El lugar
Aquí comienza la historia del sereno de Asilah. Esta medina se encuentra a 40 kilómetros de Tánger, según bajas, a la derecha. Es blanca y transparente como las olas del mar que la bañan, es misteriosa y sabe guardar los secretos de los enamorados. Como Mogador, como Tombuctú o como la isla de Lemu, cerca de Zanzibar. Son espacios que sólo se abren para acoger a quienes caminan con el corazón a la escucha, a los buscadores de luz y de silencio, a las gentes de paz. Encerrada entre murallas, es sabrosa como la sal y dulce como las vigilias de los enamorados.
En esta medina hay un sereno que recibió el cargo por mensajero real. Como aqule jardinero que quiso llegar cuando ya todos se habían ido porque sólo pretendía ser jardinero de su jardín. En Asilah las gentes lo conocen y lo saludan con respeto al pasar pero todos saben que no es hombre de palabras sino de silencios y ellos agradecen que él se ocupe de abrir y de cerrar las cinco puertas de la medina. Al menos, pueden dormir tranquilos y los niños
no tienen pesadillas, ni las mujeres nostalgias ni los hombres urgencias. Todo funciona como debe ser. Cada cosa a su tiempo, como el curso del sol, las mareas y los desplazamientos de la luna.
Pero antes de nada fijaos bien en esta fotografía, miradla bien y permaneced atentos para estar seguros de que no pasaréis de largo cuando el corazón os lleve en busca de lo mejor de vosotros mismos. envuelta entre estas murallas se encuentra la medina blanca de Asilah:
En esta medina hay un sereno que recibió el cargo por mensajero real. Como aqule jardinero que quiso llegar cuando ya todos se habían ido porque sólo pretendía ser jardinero de su jardín. En Asilah las gentes lo conocen y lo saludan con respeto al pasar pero todos saben que no es hombre de palabras sino de silencios y ellos agradecen que él se ocupe de abrir y de cerrar las cinco puertas de la medina. Al menos, pueden dormir tranquilos y los niños
no tienen pesadillas, ni las mujeres nostalgias ni los hombres urgencias. Todo funciona como debe ser. Cada cosa a su tiempo, como el curso del sol, las mareas y los desplazamientos de la luna.
Pero antes de nada fijaos bien en esta fotografía, miradla bien y permaneced atentos para estar seguros de que no pasaréis de largo cuando el corazón os lleve en busca de lo mejor de vosotros mismos. envuelta entre estas murallas se encuentra la medina blanca de Asilah:
8 comentarios
María -
Esta persona somos nosotros mismos.
nerea -
habiba -
Jorge P. -
Anónimo -
Fran -
Sergei -
Carlos Miguélez -