Nesemu: No ha sido un No a Europa sino a un proyecto mejorable
Adjunto el Editorial de El País porque resume bastante bien la situación creadad por el portazo de los franceses a este proyecto de Constitución para la UE. Excepto los ultranacionalistas de Le Pen, el resto no están en contra de la UE. Yo era partidario del si porque pensé que era preferible un documento que recogiese el avnace hacia una verdadera integración que andar dando tumbos nacionalistas. Nunca he sidopartidario de la integración ni de Turquía ni de una serie de estados del Este y aún del Mediterráneo como Chipre y Malta. También me molestaba la pretensión de que no pudiera modificarse esa constitución en décadas y sobre todo echaba de menos la falta de sensibilidad social y el excesos de pensamiento único.
Ahora que ha sucedido lo de Francia y aunque me parezcan inviables los maridajes entre extrema izquierda, trostquismo, maoismo, comuniusmo y el ultra Le Pen... ¿que quereís que os diga? Me parece muy bueno este aldabonazo a la carrera en que se habían embarcado. Que espabilen y busquen alternativas. Para empezar, hasta otoño de 2006 tiene que definirse todos los países miembros. Que se mojen. No es la primera vez que se echa para atrás un proyecto importante (cfr pag 6 Una Historia de sustos de El País de hoy)
Saldremos adelante y ya veréis como se encuentran soluciones más justas y adecuadas porque, de lo contrario, el escenario mundial quedará cojo y abocado al fracaso. EEUU necesita de la UE ante el crecimiento y protagonismo de China e India.
Pero sobre todo, permanezcamos alertas porque esto se va a mover.
Nesemu
//Después del no
Francia ha rechazado la Constitución europea. Con el escrutinio prácticamente cerrado, los votos contrarios al tratado eran el 54,86%. Uno de los países fundadores y con mayor impronta en la historia de la UE ha decidido echar el freno a lo que hasta ahora ha sido un éxito sin precedentes en la historia de las relaciones internacionales y en la construcción de un continente próspero y en paz. El debate sobre la Constitución ha sido probablemente de una intensidad insólita en la propia historia francesa, y no digamos ya del conjunto de Europa, y tiene el indiscutible aspecto positivo de haber implicado a millones de ciudadanos en la discusión sobre el futuro de la Unión.
La participación ha superado todas las previsiones. Hay que remontarse para hallar un nivel similar al referéndum de 1969 sobre la regionalización, que arrojó también un resultado negativo y fue interpretado por el general De Gaulle como una desautorización personal, algo que quiere evitar ahora Chirac. A falta de una dimisión presidencial, el propio Chirac ya anunció anoche una remodelación del Gobierno, que deberá gestionar la nueva situación tras la desautorización que ha sufrido el presidente.
El voto negativo, principalmente polarizado en los extremos, ha federado el descontento político que suscita el propio presidente Chirac, la debilidad del Gobierno de Jean-Pierre Raffarin, la insatisfacción por la ampliación de la UE a 25 miembros, la perspectiva de entrada de Turquía o los temores a la pérdida de las protecciones sociales de un Estado de bienestar necesitado de profundas reformas. Son muchas las circunstancias de política interior que explican este rechazo rotundo de los franceses a la Constitución, pero el resultado es que la Unión Europea se halla a partir de hoy sin rumbo. Aunque la presidencia semestral luxemburguesa insista en seguir el calendario de ratificación, está claro que sin Francia no se puede seguir, y tampoco cabe pensar que se maquille la Constitución para que Francia vuelva a votar de nuevo.
La crisis que se abre hoy en Francia, y también dentro de sus dos principales formaciones políticas, es asimismo una crisis europea. Ahora es responsabilidad de los dirigentes de los Veinticinco evitar que este enorme tropiezo se convierta en un parón de funestas consecuencias, en un momento internacional en el que el protagonismo europeo es más necesario que nunca.
Ahora que ha sucedido lo de Francia y aunque me parezcan inviables los maridajes entre extrema izquierda, trostquismo, maoismo, comuniusmo y el ultra Le Pen... ¿que quereís que os diga? Me parece muy bueno este aldabonazo a la carrera en que se habían embarcado. Que espabilen y busquen alternativas. Para empezar, hasta otoño de 2006 tiene que definirse todos los países miembros. Que se mojen. No es la primera vez que se echa para atrás un proyecto importante (cfr pag 6 Una Historia de sustos de El País de hoy)
Saldremos adelante y ya veréis como se encuentran soluciones más justas y adecuadas porque, de lo contrario, el escenario mundial quedará cojo y abocado al fracaso. EEUU necesita de la UE ante el crecimiento y protagonismo de China e India.
Pero sobre todo, permanezcamos alertas porque esto se va a mover.
Nesemu
//Después del no
Francia ha rechazado la Constitución europea. Con el escrutinio prácticamente cerrado, los votos contrarios al tratado eran el 54,86%. Uno de los países fundadores y con mayor impronta en la historia de la UE ha decidido echar el freno a lo que hasta ahora ha sido un éxito sin precedentes en la historia de las relaciones internacionales y en la construcción de un continente próspero y en paz. El debate sobre la Constitución ha sido probablemente de una intensidad insólita en la propia historia francesa, y no digamos ya del conjunto de Europa, y tiene el indiscutible aspecto positivo de haber implicado a millones de ciudadanos en la discusión sobre el futuro de la Unión.
La participación ha superado todas las previsiones. Hay que remontarse para hallar un nivel similar al referéndum de 1969 sobre la regionalización, que arrojó también un resultado negativo y fue interpretado por el general De Gaulle como una desautorización personal, algo que quiere evitar ahora Chirac. A falta de una dimisión presidencial, el propio Chirac ya anunció anoche una remodelación del Gobierno, que deberá gestionar la nueva situación tras la desautorización que ha sufrido el presidente.
El voto negativo, principalmente polarizado en los extremos, ha federado el descontento político que suscita el propio presidente Chirac, la debilidad del Gobierno de Jean-Pierre Raffarin, la insatisfacción por la ampliación de la UE a 25 miembros, la perspectiva de entrada de Turquía o los temores a la pérdida de las protecciones sociales de un Estado de bienestar necesitado de profundas reformas. Son muchas las circunstancias de política interior que explican este rechazo rotundo de los franceses a la Constitución, pero el resultado es que la Unión Europea se halla a partir de hoy sin rumbo. Aunque la presidencia semestral luxemburguesa insista en seguir el calendario de ratificación, está claro que sin Francia no se puede seguir, y tampoco cabe pensar que se maquille la Constitución para que Francia vuelva a votar de nuevo.
La crisis que se abre hoy en Francia, y también dentro de sus dos principales formaciones políticas, es asimismo una crisis europea. Ahora es responsabilidad de los dirigentes de los Veinticinco evitar que este enorme tropiezo se convierta en un parón de funestas consecuencias, en un momento internacional en el que el protagonismo europeo es más necesario que nunca.
20 comentarios
Carlos Miguélez -
Iván -
Un poco de realismo no vendría mal.
Carlos Mateos Gil -
Se me caía el alma a los pies cuando, con motivo del referéndum en España Los del Río (los que cantaban la Macarena) decían en televisión "Nosotros votamos sí porque es lo que dicen los que mandan". Sobran las palabras.
David (Asturiano) -
Sergei para Nesemu -
En Francia hay mayor conciencia social, más trabajo a pie de calle, con oragnizaciones como Attac, otras de izquierda extrema y de derecha extrema.
¿A quién beneficia? Depende. Yo creo que aún no ha acabado nada, que ahora a Europa le toca reaccionar. No voy a hacer política-ficción, pero estoy de acuerdo en que no hay que mirar a Estados Unidos, porque Francia no era su baza; su dardo está en Turquía, Polonia y otros países ex-comunistas.
Miremos a China, a sus boyantes relaciones con sudamericanos y árabes, y al zar Putín como referente presidencialista.
marina -
Anónimo -
Audrey -
Nesemu para Sergio -
Estamos ante un debate impresionante que nos puede abrir los ojos en muchos frentes. Pero ¿A quién beneficia esta debacle?
¿Es de recibo la salida de Rajoy acusando al presidente del Gobierno de haberse puesto al lado de los perdedores? ¿Quién ha ganado? ¿Bush? Frío, frío. Yo extendería la mirada más hacia el Este. No se podía seguir humillando a la segunda potencia atómica del mundo, Rusia, impunemente. China se frota las manos y se dispone a atacar en el campo económico aún sin estar preparada del todo en la OMC. Sigamos este apasionante debate. Nos va mucho en ello. India calla, todavía.
Nesemu
Merche -
Pero, como Sergei, yo también pienso que entonces qué votamos los españoles... en fin...
Veremos en qué queda este "no", si de verdad nos ayuda a reflexionar y dar un nuevo sentido a Europa. Si somos capaces de dar un nuevo sentido a este mundo loco.
Sergei -
No lo digo por nadie en particular. Pero, coño, escaneando Internet (medios, blogs, foros) y calle, se nota, se siente, el no está presente.
¿Cuánto tuvo que ver la asquerosamente partidista campaña mediática por el 'sí'?
Scicker -
Ahora sólo falta que se den por enterados.
Luis fdez -
Rôvënty -
Una Europa mejor, más social, que sea el equilibrio del mundo es posible. Pero somos unos ingenuos si creemos que por la senda que vamos será así. El "no" de Francia quiere significar que son europeístas pero que quieren otro tratado. No es así por desgracia. No en este momento y con la dirección que sigue el mundo.
Pondre un ejemplo: La Guerra Civil española la perdió la democracia porque el mundo no llevaba esa dirección, todo lo contrario(en fín no soy muy bueno con los ejemplos).
Me siento indignado. No por el "no", sino por el rumbo que ha tomado el mundo.
Leo -
Pablinator -
No apoyé la constitución, y ahora no voy a ser quien la defienda, pero me produce cierto temor oir los bramidos de Le Pen, corriendo en pos de los restos del tratado. Aunque, por supuesto, hay que distinguir entre Le Pen y los ciudadanos franceses, que se sienten europeos pero que piensan que "otra Europa es posible".
Carlos Miguélez -
Jose -
Todos sus ciudadanos eran conscientes de lo que votarían, porque han sido bien informados por el Estado y sabían los efectos que provoca afirmar un tratado con inconvenientes para ellos.
Por ello, han optado por un NO a la Unión y que provocará efectos secundarios en el resto de países que faltan por aprobarla.
Sergei -
Se trata de un marco, no de una ley punto a punto. Para aprobar tratados hay otros caminos, igual de válidos y factibles.
Por supuesto, me encantaría que se aprobase en referéndum, pero a circunscripción única, en toda Europa, con un par de narices. Sería el método más rápido y válido para avanzar en la unión política.
¿De qué tienen miedo?
Sofía -
Esto es lo que ha ocurrido con el no francés, ha servido de freno a la excesiva velocidad que estaba cogiendo la UE en los últimos tiempos, desde que pasó a tener 25 miembros.
No hace falta una UE amplia, sino fuerte y se comprueba que con tantos estados miembros la unidad es más difícil ya que la diversidad de criterios siempre existirá. Annque todos nos consideremos europeos en cada país priman sus propios intereses.