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J. C. García Fajardo

Retazos de Sergei 042: Prodigios

No pocas veces nuestra angustia existencial genera una insatisfacción que afecta a nuestro ser, y hasta puede tener manifestaciones somáticas. Que si Dios existe o no existe, que si el problema del mal, el éxito, la riqueza, el dolor o la muerte. Así andamos corroídos por la abulia y el desasosiego.
Recuerdo la historia de un hombre que caminaba por el bosque lleno de tristeza porque no encontraba sentido a su vida. La melancolía lo dominaba cuando, de repente, encontró una hermosísima esmeralda en el suelo. La cogió, la limpió y se embelesó en su belleza, profunda de mares y de océanos, que lo atraía hasta que sus lágrimas de emoción vieron en aquella hermosura sin fin el rostro de una mujer que lo conmovió profundamente.
- Soy el espíritu benefactor del bosque, - le dijo al hombre -, puedo concederte lo que me pidas, hombre triste.
- ¡Maravilloso ser que sosiegas tan sólo con tu mirada! Concédeme aquello que te parezca mejor.
Y el hada respondió:
- ¡Pero si eso fue lo mismo que me pediste cuando eras un sapo y te convertí en hombre! Tu egoísmo te impide contemplar, en cada instante, la belleza que tienes y que te rodea.

José Carlos Gª Fajardo

 

4 comentarios

Rôvënty -

El ser humano se aferra con desesperación a la roca que le hace morir un poco cada día: la vida. Pero no tengas prisa que la muerte llega llega, disfruta cada instante; no la busques, que ella te encontrará a ti

Escila -

La insatisfacción es una tara muy propia del ser humano. Siempre queremos más y más. Creo que es muy afortunada la persona que es capaz de decir en un determinado momento: soy feliz, estoy satisfecho conmigo y con lo que hago.

Anahi -

Si pasas el tiempo lamentandote por lo que no tienes, la vida, tu vida, pasará delante de tus ojos y perderás todas las oprtunidades que te aguardan.
Perder el tiempo pensando en lo que te gustaría ser, es despreciar a quien eres.

Almudena -

Pensar en lo que no tenemos es tiempo que nos quitamos para disfrutar de lo que poseemos. Es dificil; la queja siempre cabe, y el vacio psicoanalítico parece que nunca desaperece, pero es una de las luchas humanas que hay que librar.
Nunca somos capaces de decir Basta, pero eso no nos tiene que impedir decir Gracias.
En busca del inconformismo agradecido...