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J. C. García Fajardo

Nesemu: Se vota en donde se pagan los impuestos

Prefiero escribir antes de que las sacas con los votos de los nietos e hijos de emigrantes que se fueron hace más de 50 años inclinen la balanza de las elecciones en Galicia. Gane quién gane, una de las primeras anomalías que tiene que abordar el Parlamento gallego es eso de que las elecciones en Galicia la puedan decidir los votos de ciudadanos con doble nacionalidad pero que viven y pagan sus impuestos en otros países.
Si todos los gallegos que vivimos en otras autonomías, países y continentes pudiéramos votar en las convocatorias gallegas, además de en nuestros lugares de residencia y en donde, repito, pagamos nuestros impuestos y asumimos nuestras obligaciones cívicas, sería una barbaridad que sacaría de su tumba al ateniense Pericles, quien más claro habló y actuó sobre la democracia como forma de vida, antes que como forma de gobierno.
Imagínense a todos los emigrantes italianos, irlandeses, ingleses, polacos, portugueses y todos los demás que han constituído EEUU votando en dos lugares distintos. Es de Aurora Boreal. Es absurdo. Si los gallegos que vivimos en otras autonomías de España no podemos votar más que en dónde estamos censados ¿por qué ese absurdo seudoderecho reconocido a los emigrantes gallegos en América Latina? Es una auténtica cacicada fomentada por una mente imperialera (après la lettre)
No se había discutido mucho porque todos callaban, pero ahora que pueden decidir la composición del Gobierno de Galicia unos votos de gentes que hace décadas que han emigrado, sus hijos y nietos que ni conocen la realidad gallega ni se sienten gallegos más que para aprovechar algún beneficio en caso de crisis, es un absurdo tan ridículo que no se comprende cómo ha podido prosperar.
Esta es la idea. A vosotros, bloggers, toca poner la guarnición.
Nesemu

7 comentarios

Nesemu para Sergei -

Los vascos en el exilio al que han tenido que acudir para evitar la muerte, el secuestro yla tortura no se pueden considerar emigrantes como al parecer, los nietos de emigrantes que se fueron hace medio siglo. Para todas esas personas que han tenido que huir de sus países contra su voluntad debería garantizarse el ejercicio del voto en sus lugares de origen porque sólo su cuerpo está lejos de su tierra: su corazón, sus amigos y sus seres más queridos siguen allí adonde ellos anhelan regresar tan pronto como puedan ejercer en libertad y seguridad sus derechos constitucionales. POr desgracia esto no ocurre en aquellos países en los que dominan los secuaces políticos que les han arrancado su vida política y social.

Scicker -

Pues tampoco me parece bien que estas personas que en muchos casos no conocen a los candidatos puedan decidir el futuro de Galicia.
El resultado afecta los que residen allí, por tanto, quienes deban votar han de ser ellos mismos.

Larry -

¿Y hasta cuándo van a mantener esas prerrogativas los emigrantes gallegos? La mitad de los emigrantes que tienen derecho a voto son gallegos de nacimiento pero la otra mitad son gallegos de segunda y tercera generación. Sería el momento de revisar quienes son los ‘gallegos’ que van a decidir el futuro de esta región.

Audrey -

Cada persona pertenece a us tierra apesar de estar a miles de kilómetros. Yo tengo familia en Francia y ellos no han querido acerse franceses después de 60 años de exilio. Ellos siguen siendo españoles no residentes con derecho a voto. Lo que hay que cuestionarse es si el sistema es el correcto.

Carlos Miguélez -

¿Y si se trata de otro país? Por ejemplo, a mí me encantaría que México aspirara a un mejor futuro y me gustaría votar por el candidato de centro-izquierda en 2006. ¿Tengo derecho a alterar el futuro de mi país con un voto? No es una pregunta retórica. Lo que usted a escrito, profesor, me ha dado qué pensar.

Sergei -

Yo creo que es un asunto que depende del lugar en que suceda. Por ejemplo, en el caso gallego, nos parece llamativo y exagerado.

Pero pongamos el caso vasco y los muchos exiliados del País Vasco tras ser amenazados por ETA. Esa es la verdadera diáspora vasca.

Reconocer, limitar o ampliar este tipo de derechos puede ser un arma de doble filo bastante peligrosa. Pero, en general, estoy de acuerdo con que quienes tienen doble nacionalidad deberían votar allá donde pagan sus impuestos. Es lo justo, es decir, lo mejor para el bien común.

Jorge P. -

Pienso lo mismo. Es desconcertante pensar que una persona que ya no vive en un lugar decida sobre su futuro. Para ello hay que superar las nacionalidades. No es suficiente que el DNI te acredite como natural de tal cual país. Se debe vivir y conocer. ¿Desde cuándo votar fue sólo depositar una papeleta?