¿Quién ha arrojado armas de destrucción masiva? ¿Cómo quedará Irak cuando concluya esta locura?
REPORTAJE Los horrores de la guerra :La herida abierta de Vietnam, por José Reinoso
A lo largo de 10 años, entre 1961 y 1971, el Ejército de EE UU arrojó alrededor de 80 millones de litros de herbicidas sobre las junglas y plantaciones de Vietnam. Entre ellos, el más empleado debido a su terrible efectividad fue el conocido como agente naranja. Un total de 24.000 kilómetros cuadrados fueron rociados con el veneno, lo que dejó una cicatriz que aún se puede ver en los cuerpos de muchos vietnamitas.
El agente naranja, un herbicida utilizado ampliamente por EE UU durante el conflicto, con el doble propósito de eliminar la vegetación para dejar al descubierto al enemigo y destruir las cosechas, ha arruinado las vidas de centenares de miles de vietnamitas a causa de la dioxina que contenía el herbicida.
Este compuesto químico extremadamente tóxico ha sido culpado de la alta incidencia de enfermedades de la piel, malformaciones genéticas, cáncer, discapacidades mentales y otros problemas que sufren la población de algunas zonas de Vietnam y veteranos del conflicto de EE UU, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y sus familias.
"Tras finalizar la guerra en 1975, mi esposa tuvo nuestro primer bebé. Pero lo que nació no era un ser humano. En tres ocasiones, dio a luz seres que eran monstruos, y que murieron inmediatamente. Poco después, nació una niña que parecía normal. En 1982 tuvimos un niño, y en 1985, otro. Pero según se hacían mayores comenzaron a sentir dolores en los huesos. Los médicos diagnosticaron a la chica cáncer y, cuando tenía 15 años, le tuvieron que amputar una pierna", dice. Lo mismo le ocurrió al menor, mientras el segundo apenas puede caminar y tiene que utilizar muletas.
Miles de niños del campo a cuyas madres no ha podido serles detactadas las malformaciones en un hospital, cuatro décadas después de que el Ejército de EE UU rociara Vietnam con el defoliante, siguen naciendo con daños en el cerebro, caderas incompletas y otras deformidades. Pero Washington insiste en que no hay pruebas científicas suficientes que demuestren que las dioxinas son la causa.
Según la Academia Nacional de Ciencias de EE UU, hasta 4,8 millones de personas pudieron resultar expuestas al herbicida. "Médicos vietnamitas han concluido que la dioxina es la causante de diferentes enfermedades, y produce cambios en los genes y los cromosomas de la gente expuesta, sus hijos y sus nietos. Estimamos que hay al menos un millón de víctimas", afirma el doctor Le Ke Son, responsable del Gobierno de Vietnam para los temas relacionados con el agente naranja.
Un total de 15 productos químicos fueron ensayados o utilizados. Los principales fueron los "herbicidas del arco iris", llamados así por el color de las marcas de identificación en los barriles. Entre ellos, el agente naranja fue el más empleado debido a su efectividad para convertir los bosques en mares de esqueletos de troncos y ramas. Era pulverizado desde aviones, helicópteros, camiones y lanchas, pero también a mano en los alrededores de las propias bases aéreas. Sólo en Vietnam fueron rociados 24.000 kilómetros cuadrados con químicos, pero también en Laos y en Camoya. Cuando el líquido llovía del cielo, los soldados y la población utilizaban trapos impregnados con orina para protegerse la boca y la nariz.
Tres zonas del país son consideradas aún hoy altamente contaminadas: los alrededores de las antiguas bases aéreas de Da Nang, Phu Cat y Bien Hoa, en cuyas instalaciones eran almacenados los químicos. Los terrenos y estanques colindantes tienen un alto contenido de dioxina. Un estudio realizado en Bien Hoa con la colaboración de científicos canadienses ha detectado en el suelo niveles varios centenares de veces superiores a los aceptables en otros países.
Miles de niños con problemas han nacido de padres que no se vieron expuestos al herbicida durante la guerra, pero que pueden haber consumido alimentos contaminados. Aunque las autoridades advierten a quienes viven cerca de estas zonas que no beban el agua, coman el pescado o cultiven frutas o vegetales, alguna gente sigue sin estar al tanto del peligro.
Los niños abandonados acaban en los llamados Poblados de la Paz, que son financiados por el Gobierno y países como Alemania y Canadá. Existen 11, que acogen a unos 1.000 chicos, pero tratan a muchos más. En ellos reciben educación, cuidados médicos y rehabilitación. Pero, según asegura Nguyen Thi Thanh Phuong, directora del centro de Hanoi, establecido en 1998 en un antiguo cuartel de paredes desconchadas, carecen de fondos suficientes.
"Cuando las mujeres vienen a dar a luz, les hacemos ultrasonidos, pero esto no es posible en los pueblos. Y para la gente es inasequible hacerse una prueba de ADN antes de tener un niño, ya que cuesta 2.000 dólares".
La guerra finalizó el 30 de abril de 1975. Hanoi y Washington restablecieron relaciones diplomáticas en 1995, y están intentando cimentar sus relaciones, gracias a la intensificación de los intercambios económicos. Bush acaba de visitar Hanoi porque quiere evitar que Vietnam caiga bajo la órbita económica de China.
Estados Unidos ha descartado compensar a las víctimas vietnamitas, aunque se ha mostrado dispuesto a proporcionar asistencia técnica y fondos para limpiar las zonas contaminadas. La organización de veteranos de guerra estadounidenses proporciona expertos, y la Fundación Ford ha financiado estudios medioambientales y sanitarios.
Los afectados exigen a Washington que reconozca su responsabilidad y una compensación clara. En 1984, los veteranos estadounidenses lograron 180 millones de dólares de las compañías fabricantes del agente naranja, como Monsanto y Dow Chemical. Antiguos soldados de Australia, Canadá y Nueva Zelanda llegaron a un acuerdo extrajudicial ese mismo año. Y en enero pasado, el Tribunal de Apelaciones de Corea del Sur ordenó a Monsanto y Dow pagar 62 millones de dólares a 6.800 veteranos del país.
En 2004, la asociación de víctimas vietnamitas presentó una demanda contra los fabricantes en un tribunal de Nueva York, pero fue rechazada. El Gobierno estadounidense no está incluido en la demanda ya que esgrime inmunidad soberana. En septiembre de 2005, la asociación apeló. La decisión judicial está pendiente.
A lo largo de 10 años, entre 1961 y 1971, el Ejército de EE UU arrojó alrededor de 80 millones de litros de herbicidas sobre las junglas y plantaciones de Vietnam. Entre ellos, el más empleado debido a su terrible efectividad fue el conocido como agente naranja. Un total de 24.000 kilómetros cuadrados fueron rociados con el veneno, lo que dejó una cicatriz que aún se puede ver en los cuerpos de muchos vietnamitas.
El agente naranja, un herbicida utilizado ampliamente por EE UU durante el conflicto, con el doble propósito de eliminar la vegetación para dejar al descubierto al enemigo y destruir las cosechas, ha arruinado las vidas de centenares de miles de vietnamitas a causa de la dioxina que contenía el herbicida.
Este compuesto químico extremadamente tóxico ha sido culpado de la alta incidencia de enfermedades de la piel, malformaciones genéticas, cáncer, discapacidades mentales y otros problemas que sufren la población de algunas zonas de Vietnam y veteranos del conflicto de EE UU, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y sus familias.
"Tras finalizar la guerra en 1975, mi esposa tuvo nuestro primer bebé. Pero lo que nació no era un ser humano. En tres ocasiones, dio a luz seres que eran monstruos, y que murieron inmediatamente. Poco después, nació una niña que parecía normal. En 1982 tuvimos un niño, y en 1985, otro. Pero según se hacían mayores comenzaron a sentir dolores en los huesos. Los médicos diagnosticaron a la chica cáncer y, cuando tenía 15 años, le tuvieron que amputar una pierna", dice. Lo mismo le ocurrió al menor, mientras el segundo apenas puede caminar y tiene que utilizar muletas.
Miles de niños del campo a cuyas madres no ha podido serles detactadas las malformaciones en un hospital, cuatro décadas después de que el Ejército de EE UU rociara Vietnam con el defoliante, siguen naciendo con daños en el cerebro, caderas incompletas y otras deformidades. Pero Washington insiste en que no hay pruebas científicas suficientes que demuestren que las dioxinas son la causa.
Según la Academia Nacional de Ciencias de EE UU, hasta 4,8 millones de personas pudieron resultar expuestas al herbicida. "Médicos vietnamitas han concluido que la dioxina es la causante de diferentes enfermedades, y produce cambios en los genes y los cromosomas de la gente expuesta, sus hijos y sus nietos. Estimamos que hay al menos un millón de víctimas", afirma el doctor Le Ke Son, responsable del Gobierno de Vietnam para los temas relacionados con el agente naranja.
Un total de 15 productos químicos fueron ensayados o utilizados. Los principales fueron los "herbicidas del arco iris", llamados así por el color de las marcas de identificación en los barriles. Entre ellos, el agente naranja fue el más empleado debido a su efectividad para convertir los bosques en mares de esqueletos de troncos y ramas. Era pulverizado desde aviones, helicópteros, camiones y lanchas, pero también a mano en los alrededores de las propias bases aéreas. Sólo en Vietnam fueron rociados 24.000 kilómetros cuadrados con químicos, pero también en Laos y en Camoya. Cuando el líquido llovía del cielo, los soldados y la población utilizaban trapos impregnados con orina para protegerse la boca y la nariz.
Tres zonas del país son consideradas aún hoy altamente contaminadas: los alrededores de las antiguas bases aéreas de Da Nang, Phu Cat y Bien Hoa, en cuyas instalaciones eran almacenados los químicos. Los terrenos y estanques colindantes tienen un alto contenido de dioxina. Un estudio realizado en Bien Hoa con la colaboración de científicos canadienses ha detectado en el suelo niveles varios centenares de veces superiores a los aceptables en otros países.
Miles de niños con problemas han nacido de padres que no se vieron expuestos al herbicida durante la guerra, pero que pueden haber consumido alimentos contaminados. Aunque las autoridades advierten a quienes viven cerca de estas zonas que no beban el agua, coman el pescado o cultiven frutas o vegetales, alguna gente sigue sin estar al tanto del peligro.
Los niños abandonados acaban en los llamados Poblados de la Paz, que son financiados por el Gobierno y países como Alemania y Canadá. Existen 11, que acogen a unos 1.000 chicos, pero tratan a muchos más. En ellos reciben educación, cuidados médicos y rehabilitación. Pero, según asegura Nguyen Thi Thanh Phuong, directora del centro de Hanoi, establecido en 1998 en un antiguo cuartel de paredes desconchadas, carecen de fondos suficientes.
"Cuando las mujeres vienen a dar a luz, les hacemos ultrasonidos, pero esto no es posible en los pueblos. Y para la gente es inasequible hacerse una prueba de ADN antes de tener un niño, ya que cuesta 2.000 dólares".
La guerra finalizó el 30 de abril de 1975. Hanoi y Washington restablecieron relaciones diplomáticas en 1995, y están intentando cimentar sus relaciones, gracias a la intensificación de los intercambios económicos. Bush acaba de visitar Hanoi porque quiere evitar que Vietnam caiga bajo la órbita económica de China.
Estados Unidos ha descartado compensar a las víctimas vietnamitas, aunque se ha mostrado dispuesto a proporcionar asistencia técnica y fondos para limpiar las zonas contaminadas. La organización de veteranos de guerra estadounidenses proporciona expertos, y la Fundación Ford ha financiado estudios medioambientales y sanitarios.
Los afectados exigen a Washington que reconozca su responsabilidad y una compensación clara. En 1984, los veteranos estadounidenses lograron 180 millones de dólares de las compañías fabricantes del agente naranja, como Monsanto y Dow Chemical. Antiguos soldados de Australia, Canadá y Nueva Zelanda llegaron a un acuerdo extrajudicial ese mismo año. Y en enero pasado, el Tribunal de Apelaciones de Corea del Sur ordenó a Monsanto y Dow pagar 62 millones de dólares a 6.800 veteranos del país.
En 2004, la asociación de víctimas vietnamitas presentó una demanda contra los fabricantes en un tribunal de Nueva York, pero fue rechazada. El Gobierno estadounidense no está incluido en la demanda ya que esgrime inmunidad soberana. En septiembre de 2005, la asociación apeló. La decisión judicial está pendiente.
17 comentarios
Patricia -
Emma Bernardo -
Belén Lobos Montañés -
alejandro estrada -
REBECA MARTÍN -
No me parece justo que esos pobres niños tengan que pagar las consecuencias.
Pero hubo varias frases a lo largo del reportaje que me hicieron reflexionar y darme cuenta en que clase de mundo vivimos:
"Pero Washington insiste en que no hay pruebas científicas suficientes que demuestren que las dioxinas son la causa".
No lo entiendo, que más pruebas necesitan, ¿cuantos niños más deben de morir? ¿nunca van a reconocer su error?
"Estados Unidos ha descartado compensar a las víctimas vietnamitas"
No tengo palabras. La frase lo dice todo.
Y en ocasiones estos niños se ven abandonados incluso por sus propios padres, ¿cuál será el futuro de estos niños?
Sergio Martín -
Aquí si eres rico, tranquilo, masacra al pobre, eso si, que el pobre no se levante cuando el rico le tira al suelo porque entonces le llamaran terrorista a él.
Teresa Villar -
Virginia Menacho, sopla levante -
David Gamella Pérez -
Esa es la pregunta que me viene a la cabeza siempre que leo alguna noticia como esta. ¿Qué es la guerra? ¿Una lucha de potencias por unos intereses determinados?
Hay una guerra detrás de cada guerra, una guerra en la que los "soldados" son niños, mujeres y hombres, cuya única lucha consiste en sobrevivir entre la miseria. Son los que se esconden en sus casas, rezando para que la próxima bomba caiga lo más lejos posible y que aquellos hombres vestidos de uniforme no se lleven a sus familiares. Estos "soldados" no entienden que hay detrás de una explosión, solamente comprenden lo que supone para ellos. Son los que siempre han perdido las guerras desde que los hombres somos hombres.
Mientras tanto, los gobiernos invierten gran parte de sus fondos en la investigación de métodos de destrucción como el agente naranja, sabiendo que los que padeceran sus efectos son unos desgraciados inocentes...
Increíble.
Sara Ayllón -
ya basta de tanta tontería... en EE.UU no se idce eso de que lo que más vale en este mundo no se paga con dinero?? y q más q la vida?¿ pq vivir en esas condiciones...es malvivir
Ignacio Álvarez -
"El Gobierno estadounidense no está incluido en la demanda ya que esgrime inmunidad soberana" es estremecedor.
Ya no se trata de curar a las personas afectadas, sino de evitar que se siga contaminando a más personas inocentes, y no es solo tarea estadounidense, tambien de todos los paises "desarrollados".
A qué terrible precio vencieron los vietnamitas la guerra...
Anónimo -
"El Gobierno estadounidense no está incluido en la demanda ya que esgrime inmunidad soberana" es estremecedor.
Ya no se trata de curar a las personas afectadas, sino de evitar que se siga contaminando a más personas inocentes, y no es solo tarea estadounidense, tambien de todos los paises "desarrollados".
A qué terrible precio vencieron los vietnamitas la guerra...
Estibaliz Ortiz de Orruño -
Teresa Montesinos -
Rubén -
Raquel C.M. -
Me he quedado de piedra. ¿¡Cómo se puede tener tan poca vergüenza, y además pregonarlo?!
Diego López -
Por cierto, ¿no decían que las armas estaban en Irak? Ya sé que siempre se suele decir lo mismo de Irak, pero jamás olvidaré como intentaron tomarnos el pelo tres individuos.