Retazos de Sergei 037: El más poderoso
Un Rey de India decidió un día poner a prueba la virtud de un yogui. Le parecía que, con su indiferencia ante las riquezas y su servicio a los más pobres, no reconocía el esplendor de su Corte. Nunca acudía al reparto de limosnas que los viernes hacían sus chambelanes, pero practicaba el silencio y el desprendimiento. Siempre con una sonrisa acudía al lado de quienes necesitaban consuelo y, cuando era preciso, echaba una mano en las tareas domésticas.
Hizo venir a su presencia al hombre que vestía una limpia tela de lino, tejido por sus manos. Se inclinó ante el Rey rodeado de cortesanos que sostenían una mirada burlona desde el esplendor imponente de sus vestiduras alhajadas.
- Dime, hombre santo, – preguntó el soberano -, ¿quién es más poderoso, Dios o tu Rey?
- Sin duda alguna, tú eres más poderoso, gran Señor, -respondió sin vacilar el yogui.
- ¡Ajajá!, - dijo con sorna el Rey -, pues si no me explicas bien esa respuesta haré que desuellen tu espalda a latigazos.
- No es difícil, gran Señor, tú eres más poderoso porque puedes desterrar a cualquier súbdito fuera de tu reino, y castigarlo y hasta mandarlo ejecutar. Sin embargo, Dios no puede hacer semejante cosa, porque ¿adónde podría desterrar a un ser humano? ¿Cómo podría hacer sufrir a sus criaturas o dar muerte violenta a ser alguno interrumpiendo el proceso de vida que todo lo anima?
Y saludando con respeto al Rey y a su atónita Corte, regresó a su ermita para continuar con sus tareas.
Hizo venir a su presencia al hombre que vestía una limpia tela de lino, tejido por sus manos. Se inclinó ante el Rey rodeado de cortesanos que sostenían una mirada burlona desde el esplendor imponente de sus vestiduras alhajadas.
- Dime, hombre santo, – preguntó el soberano -, ¿quién es más poderoso, Dios o tu Rey?
- Sin duda alguna, tú eres más poderoso, gran Señor, -respondió sin vacilar el yogui.
- ¡Ajajá!, - dijo con sorna el Rey -, pues si no me explicas bien esa respuesta haré que desuellen tu espalda a latigazos.
- No es difícil, gran Señor, tú eres más poderoso porque puedes desterrar a cualquier súbdito fuera de tu reino, y castigarlo y hasta mandarlo ejecutar. Sin embargo, Dios no puede hacer semejante cosa, porque ¿adónde podría desterrar a un ser humano? ¿Cómo podría hacer sufrir a sus criaturas o dar muerte violenta a ser alguno interrumpiendo el proceso de vida que todo lo anima?
Y saludando con respeto al Rey y a su atónita Corte, regresó a su ermita para continuar con sus tareas.
José Carlos Gª Fajardo
15 comentarios
Alejandra Requena -
Nosotros, en este caso yogui, damos el poder a cada uno.
Estrada -
El rey podría tener la fuerza absoluta, pero no supo cómo terminar con la vida de la persona envidiada.
Berciano Ponferradino -
Mariola -
Sonia Sanz -
El poder es el mayor enemigo de su dueño (Proverbio chino)
Raquel C.M. -
Patricia Palacios -
Rôvënty -
Patricia -
Belén -
Sonia Sanz -
El poderoso es justo; el envidioso, tirano.
Jesús -
susana molina -
Nuestras vidas deben estar sujetas a ciertas normas y leyes razonables. Pero nadie debería hacerlo, de modo que asfixie nuestros actos, ni de modo que dirijan nuestras vidas y destinos de forma caprichosa, ya que ni dios puede hacerlo.
enovilla -
Muñoz -