En el Mestizaje está la esperanza de la concordia entre los pueblos
No a la multicultaralidad que produce exclusión y guetos. Sí a la acogida, a la integración con el mutuo respeto y un mismo proyecto de futuro. España se hace mestiza. Los niños nacidos con al menos un progenitor extranjero son ya el 17,6% a nivel nacional (y más del 20% en seis comunidades: Baleares, Cataluña, La Rioja, Madrid, Murcia y Valencia). Entre los países de la OCDE, España ha pasado en cinco años del puesto 21 al 11 en porcentaje de extranjeros respecto a la población total (8,5%). Han aportado savia nueva al viejo tronco: aquí viven y trabajan, consumen, pagan cotizaciones e impuestos, dinamizan la sociedad. Un cálculo reciente atribuía a la inmigración el 50% del aumento del PIB en el último lustro. Además, se casan y tienen hijos. La natalidad española remonta sobre todo gracias a este grupo. Hace una década los demógrafos auguraron que a mediados del siglo XXI España tendría unos 30 millones de habitantes; ahora calculan que serán 53 millones.
Las mujeres que han llegado de fuera tienen más hijos (1,73 de promedio) que las españolas (1,28), pero quizá no por mucho tiempo: su tasa de fecundidad baja en cuanto se someten a nuestro modelo económico: trabajo, alojamiento, créditos. Las dificultades para conciliar trabajo y familia y la escasez de servicios de atención infantil asequibles pasan factura. Y en conjunto el promedio de hijos por mujer es de 1,34, muy lejos todavía del nivel mínimo de reemplazon generacional: 2,1.
La nueva situación obliga a reforzar los mecanismos de integración de estos nuevos españoles. La escuela y los servicios públicos tienen un papel central para ello, pero para que lo alcancen se requieren medios adecuados y un aumento de los recursos proporcional al menos al de la población. Discutamos también sobre esto y no sólo sobre los efectos de la inmigración ilegal, una pequeña parte de la que llega a nuestro suelo. En esto sí que todos somos corresponsables solidarios y podemos ayudar a una integración en libertad, en demoracia y en el disfrute y garantía de los derechos humanos y sociales.
22 comentarios
Nydia Lorente -
Carpintero -
Emma Bernardo -
Démonos cuenta, que la inmigración no es un problema sino una solución.
María Diez -
xulico para leache -
leache para xulico -
Con respecto a lo de valorar más lo de fuera que lo de aqui, no se que inconveniente tienes, acaso los de aqui siempre tiene que ser lo mejor???
xulico -
Sergio Martín -
Paola Hexel -
Me ha venido a la cabeza la idea de que para que los extranjeros se integren, necesiten llevar símbolos para no sufrir desprecio y porque sino, saben, que van a ser discriminados. Me ha parecido curioso en un primer momento. Pero si lo piensas hemos sido nosotros los causantes de llegar a este punto. Todos alguna vez hemos actuado así, nos hemos quejado de los extranjeros, de los inmigrantes, de las personas que vienen a trabajar a España. Quién no se ha metido en algún momento con los inmigrantes por no atenerse a las costumbres españolas. Yo también lo he hecho, pero pensando tranquila y detenidamente: es verdad que hay (grandes) diferencias entre nosotros, diferentes culturas, costumbres, hasta el habla es distinta entre españoles y sudamericanos. Y es normal que haya rifirrafes, pero no hay que llegar al punto de ser intolerantes. El hecho de haber pensado en este tema cuando he visto las gorras, hace que esté patente este problema, ya que he creído que es por integrarse y no simplemente porque al señor le gustara el Real Madrid y el niño llevara una gorra del lugar donde vive, sin más.
No hay que olvidar que muchos trabajos, que descartamos, lo hacen ellos, gran parte de los inmigrantes. Como es el trabajo de barrendero, obrero, vendedor ambulante, etc. Es imposible que las personas que vivan en Madrid no vean a más de un barrendero en un mismo día que no sea sudamericano o rumano. ¿Qué pasa, qué estos trabajos son denigrantes para que los hagan los españoles, o son muy duros? Lo que piensan muchos es: se los dejamos a ellos, total, quieren trabajar en este país, pues que trabajen de lo que sea y sino que se vayan. Hay otro sector que piensa también que nos quitan el puesto, porque cobran menos al no tener papeles, por tanto no son legales, y el dueño se evita los pagos al estado. Por lo que muchos empresarios prefieren a inmigrantes.
Lo primero, si esto sucede es por culpa de los que dan el empleo, ya que no regularizan al personal inflingiendo una ley. Y segundo, hay muchas veces que ellos no cobran y han trabajado para nada; es un riesgo para ellos y no únicamente una bendición.
Me temo que va a pasar mucho tiempo. Si es que llega el día, en el que este problema se disuelva. Nosotros somos un país democrático muy joven y estamos empezando a vivir la inmigración. Países como Francia llevan ya con este hecho más tiempo, y todo sigue siendo igual, sigue existiendo esta problemática. El futuro se nos presenta, más que incierto, muy claro.
Sylvia -
jose navareño Garrido -
alejandro estrada -
Cristina de la Llana -
Rôvënty -
Teresa Montesinos -
La llegada de inmigrantes ha ayudado sin ninguna duda al desarrollo económico del país, no solamente causan problemas o conflictos como cree una gran parte de la sociedad. Es una pena que se generalice tanto hoy en día, si un imnigrante mata a alguien o algo por el estilo ya los metemos a todos en el mismo saco. Un poco más de cabeza por favor...
David Gamella Pérez -
leache -
La gente no se da cuenta que los inmigrantes son necesarios para la natalidad. Además están trayendo los buenos modales a España de nuevo, siempre hablan con buenos modos y con una amabilidad que muchos quisieran en este país.
María Vindel -
España, es uno de los paises que más inmigrantes recibe al año. Se establecen en España, buscan un trabajo, contribuyen a la economía española, y además, nos enseñan otras formas de concebir la vida, nos demuestran su fortaleza y sus ganas de superarse para conseguir su sueño: llevar una vida mejor y digna.
Belén -
Leticia -
Jorge Inarejos -
Debemos olvidar el nacionalismo estremista, para así acoger a otras culturas diferentes que pueden aportarnos grandes conocimientos.
NaDiA -
Todo parece indicar que el racismo en pleno siglo XXI sigue vigente y todo porque le seguimos teniendo miedo a la diversidad