Con las remesas de nuestros emigrantes comenzó el "milagro económico" español
Las remesas, el dinero que envían los inmigrantes a sus países de origen, han pasado en los últimos 25 años de 855 millones de euros a 43.000 millones en América Latina.
"Debemos facilitar el envío de remesas, reduciendo su costo y garantizando el acceso a los servicios bancarios. Procuraremos incentivar oportunidades que motiven el mejor aprovechamiento de esos flujos en actividades productivas y de inversión que favorezcan a las familias y comunidades de origen de los emigrantes", dice la declaración final de la Cumbre Iberoamericana en Montevideo suscrita por 22 países.
Los dólares que mandan los inmigrantes triplican el monto de las divisas provenientes de la inversión extranjera directa en casi todos los países receptores.
En la creciente diáspora mundial, el Banco Iberoamericano para el Desarrollo calcula que ya hay 25 millones de emigrantes latinoamericanos y caribeños en todo el mundo (mayoritariamente en EE UU y la UE) y al menos la mitad de ellos envían regularmente dinero a sus familias. Cada uno manda unos 300 dólares (233 euros) mensuales, "aunque en esta cifra no se incluyen las llamadas remesas en especie (ordenadores, electrodomésticos), ni el dinero transferido personalmente.
Pero las remesas no suplen las obligaciones de los gobiernos. Pueden ser complementos de la inversión pública, pero en ningún caso los gobiernos pueden pensar en las remesas como fondos de inversión.
El problema está en que los Bancos ya están interesados en controlar ese flujo de divisas y pretenden ofrecer ahora "servicios" cuando hasta hace poco todo eran dificultades, como exigirles empadronamientos y papeles que no tenían, y cargarles con comisiones de hasta el 20% y "demorarse" hasta quince días en las operaciones para aprovecharse de esos activos. Pero, al menos, los inmigrantes ya conocen nuestra experiencia y la están aplicando
"Debemos facilitar el envío de remesas, reduciendo su costo y garantizando el acceso a los servicios bancarios. Procuraremos incentivar oportunidades que motiven el mejor aprovechamiento de esos flujos en actividades productivas y de inversión que favorezcan a las familias y comunidades de origen de los emigrantes", dice la declaración final de la Cumbre Iberoamericana en Montevideo suscrita por 22 países.
Los dólares que mandan los inmigrantes triplican el monto de las divisas provenientes de la inversión extranjera directa en casi todos los países receptores.
En la creciente diáspora mundial, el Banco Iberoamericano para el Desarrollo calcula que ya hay 25 millones de emigrantes latinoamericanos y caribeños en todo el mundo (mayoritariamente en EE UU y la UE) y al menos la mitad de ellos envían regularmente dinero a sus familias. Cada uno manda unos 300 dólares (233 euros) mensuales, "aunque en esta cifra no se incluyen las llamadas remesas en especie (ordenadores, electrodomésticos), ni el dinero transferido personalmente.
Pero las remesas no suplen las obligaciones de los gobiernos. Pueden ser complementos de la inversión pública, pero en ningún caso los gobiernos pueden pensar en las remesas como fondos de inversión.
El problema está en que los Bancos ya están interesados en controlar ese flujo de divisas y pretenden ofrecer ahora "servicios" cuando hasta hace poco todo eran dificultades, como exigirles empadronamientos y papeles que no tenían, y cargarles con comisiones de hasta el 20% y "demorarse" hasta quince días en las operaciones para aprovecharse de esos activos. Pero, al menos, los inmigrantes ya conocen nuestra experiencia y la están aplicando
6 comentarios
JoB RuiZ AuyaNeT -
Gaona -
Pablo J -
Noelia (Roja) -
En la mayoría de las ocasiones, las entidades financieras satisfacen las órdenes de sus clientes sin acudir al mercado abierto, ahorrando molestias y cuantiosos gastos.
Carpintero -
Leticia -