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J. C. García Fajardo

Papas v: Desde el humilde Pedro al Edicto de Constantino

Había dudado si iniciar estos comentarios desde el siglo X hacia atrás y después volver hacia adelante hasta nuestro tiempo actual. Así se dividía la historia en dos mitades de mil años cada una. Después pensé en arrancar desde el Concilo de Trento, s. XVI, por su espectacular repercusión, pero algo me quedaba cojeando. A riesgo de que resulte algo lenta, me acojo a las más lógica solución... comenzar por el principio aunque trazando los grandes espacios, tan queridos para Braudel y para la moderna historiografía, entre otras razones porque hay enormes períodos en qu elas fuentes históriocs o no existen o han sido descaradamente sustituidas por fantásticas leyendas que no se pueden aceptar en el campo de la ciencia y de la academia, otra cosa será en el de una fé muy discutible y poco seria. Seguirá esos grandes períodos que utiliza el autor:
1. Roma imperial y eterna (30-417)
Hasta el siglo II en que el teólogo Ireneo elaboró una relación de los obispos de Roma desde los orígenes hasta su propia época hay una lista de once que son sólo nombres, sin más, y de los que no sabemos nada de ellos. Es probable que se tratasen no de papas como los entendemos desde hace siglos sino de meros presbíteros, ancianos, lo cual demuestra que eran los presbíteros quienes gobernaban colegialmente la comunidad romana
Un dato importante a retener para la progresiva transformación y endiosamiento de una figura sobre la cual de Jesús no tenemos más que una muy breve alusión, y discutida por no pocos.
La mayoría de estos presbíteros u obispos estaban casados, de acuerdo con la exigencia que San Pablo hizo a Tito y a Timoteo en sus cartas de que no consgrasen como obispos, episcopoi, más que a varones casados, con familias respetables, hospitalarias, no dados al vino pues 'quién no es capaz de mantener el orden en su casa cómo lo va a mantener en la iglesia?'
Después hay un documentos que confirman que 'la Iglesia de Roma estaba compuesta por diversas comunidades autónomas que se reunían en sus casas para celebrar sus cultos y que eran dirigidas por ancianos'. Hasta el siglo II no aparece subrayada la figura del papa, ni casi la del obispo, sino la de estos presbìteros/obispos.
Parecerá una tontería pero va a tener consecuencias históricas tan importantes que permiten poner en duda el fundamento divino de esa evolución sino que fueron las circunstancias históricas las que casi la determinaron aprovechando la codicia de algunos sujetos y el ansia de poder tan ajeno al menzaje de Jesús 'El que de entre vosotros pretenda ser el primero, pongase el último etc' Y en muchos lugares más sobre todo en su ejemplo personal. ESto hay que tenerlo claro para comprender algunos intentos de reforma condenados como herejías porque molestaban al poder pontificio... y la apertura a la posibilidad real de volver a la sencillez y frescura de los primeros tiempos.
Hasta Víctor I (189-198) hay doce 'papas' que casi no han dejado huella. Este fue el primer obispo latino y el primero auténticamente monárquico de Roma. Excomulgó a quienes se oponian a sus decisiones, concentró el poder en sus manos y llama la atención su pretensión de imponer a todas las Iglesias, las de Oriente incluidas, la tradición romana. Esto habría de llevar a cismas, excomuniones, guerras, cruzadas, expolios y persecuciones sin fin, como veremos. Pero a nadie se le ocurría mencionar primacía alguna sobre los obispos de Antioquía, Bizancio o Alejandría.
Despué viene Ceferino (198-217) que ya se encontró con serios problemas. Ente otros los de quienes sostenían que Jesús era simplemente un hombre adoptado por Dios en el momento del bautismo y elevado después a la condición divina. Todavía no existía un canon de libros inspirados, es decir el Nuevo Testamento que manejamos se componìa de muchos libros más que han sido rechazados como apócrifos siglos más tarde pero sin los cuales no podríamos entender muchas tradiciones, dogmas, disciplinas,leyes y devociones que inspiraron el arte y sobre todo la pintura y la literatura... y que tan poco tenían que ver con el mensaje de Jesús. La misma Roma los separó del canon cuando no pudieron soportar más las tremendas contradicciones en sus planteamientos.
Calixto I (217-222) ya comienza la historia macabra pues fue linchado en el Transtévere por una multitud enfurecida. Había sido esclavo pero su amo lo liberó y lo puso al frente de una banca en la que fracasó rotundamente.
Pero la historia le debe el haber aceptado que la Iglesia no estaba formada sólo por elegidos que jamás pecaban sino porque facilitó la reintegración en la misma de los pecadores arrepentidos... porque comprobaron que de lo contrario sólo se quedaban unos cuantos, quizás los más hipócritas.
De Urbano I (222-230) no se sabe nada. Su sucesor Ponciano (230-235) murió mártir en Cerdeña condenado a trabajos forzados en las minas. Es interesnte porque antes de partir al exilio renunció voluntariamente a su puesto. 'Pocos papas en la historia han renunciado a su puesto, y éste fue el primero de ellos' Lo señalamos por lo mucho que se ha especulado con este tema durante las graves enfermedades de Pio XII o el peligro de su secuestro por los nazis, y después por Juan Pablo II ya patéticamente incapacitado para desempeñar su labor que aprovechó la Curia para hacer y deshacer a su antojo sin haber sido elegida para semejante responsabilidad. Sobre este tema volveremos pues ha afectado a paginas sangrientas en la historia de la Iglesia, desde la Edad media a Napoleón con el fuerte y desventurado Pio VII.
Después viene una serie de obispos de Roma sin especial interés (Antero, Fabiano,Cornelio, Lucio I, Esteban I)
De estos último es interesante Esteba I pues fue el primero que pretendió afirmar su mando por encima del de los demás obispos y sobre todo, porque pretendió que recibía su poder del mismo Pedro... y no de la comunidad que lo elegía. Siempre tuvieron miedo a este tema porque en los Concilios de Constanza y Basilea volverán a la teoría siempre amenazante de que 'quien puede elegir también puede deponer' si el elegido no se ajusta a las normas. Tema apasionante y que presidirá el debate de las instituciones políticas seculares de la Edad Media.
Bueno, la pretensión de Esteban resultó tan escandalosa, 'una locura inaceptable' pero que prevaleció y se mantuvo a lo largo de los siglos con las conscuencias que todo sconocemos, y que iremos viendo. Así pasamos por una serie de obispos de Roma hasta Melquiades (311-314) bajo cuyo reinado, ya reinado, tuvo lugar la promulgación del Edicto de Milán en 313 por Constantino en que se proclamaba la libertad de conciencia para todos los ciudadanos y que tan tremendas consecuencias habría de tener para la Iglesia al intepretar sus represententantes que Constantino había reconocido al Cristianismo como religión oficial del Imperio. Nada más falso. Allí dice: 'Hemos decidido otorgar a los cristianos y a todos los demás ciudadanos la libertad de elegir la religión de su gusto'
En mi modesta opinión y en la de no pocos analistas a lo largo de los siglos, ahí comenzó la grandeza político-económica y social del Cristianismo como poder y del papado como autoridad que se iría transformando en un Emperador todopoderoso hasta el límite, con Inocencio III, de pretender que todos los demás poderes de la tierra estaban bajo su autoridad. La célebre frase de su coronación fue así: ¡Acepta la tiara y sé consciente de que eres el padre de los principes y de los reyes, el gobernante del mundo, el vicario de Jesucristo a quien se debe honor y gloria por la eternidad' (1198)
Quedamos en el 313, fecha trágica y de enormes consecuencias en la Historia del papado.
Nesemu

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