"La globalización tendrá que cambiar porque el mundo está cambiando",
En el Primer Foro de Economía Política Internacional intervino el Premio Nobel de Economía J.Stiglitz en: La globalización económica a debate. El ex vicepresidente del Banco Mundial puso un rayo de esperanza que tocó la fibra de los asistentes al reafirmar: "La globalización tendrá que cambiar porque el mundo está cambiando: el poder de China, el calentamiento global... Quizá lo haga por problemas mayores o por reformas más sistemáticas y pensadas, pero lo hará. Hay que exigirle a la globalización que cumpla sus promesas de esperanza y justicia para todos con las que nació hace 20 años".
Stiglitz soltó lo que para él es la gran falacia de la globalización: "Todo iba a ser más barato y mejor, sin fronteras de ningún tipo. El resultado es que esa ola ha acabado hundiendo a los barcos más pequeños". Y en esa línea contrapuso la situación de países como China o India, que se subieron a esa ola y ahora tiene crecimientos económicos de entre el 6 y el 10%, con la de los países del África subsahariana o los de Latinoamérica. No se olvidó de México, del que resumió su situación con una sola frase a partir de los acuerdos económicos -NAFTA- que le vinculaban con EE UU: "A los 25 años de esos acuerdos, la brecha entre EE UU y su país, como bien saben ustedes, es mucho mayor. El NAFTA no fue un acuerdo ni justo ni libre para ustedes. Y esas diferencias económicas han hecho crecer los problemas migratorios entre ambos países".
El que fuera presidente de los consejeros económicos de Clinton se permitió el lujo de utilizar una metáfora -"un río subiendo una montaña, así de absurdo fluye el dinero de los pobres a los ricos con la globalización"- para introducir los que, en su opinión, son los dos grandes acicates de la cara oscura de la globalización: "Ha habido globalización económica, pero no ha estado acompañada de una globalización política, no tenemos instituciones globales fuertes que frenen las desigualdades". Subrayó lo que llamó "déficit democrático" de los escasos convenios internacionales e instituciones globales hoy existentes, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) -"¿quién manda ahí? Pues EE UU, claro"- o el G-7 -"las siglas lo dicen todo"-.
Con porcentajes y datos, Stiglitz fue dibujando un panorama amenazante de la globalización que, paradójicamente, también ha acabado tocando la economía norteamericana: "Los ingresos medios de los norteamericanos están por debajo de los niveles de hace seis años". Denunció la "ideología del fundamentalismo de mercado", o la teoría de que todo se arregla con el libre comercio, concepto que acabó enlazando de nuevo con el del déficit democrático de la globalización, que tradujo en un ejemplo, el de los convenios bilaterales: "Están rompiendo los convenios multilaterales de iguales; piensen que nunca puede haber reciprocidad entre países ricos y subdesarrollados". La conducta de los que llamó los "bandidos corporativos que, como en el Oeste, pasan la frontera y quedan fuera de la ley", o las multinacionales que eluden sus responsabilidades civiles allí donde se instalan, la deuda externa, el cinturón de acero de la propiedad intelectual y la explotación técnica neocolonizadora que permite que países con materias primas vitales no crezcan.
Stiglitz elogió la actitud de la Venezuela de Chávez y de la Bolivia de Evo Morales para intentar cambiar situaciones globales de desigualdad: "Se les critica, pero supieron renegociar y buscar un convenio más justo para sus gentes", remarcó el premio Nobel. Esas actitudes y alguna señal de debilidad del FMI o del Banco Mundial al admitir esos déficits democráticos fueron su cuota de optimismo. "La globalización cambiará porque los problemas que acaba generando serán insolubles o fruto de una reforma más sistemática y pensada", dijo, como la que propone en uno de sus libros, Cómo hacer que funcione la globalización. Esto ha sido un ejemplo de globalización positiva.
50 comentarios
Patricia -
Es verdad lo que dijo de que el mundo está cambiando, porque como bien dice, China está creciendo poco a poco y dentro de unos años se convertirá en una gran potencia.
Miguel -
La desigualdad en ARGENTINA
"Tenemos que dar muchas batallas. Batalla contra el hambre, contra la incomprensión. En definitiva, la batalla para que nuestra bandera nos cobije de verdad a todos". Néstor Kirchner.
¡Somos ricos, llegamos a 30.000 millones!
Por: Miguel Longarini
Parece que las arcas de la Nación pueden explotar de billetes verdes. Así nos anunciaron los medios nacionales de parte del gobierno, a todos los argentinos y extranjeros que habitan esta tierra.
Según los que saben y miden el éxito de un país por el crecimiento económico del gobierno y los grupos de poder, certifican que este record de reservas nos hace más creíbles, amigos y hasta aplaudidos por los distintos países que integran los organismos financieros internacionales.
Muy a pesar que se le pagó al Fondo Monetario Internacional (FMI) la totalidad de su deuda en forma anticipada para no andar con compromisos, cuyo monto final ascendió a 9.530 millones de dólares, nuestras reservas en ese momento eran de 28.045 millones de dólares y luego del pago se redujeron a 18.575 millones. Cuando este acto patriótico se realizó, bien podríamos haber susurrado que se trataba de una apresurada fanfarronería propia de argentinos, en esa infundada característica de agrandados que nos adjudican. Pero no fue así, en un lapso más que rápido no solo alcanzamos el monto de las reservas, sino que las superamos y si Díos y la Patria quieren lo seguiremos subiendo. Tendríamos que ponernos eufóricos ante estos anuncios y más, llegando al final del año? Bueno, parece que si, aunque sea para darles envidia a los vecinos pobres
Lo que ocurre es que cuando despojados de todo exitismo y con algo de humanidad observamos que en un país con más de 38.000.000 de habitantes (el 0,60% de la población mundial), con cosechas cada año más históricas en toneladas, una capacidad de generar riqueza fundamentalmente en granos y carnes y alimentar a millones de personas, superávit fiscal, reservas para aplaudir, y que según datos del gobierno existen todavía después de casi cuatro años de gestión estas cifras de la vergüenza: la pobreza y la indigencia, todavía es del 31,4% de los argentinos 12,1 millones de personas son pobres. De ese total, 4,3 millones son indigentes, según los datos divulgados ayer por el INDEC y proyectados a todo el país. Así, a pesar de la mayor actividad económica y la baja del desempleo, uno de cada tres argentinos sigue viviendo en un hogar pobre datos publicados por el diario Clarín http://www.clarin.com/diario/2006/09/21/elpais.
No podemos menos que concluir que algo no cierra desde lo estrictamente discursivo con la realidad. Aquí vemos que una porción importante de argentinos con trabajo- es pobre. Es decir, el estado con estudios hipócritas considera pobre a una familia que la componen como mínimo cuatro personas que gana menos de 870 pesos mensuales (canasta básica según los cálculos del gobierno para no ser menesteroso ) equivalente a 280 dólares, aquí se traduce a que la posibilidad de gastar cada uno por día es de $7,25 o 2,25 dólares. Pero existe otra franja de seres humanos denominados socialmente indigentes, para ser más sincero son hermanos que en su mayoría no tienen nada, son los olvidados que siempre se quiere esconder de la escena del crecimiento orgulloso que muestra economía. Esta categoría de pobrísimos según la cifra del gobierno es el 4,3 % de la población. Aquí el ingreso para una familia es de $390 o 130 dólares, si lo dividimos por cuatro personas; éstos pueden gastar por día $3, 25 o 1 dólar. Cabe señalar que tanto en los pobres como los indigentes son familias numerosas con muchos niños, por lo tanto lo correspondiente a cada uno en pesos es nada. Podríamos agregar que dentro de estos números se encuentran como ocupados más de un millón y medio de familias que reciben planes sociales de $150 o 48 dólares, que si aplicamos el cálculo de dividir por cuatro nos daría $1,25 o 0,40 ctvos. de dólar diario. Para tener un parámetro de la deshumanidad manifiesta citaré algunos ejemplos de los precios de distintas cosas necesarias para alimentarse, vestir, viajar y curarse: un litro de leche cuesta: $1,50 o 0,48 ctvos de dólar; un kilogramo de pan: $2 o 0,64 ctvos de dólar; un kilogramo de carne común: $6 o 2 dólares; un kilogramo de tomates: $3 o 1 dólar; un jean de bajo precio: $45 o 14,5 dólares; un par de zapatillas deportivas de baja calidad: $100 o 32 dólares; una camisa: $50 o 16 dólares; un viaje en colectivo o bus: $1 o 0,32 ctvos; un antibiótico para infecciones: $30 0 10 dólares y la visita de un médico en caso que en un centro de salud no lo resuelvan es de $30 o 10 dólares. No evaluamos asearse, diversión, educación, teléfono, servicios varios, agua envasada (en su mayoría está contaminada) porque creo que no resiste seguir descubriendo tanta desigualdad y postergación, mucho más si ofreciera las cifras de algunas provincias como Chaco, Formosa, Salta, Tucumán que la pobreza supera el 50 % ampliamente.
Hasta aquí he tratado de mostrar primero lo bien que nos va, según la mirada política y económica de los que tienen mucho y por otra parte los datos reales de la desigualdad entre argentinos de primera y los de segunda o incalificables. Esta realidad no puede maquillarse o esconder por más que gasten importantes sumas en publicidades, consultoras, medios, etc. Cada argentino sabe, o sino se hace el que no se enteró, de lo mal que les va a la porción mas importante de familias argentinas. Esto se puede denominar: herencia, necesidades básicas no atendidas en otras décadas, asistencialismo, clientelismo, vagancia, etc. Pero como decía el padre de los todavía peronistas o algo así: La única verdad es la realidad y es incontrastable por más vueltas que se le quiera dar buscando justificaciones elegantes. Los pobres son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos en gobiernos que se la han pasado hablando de distribuir con equidad, cosa que fue y es una mera expresión oportuna en medio de lo injusto e inhumano de su accionar.
En el comienzo hablo de la capacidad de generar riqueza que ha demostrado esta gestión, según sus anuncios. Pero sin animo de creer que podría cambiar el rumbo o pensamiento de los funcionarios y gran parte de la sociedad cómplice por acción u omisión, me he tratado de poner a pensar dentro del simple conocimiento adquirido por vivir entre mentiras y discursos vacíos de contenidos, de lo que significa sostener la incalificable desigualdad enmascarada por cifras mentirosas cuando de hambre se trata. No cabe en la mente y menos en el corazón de quién crea pertenecer a lo que se parecería a un buen ser humano, seguir tolerando o aguantando esta maldición que nos ha caído hace décadas profundizándola aún con proclamas sensibleras. No se puede admitir que para cualquier perro de un hogar se gaste entre $ 5 o 10 o 1,60 o 3,22 dólares por día, sin contar la peluquería, ropa, juguetes, etc. y no me quiero referir a la postura de perros hambrientos que también los hay, sino al ejemplo práctico que refleja esta loca sociedad desigual. No se puede admitir que los obesos abracen el Congreso exigiendo una ley que incluya su enfermedad en las obras sociales, por obedecer la enfermedad a una causa de mala nutrición y que por otra parte la verdadera desnutrición hace estragos en niños que nunca más serán libres de graves secuelas repercutiendo en su vida social. No se puede admitir que los mayores beneficiados de este gobierno -los productores agropecuarios- que después de habérseles licuado o pesificado sus deudas en dólares y además obtener quitas importantes mientras los obreros pasivamente quedaron retrasados en sus salarios; haber tenido precios record en sus productos y ahora paran por una semana mostrando como argumento que necesitan políticas claras (algo que todos necesitamos, inclusive para poder comer) para producir y optimizar su rentabilidad, que demagógicamente afirman sería para sostener gran parte del trabajo que producen, cuando sabemos que el boom sojero, no ha significado una mejora en la calidad de vida de la gente trabajadora, económicamente hablando, sin dejar de mencionar el deterioro ambiental y poblacional presente y futuro que ello representa. No se puede tolerar que para pagarle al FMI (Fondo Monetario Internacional) pudieron gastarse el equivalente al valor de 500.000 viviendas de buena calidad y la mayoría de los indigentes viven en asentamientos en condiciones deplorables, con posibilidades de nunca más superarse.
En esta contradicción se debate el futuro de nuestra Argentina. Juegos políticos con candidatos comodines del partido de los trabajadores de oficialistas, dirigentes sin dirigir, ricos inmensamente ricos y fundamentalmente pobres que difícilmente logren alguna vez, parecerse a lo que los datos y los discursos dicen en cuanto a recuperar su condición de digno e incluido en la equidad proclamada.
Para contactarse con el autor de esta nota puede hacerlo a : miguellongarini@speedy.com.ar
Mi blog: www.apurocorazon.blog.com.es
Elvira Martínez Jiménez -
No estoy de acuerdo contigo en que sea una utopía, es sólo que cuesta mucho trabajo mentalizarse de que no va a ser todo igual, que posiblemente vamos a perder lo que en el primer mundo llamamos "comodidades" pero vamos a ganar un mundo más justo. Ni el camino es de rosas ni todo va a ser ganar, pero merece la pena luchar por otro modelo de globalización que en contra de lo que nos quieren vender, también es posible.
alejandro estrada -
Rubén -
PATRICIA JIMÉNEZ BARCELÓ -
Este fenómeno crea nuevas oportunidades, aunque no siempre para todos; crea nuevas formas de entendimiento, pero también genera odios y conflictos.
Las interconexiones entre la actividad política y económica de todos los rincones del mundo son cada vez más acusadas. Pero esto no ha implicado, en absoluto, que se produzca una mayor integración social, justicia y/ o solidaridad entre los pobladores del planeta.
Este hecho, destaca las carencias existentes en el camino hacia la globalización. Carencias que deben ser cubiertas antes de que esta senda se convierta en trampa para todos aquellos que andamos por ella.
Por eso, cada vez somos más los caminantes que se unen en la busqueda de un modelo perdurable de cooperación y colaboración internacional. Un modelo del mundo, para todo el mundo; comprometido con la justicia social, la igualdad política, la participación y la gobernanza económica eficiente: tal vez, ¿la socialdemocracia global?
Carpintero -
Alicia Martín -
Mientras siga existiendo países ricos que exploten a los llamados "países del tercer mundo" no podremos hacer nada para solucionarlo.
"Si puedes contar tu dinero no eres un hombre verdaderamente rico". (John Paul Getty)
Carlos Gamir López -
Sylvia -
Al menos gente como Stiglitz, logra que abramos un "poquito" los ojos ante realidades en las que vivimos pero que parecen no importarnos...y lo más valioso: que puedan verse aunque lejanas, unas gotas de "esperanza" en un desierto de realidades más que precarias.
JoB RuIZ AuyaneT -
Stigliz en su intervención dijo la clave : "Ha habido globalización económica, pero no ha estado acompañada de una globalización política, no tenemos instituciones globales fuertes que frenen las desigualdades".
mientras no nos demos cuenta de ésto, no podremos dar un paso hacia adelante.
Marta Gálvez Z. -
saludos
David Gamella Pérez -
Es curioso pensar que los países con mayores recursos naturales, son los que actualmente se situan entre los más desfavorecidos. El día en que estos países consigan hacerse con el control y explotación de sus propios recursos, eliminando la influencia extranjera de sus fronteras, entonces y sólo entonces, podremos hablar de globalización. China e India son los primeros.... de una larga lista.
Anónimo -
Es curioso pensar que los países con mayores recursos naturales, son los que actualmente se situan entre los más desfavorecidos. El día en que estos países consigan hacerse con el control y explotación de sus propios recursos, eliminando la influencia extranjera de sus fronteras, entonces y sólo entonces, podremos hablar de globalización. China e India son los primeros.... de una larga lista.
Teresa Villar -
Alberto Luque -
isabel muñoz -
Paula s.T. -
Creo que, como dice el mismo, el problema radica en que la globalización de la que hablamos y de la que sufrimos consecuencias, es únicamente económica, financiera y monetaria (el euro en Europa) hecho que implica un crecimiento cada vez mayor de las diferencias que agravan el desequilibrio.
¿Dónde está la educación global, la justicia única, la sanidad unificada...?.En definitiva, y como dice Stiglitz: no ha habido una globalización política, no tenemos instituciones globales fuertes que frenen las desigualdades"...
¿Por qué no intentamos que el término globalización pueda ser utilizado con propiedad?
Patricia Bendala -
Elia Pesquera -
Es que es asqueroso.
Saludos
Cristina Montañés -
Pablo J -
David Rodríguez -
Susana Morales. -
ulises lazaro -
Elena Merino -
Silvie -
pancho -
Noelia (Roja) -
VILLEGAS -
El fenómeno de la globalización ha creado nuevos desequilibrios económicos, sociales y ecológicos, y ha convertido al mundo en un gran mercado.
pau -
El planeta es muy pequeño y el gran crecimiento de la logística en el transporte de los alimentos fue su comienzo, luego siguió con el montaje de electrodomésticos, después con la producción de sus componentes, etc.
La globalización debe servir para todos, siempre y cuando se respeten unos códigos de conducta, que parece haberse olvidado.
El ejemplo argentino, donde el producto extranjero entró de sopetón y sin avisar, es claro. Creó, de la noche a la mañana, la ruina del tejido productivo primero y, después, del comercial. Ahora parece ser que, gracias a las grandes exportaciones agrícolas, este tejido empresarial vuelve a resurgir poco a poco.
En Europa, el sistema ha sido distinto y la entrada de productos del tercer mundo ha sido más paulatina, por tanto ha dado tiempo al empresariado de adaptarse y corregir los desniveles.
En los EEUU el extremo liberalismo ha llavado al país a un aumento de pobreza y desigualdad social, que tarde o temprano pasarán factura.
Ahora está de moda recriminar muchos males a la industria china y tal vez es cierto, pero mucho antes que ello sucediera en mi ramo ya fabricábamos en Marruecos.
En el textil, que es de lo que más puedo hablar, ya arrastramos la globalización desde hace mil años. Muchos son los que se quejan, pero nadie se para a pensar que, gracias a eso, mucha gente que apenas podía vestirse, ahora lo hace decentemente, por lo que ha aumentado mucho el consumo del producto barato y ha disminuído poco del caro.
Y como esto...
Así y todo creo recordar que un día ya te expliqué mis desventuras empresariales en el África subsahariana. La creación de una granja de pollos y su posterior ruina.
Y es que en Alemania se come pollo español y en Senegal pollo alemán criado con ayudas de los Landers.
El éxito venezolano se ha basado en grandes expropiaciones de territorio, mal explotado por terratenientes, y entregado a pequeños agricultores. Eso ha conllevado, como siempre, a muchas injusticias, pero ha creado riqueza en pequeños consumidores, que al fin y al cabo, son los que animan el pequeño consumo de producto local. Mientras, en las ciudades, se ha creado un tejido empresarial e industrial que antes no existía; eso gracias a que el rico hacendado se quedó sin medios al ser expropiado y grandes impuestos gravan el gran capital inmovilizado. Un sistema curiosamente muy europeo por proceder de un militar exgolpista, un sistema tremendamente eficaz, como lo hecho con la medicina, que ha importado médicos cubanos para abaratar el coste médico venezolano. No debemos olvidar que los médicos venezolanos eran señoritos ricos, y no todos podían pagar sus facturas.
Con eso, Chávez ha hecho que Venezuela tenga un crecimiento grande, sostenido y sano, en tanto que ya no se cuenta con el Estado-petrolero-benefactor para ello.
Y esto también es globalización.
La globalización debe cambiar, sí, pero no olvidemos sus logros, que han sido muchos pese a las desigualdades aparentes que ha producido.
Hace muchos años nos quejábamos de la explotación en Corea y lo barato que era su producto por ello. Hoy un coreano ya gana lo mismo que un español, exige sanidad y educación pública y hace paros obreros. Eso era impensable hace treinta años. Dentro de otros treinta, India y China serán irreconocibles socialmente.
Un abrazo.
Merche -
Candela Martín -
En fin, pensemos cada uno de nosotros en una pequeña acción que podríamos hacer para mejorar el mundo, e intentemos realizarla. Uno a uno, lo conseguiremos.
Irene Zugasti -
Un saludo
Belén Lobos Montañés -
A. Olea -
¡Un premio nobel de economía! ¡Ex vice-presidente del BM! Y dice que no es así como deberían funcionar las cosas (será que, forzosamente, algo de razón debe tener).
Pero además no se limita a abominar de la actual situación; propone algo, pide unas instituciones globales fuertes que frenen las profundas desigualdades existentes.
Esto es lo que necesitamos, propuestas concretas.
No seamos anti-globalización, convirtámonos en ALTERmundistas.
Larry -
Diego López -
Pilar Lara Parra -
Sonia Sanz -
María Vindel -
Primero tendríamos que ocuparnos de los derechos humanos, conseguir una igualdad, una tolerancia y luego ocuparnos del mercado.
Alvaro Marchante Carrero -
Er_Jésus -
Uve -
Teresa Montesinos -
María Ibáñez Fdez -
Gracias Belén por decir lo del artículo, la verdad es que lo había pasado por alto y me ha parecido bastante interesante.
Irene Moreno -
Miguel Ángel -
Lucía -
Belén Lobos Montañés -
- Que tener medicamentos genéricos no es un litigio de patentes sino una cuestión de vida o muerte
-Que los economistas actuales sólo ven a la gente a través de estadísticas y no introducen valoraciones sobre el coste humano.
-Que si las entidades crediticias estuvieran menos dispuestas a dar dinero a líderes corrputos, se controlaría mejor la gestión del dinero en países subdesarrollados.
- y, SOBRE TODO, que deben prevalecer las personas ante grandes instituciones (FMI, BM...), las empresas locales ante las multinacionales, y los recursos naturales de los pequeños estados ante los grandes estados que de ellos se apoderan.
(Si aún tenéis el semanal de La Razón que Sorela nos hizo comprar el domingo, echadle un vistazo a la entrevista a Joseph E. Stiglitz `páginas 26 a 32)
Saludos