No nos "acongojonemos" con los augurios y malos presagios de las Casandras. También hau buenas noticias. Los terroristas no son "rebeldes" alzados contra una tiranía. Existe un Estado de Derecho y unos instrumentos democráticos. No es un tema de injusticia sino de atentado a la legitimidad democrática. No podemos bajar la guardia ni dejar de utilizar todos los medios legales y la colaboración internacional más amplia.
Buenas noticias
En el mercado de trabajo se manifiesta de forma elocuente la tan favorable fase de expansión que desde hace 10 años experimenta la economía española. Creación de empleo a ritmos desconocidos, muy superiores a los del resto de Europa, y constante reducción de la tasa de paro, hasta situarse también por debajo del promedio europeo, eran señales desconocidas. En el balance positivo de 2006 hay que incorporar el poco frecuente aumento de la estabilidad y la reducción en los niveles de temporalidad del empleo creado. El descenso del desempleo ha sido en el conjunto del pasado año de 80.064 personas. En diciembre, un mes que tradicionalmente registra aumentos en el desempleo (un año atrás creció en 7.357 personas), el paro registrado cayó en 291 personas respecto a noviembre. Con todo, es importante no olvidar de dónde venimos y, en todo caso, que todavía existen en nuestro país más de dos millones de personas desempleadas, de las que más de 1,2 millones son mujeres.
Es difícil precisar si la tendencia a la reducción de la temporalidad es el resultado de las medidas introducidas por el Gobierno el pasado julio o, simplemente, una señal más de ese tibio inicio en el cambio de patrón de crecimiento de la economía, con un mayor protagonismo de sectores con menor precariedad del factor trabajo. Sea como fuere, es una manifestación de confianza en el futuro de las empresas y una vía de fortalecimiento de la estabilidad económica de las familias afectadas, que favorecerá al conjunto de la economía.
Ese buen comportamiento del mercado de trabajo tiene su lógico reflejo en la salud financiera de la Seguridad Social. Son 18.915.407 los afiliados con que se ha cerrado 2006, un aumento del 3,28% sobre el año anterior y el mejor registro de los últimos seis años. La continuidad de estas buenas cifras en los próximos años y, en general, el muy aceptable crecimiento de la economía española pueden tener en la recuperación de las principales economías de la eurozona un importante impulsor, en la medida en que contribuya a que nuestro sector exterior deje de ser ese gran desagüe por el que se escapa una parte importante del crecimiento del PIB, a través de uno de los mayores déficit comerciales y por cuenta corriente del mundo. La prudencia y el sentido estratégico habrían aconsejado hace años aprovechar la bonanza financiera que nos trajo el euro para cubrir las necesidades de capital humano y tecnológico que exhibe la economía española y denuncian sus cuentas exteriores. A tiempo estamos.
En el mercado de trabajo se manifiesta de forma elocuente la tan favorable fase de expansión que desde hace 10 años experimenta la economía española. Creación de empleo a ritmos desconocidos, muy superiores a los del resto de Europa, y constante reducción de la tasa de paro, hasta situarse también por debajo del promedio europeo, eran señales desconocidas. En el balance positivo de 2006 hay que incorporar el poco frecuente aumento de la estabilidad y la reducción en los niveles de temporalidad del empleo creado. El descenso del desempleo ha sido en el conjunto del pasado año de 80.064 personas. En diciembre, un mes que tradicionalmente registra aumentos en el desempleo (un año atrás creció en 7.357 personas), el paro registrado cayó en 291 personas respecto a noviembre. Con todo, es importante no olvidar de dónde venimos y, en todo caso, que todavía existen en nuestro país más de dos millones de personas desempleadas, de las que más de 1,2 millones son mujeres.
Es difícil precisar si la tendencia a la reducción de la temporalidad es el resultado de las medidas introducidas por el Gobierno el pasado julio o, simplemente, una señal más de ese tibio inicio en el cambio de patrón de crecimiento de la economía, con un mayor protagonismo de sectores con menor precariedad del factor trabajo. Sea como fuere, es una manifestación de confianza en el futuro de las empresas y una vía de fortalecimiento de la estabilidad económica de las familias afectadas, que favorecerá al conjunto de la economía.
Ese buen comportamiento del mercado de trabajo tiene su lógico reflejo en la salud financiera de la Seguridad Social. Son 18.915.407 los afiliados con que se ha cerrado 2006, un aumento del 3,28% sobre el año anterior y el mejor registro de los últimos seis años. La continuidad de estas buenas cifras en los próximos años y, en general, el muy aceptable crecimiento de la economía española pueden tener en la recuperación de las principales economías de la eurozona un importante impulsor, en la medida en que contribuya a que nuestro sector exterior deje de ser ese gran desagüe por el que se escapa una parte importante del crecimiento del PIB, a través de uno de los mayores déficit comerciales y por cuenta corriente del mundo. La prudencia y el sentido estratégico habrían aconsejado hace años aprovechar la bonanza financiera que nos trajo el euro para cubrir las necesidades de capital humano y tecnológico que exhibe la economía española y denuncian sus cuentas exteriores. A tiempo estamos.
13 comentarios
Susana Morales -
jose navreño garrido -
s, debemos siguir intentandu luchar por el desarrollo, asi como por la igualdad entre hombre y mujeres, por una lucha para tener las mismas posibilidades asi como para abanzar y progesar intentando hacer el maximo posible para reducir la tasa de personas en paro
Irene Zugasti -
Hay que celebrar también el descenso en el paro, pero sobre todo buscar y exigir que muchos de esos nuevos contratos no sean un sinónimo de abuso y explotación, o desaparezcan. Ojalá que estre progreso siga hacia delante, pero tanto en "cantidad" como en "calidad".
Pablo J -
No nos vale la disminución del paro si la compensan con contratos basura, precariedad laboral, desigualdad en el trabajo (sexo, edad...), escasas remuneraciones... Aún con todo, aplaudo este progreso económico y laboral en España, pero me refiero a que se debe conseguir la estabilidad e igualdad humana en el plano laboral.
Patricia Perez Camara -
Lo que mas me preocupa es el tema de la construcción ¿que va pasar cuñado esto explote? ¿Donde van a ir todos los trabajadores?
Montoya -
Noelia (Roja) -
Elia Pesquera -
además, me parece aluncinante que nos preocupemos de nuestra estabilidad cuando estamos cargandonos el mundo, de que servira el dinero cuando no quede aire para respirar???
Cristina Olivas -
Teresa Montesinos -
Sara Ayllón -
Hay cierto temor a la iniciativa empresarial, pero creo, que hoy en día el Estado ofrece muchas ayudas que no se deben desperdiciar.
Aunque el gobierno debería poner alguna medida más efectiva para evitar tanto contrato basura, sobretodo para los jóvenes.
Emma Bernardo -
Sólo me queda decir que en España hace falta una mayor competitividad en las empresas: se trabaja muchas horas y la producción no es competitiva; quizá por falta de tecnología punta y por la excesiva temporalidad.
noemi -