Los gobernantes polacos continúan su revancha y asedio a los Derechos Humanos
No puede haber excepciones en la defensa de los Derechos Humanos Fundamentales
La excepción moral de los Kaczynski. Varsovia quiere excluir de la justicia europea a los polacos que "atenten" contra la familia
Cristina Galindo en un buen reportaje fechado en Varsovia alerta sobre el peligro que se cierne sobre los ciudadanos si no se pone coto al fanatismo, ignorancia y regresión propia de la caverna que hoy gobierna Polonia. Así comenzaron los totalitarismos de toda laya. Mientras tanto, su Jerarquía calla. Cuando quieran protestar lees sucederá como en el poema de Brecht "cuando vinieron a por mi, ya no había nadie para protestar". Si es preciso aplicar sanciones o poner en cuarentena a Polonia, que se haga hasta que sus ciudadanos recuperen la palabra y la auténtica libertad democráticas.Por otra parte, su encono contra los alemanes va in crecendo y corre el peligro de reventar reacciones viscerales. Ya está bien de victimismo. La historia sigue. Correremos el peligro de convertirnos en estatuas de sal hasta que se derrame de nuevo la sangre de los inocentes. Nesemu
El conservador Gobierno polaco, comandado por los gemelos Lech y Jaroslaw Kaczynski (presidente y primer ministro), pretende que sus 38 millones de ciudadanos no tengan los mismos derechos que el resto de los europeos. Varsovia ha incluido en el borrador del futuro tratado de la UE una cláusula de moralidad que, en la práctica, impedirá a los polacos protestar ante el Tribunal europeo de Luxemburgo cuando se les acuse en Polonia de violar la moral pública y la integridad física y familiar. Todo apunta a que su objetivo es doble: conseguir que salgan adelante sin ningún tipo de impedimento los planes de Varsovia para prohibir en las escuelas "la propaganda homosexual" (como ellos la llaman) y restringir más el aborto.
"¡Toda Europa se ríe de nosotros!"
Polonia cambiará de nombre Auschwitz para que quede claro que fue dirigido por alemanes
Los Kaczynski no están dispuestos a que la entrada del país en la UE les impida llevar a cabo su campaña de limpieza de la moralidad pública polaca. Para ello, la semana pasada consiguieron introducir una excepción en la Carta de Derechos Fundamentales del último borrador del tratado europeo que sólo sirve para Polonia, y que deja fuera de la protección de esta Carta cualquier ley que elabore Varsovia y que esté relacionada con la familia, la moral pública y la integridad física.
La cláusula lo deja claro: "La Carta [de Derechos Fundamentales] no afecta en modo alguno al derecho de los Estados miembros [sólo Polonia] a legislar en el ámbito de la moral pública, el derecho de familia, así como la protección de la dignidad humana y el respeto a la integridad física y moral humana".
El ultranacionalista ministro polaco de Educación, Roman Giertych (conocido por su radicalismo católico y su homofobia), podría llevar a cabo sin problemas su plan -calificado de discriminatorio por Bruselas- de prohibir a los profesores que hablen de homosexualidad o muestren abiertamente su homosexualidad en las clases. A modo de ejemplo, si un maestro llegara a ser despedido por mostrar en clase que es gay, no podría recurrir ante el Tribunal de Luxemburgo.
"Se trata de una muy mala noticia", explica Tomazs Szypula, de la Campaña contra la Homofobia. "Significa que los polacos tenemos unos derechos diferentes del resto de países y que, si este artículo entra en vigor, no se reconozcan los pocos derechos que habíamos conseguido", se lamente Szypula.
Otra aplicación lógica de esta cláusula de defensa de la integridad física podría ser el aborto. En Polonia interrumpir el embarazo está permitido en caso de violación, malformación congénita o riesgo para la vida de la madre. Y se aplica con dureza, como se pudo ver en el caso de Alicja Tísica, que solicitó el aborto ante la posibilidad de que su tercer embarazo le agudizara la miopía que padecía, se lo negaron y se quedó ciega. En abril pasado, la Corte Europea de Derechos Humanos condenó a Polonia por ello. En Varsovia, ni se inmutaron.
Los gemelos llevan tiempo intentando por las buenas, y sin éxito, convencer al resto de socios de la Unión de las bondades de su cruzada contra los homosexuales y el aborto. La semana pasada intentaron imponer sin éxito esta cláusula a toda la Unión.
Mientras tanto, Naciones Unidas ha aceptado la propuesta de Polonia de renombrar el campo de concentración de Auschwitz para que quede claro que fue dirigido por alemanes y no por polacos (como si muchos de estos no hubieran colaborado muy activamente en el furor antisemita). Auschwitz y el campo vecino de Birkenau se llamarán a partir de ahora Campo de Concentración y Exterminio Nazi Alemán de Auschwitz-Birkenau". Quien siembra vientos, recogerá tempestades. Lo malo es que al final, una vez más, el pueblo pagará los abusos y locuras de sus gobernantes
La excepción moral de los Kaczynski. Varsovia quiere excluir de la justicia europea a los polacos que "atenten" contra la familia
Cristina Galindo en un buen reportaje fechado en Varsovia alerta sobre el peligro que se cierne sobre los ciudadanos si no se pone coto al fanatismo, ignorancia y regresión propia de la caverna que hoy gobierna Polonia. Así comenzaron los totalitarismos de toda laya. Mientras tanto, su Jerarquía calla. Cuando quieran protestar lees sucederá como en el poema de Brecht "cuando vinieron a por mi, ya no había nadie para protestar". Si es preciso aplicar sanciones o poner en cuarentena a Polonia, que se haga hasta que sus ciudadanos recuperen la palabra y la auténtica libertad democráticas.Por otra parte, su encono contra los alemanes va in crecendo y corre el peligro de reventar reacciones viscerales. Ya está bien de victimismo. La historia sigue. Correremos el peligro de convertirnos en estatuas de sal hasta que se derrame de nuevo la sangre de los inocentes. Nesemu
El conservador Gobierno polaco, comandado por los gemelos Lech y Jaroslaw Kaczynski (presidente y primer ministro), pretende que sus 38 millones de ciudadanos no tengan los mismos derechos que el resto de los europeos. Varsovia ha incluido en el borrador del futuro tratado de la UE una cláusula de moralidad que, en la práctica, impedirá a los polacos protestar ante el Tribunal europeo de Luxemburgo cuando se les acuse en Polonia de violar la moral pública y la integridad física y familiar. Todo apunta a que su objetivo es doble: conseguir que salgan adelante sin ningún tipo de impedimento los planes de Varsovia para prohibir en las escuelas "la propaganda homosexual" (como ellos la llaman) y restringir más el aborto.
"¡Toda Europa se ríe de nosotros!"
Polonia cambiará de nombre Auschwitz para que quede claro que fue dirigido por alemanes
Los Kaczynski no están dispuestos a que la entrada del país en la UE les impida llevar a cabo su campaña de limpieza de la moralidad pública polaca. Para ello, la semana pasada consiguieron introducir una excepción en la Carta de Derechos Fundamentales del último borrador del tratado europeo que sólo sirve para Polonia, y que deja fuera de la protección de esta Carta cualquier ley que elabore Varsovia y que esté relacionada con la familia, la moral pública y la integridad física.
La cláusula lo deja claro: "La Carta [de Derechos Fundamentales] no afecta en modo alguno al derecho de los Estados miembros [sólo Polonia] a legislar en el ámbito de la moral pública, el derecho de familia, así como la protección de la dignidad humana y el respeto a la integridad física y moral humana".
El ultranacionalista ministro polaco de Educación, Roman Giertych (conocido por su radicalismo católico y su homofobia), podría llevar a cabo sin problemas su plan -calificado de discriminatorio por Bruselas- de prohibir a los profesores que hablen de homosexualidad o muestren abiertamente su homosexualidad en las clases. A modo de ejemplo, si un maestro llegara a ser despedido por mostrar en clase que es gay, no podría recurrir ante el Tribunal de Luxemburgo.
"Se trata de una muy mala noticia", explica Tomazs Szypula, de la Campaña contra la Homofobia. "Significa que los polacos tenemos unos derechos diferentes del resto de países y que, si este artículo entra en vigor, no se reconozcan los pocos derechos que habíamos conseguido", se lamente Szypula.
Otra aplicación lógica de esta cláusula de defensa de la integridad física podría ser el aborto. En Polonia interrumpir el embarazo está permitido en caso de violación, malformación congénita o riesgo para la vida de la madre. Y se aplica con dureza, como se pudo ver en el caso de Alicja Tísica, que solicitó el aborto ante la posibilidad de que su tercer embarazo le agudizara la miopía que padecía, se lo negaron y se quedó ciega. En abril pasado, la Corte Europea de Derechos Humanos condenó a Polonia por ello. En Varsovia, ni se inmutaron.
Los gemelos llevan tiempo intentando por las buenas, y sin éxito, convencer al resto de socios de la Unión de las bondades de su cruzada contra los homosexuales y el aborto. La semana pasada intentaron imponer sin éxito esta cláusula a toda la Unión.
Mientras tanto, Naciones Unidas ha aceptado la propuesta de Polonia de renombrar el campo de concentración de Auschwitz para que quede claro que fue dirigido por alemanes y no por polacos (como si muchos de estos no hubieran colaborado muy activamente en el furor antisemita). Auschwitz y el campo vecino de Birkenau se llamarán a partir de ahora Campo de Concentración y Exterminio Nazi Alemán de Auschwitz-Birkenau". Quien siembra vientos, recogerá tempestades. Lo malo es que al final, una vez más, el pueblo pagará los abusos y locuras de sus gobernantes
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Javi -
Esmeralda -
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