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J. C. García Fajardo

Retazos de Sergei 080: Arroz siete delicias

Un atardecer, Sergei regresaba de servir la comida diaria a los pobres que se acercaban al monasterio. El Abad había accedido a la petición del Maestro de ocuparse de ese menester, así como de visitar a los enfermos y a los más abandonados de la población cercana. Por su edad, no peligraba su serenidad espiritual saliendo con libertad para servir a los más pobres. Otra cosa era Sergei, el inquieto discípulo. Éste, tan pronto como cruzaba el portalón del monasterio, era como una esponja abierta a todas las sensaciones y, algunas veces, se metía en líos. Pero al Maestro le divertían sus disparates porque los achacaba a la limpieza de su corazón. Un día le preguntó el discípulo asistente:
- Maestro, ¿cuál es la diferencia entre el cielo y el infierno?
- Bueno, Sergei, yo no creo mucho en esos dos conceptos abstractos, pero sé a lo que te refieres y, en esa dimensión, te contesto.
- O sea, -sonrió Sergei -, así, para que lo puedan entender hasta los más brutos.
- Pero brutos “limpios de corazón”, es decir, que buscan la verdad, la justicia y la solidaridad. Pues bien, imagina una montaña de arroz tres delicias, humeante y sabroso, y alrededor una muchedumbre de personas hambrientas. Pero, sus palillos son más largos que sus brazos y no pueden llevarse la comida a la boca, y se desesperan. Eso es el infierno al que te refieres
- ¿Y el cielo, al que nos referimos los más brutos del camino? -, preguntó con luz en los ojos azules el mozo de las estepas.
- Imagina una montaña llena de arroz seis delicias
rodeada por una muchedumbre feliz y sonriente. Sus palillos son más largos que sus brazos, pero han decidido darse de comer unos a otros. Esto es el cielo.
- ¡Más la delicia de la felicidad compartida! -, resumió el bárbaro de las estepas.
 

29 comentarios

Pilar Nicolás -

Si el cielo consiste en la séptima delicia, aquí,en este infierno de la Tierra,o mejor dicho de \"Agua\" (ya que con el calentamiento global no nos va a quedar otra), nos falta buscar y encontrar ese ingrediente estrella que hace que el arroz quede delicioso.

Estrada -

El egoísmo de la sociedad es el único culpable de que sigamos viviendo en este infierno.
Todos conocemos las formas para alcanzar ese cielo común pero nos interesa más mantener los oídos cerrados por si nos quitan algo de lo nuestro

Diego Ochoa -

"Para alcanzar el cielo solo hace falta dar la vuelta a la tortilla".

Alejandra Requena -

No debemos esperar entrar en el cielo cuando podemos crearlo nosotros mismos.
Sería estupendo que nos ayudásemos unos a otros con los palillos.

María -

Mejor que dejéis de pensar en el cielo, y mjor yevadlo a la práctica aquí en la tierra...
Lo suyo es hacer de la tirra un cielo.

Jarkoe -

"La delicia de la felicidad compartida"...sueñas con ella y entonces es imposible entender que tantas personas vivan cada día bajo el contínuo apalilleo de la otra miseria, la del sucio corazón que tan sólo pretende almacenar más y más arroz contra ellas en lugar de sentir el placer de compartir las mayores alegrías, 6 delicias que serían millones. Entonces cambias "cielo e infierno" por "rabia", "lucha", "hoy",... el sueño es el amor, de todos y para todos.

enovilla -

Cada uno tenemos nuestro cielo e infiermo particular, si es que lo tenemos claro está. Los conceptos abstractos es lo que tienen, que cada uno los interpreta como quiere, o como le interesan.

Cristina -

¿Porqué pensar sólo en extremos, como Cielo e Infierno? Pienso que entre ambos existe una posición entre la que hemos ocilado todos,sentrise entre la dicha y el dolor.
Cielo e infierno, forman parte de nuestras vidas, algunas veces nos posicionemos en un extremo o en otro, incluso alguno de ellos viene a nosotros sin más, como por ejemplo, las guerras. Debemos luchar para conseguir "salvar" al mundo de este infierno en el que vive, y vivimos.

Cristina -

¿Porqué sólo pensar en la existiencia de un cielo y un infierno?Los extremos nunca han sido ni son buenos. Pienso que entre el Cielo y el Infierno existe una posición donde se encuentra todo el mundo en algun momento de su vida. Es como estar entre la dicha y el dolor, creo que todos hemos pasado por eso, y nuestra vida se ha encontrado oscilando entre ambos extremos. Cielo e infierno están presentes en nuestras vidas, se puede vivir en uno o en otro, incluso encontrate con alguno de ellos sin más (guerras, hambre, enfermedades...)somos nosotros quienes debemos luchar para que el mundo se "salve" del "infierno" en el que vive.

Estrada -

Nuestro egoísmo es el único culpable de que vivamos en este infierno. Todos conocemos las maneras de alcanzar ese cielo común, pero los que vivimos en un país desarrollado no "escuchamos" por miedo a que pasemos al bando contrario.

Estrada -

La culpa de vivir en este infierno es simplemente del egoísmo de la sociedad. Todos conocemos la forma de alcanzarlo pero aunque todos deseemos ese paraíso común, hacemos oídos sordos.

ÁNGEL M.M. -

El cielo, según el texto, se identifica con el no egoísmo el compartir, el pensar en los demás. En mi opinión, esa es la enseñanza del maestro, más que definir qué es el cielo o qué es el infierno.

Toribio M.A. -

Bajemos la dimensión de "cielo" a lo terrenal, a nuestros días. Ya aquí, pongamos en práctica la teoría tan de sobra conocida.

SEVILLANO -

El problema está en que todos nos preocupamos más en construir nuestro propio cielo sin preocuparnos de los demás, sin preocuparnos de personas que viven en un infierno constante y que jamás podrán alcanzar ese cielo, "esa montaña de arroz". Entre todos sería muy fácil lograrlo, pero a la vez en el mundo en el que nos encontramos, muy difícil ponernos de acuerdo.

gloria -

la idea que muestra del cielo y el infierno, aunque simple, lo expresa todo. Pero creo que es algo mucho más complicado. No tenemos conocimiento de ello, además, creo que son dos conceptos utilizados para representar la division bien-mal. De todas formas, intentemos \"lograr el cielo\" aki y ahora.

Zola -

Nosotros somos los que dibujamos, en la vida diaria, nuestro propio cielo o nuestro propio infierno. Es cuestión de nuestra actitud ante ella.

Raquel C.M. -

Si el mundo fuera como el cielo que explica el maestro, las cosas irían mucho mejor...

Mariola -

Al igual que Susana, opino que el cielo al que hace referncia, y que supongo que a todos nos gustaría vivir en él, es a la felicidad en su conjunto, porque no hay mayor alegría que la de que todos estemos bien, ayudándonos unos a otros, sin rencores ni malicia.

susana molina -

Más que cielo, lo que describe el cuento, es la puesta en práctica de esas pequeñas cosas, hoy día tan olvidadas, como son el compartir, el ayudarnos, y no pisarnos... en resumen, un conjunto de acciones que forman una realidad ideal en la cual podamos decir que convivimos y no que sobrevivimos, como tenemos que hacer en la realidad que nos ha tocado vivir. Pero bien es sabido que es una realidad inexistente, pudiéndosele atribuir si acaso el denominador de utopía, realizable quizá en un futuro lejano(muy lejano al paso que vamos)y tal vez por ello sea llamado en el texto con el nombre de cielo.

Patricia Palacios -

Si, un auténtico infierno es lo que viven aquellas personas que, día tras día, tienen que buscar algo que llevarse a la boca, algo que les pueda saciar ese hambre.
Cielo e infierno, es como decir, países desarrollados y Tercer Mundo, respectivamente. Yo también estoy de acuerdo con esta idea.

beatriz martinez -

No tenemos algo parecido al cielo, porque no queremos, simplemente consistiría en un poco más de compañerismo, intención de ayuda y cooperación. El problema es que estamos demasiado inversos en nosotros mismos como para preocuparnos de ello. Es una verdadera pena que seamos tan egoístas.

Belén -

En vez de saborear el arroz seis delicias que nos brinda nuestro compañero con su palillo, perdemos el tiempo definiendo el momento.
No es necesario explicar lo que se siente, ya sea bueno o malo.

bea -

¿Por qué pensar en el cielo como algo futuro, en vez de luchar por él?

RöXiE -

La diferencia entre cielo e infierno,como pregunta Sergei,no reside en otro lugar que en las personas.Una puede ser feliz, encontrarse en el cielo mientras que, para otra, la vida puede ser imposible.Es algo a lo que estamos acostumbrados y no es más que una connotación simplista y común de nuestras situaciónes diarias.Cada uno de nosotros decide qué camino va a seguir en su vida y cómo va a ser este, y de paso, también condiciona el de los demás.

leticia -

¿por qué no desear mejorar el infierno que vivimos poniéndole el nombre del cielo? el nombre no es lo importante. Miremos más allá.

Sergei -

¿Seguís pensando en el cielo, a estas alturas? ¿Y también en el infierno?

Acabáramos. No sé cómo podéis.

Alba -

El cielo... esa utopía anhelada por todos. Lo que queremos que sea o llegue a ser, y no es posible, que no ,imposible.
Muchos infiernos y pocos cielos en la tierra. No hay motivos trascendentales que buscar allá fuera, hay que pensar más con los pies.

Jimena -

No creo en el cielo, pero esta idea de lo que es el cielo sería mucho más útil si fuera la definición de lo que es la tierra.

Sonia Sanz -

Sería tan fácil alcanzar el "cielo" en la Tierra si toidos nos lo propusiésemos...