Una central térmica gallega emite más CO2 que 2,4 millones de coches
La central térmica de As POntes de García Rodríguez emite más que 2,4 millones de coches
Los orígenes y la vida entera de este pueblo de 12.000 habitantes, en el noreste de A Coruña, están ligados a la térmica. Aunque ahora sólo trabajan en la planta de energía y en la mina adyacente unos 300 de los 3.000 obreros que empleaba hace una década, la central es As Pontes y As Pontes es la central. Una instalación que emitió en 2004 10,7 millones de toneladas de CO2
Con sus casi 1.500 megavatios de potencia instalada, capaz de cubrir el 5% de la demanda nacional, As Pontes es también el mayor foco de contaminación por CO2 de España. La estrecha relación de este gas con el cambio climático es algo que hoy no se cuestiona. El calentamiento global es el nuevo fantasma que recorre el mundo, y el éxito del documental realizado por el ex vicepresidente estadounidense Al Gore, no deja dudas al respecto. España, que ratificó con entusiasmo el Protocolo de Kioto, se ve ahora incapaz de cumplirlo. Y As Pontes es sólo una de las razones de este fracaso.
Pero no se trata sólo de CO2. Ramón Varela, miembro del principal grupo ecologista local, Adega, ha calculado, que las térmicas gallegas (sobre todo As Pontes, de Endesa y Meirama, de Unión Fenosa), "emiten el 30% de todo el dióxido de azufre del estado español". Y el SO2, que se convierte en la atmósfera en ácido sulfúrico, se deposita después en forma de lluvia ácida. Por eso, As Pontes figura en las listas negras de los ecologistas desde hace años, junto a las grandes centrales de carbón europeas.
Hoy consume cinco millones de toneladas de lignito al año y tres de carbón subbituminoso importado de Wyoming y de Indonesia, mucho más ecológico.
"Lo traen en barco hasta la ría de Ferrol, y desde allí se transporta en camiones hasta la central. ¿Eso no contamina?", se queja Humberto Fidalgo, médico de la zona y miembro de Adega, que ve con horror cómo las instalaciones de Endesa se expanden, "destruyendo el territorio". Primero fue la mina a cielo abierto, prácticamente agotada, que ha dejado en el paisaje una herida espectacular. Y ahora los camiones cargados con carbón importado. Fidalgo es muy activo en la oposición a la nueva terminal portuaria para el gas, prevista en la ría de Ferrol. Para almacenar este combustible se han construido ya dos gigantescos depósitos, a un paso de las casas, en Mugardos.
Los prejubilados de Endesa, que se reúnen esta mañana soleada de otoño ante el local de la asociación, culpan al tráfico de todo. "Lo que yo digo es que aquí somos todos muy hipócritas. No quieren las centrales de carbón porque contaminan, ni las nucleares, tampoco les gustan las hidroeléctricas... pero luego bien que queremos la nevera, y el televisor", dice el más locuaz, y los demás le aplauden.
Los orígenes y la vida entera de este pueblo de 12.000 habitantes, en el noreste de A Coruña, están ligados a la térmica. Aunque ahora sólo trabajan en la planta de energía y en la mina adyacente unos 300 de los 3.000 obreros que empleaba hace una década, la central es As Pontes y As Pontes es la central. Una instalación que emitió en 2004 10,7 millones de toneladas de CO2
Con sus casi 1.500 megavatios de potencia instalada, capaz de cubrir el 5% de la demanda nacional, As Pontes es también el mayor foco de contaminación por CO2 de España. La estrecha relación de este gas con el cambio climático es algo que hoy no se cuestiona. El calentamiento global es el nuevo fantasma que recorre el mundo, y el éxito del documental realizado por el ex vicepresidente estadounidense Al Gore, no deja dudas al respecto. España, que ratificó con entusiasmo el Protocolo de Kioto, se ve ahora incapaz de cumplirlo. Y As Pontes es sólo una de las razones de este fracaso.
Pero no se trata sólo de CO2. Ramón Varela, miembro del principal grupo ecologista local, Adega, ha calculado, que las térmicas gallegas (sobre todo As Pontes, de Endesa y Meirama, de Unión Fenosa), "emiten el 30% de todo el dióxido de azufre del estado español". Y el SO2, que se convierte en la atmósfera en ácido sulfúrico, se deposita después en forma de lluvia ácida. Por eso, As Pontes figura en las listas negras de los ecologistas desde hace años, junto a las grandes centrales de carbón europeas.
Hoy consume cinco millones de toneladas de lignito al año y tres de carbón subbituminoso importado de Wyoming y de Indonesia, mucho más ecológico.
"Lo traen en barco hasta la ría de Ferrol, y desde allí se transporta en camiones hasta la central. ¿Eso no contamina?", se queja Humberto Fidalgo, médico de la zona y miembro de Adega, que ve con horror cómo las instalaciones de Endesa se expanden, "destruyendo el territorio". Primero fue la mina a cielo abierto, prácticamente agotada, que ha dejado en el paisaje una herida espectacular. Y ahora los camiones cargados con carbón importado. Fidalgo es muy activo en la oposición a la nueva terminal portuaria para el gas, prevista en la ría de Ferrol. Para almacenar este combustible se han construido ya dos gigantescos depósitos, a un paso de las casas, en Mugardos.
Los prejubilados de Endesa, que se reúnen esta mañana soleada de otoño ante el local de la asociación, culpan al tráfico de todo. "Lo que yo digo es que aquí somos todos muy hipócritas. No quieren las centrales de carbón porque contaminan, ni las nucleares, tampoco les gustan las hidroeléctricas... pero luego bien que queremos la nevera, y el televisor", dice el más locuaz, y los demás le aplauden.
9 comentarios
__! -
sopla levante -
Elia Pesquera -
Larry -
pancho -
Eva Losada -
Elena Merino -
Belén Lobos Montañés -
Noelia (Roja) -
Las emisiones de CO2 de las centrales térmicas están cambiando el clima e impidiendo que cumplamos con Kioto, es obligación del Gobierno trabajar en favor de las energías renovables y el ahorro, que son la única solución posible y real a este problema...