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J. C. García Fajardo

Comienzan las confesiones arrepentidas de los militares que lideraron las tropas que entraron en Iraq

En su libro Rules of Engagement, en el que relata su experiencia en Irak y la investigación que recayó sobre él al retornar del frente, Collins defendió el derrocamiento de Sadam. "Creo que hay cada vez más evidencias de que la Administración de EE UU había decidido ir a la guerra y nada iba a desviarles de ese camino. Ahora lo lamentan, pero eso es lo que ocurrió. Y el Gobierno británico aceptó ese análisis.El hombre que en marzo de 2003, con su arenga al I Batallón del Regimiento Real Irlandés en el desierto de Kuwait, apenas horas antes de cruzar la frontera con Irak, se convirtió en el militar más popular del Reino Unido. "Vamos a Irak a liberarlo, no a conquistarlo", le dijo a la tropa. "Si sois feroces en la batalla, no olvidéis ser magnánimos en la victoria. No tratéis a los iraquíes como refugiados en su propio país", les ordenó.
Pero aquel héroe se transformó en villano a los pocos meses, cuando las turbias acusaciones de un suboficial norteamericano le convirtieron en sospechoso de ser él mismo un criminal de guerra. De aquella experiencia salió con el expediente limpio, pero el corazón roto. Se desenamoró del ejército. Se le abrieron los ojos. Se convirtió en un civil y en uno de los críticos más feroces de la guerra de Irak. O al menos, de la posguerra de Irak. Ahora que ya no está sometido al voto de silencio de la disciplina castrense, Collins se permite decir lo que piensa. Y piensa que el Parlamento debería procesar a Tony Blair para aclarar los fundamentos en que basó su decisión de invadir Irak...Piensa que el caos de la posguerra estaba perfectamente calculado por el régimen y que sólo una retirada paulatina de las tropas occidentales, para dar paso a una fuerza multinacional árabe, puede empezar a llevar la paz y la seguridad a un país que corre el riesgo de fracturarse.
Responde con un "no" tajante y súbito cuando se le pregunta si la invasión de Irak estuvo bien preparada. "Con perspectiva, sabiendo lo que sé, ahora lamento que no se hicieran más esfuerzos para forjar una coalición más amplia, como en 1991, que nos habría obligado a hacer las cosas de forma más equilibrada, a plantear preguntas sobre qué ocurriría cuando estuviéramos allí. Hubo una combinación de incompetencia y arrogancia. Una actitud aplastantemente arrogante después de la guerra que hizo creer que podíamos hacer lo que quisiéramos. Por eso se disolvieron la policía y el ejército iraquíes. Se creó un enorme vacío, y en ese vacío se forjaron las fuerzas del mal. Ahora vemos las consecuencias de eso".
¿Quién tiene la culpa, los políticos o los militares? "Sin ninguna duda, los políticos". Pero no hemos conseguido ganar la paz. El Ejército estadounidense tiene dos velocidades: atacar y destruir. Puede atacar en el mundo entero, pero no tiene capacidad de llevar a cabo operaciones de paz. No les interesa".
Collins cree que el primer error fue ir a guerra "sin entender la sociedad iraquí". "El segundo error fue que tampoco conocíamos el régimen que íbamos a suprimir", añade. "No entendimos que no puedes suprimir una idea nacional y sustituirla por el vacío, que hay que ayudar a la gente a reinterpretar ese ideal porque es lo que conocen. Y no lo hicimos. Tampoco entendimos que los baazistas entendieron su nación mucho mejor que nosotros y que exacerbaron las divisiones con un fin: sabían que si se les suprimía a ellos, el país se desplomaría; ese colapso formaba parte de su diseño del país".
"A los pocos días de cruzar la frontera me advirtieron sobre eso", explica. "Tenía un grupo de asesores iraquíes: cristianos, chiíes, suníes, kurdos. Todos me advirtieron de los problemas potenciales que había entre ellos. Cuando tiene miedo, la gente actúa de manera defensiva frente a sus semejantes. El régimen había planeado eso. Tarek Aziz, cuando fue entrevistado antes de la guerra y le dijeron que Irak no sería Vietnam porque no hay junglas ni ciénagas donde esconderse, contestó: 'Las ciudades serán nuestras ciénagas, los edificios serán nuestras junglas'. La gente se rió de él. Ahora sabemos qué quería decir".
 Tony Blair pensaba en el éxito de Margaret Thatcher como resultado de la guerra de las Malvinas y creyó que sería una buena cosa, una victoria fácil que le reportaría popularidad y le evitaría tener que centrarse en las cuestiones difíciles de la política doméstica. No tenía idea de la caja de Pandora que estaba abriendo".
Cree que es importante deslindar si Blair actuó de buena fe o de mala fe. "Tiene que haber una investigación detallada porque la historia exige que tengamos respuesta a esa pregunta. Por eso generales retirados y algunos políticos están pidiendo un proceso de impeachment sobre el primer ministro. Una especie de juicio a cargo de la Casa de los Comunes en el que la Cámara de los Lores dicta el veredicto. Ahora creo que las evidencias son lo bastante fuertes y el impeachment despejaría el ambiente. Si el primer ministro ha interferido en las evidencias, o ha conspirado para ello, o ha permitido que las evidencias fueran alteradas con su conocimiento, entonces es culpable". Al igual que Bush y sus asesores y el ex presidente Aznar y los suyos.
El ex coronel se opone a una retirada súbita de las tropas y aboga por su paulatina sustitución por soldados árabes. Naciones como los Emiratos Árabes, Egipto, Jordania, para equilibrar la presencia de americanos y británicos y dar alguna esperanza a los árabes sunitas", propone. "Egipto y Libia tienen ejércitos con la talla suficiente para desplegar tropas sobre el terreno", explica. Pero tendría que ser de forma paulatina.

8 comentarios

Jam -

Parece que por fin se está empezando a conocer lo que realmente ha ocurrido en esta guerra ilegal. Primero se conoció que no existían armas de destrucción masiva, como en un principio se afirmaba y, poco a poco, se van conociendo el resto de mentiras que se han utilizado como excusas para justificar la guerra y los crímenes e injusticias que ha habido en la guerra, cosa que, no olvidemos, ocurre en todas las guerras.
Parece ahora que los que se equivocaban eran los de la foto de las Azores y no nosotros, como nos hacían creer.

Carlos Miguélez -

Arrepentirse puede ser muy fácil. Me gustaría saber si, ante otra "amenaza", estos penitentes no volverían a hacer lo mismo.
Collins habla más de la mala planificación de la guerra que de su ilegalidad desde el principio.

mocito -

¿También los kapos lo eran entonces?

Zola -

Choca que un oficial admita las nefastas consecuencias de una guerra tan estúpida como mal planificada. Pero lo que se echa de menos son declaraciones parecidas de quienes tomaron la decisión de invadir Irak: los políticos. Al fin y al cabo los militares no son más que operarios de guerra.

Media Verónika -

La actitud de las tropas norteamericanas tal vez-tal vez-se podría perdonar,pero bajo mi punto de vista es imperdonable.Tras ver las fotos de la soldado England vejando a prisioneros iraquíes en Abu Ghraib y la noticia de las torturas a periodistas iraquíes de la agencia Reuters por parte de soldados estadounidenses,quedé más que asqueada de la actitud que mostraban,y sí,perdonar es de sabios,pero actuar como si no hubiera pasado nada me parece una auténtica injusticia.

Borja -

por fin la verdad surge de entre los engaños.
La verdad es que han reconocido el error y espero que realmente estén arrepentidos.
en cuanto a la guerra, me parece un acto increiblemente injusto, el invadir a un país, que se suponia que teniá armas de destrucción masiva. la otra escusa era el duro e injusto régimen.
Estados Unidos no deberia de haberse metido en este tema, poque realmente no le importa. No entiende la cultura del lugar ni las costumbres, y como dice el refrán, el que no entienda que calle.
Desde mi punto de vista estas no son escusas reales para invadir un país. tendria que haber algún tipo de beneficio personal, como por ejemplo: ¿el petróleo?

María -

Alejandra lleva razón.
Todos sabemos que lo ideal es que lo hubiesen pensado antes...
Pero en el libro de > de Primo Levi, que todos tenemos que leer, le preguntan a el protagonista en una situación semejante si perdonaría. Dice que si están verdaderamente arrepentidos si. Sólo espero que su arrepentimiento no se deba a los reproches de la gente...

Si de verdad creen de esto un error, la situación es complicada. Yo le perdonaría, pero siempre y cuando intente ayudar a las personas contra las que lucharon él y sus compañeros.

Alejandra Requena -

Ya era hora de que saliesen a la luz las fechorias, engaños e irregularidades que se cometieron. Ahora es el momento de las aclaraciones y por fin conoceremos la verdad de lo ocurrido.
Tendrían que haber tenido en cuenta que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.