¿Quién pone los blancos?
Miguel Angel Aguilar es un gran analista político que , en El País, hoy se pregunta sobre el tema de los Tomahawk, que ayer comentábamos en este blog. No importa ser insistentes en algo de tanta monta. El tema no nació con el Gob¡erno actual sino que viene preparado desde mucho antes. Ahora los EEUU quieren agilizarlo...¿Quién dice que no hay Imperio sino sólo imperialismo? En Defensa, en Seguridad, en nuevas tecnologías, en Internet etc, como en tantas otras cosas, seguimos dependiendo del poder que gobierne en EEUU. Por eso, en sus próximas elecciones, no sólo deberían votar los chicanos, portoriqueños y los 20 millones de inmigrantes sin papeles ni derechos sociales reconocidos... sino unos cuatro o cinco mil millones de seres humanos que somos directamente afectados por las políticas de Washington al servicio de los grandes intereses que dominan (no gobiernan) el mundo. Directamente, sí, porque todas las guerras de EEUU las ha librado fuera de sus fronteras y su pretendida red de defensa antimisiles la coloca en otros países, que son los que recibirían los primeros pepinazos en caso de conflicto. Pero no dejen de leer la noticia sobre el descontrol (?) de la natalidad en China que pronto tendrá una cuarta parte de la población de la Humanidad, pero algo más envejecida que la de India que tendrá también una enorme población. Atiendan al desbarajuste en el Pakistán del general golpista "amigo de EEUU" que preteden ser releegido saltándose la Constotución. Pakistán también tiene bombas atómicas montadas en misiles: como India, como China, como Israel, como Rusia, como Francia, como Gran Bretaña y sobre todo como EEUU. Pero no duden que el casi centenar de "pequeñas" bombas atómicas "extraviadas" en la disolución de la URSS en 1991 no estén en manos incontroladas. Algunas podrían facturarse en un avión comercial porque no pesan más de 30 kg. Podría ser llevada en un taxi al corazón de Manhatan, o a los sitios que se atrevan a imaginar. No es por asustar pero la realidad es más escalofriante que nuestra fantasía. Nesemu
Llevamos años preparando la visita de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, tantas veces aplazada, que se anuncia de nuevo para el día 1 de junio. Todo debe estar a punto. Por eso, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, ha suscrito el pasado 24 de abril un acuerdo con Estados Unidos según el cual se fijan las normas reguladoras sobre la actuación de los servicios de inteligencia militares -de la Navy y de la Fuerza Aérea- de ese país en territorio español.
La Armada inicia este verano la compra de sus primeros 24 misiles Tomahawk por 72 millones de euros. El fabricante es la estadounidense Raytheon por intermedio de la Navy. Así que por vez primera la Armada dispondrá de un misil capaz de alcanzar un objetivo situado a 1.600 kilómetros de distancia con un margen de error de diez metros. Los misiles estarán operativos en 2012 a bordo de fragatas y de submarinos. La compra ha sido laboriosa, habida cuenta de que los primeros contactos con la Navy datan de 2002 y que el Pentágono sólo dio luz verde en junio de 2005. Son detalles muy interesantes que valdría la pena haber debatido en el seno de la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados. Convendría saber cuáles son esos objetivos militares a batir a 1.600 kilómetros de distancia; sobre qué bases se han descartado otras opciones de misiles europeos como el Scalp, versión naval del Storm Shadow de MBDA que se encuentra en fase de desarrollo; cuántos Tomahawk se adquirirán en total para dotar de 12 unidades a cada una de las fragatas y de las que precise cada submarino.
Pero lo más asombroso queda para el final. Sucede que los misiles se adquieren sin asegurarnos la capacidad de usarlos autónomamente. Es decir, que podemos dispararlos sólo a los blancos que nos señalen los norteamericanos. Entonces, ¿si son los americanos los que ponen los blancos, a qué quedaría reducida nuestra disuasión? A la nada, porque el enemigo se entendería directamente con Washington, sin tenernos en cuenta. Algo parecido sobre la falta de autonomía para el empleo sucedió cuando la compra de los F-18 y antes en 1957, cuando la guerra de Ifni, pudimos comprobar también cómo Washington vetó el uso de los aviones Sabre procedentes de la ayuda americana, de modo que hubimos de recurrir a la reliquia de los Junker, supervivientes de la Guerra Civil, para garantizarnos la superioridad aérea sobre los camellos.
Pasan las décadas, se suceden Gobiernos de distinto signo político y seguimos sin espabilar. ¿O es que la visita de Condoleezza bien vale la primera partida de misiles Tomahawk?
Llevamos años preparando la visita de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, tantas veces aplazada, que se anuncia de nuevo para el día 1 de junio. Todo debe estar a punto. Por eso, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, ha suscrito el pasado 24 de abril un acuerdo con Estados Unidos según el cual se fijan las normas reguladoras sobre la actuación de los servicios de inteligencia militares -de la Navy y de la Fuerza Aérea- de ese país en territorio español.
La Armada inicia este verano la compra de sus primeros 24 misiles Tomahawk por 72 millones de euros. El fabricante es la estadounidense Raytheon por intermedio de la Navy. Así que por vez primera la Armada dispondrá de un misil capaz de alcanzar un objetivo situado a 1.600 kilómetros de distancia con un margen de error de diez metros. Los misiles estarán operativos en 2012 a bordo de fragatas y de submarinos. La compra ha sido laboriosa, habida cuenta de que los primeros contactos con la Navy datan de 2002 y que el Pentágono sólo dio luz verde en junio de 2005. Son detalles muy interesantes que valdría la pena haber debatido en el seno de la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados. Convendría saber cuáles son esos objetivos militares a batir a 1.600 kilómetros de distancia; sobre qué bases se han descartado otras opciones de misiles europeos como el Scalp, versión naval del Storm Shadow de MBDA que se encuentra en fase de desarrollo; cuántos Tomahawk se adquirirán en total para dotar de 12 unidades a cada una de las fragatas y de las que precise cada submarino.
Pero lo más asombroso queda para el final. Sucede que los misiles se adquieren sin asegurarnos la capacidad de usarlos autónomamente. Es decir, que podemos dispararlos sólo a los blancos que nos señalen los norteamericanos. Entonces, ¿si son los americanos los que ponen los blancos, a qué quedaría reducida nuestra disuasión? A la nada, porque el enemigo se entendería directamente con Washington, sin tenernos en cuenta. Algo parecido sobre la falta de autonomía para el empleo sucedió cuando la compra de los F-18 y antes en 1957, cuando la guerra de Ifni, pudimos comprobar también cómo Washington vetó el uso de los aviones Sabre procedentes de la ayuda americana, de modo que hubimos de recurrir a la reliquia de los Junker, supervivientes de la Guerra Civil, para garantizarnos la superioridad aérea sobre los camellos.
Pasan las décadas, se suceden Gobiernos de distinto signo político y seguimos sin espabilar. ¿O es que la visita de Condoleezza bien vale la primera partida de misiles Tomahawk?
11 comentarios
sheila -
sylvia -
Las guerras son generadas sin otra intención que la de generar empleo y aumentar sus riquezas con cada pepino-hawk que se destruye. Las empresas armamentística proporcionan a EEUU riquezas sin igual; si ellos se quieren lucrar de tal guiso, por favor por lo menos no seamos nosotros quienes les ayudemos a engrandecer su poder con respecto a las demás naciones y espero que no se vuelvan a repetir actos comos los del pasado y entremos en guerra inexplicablemente.
Un profesor de Filosofía me hizo una reflexión sobre la guerra del Vietnam, y si tenéis la oportunidad de fijaros veréis como en las películas sobre dicha guerra todos los destinados a fajarse en combate eran de raza negra, sudamericana, enfermos mentales..., es decir, la baja sociedad según los denominaban, y no fue ni un solo ciudadano acomodado de raza blanca residente de EEUU, con el único fin de gastar armamento, generar empleo y riquezas, y deshacerse de personas humanas que no interesaban lo mas mínimo. Con esto quiero dejar entre ver la cobardía de dicha nación.
Me preocupa seriamente que en los contratos de compra de dicho material inservible exista alguna obligación de utilizarlos a favor de posibles conflictos de guerras generados por EEUU, aunque creo que el consentimiento tácito es evidente si son ellos quienes nos adjudican los blancos, porque éstos serán siempre de interés estadounidense. y lo que me impacta del todo es el hecho de que se gasten todos nuestros impuestos sin antes informar al pueblo de dicha compra. Me siento marioneta de la corrupción establecida por la política.
¿ Pagamos impuestos para gastárnoslos en dichas tonterías?
Y ya es de risa que compres unos misiles inservibles sin tener un blanco y mucho menos sin tener la potestad y la libertad de utilizarlos a tu antojo, porque ha quien se los vas a disparar, como diría Eva Hache: ¿se los vamos a lanzar a Francia cuando nos gane la final del mundial de fútbol?. Imagínense que me pudiera comprar un yate, y me dicen las amigas: -¡ viajemos de fiesta a una isla virgen¡ -y mi respuesta después de dejarme mi muchísimo dinero fuera:- no, es que no puedo sacarlo del Lago del Retiro- me da la risa vamos.
Finalmente vuelve a quedar claro la incompetencia del pasado gobierno una vez más, y se me plantea una duda existencial: ¿Cuál será la finalidad de dichos petardos para el gobierno actual? Deseo y espero que la respuesta sea rápida y llena de sensibilidad y cordura.
María Vindel -
Alberto Luque -
Rocío Romero Molina -
Por otro lado vemos : terrorismo , bombas atómicas, guerras...Todo es generado a cargo de las mismas manos, todos los problemas tienen una misma raíz. Ellos tienen el poder y harán con nosotros lo que quieran , no podemos permitirlo.
Todos los seres humanos debemos luchar por lo que es justo, nuestra libertad y porque nuestra voz y nuestra opinión cuenten.
Rocío Romero Molina.
Alicia Martín -
Jorge Inarejos -
gelys martinez mendez -
gelys martinez mendez -
Dos Santos -
El colmo ya no es solo que tengan las armas sino que tengan el poder de decidir quien las usa, cómo y contra quien como nos paso a nosotros años atrás.
Tienen el poder y el resto, en parte, estamos atados de pies y manos.
Sara Martín -