar los resultados...
¿Y al mus...? bueno, bueno. Cree Mingote que lo inventó él, ni los de Bilbao, ni naide (Ojo, Xaime, pongo naide
a posta)
Un abrazo

Mario -

- La banca siempre gana. ¿Y qué? eso lo sabemos todos; lo que también sabemos es que tenemos pocas posibilidades de que nos toque algo, y eso lo hace más emocionante.

- Aquí se está poniendo demasiado el tópico de "el dinero no da la felicidad"; eso es más que obvio, pero la gente va a seguir queriendo más comodidades, ventajas o placeres. PD: ¿qué hay de malo en viajar?

- ¿Qué hay de malo en esperar? ¿qué hay de malo en tener esperanzas de tener suerte? (si quereis lo cambio por: "que de la casualidad de que te toque"); con un poquito de dinero puede conseguir mucho, ¿por qué no?


El juego en sí no creo que tenga que ser criticado, es como criticar al juego del futbol; lo malo es la actitud que se puede tener ante estas cosas.

Es cierto que es una debilidad, pero como tal, puede ser moderada; habrá gente que esté enferma, pero no creo que sea una norma general. No creo que mi abuela que compra décimos utilice el juego como placebo para una espera más esperanzadora (valga la redundancia). Mi abuela, que poco tiene que hacer para ganar dinero, no pierde demasiado al intentar cada poco tiempo poder tener algo con lo que vivir mejor y poder dar algo a sus seres queridos.

Y sí, yo conozco a gente que le tocó la lotería,por ejemplo a los fontaneros de mi pueblo, se compraron mejores coches y cosas así y punto, siguen con su vida normal y corriente.

No sé, criticar esto me parece un poco absurdo. La vida casi no es más que buscar algo para que la espera no sea horrible, el juego, el futbol, el sexo, el arte, el intentar que el mundo vaya mejor... Considerar unas más elevadas que otras, es absurdo, ya que, total, el fin va a ser el mismo; la realización personal es eso, personal; y cada uno debe vivir acorde con su persona, buscando un equilibrio y que no haya consecuencias perjudiciales ni para sí, ni para nadie. Y esto es compatible con multitudes formas de vivir la vida.

(personalmente no me gustan los juegos de azar, no he jugado prácticamente nunca y tampoco creo hacerlo en un futuro)

enovilla -

En los sorteos de loterias se entremezcla tradición con ilusión, yo casi lo consideraría un acto social.Es que si no cambio números con los del trabajo, familia, viejos amigos, compañeros de mus, el del bar, con pedro o con juán, pareceré raro... ese es el pretexto que se emplea para justificar la loteria de navidad, y cuándo no es la de navidad es la primitiva de los jueves con los de la tercera planta, etc etc. Se juega por jugar sin un objetivo concreto, fuera del factor socio-tradicional y de el de retirarme y..y..y no se que más pero retirarme de trabajar. En cambio estoy a favor de las "apuestas" dónde no interviene tanto la suerte, sino más bien el análisis y el conocimiento de una situación o entorno concreto. El problema es saber cuál de las dos posibilidades provoca más enfermedad...

DANIEL -

Tengo la sensación de que tengo una opinión totalmente distinta a la de mis compañeros. Creo que gastarse el dinero en juegos de azar no es una buena forma de utilizarlo. Si tenemos que irnos hasta el azar para encontrar ilusión en la vida..., mal vamos. La ilusión se puede tener con un nuevo amor, con un viaje, con nuevos amigos..., pero mantener la ilusión y la incertidumbre a través de la lotería no me parece la mejor manera. Otra cosa es que juguemos la O.N.C.E. teniendo como primer fin el ayudar a esta organización. Eso sí me parece correcto, aunque por desgracia creo que la mayoría de las personas que juegan el cupón de la O.N.C.E. lo hacen con el objetivo de enriquecerse.

Patricia Palacios -

Ya llega la Navidad y, con ella, muchas ilusiones.
Esta época del año no es solo el recuerdo de un acontecimiento, sino que se ha convertido en una fiesta que reune una serie de tradiciones. Una de ellas es la compra de la LOTERÍA DE NAVIDAD, pues es algo que se ha ido haciendo desde hace muchísimo tiempo. Mucha gente deposita sus ilusiones en este sorteo, compartiendo su suerte con familiares, amigos, etc. Pienso que es bueno tener ilusión en algo y, poque no, en la lotería.¿Quién no ha soñado alguna vez con que le tocaba la lotería?

Eduardo -

Yo creo que el gasto en lotería o juegos de azar es una consecuencia mas de la sociedad de consumo, sí. Pero el jugar lotería ocasionalmente pienso que puede provocar cierta emoción, incertidumbre, riesgo, ilusión... Y en la vida, hay que vivir de la ilusión. Solo así merecerá la pena. Además, en ocasiones, por ejemplo al regalar lotería o compartirla, esto nos puede traer amor o felicidad. Es decir, tiene asociados valores positivos.

Carlos W. Fernandez -

En cuanto a la cuestión social que vive hoy e dia el mundo, dirigido por instintos derrochadores y cada vez convirtiendonos mas en androides, sub-productos obsesionados con un estilo de vida, me remito a un monólogo filosófico de un muy buen film:
"Para que el deseo pueda seguir existiendo, necesita que sus objetos estén permanentemente ausentes. No es eso lo que deseas, sino la fantasía de eso. O sea que el deseo sutenta fantasías utópicas.

A eso se refiere Pascal cuando dice que sólo somosrealmente felices cuando soñamos con la felicidad. También a decir; La cacería es más dulce que lo cazado. O; Ten cuidado con lo que deseas... No por conseguirlo, sino porque cuando lo tengas estarás cndenado a no quererlo más."-Kevin Spacey (La vida de David Gale)

"Vivir acorde con tus deseos no te hará feliz. Ser enteramente humano significa esfozarte por vivir de acuerdo con ideas o ideales. Y no evaluar tu vida por lo que hayas obtenido en cuanto a tus deseos sino por aquellos breves momentos de integridad, cmpasión, racionalidad, incluso de abnegación. Pues a la larga, la única manera de valorar la relevancia de nuestra vida, es valorando la vida de otros. " LACÁN

Carlos W. fernández -

En primer lugar, y citando la frase ultima de Jose Mendoza, creo que la surte deja de existir en el momento en el que nacemos. Una suerte que también entraría dentro de la causalidad, pero que en este caso el ser humano no controla... nadie decide la familia que quiere para el resto de su vida. Qué padres quiere que le eduquen o qué ambiente quiere uno que le rodee.

A partir de ahi, el término, o el concepto de suerte es para mí, tan relativo como lo pueda ser cualquier mentalidad humana. Es una especie de Dios. Nosotros, la gran parte de la sociedad nos centramos en culpar, o agradecerle los acontecimientos de nuestra vida a Dios (más culpar que agradecer). Siempre se ha podido escuchar eso de "Sigo viva porque la mano de Dios estuvo ahí..." Algo mas o menos, bajo mi prisma perceptivo, es lo que contempla la posibilidad dela fortuna, o de la suerte, o del azar. Uno está decidiendo desde el momento en el que cruza la puerta de un casino de Las Vegas o de cualquier otro sitio que va a gastar, que sabe a lo que se expone, y que la banca, el rico, la infraestructura, el engañabobos, siempre acabará ganando. En el momento en el que el individuo pasa olimpicamente de la inteigencia que la naturaleza le ha concedido, se precipita a la mala suerte... Y algunas veces sin vuelta atrás. Lo que es el colmo de la idiotez humana, que se adjudiquen hechos como llegar a vender tus ultimas propiedades o incluso la familia (en casos se ha dado) a la mala suerte. -Perdone, pero usted lo ha querido así.

La suerte es el término por el que interpretamos la Causalidad hoy en día. Causa y efecto, ni mas ni menos. No creo en la suerte más allá de donde he dicho, pero si creo en la indeterminación.

AlBa \\ -

Hola profesor, después de largo tiempo y algunas que otras circustancias vuelvo a montarme en el tren...y como siempre, agradecida.

La suerte y el azar,¿Qué son, sino vida? Si no soñaramos, no viviriamos. Nos evadimos de la realidad, desafortunadamente o no esta en nosotros. Desear, soñar, añorar...nos ayuda a formar metas que alcalzables o no, son parte de nuestro más profundo ser.En mi opinión seríamos almas en pena si no soñaramos con un devenir próspero e ideneó a nuestros ojos. Es decir, feliz.

Lo verderamente triste es depositar toda esta ilusión en unos números, en un papel...Pero, ¿qué es el dinero?

Un saludo a todo el equipo.

Javier Ibáñez -

Nuestro mundo juega con su ilusión, la vende y la tira esperando una suerte que no le volverá, esto es el azar, millones de personas confiando en una ruleta, en unas cartas, en un décimo, en objetos que serán objeto de su deseo y que sólo les responderán con vacío o un frío "gana la banca" (caso de los casinos). Sin embargo, días, semanas o meses después volveremos a confiar en nuestra suerte, el salario, un préstamo, dinero que tirar en diversos lugares con el afán de enriqecernos al ritmo que vacíamos nuestros bolsillos e, indirectamente, los del resto del mundo. Es la confianza humana, confianza tan extremadamente grande que sólo se puede comparar con una cosa, la estupidez.

Fernando -

El azar es una estrategia muy bien montada. Un atajo para llegar a conseguir dinero sin tener que recorrer las exigentes carreteras del trabajo diario. Buscamos lo fácil, lo inmediato. El placer y el consumo como camino a la felicidad. Es el empeño por salir de una realidad que vemos como la rutina de nuestra triste existencia. Ponemos condiciones a nuestro bienestar, nos instalamos en el \"si pudiera...\". Si a esta mentalidad le unimos la publicidad y la ilusión que crea la Navidad obtenemos como resultado la masiva participación en este sorteo.
Hay que dejar de ponerle excusas a nuestra felicidad porque es un camino y no una meta. No es conformismo, es más practico. Las metas a veces no se consiguen pero el camino siempre se va a recorrer. Aprendamos a caminar.

J.Lennon -

Los juegos de azar son el alimento de las fantasías de muchísimas personas, y de muchos de nosotros, los españoles...sino...¿se venderían tantos boletos para la lotería de Navidad o la del niño, por ejemplo?... o tendría tantos beneficios la ONCE?. no veo nada malo en gastarse (algo) de dinero en juegos de este tipo, supongo que ya forma parte incluso de la tradición (como por ejemplo, la \"Bruixa d`Or\").Existen bastantes males en el mundo como para, en cierto modo, criticar actos como éste. Es una ilusión para mucha gente con problemas y... ¿si nos lo podemos permitir...?. La suerte puede no exista del todo, pero el premio sí... nadie nos asegura que algún día no seamos nosotros los afortunados...

Jose Mendoza -

La suerte no existe.

Ricardo Martínez Platel -

La gente se aferra al azar para ilusionarse. Buscan un motivo para evadirse por instantes de sus problemas diarios. Y mientras hacen las cuentas de la lechera olvidan el precario contrato que tienen, las horas extraordinarias que no les son pagadas, la incesante subida de los precios y en definitiva todos los agobios financieros de la sociedad actual.

Pero hay que ser prácticos. No es más rico quien más tiene, si no el que menos necesita. Que el dinero ayuda es evidente, pero aunque suene a tópico, la plata no lo es todo.

Basta con mirar a nuestro alrededor para ver que en muchos casos somos afortunados. Hay que tomar conciencia de que hay gente que necesita nuestra ayuda y saber que lo que no se comparte, se pierde.

Ruth Pilar -

¿Y si toca? Pero no a tí, sino al vecino. La loteria de Navidad es una costumbre, como pedir el aguinaldo, y la verdad es que tienen bastantes cosas en común, el cántico y el poco dinero que resulta del mismo, porque puedes hacerte más rico, monetariamente hablando, jugando a los ciegos o a la primitiva, que comprando un decimo de navidad. La gente quiere pagar la hipoteca, comprarse una tele megagigante y sobre todo un chalet en la Moraleja para huir del barrio. Restregar al resto de inquilinos de tu bloque que, como reza un anuncio, has pasado a ser un ex currito, ya no tienes porqué preocuparte del despertador.¡Qué suene!¡Qué suene!
Virgilio decía que la suerte sonríe a los audaces, así que habrá que ser osados a la hora de elegir número, no sé, todo ceros, o con algún 13.
En Cualquier caso, de no tocar, siempre queda el consuelo de "el año que viene nos toca seguro", yendo a Sort, claro.

Belén -

Yo creo que es bueno tener ilusión, pero sobre las cosas que nosotros podemos hacer. Yo no he comprado nunca lotería, porque no espero que me toquen millones de euros o pesetas, pero si he tenido muchas ilusión por infinidad de cosas que he conseguido lograr por mí misma, y que me producen una gran satisfacción.
Recientemente, he leído un libro muy interesante y curioso sobre la buena suerte. Es una especie de cuento que explica las diferencias entre tener suerte y buena suerte.
Es muy corto y se lee enseguida asi que se lo recomiendo a todo el mundo. El libro se llama LA BUENA SUERTE de Álex Rovira y Fernando Trías de Bes.
En el libro hay una serie de citas de personajes relevantes, aquí dejo una de Jacinto Benevente que me pareció interesante.
"Muchas personas piensan que tener talento es una suerte, pocas sin embargo piensan que la suerte puede ser cuestión de talento".
Creo que es importante que confiemos en nosotros mismos y en nuestras posibilidades porque la vida no es una cuestión de azar.

Muñoz -

¿Acaso es malo tener ilusión?, la gente compra lotería para tener esa incertidumbre que te obliga a encender la radio o la televisión para ver si te ha tocado...no sé, la verdad es que a mi me gusta, ¿por qué no?, ¡¡tengamos ilusión, eso no nos lo puede quitar nadie!!

SIVIA GARCÍA BURGUILLO -

Lo cierto es que nos pasamos la vida pensando en lo que podría haber ocurrido, en lo que podríamos ser o haber tenido, en lugar de tratar de ser nosostros mismos y dedicarnos a crear ese futuro que tanto anisamos.
Los juegos de hacer son una clara muestra de ello. Nos compramos un boleto de lotería como si en ello se nos fuera la vida por el ¿y si tocara?, en lugar de centrarnos en lo que realmente importa.
No es más feliz el que más tiene, aunque ayude, sino el que mejor sabe sacarle provecho a lo que posee.

RöXyE -

Mira por dónde tenía ganas yo de hablar sobre la "suerte".¿es un gnomo verde que te toca y te conduce al éxito?¿un trébol de cuatro hojas que marca la página por la que te quedas leyendo?¿una mierda que has pisado y cuyo agradable olor atrae todo lo bueno?...Como el profesor, toda mi vida he pensado que la suerte no es más que una palabra tras la que se esconden el esfuerzo, el trabajo,la persistencia y la voluntad."que tengas suerte" no significa nada a no ser que tenga que ver con el juego.La loteria de navidad se ha convertido en una costumbre y creo que la gente compra por esa diversión que supone el tener boletos de muchas ciudades y por esa rabia-impotencia que molesta, pero que en realidad tampoco nos afecta demasiado de "ay!si lo hubiese comprado alli...". porque no somos millones de euros más ricos,pero por lo menos,seguimos igual, que no es poco.

Xaime -

La verdad que en la sociedad española (como pasará en otras sociedades) hay cosas inexplicables pero que suceden. Aunque el número de personas que jueguen habitualmente a la lotería es muy grande, en la Lotería de Navidad el número es impresionante porque los que durante todo el año no juegan (como es mi caso) juegan por ejemplo, con el número de la empresa "Haber si el indeseable de mi jefe se va a hacer millonario y yo voy a tener que seguir viniendo aqui". Lo de que nos sumergimos en la lotería para tener algo a lo que agarrarnos durante la semana y no estar solo, en muchos casos será cierto pero en otros muchos (e incluso me atrevería a decir que la mayoría no) porque a la Quiniela, a la Primitiva o a otros juegos de azar se juega en grupo, una "peña" vamos; es como ir de cañas con los amigos el tirar la Quiniela de la semana con los amigos. Te escapas de la rutina, quedas un día para discutirla, tomar algo y echarla y juntos pensais que, como mucho, toca una de diez para volver a echarla la semana que viene y poco más. En España estas tradiciones son así, como dice las vacaciones empiezan con el cantar de los niños, igual que Año Nuevo es cuando has visto los saltos de skí o escuchado el Concierto de Año Nuevo de Austria, yo juego como los pobres a un número -el del trabajo- y que toque ese por favor porque, entre otras cosas, no tendría que trabajar para pagar una matrícula de 600€.