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J. C. García Fajardo

¿Subir o bajar impuestos?

Siempre ne ha parecido interesante la opinión de Luis solana, por equilibrada y bien documentada. El tema de los impuestos nos afecta a todos, de una u otra forma. De ahí la importancia de permanecer informados y atentos para que la ideología no manipule la economía, sin que esta se mueva por la falacia de que "cuanto más, mejor", porque esto es inhumano y monstruoso. JC)

 

La intervención del presidente Rodriguez Zapatero aporta un dato más para este debate que tenemos desde hace años sobre los impuestos. Hubo un tiempo (crecía la economía) en el que se podía decir que bajar los impuestos también es socialista. Hemos vivido otros minutos (la economía no va bien) donde se ha dicho que subir los impuestos a los ricos es progresista. Es curioso que cueste mucho entender que los impuestos no son una ideología, son un instrumento. Un instrumento de una ideología -puede ser- pero al final un instrumento. Lo fundamental es saber en qué ideología te sitúas; luego vendrá el cómo utilizas los impuestos en favor de tu ideología.
Una persona conservadora-liberal cree que los particulares hacen más rentables todos los recursos que genera la sociedad. Al extremo, un conservador-liberal, cree que si no hubiera impuestos seríamos globalmente más ricos. Y la caridad se ocuparía de los derrotados en esa contienda económica.

Una persona socialista-progresista cree que el Estado es importante en la distribución de los recursos que genera la sociedad y que el éxito económico debe contribuir a la subsistencia de los derrotados mediante los impuestos. Al extremo, un socialista-progresista, cree que los impuestos permiten que la riqueza de los triunfadores se reparta entre los menos favorecidos. Y que nunca un derrotado tenga que acudir a la caridad, sino a la sociedad.

El presidente Rodriguez Zapatero ha propuesto una idea que no está nada mal: los impuestos suben o bajan según convenga a la sociedad.

Se acabó el dogmatismo de cualquier color. Si el PP gobierna, puede hacer suya esta doctrina. Si el PSOE continúa en el poder ya no tendrá que ideologizar los impuestos. Unos y otros están ante un instrumento cuya graduación depende de la ideología (algo) y de la coyuntura económica (mucho).

Naturalmente que entre la política impositiva del PP y la del PSOE seguirá habiendo distancia; pero será una distancia propia de la ideología no de la economía.

Cuando alguien del PSOE anunció que iban a subirse los impuestos a los ricos, me llamaron varios empresarios a preguntarme si el PSOE había enloquecido: más impuestos con la que está cayendo significa menos consumo y más paro. Bien es verdad que no contabilizaron que parte de esos impuestos irían a las empresas que construyen y a los desempleados que consumen. Pero es igual.

Ahora ,Rodriguez Zapatero, relativiza la cuestión impositiva: hoy tenemos mucha gente que puede quedarse desamparada y los socialistas creen que los que más tienen está obligados a ayudarles. No a esperar que se hagan empresarios triunfadores, no, ahora.

Pero avisa Zapatero que esos impuestos no van a ser permanentes: no hay deseo de que los ricos sufran o que los triunfadores sean derrotados por el Estado, no, lo que se quiere es que hoy ayuden a la supervivencia de algunos. Mañana ya seguirán su marcha y con sus triunfos seguro que seguirán creando empleo y riqueza.

Me repiten algunos economistas que, sin la acumulación primitiva de los triunfadores, no se podrá crear empleo. De acuerdo, pero que esos economistas me expliquen cómo los triunfadores van a impedir que haya dramas sociales imparables hasta que ellos empiecen a crear empleo.

La solución Zapatero es inteligente: hoy los que pueden ayudan a los que no pueden y mañana los que pueden podrán poder más; hoy los parados reciben subsidios, mañana los parados tendrán empleo y podrán estar entre los que pueden.

Luis Solana 

 

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