Blogia
J. C. García Fajardo

Las pequeñas memorias de Saramago, lucidez en tiempos de indolente ceguera

Los guías en las marachas por territorio  desconocido van en descubierta, como ojeadores, para otear el horizonte, descubrir pasos transitables o lugares seguros en donde descansar el grueso de los expedicionarios. Así me sucede a mi que, cuando descubro algo interesante, no me resisto a transcribirlo por si alguno de los bloggers no ha tenido acceso a ello. He aquí una interesante entrevista al lúcido autor de El Ensayo sobre la ceguera. Nesemu:

 José Saramago tiene 83 años y acaba de volver a la niñez, escribiendo Las pequeñas memorias, que terminó esta misma semana (el 15 de agosto) en su casa de Lanzarote. Hablamos con el premio Nobel portugués en la biblioteca que acaba de estrenar. "Pude haber pensado que un día tendría el Nobel, pero jamás se me pasó por la cabeza que tendría una biblioteca como ésta. La biblioteca está completamente informatizada, y está conectada a la Universidad de Granada y a otras instituciones docentes y literarias del mundo. 

Pregunta. ¿Qué se siente al acabar un libro? Respuesta. Emoción. A veces, lágrimas. Ocurrió con Ensayo sobre la ceguera, con Intermitencias de la muerte. Cuando acabas, te despides, entra una especie de vacío, ¿y ahora qué? Siempre. P. ¿Pasó con éste? R. Pasó. Es un libro de memorias de cuando era pequeño; se iba a llamar El libro de las tentaciones, pero me pareció pretencioso, así que le puse este título, que es idéntico a su propósito: Las pequeñas memorias. Me quedé siempre muy atado al niño que fui, y ahora me ha sorprendido la cantidad de recuerdos que tenía de aquella época. El libro me ha hecho sufrir un poco. Al final también hubo alivio. P. ¿Sufrió escribiéndolo? R. Porque algunas cosas que cuento son dolorosas. Recuerdos familiares que no son agradables, que me tocaron negativamente; podía haberlos omitido, pero no podía dar una visión idílica de tiempos que de idílicos no tenían nada. Eso me ha producido dolor. Y a veces me he bloqueado. Sólo me había sucedido con Manual de pintura y caligrafía. P. Dolor en la niñez. R. Cosas que un niño no debía haber visto. Cuando lo leas sabrás de qué estoy hablando. P. Ochenta y tres años. ¿Qué le ha hecho volver a una edad tan remota?R. Es una idea que ya llevaba más de veinte años en mi cabeza. Ahora o jamás. Son 150 páginas. No es literatura sobre lo que he vivido, sino lo que he vivido. Si hubiera literaturizado la vida hubieran salido 500 páginas. P. ¿Qué efecto sentimental produce una confesión así? R. Un adulto escribe memorias de adulto, acaso para decir: "Miren qué importante soy". He hecho memorias de niño, y me he sentido niño haciéndolas; quería que los lectores supieran de dónde salió el hombre que soy. Así que me centré en unos años, de los 4 a los 15. P. ¿Y de dónde viene? R. El libro tiene un epígrafe, que viene de un libro que me inventé, Libro de los consejos: "Déjate llevar por el niño que has sido". Si no hubiera vivido aquella infancia no sería exactamente éste que soy. Algunos puntos significativos de mi forma de ser son las de aquel niño. P. ¿Rejuvenece escribir memorias? R. Puede que sí. Lo que es cierto es que lo he escrito como si estuviera viviendo en aquel momento.

P. ¿Cuál es su reacción a lo que ha sucedido con Grass? R. Primero he tenido perplejidad. Nunca hubiera pensado que él hubiera estado en las Waffen-SS..., y menos aún que hubiera ido como voluntario. Y me ha sorprendido la violencia de las reacciones. Él tenía 17 años. ¿Y el resto de la vida no cuenta? Me parece una reacción hipócrita la que ha habido, de mucha gente que acaso no consulta su propia conciencia. Mucha gente quiere buscar pies de barro a personalidades influyentes. Me recuerdan al que iba de ciudad en ciudad, siguiendo un circo. Un día le preguntaron: "¿Por qué sigue tanto a este circo?". "Porque quiero ver cuándo se cae el trapecista y se mata". Y me parece indigna, infame, la insinuación de que Grass ahora lo dice por motivos promocionales de su libro. ¿Qué juez puede decir que una confesión viene demasiado tarde? La verdad es que lo ha dicho, ahí está su confesión.

P. Le hemos visto firmando una declaración de notables sobre Cuba. ¿Cómo ve el futuro? R. Se observa menos crispación en el exilio. Y estamos percibiendo señales de que empieza la transición. Ojalá la haga el pueblo cubano, sin interferencias, aunque siempre cabe preguntar si Estados Unidos se va a limitar a asistir a esa transición. P. ¿El pueblo cubano de dentro y de fuera? R. Claro. Espero que haya negociación, diálogo, ya no hay lugar ni para invasiones ni para asesinatos, sino para que haya acuerdos básicos que contemplen también las indudables conquistas de la revolución: sanidad, cultura, educación...

P. Otro asunto de su preocupación. Estalla Oriente Próximo. R. Mientras no se resuelva el problema de Palestina, que tenga su Estado, no habrá paz allí. Israel produce una ocupación militar de Palestina, manda a guetos a sus nacionales. No se me va de la memoria lo que dijo un intelectual judío, Leibovitz, sobre el carácter judionazi de su Ejército, de las reacciones de su Ejército; y no se va de mi memoria el dolor que produce ver niños a los que rompían los huesos de las manos, con martillos, en el curso de la primera Intifada. Cuando digo que las víctimas, con las que todos nos solidarizamos, no pueden hacer de verdugos y llamo la atención sobre ese carácter de la reacción militar israelí, siempre oigo voces -"ya está de nuevo el Saramago ese"-, pero lo que digo es la verdad, tiene que ver con los hechos... P. ¿Qué hacer? R. Ojalá los organismos internacionales comprendan esto de una puta vez: mientras eso no se resuelva, Israel siempre se sentirá amenazado, y responderá con la agresividad que muestra su Ejército, el más poderoso de la región. Algún signo positivo he visto últimamente: la posible alianza de Al Fatah con Hamás para gobernar.

P. Usted no es un hombre optimista. R. ¿Cómo vas a ser optimista si lees el periódico? El mundo es el lugar del infierno; millones nacen para sufrir; no les importan nada a nadie. No soy un pesimista, soy un optimista bien informado.

8 comentarios

Carmen Juncos -

Leyendo el comentario de marta confirmo que a un libro lo termina de hacer cada lector. Para ella no es necesario Las pequeñas memorias, para mi fue un placer leerlo por el estilo de escribir de Saramago y además me permitió reflexionar mucho sobre la permanencia del niño en cada adulto. Me llevó a mis años de infancia y me pareció esto bien interesante e importante para mi y quizás lo sea para muchos otros lectores.

marga fernández -

Encuentro necesarios todos los libros de Saramago, entre ellos Las Pequeñas Memorias, y encuentro necesario a Saramago como persona para cambiar el mundo. Le sigo de cerca y jamás le he oido ni leido especular, es una palabra que no encaja en su universo. Tampoco comparto la idea de que haga algo distinto por ser un Nobel. Querida Marta, leerás mucho pero no has entendido ni una sola palabra de lo que Saramago intenta transmitir. ¡Qué lástima!

marta farreras -

no encuentro necesario para los lectores este libro " las pequeñas memorias " digo para el lector que no son necesarias , para él le sirve de psicoanalisis , pero claro a la vez, como es un NOBEL puede especular con ello.
la verdad nada interesante son los hermanos barata sus mujeres y menos todavia los hijos de estos ... terminé el libro porque soy una lectora compulsiva pero es de los libros que se pueden dejar a medias sin ningun tipos de remordimiento.

mocito -

En cuanto a lo de Günter Grass, Der Spiegel enumeraba las numerosas oportunidades que tuvo para confesarlo. Ante el suicidio durante una de sus lecturas de un ex combatiente incapaz de vivir con la culpa, él suma y sigue.

Hubiera sido al mismo tiempo una forma de liberarse de esa carga que tanto dice que le pesaba y de la que sin embargo no se deshace hasta el momento justo de la publicación de sus memorias de juventud.

Poderoso caballero, pelador de cebollas.

Diego Ochoa -

Hace una semana termine de leer "Ensayo sobre la ceguera" y este libro me ha impactado. Ha hecho que por unos dias reflesione sobre algo ilógico en el dia de hoy. ¿Que pasaria si todos fueramos ciegos? Me gusta su estilo de no decir nombres propios y de contar una historia tan real que casi me la creia yo mismo, tanto que llegué a dar forma a cada uno de los personajes.

Ochoa -

Hace una semana termine de leer "Ensayo sobre la ceguera" y este libro me ha impactado. Ha hecho que por unos dias reflesione sobre algo ilógico en el dia de hoy. ¿Que pasaria si todos fueramos ciegos? Me gusta su estilo de no decir nombres propios y de contar una historia tan real que casi me la creia yo mismo, tanto que llegué a dar forma a cada uno de los personajes.

Jorge P. -

Admirable. Una persoma que escribe con el corazón de un niño y contempla la vida con la lucidez y la experiencia que le han dado los años.

Hormiguero -

En otra entrevista, Saramago dijo "Este es el mundo, por el que vale la pena pasar según donde estés, y no lo que seas". ¡Qué gran escritor y qué mejor persona!