Blogia
J. C. García Fajardo

Nesemu: Resistencia ante el tirano

Nacho de la Fuente, en su interesante blog La huella digital, nos alerta sobre la amenaza inmensa que pesa sobre el mundo por causa de la pretensión del Gobierno de Bush de perforar pozos en Alaska. Deberíamos de organizar movidas, pintadas en las Universidades y en otros muchos centros sociales, y hasta en el Metro y otros espacios de paso, para alertar a los ciudadanos sobre la responsabilidad que todos tenemos de proteger el medio ambiente. En este tema pienso que cabe aplicar el Deber de Resistencia ante los tiranos. Ese Deber que se convierte en Derecho cuando padecen los débiles, y actualmente las costas, los montes, los hielos, los ríos y los mares se presentan inermes ante la voracidad de los nuevos tiranos. Si quieren abrimos un debate aplicando la doctrina común establecida desde Cicerón y Séneca hasta los grandes maestros del Derecho Internacional, incluido Mariana. El tiranicidio no sólo puede ser lícito sino necesario. Como los tiranos de hoy no son reyes ni señores feudales al uso, es lícito extrapolar el concepto hacia los grandes poderes, siniestros e inhumanos que destrozan el mundo. Si asusta esta propuesta, que se piense en las muertes que ocasionan la contaminación producida por las industrias del petróleo, de la química, de los metales, de la construcciòn con sus cementeras y, por supuesto, de ese poder oscuro de la farmacocracia responsable de las enfermedades y muertes de etiología yatrogénica. (enfermedades causadas por medicamentos, hospitales y personal sanitario)
Nesemu

//Petróleo en las venas
El presidente norteamericano George W. Bush insistió ayer en llevar a cabo la perf0oración de pozos de petróleo en las reservas naturales de Alaska. El mandatario que ignora el Protocolo de Kioto considera que expoliar este paraíso ecológico apenas tendría impacto medioambiental. La superficie de terreno interesante para el imperio USA asciende a 700.000 hectáreas, un 27% del total de la reserva, en las que están localizadas numerosas bolsas de petróleo pequeñas. Esto obligaría a construir una gran red de carreteras y numerosas infraestructuras. Por ello, la totalidad de la reserva natural se vería afectada y el desastre ecológico sería incalculable.

Tenemos un mal ejemplo: En 1989 el petrolero Exxon Valdez derramó 40.000 toneladas de crudo sobre las costas de Alaska y las consecuencias de esa catástrofe permanecen todavía hoy. Pero a Bush poco le importan estas menudencias. Por sus venas parece que fluye petróleo en lugar de sangre. Un tipo sin escrúpulos y con ideas geniales. De puñetazo en la mesa. La penúltima de ellas : la invasión de Irak y todos sus pozos petrolíferos.

7 comentarios

David -

No puedo entender al hombre. ¿Por qué siempre unos han de basar su felicidad en la explotación despiadada del mundo y de los otros? ¿Por qué NO podemos vivir en paz con nostros mismos y con nuestro medio ambiente? Resulta frustrante pensar que la injusticia es vista por muchos como condición humana.

Laura -

EL mundo es de todos, y entreo todos deberíamos cuidarlo. Esto resulta una utopía, ¿por qué? Por el simple hecho de que cada uno en su casa (país) hace lo que quiere. ¿Cómo podemos los demás intervenir en las casas de otros? ¿Con movilizaciones, potestas? Ya sabemos que con eso no hacemos nada y sino sólo hay que acordarse de el No a la guerra.
Bush, ese tejano despiadado, no ha permitido ni permitirá que nadie le diga lo que tiene o no tiene que hacer. No se le ha podido parar los pies nunca. Mientras permanezca en el poder asistiremos horrorizados a las diversas acciones que acometa. Siempre es de temer.
Es una pena, pero hay que ser realistas, el mundo se acerca cada vez más a su destrucción. Hay que pararlo, pero cómo.

Atento -

Y si no es en el propio país, ¿dónde están las grandes organizaciones que puedan frenar esto? Porque tanto me afecta a mí lo que suceda en EE.UU como enfrente de mi casa. Y encima, las Reservas Naturales de Alaska cada día están más cerca de donde vivo, ya que los transportes son más rápidos y la capacidad de destrucción mayor. Me sorprende la dificultad de las democracias para enfrentarse a los tiranos. De momento, es difícil que uno se haga con el poder por la fuerza. Pero, ¿y el que se hace tirano mientras gobierna tras el sí de las urnas?

Saludos

Cristóbal -

Lo que ahora nos encontramos son tiranos blandos y correosos. Tiranos de medio pelo, ni largo ni corto ni rizado ni lacio. De medio pelo. ¿Y cómo se enfrenta uno a eso? ¿Cómo confronta uno la ambigüedad y la mediocridad y el low profile de gente sin corazón y sin chicha ni limoná, pero con mucha mala baba? No quiero exagerar, pero qué pereza dan estos tiranos de Occidente. Puño de caca en guante de seda.
En fin, que tiene razón, profe, que hay que quemar la bandera del tirano y darle con el asta en la cabeza para que vea tanta desolación, incluida la suya, la del tirano solo y abandonado a su suerte destructiva.

mundo menguante -

Me sorprende cada vez más la capacidad que tenemos para destruir lo que nos rodea. ¿Quién no ha visto fotografías de sus lugares de origen y las ha comparado con la actualidad?, ¿queda algo?. Cada vez que vuelvo a casa me sorprendo porque siempre hay algo nuevo que hace unos meses no estaba, "aprovechan" el poco espacio verde que queda para campos de golf, viviendas de lujo, grandes centros comerciales. ¿Por qué no aprendemos de una vez que estamos acabando con nuestro futuro?

Anónimo -

El problema es que antes no se sabía que los exclavos eran algo más que herramientas vivientes, tampoco conocían que las agresiones al medio ambiente, repercutían en los hombres, además ignoraban que el tirano no tenía procedencia divina. Ahora si lo sabemos, es preciso ¿preguntarse a donde nos llevan?
El hombre libre es dueño de su destino, pero no somos libres porque no hay justicia.

Carlos Miguélez -

Muchos dicen que el mundo es así y que siempre ha sido así. Y aunque siempre ha habido tiranos, guerras e injusticias, el caos y la prepotencia de ahora nos pueden llevar a una catástrofe mundial.
Proteger el medio ambiente es una de las más urgentes tareas de nuestros tiempos. De ello depende la vida de nuestros hijos y de nuestros nietos.