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J. C. García Fajardo

Merkel, la única mujer entre los Veintisiete, estrena su liderazgo en una Europa en crisis

La canciller alemana se perfila como la nueva impulsora del proyecto europeo tras años de ausencia de nuevas figuras
Interesante semblanza de Angela Merkel, por A.Missé.
"He crecido al este de esta ciudad, en la República Democrática Alemana. Cuando se adoptó el Tratado de Roma, tenía tres años. Tenía siete cuando se construyó el muro, que dividió también a mi familia. Yo no pensé jamás que tendría la ocasión de ir libremente al Oeste antes de mi jubilación. Mis caminos terminaban a pocos metros de aquí. Sin embargo, el muro ha caído. Entonces comprendí que nada permanece siempre igual. Ésta es la gran esperanza para todos los que no se quieren acomodar a las injusticias de nuestro mundo". Con estas palabras dirigidas a los líderes europeos, Angela Merkel (Hamburgo, 1954) resumía ayer tanto su experiencia vital como su compromiso para seguir en la brecha.
La canciller alemana ha introducido un estilo sencillo y un lenguaje más comprensible para los ciudadanos que están afirmando su liderazgo en la escena europea. Está más interesada por los contenidos que por el envoltorio, alejada de la retórica y la ampulosidad de las formas comunitarias, lo que facilita el entendimiento y la utilidad del proyecto europeo.
Con la despedida del presidente francés, Jacques Chirac, que ayer asistió a su última cumbre, y el próximo relevo en junio del primer ministro británico, Tony Blair, Merkel se perfila cada vez más como la nueva líder del proyecto europeo. Un liderazgo todavía difuso por la propia crisis institucional que padece Europa. Pero es precisamente su tesón empleado en sacar a la Unión de la crisis lo que la está empujando a jugar un papel más preeminente.
Hija de un pastor luterano y de profundas convicciones cristianas, Merkel ha sido la primera mujer que ocupaba la cancillería de su país. Desde 2005, dirige la gran coalición formada por su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), su partido hermano la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) y los socialdemócratas del SPD. Su poder en la arena internacional será mucho más visible el próximo junio, cuando presida en Heiligendamm la reunión del G 8, el club que agrupa a los países más industrializados del mundo.
Las posibilidades de consolidar su liderazgo y dar un nuevo impulso a Europa dependen en buena medida del resultado de las elecciones francesas del próximo 22 de abril, es decir, de las posibilidades de que Berlín encuentre el interlocutor adecuado en París.
La historia de la UE se ha construido siempre por la presencia de grandes personalidades políticas que han sido capaces de establecer una dialéctica constructiva para asegurar la paz. Apenas un año después de finalizar la II Guerra Mundial, el líder británico Winston Churchill llamó a la reconstrucción de la familia europea, para lo que consideró urgente que Francia y Alemania se reconciliasen. Las primeras tareas las desarrollaron el entonces ministro de Exteriores francés Robert Schuman y el líder alemán Konrad Adenauer. El resultado tangible fue el Tratado de Roma, del que ayer se cumplieron 50 años. Al proyecto se unieron también Italia, Holanda, Luxemburgo y Bélgica, que contó con la contribución de Paul Henri Spaak, otra de las personalidades que propiciaron la construcción europea. El Tratado de Roma significó el triunfo de las tesis funcionalistas de Jean Monnet. Ante la imposibilidad de la unión política, se optó por construir la casa europea poco a poco, a través de pequeños acuerdos económicos.
Después vinieron los años grises, donde los nacionalismos volvieron a dominar. Primero con el veto del general Charles de Gaulle en 1963 y 1967 al ingreso que venía solicitando el Reino Unido desde 1961. Después por las exigencias de Margaret Thatcher, al exigir una compensación, el llamado cheque británico, por lo que consideraba una excesiva contribución del Reino Unido.
La UE no volvió a volar alto hasta la llegada de Jacques Delors, que estuvo al frente de la Comisión Europea durante una década (1985-1995). Pero también en esta época de avance fue determinante el liderazgo de fuertes personalidades, especialmente el canciller alemán Helmut Kohl, el presidente francés François Mitterrand y el presidente del Gobierno español Felipe González.
El impulso de esta década permitió crear el euro, ampliar el espacio Schengen y consolidar el mercado interior. Pero en 2003, la falta de espíritu común volvió a imponerse y Europa volvió a dividirse ante la guerra de Irak. El Reino Unido de Blair, la Italia de Silvio de Berlusconi, la España de José María Aznar y el Portugal de José Manuel Durão Barroso apoyaron la guerra de EE UU contra Irak, cuyos resultados desastrosos son bien conocidos y provocaron una profunda división de Europa. La crisis se agudizó dos años después por el rechazo de Francia y Holanda al Tratado Constitucional en 2005. Desde entonces, la UE ha funcionado por inercia pero sin proyecto.
Merkel ha asumido el reto de reemprender la construcción de la casa. La Declaración de Berlín aprobada ayer es sólo un pequeño paso. También parece seguir el método funcionalista. Pero la fijación de un horizonte en 2009 para cerrar la crisis institucional es una clara ambición que ya de por sí supone una dosis de liderazgo.

 

9 comentarios

jose navareño garrido -

Creo que puede resultar un paso importante para la restauracion de la union en europa las aportacion de Merkel,puesto que da un punto de vista nuevo a la alianza de europa, que simpre ha estado en manos de los mismos gobernantes de siempre y nos han llevado a donde estamos ahora....
Tiene ilusion, esperanza y ganas de un nuevo proyecto comun...Que es lo que hacia falta.

jose navareño garrido -

Creo que puede resultar un paso importante para la restauracion de la union en europa las aportacion de Merkel,puesto que da un punto de vista nuevo a la alianza de europa, que simpre ha estado en manos de los mismos gobernantes de siempre y nos han llevado a donde estmao ahora....
Tiene ilusion, esperanza y ganas de un nuevo proyecto comun...Que es lo que hacia falta.

alejandro estrada -

Está muy bien que sea una mujer la que impulse nuevos proyectos para la unión europea, son muy pocas las mujeres que están en los gobiernos europeos,y a pesar de ser pocas tienen buenas iniciativas,para que luego sigan con la discriminación de las mujeres...

Alberto Luque -

También sería necesario demostrarles a los británicos que no son Dios y que no vivimos porque ellos nos lo permiten. A ver si se implican ya, haría falta un gobierno liberal en la isla y así nos librabamos de los populares británicos que son los laboristas y de los sarkozystas con Cameron a la cabeza.

Emma Bernardo -

La Unión Europea siempre tuvo altibajos dependiendo de los líderes políticos de los distintos países. Su intento de formar una unión política se vio diezmada por los intereses de EE.UU que no ve con buenos ojos una Europa fuerte y con una política exterior común.
Una de sus estrategias es el intento de boicotear esa unión, ya que siempre encuentra líderes políticos que hacen seguidismo de su política como Reino Unido, ahora la República Checa y Polonia. Para evitar esto, es necesario eliminar el derecho a veto.

Alicia Martín -

Esta señora me da muy buena espina, pues tiene proyectos realmente buenos para la Unión. El "parón" que hubo por la guerra de Irak fue tan solo culpa de algunos países que quisieron seguirle el juego a Estados Unidos y por ellos sufrimos todos.

Alicia Martín -

Esta señora me da muy buena espina, pues tiene proyectos realmente buenos para la Unión. El "parón" que hubo por la guerra de Irak fue tan solo culpa de algunos países que quiesieron seguirle el juego a Estados Unidos y por ellos sufrimos todos.

Cristina Montañés -

Hasta ahora ningún presidente de turno había intentado hacer algo por la Unión Europea. Parece que esta vez la canciller quiere hacer algo de provecho. MIentras la Unión se vea como un pacto entre políticos nunca será del todo eficaz. Ojalá sepa acercarla a los ciudadanos.

Santiago C. -

Mi perspectiva va cambiando, y creo que a mejor, con respecto a la idea de una Unión Europea en todos los aspectos. Será por mis circunstancias personales o por un mayor interés en las cuestiones internacionales, pero creo necesario un empujón en la idea de "una" Europa.
La guerra de Irak, y sobretodo, la lucha de cada uno de los países por defender sus intereses sin pensar en el resto, creo que nos ha llevado a este parón.
Con respecto al "liderazgo" de Angela Merkel, me parece una persona bastante correcta y que tiene las ideas muy claras. Apoyemosla. Eso si, lo único que me da un poco de miedo, es el excesivo poder que pueda tener, o en realidad, el que pueda creer que tiene. Soy de los que opina que el poder corrompe, y por desgracia pocos son los que saben desaparecer o echarse a un lado cuando ha llegado su momento.
El tiempo nos dira.