No es justo olvidar los crímenes contra miles de civiles inocentes porque esté completándose un período que favorecerá a la facción más intolerante e inhumana de la política en Oriente Medio
David Grossman es escritor israelí y en un lúcido artículo "El fin de la era Sharon" analiza la realidad política, desde Tel Aviv, sin ceder al chantaje emocional de ignorar el pasado criminal e intransigente de un militar que deja un rastro de sangre imborrable e imperdonable ante la Historia. Jeremíacas actitudes de comprensión y tibieza ante un ser perverso por el hecho de estar enferemo no resucitarán a los miles de personas civiles que padecieron toda clase de horrores con supolítica de exterminio y de genocidio del pueblo palestino con total desprecio a la comunidad internacional y a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Nesemu
"Ariel Sharon: un hombre de fuertes instintos, prepotente, guerrero, astuto y brillante, estratega, valiente y corrupto; un hombre cuyos movimientos por el mundo oscilaron entre la creación y la destrucción, e ignoraron abiertamente cualquier limitación, sea en el ámbito internacional como en el de la ley. Un hombre que sin duda se ha visto a sí mismo como alguien destinado a generar historia y no sólo a atenerse a las circunstancias históricas. Un hombre que una y otra vez ha promovido procesos políticos y militares de largo alcance, con el objetivo de cambiar por completo la realidad, a fin de adecuarla a su visión, y siempre actuando con determinación, y en ocasiones no sin brutalidad y sin reparar en los medios...
Sharon, en un corto periodo de tiempo, ha pasado de ser uno de los hombres más odiados por los israelíes a erigirse en un líder valorado, aceptado y querido por la mayoría de la población, en una especie de padre con autoridad al que seguir con los ojos cerrados...
En un sorprendente proceso por el que el ciudadano renuncia a su derecho a saber, los israelíes han preferido dejar su futuro en manos de Sharon, renunciar a ejercer su derecho a la crítica y a la información.
En los años cincuenta, época en la que Sharon influyó bastante en el modus operandi del Ejército israelí, era oficial en la unidad del comando 101 y era conocido por su conducta violenta, por su brutalidad hacia los árabes, tanto combatientes como civiles inocentes. Sus superiores (entre ellos, Moshé Dayán) advertían sin cesar de su desprecio hacia la vida humana, incluso la de sus propios soldados. Una y otra vez se frenaba su ascenso en la carrera militar a causa de las reservas y fuertes críticas que tenían los altos mandos hacia su manera de actuar.
En 1972 estaba a cargo del mando militar del sur y coordinó la operación de expulsión de habitantes de la franja de Gaza, con el fin de dejar lugar libre para levantar asentamientos. Decenas de miles de palestinos fueron expulsados entonces de sus casas con violencia y crueldad. Sus hogares fueron destruidos, y sus pozos, cegados. Fue ésa la época en que Sharon empezó a convertirse en el arquitecto y hacedor de la "empresa de los asentamientos".... y se preocupó de emplazarlos en lugares que implicasen romper el tejido social de la población palestina, y, en definitiva, hacer con ello más difícil cualquier acuerdo de paz estable.
Después, Sharon pasó a la vida política. Siempre se opuso a cualquier iniciativa de negociación con los árabes. Votó en contra del acuerdo de paz con Egipto, criticó con dureza los acuerdos de Oslo e incluso se opuso al acuerdo de paz con Jordania. En 1982, cuando era ministro de Defensa, empujó al primer ministro de entonces, Menajem Begin, aprovechándose de la confianza de éste en él, a involucrarse en la guerra de Líbano, que acarreó miles de muertos en ambos lados y hundió al Ejército israelí en el fango libanés durante 18 años.
Su comportamiento durante la guerra de Líbano y su responsabilidad en la matanza que las milicias cristianas perpetraron en los campos palestinos de Sabra y Chatila hicieron que finalmente una comisión de investigación del Gobierno israelí le cesase como ministro de Defensa. Su presencia en la Explanada de las Mezquitas en el año 2000, en medio de unas relaciones especialmente tensas entre Israel y los palestinos, fue la cerilla que encendió el derramamiento de sangre que supuso la Intifada de Al Aqsa...
¿Qué va a ocurrir ahora? Israel es una democracia, pero en estos momentos estamos siendo testigos de un fenómeno que recuerda lo que sucede en los países totalitarios ante la marcha del líder.
...Resulta también muy interesante el cambio de imagen que experimentó Sharon en el mundo, sobre todo en Occidente. El hombre al que la prensa europea y americana detestaba, al que los líderes de muchos países se negaban a recibir, al que se comparó en los medios de comunicación europeos y árabes con el peor de los dictadores y genocidas, el hombre al que se demandaba en el Tribunal Internacional de La Haya por crímenes contra la humanidad, se convirtió en el último año, tras la retirada de Gaza, en una persona querida por los gobiernos, por la prensa y por la opinión pública de muchos países. No sólo George Bush lo consideró un modelo a imitar en tiempos de guerra, sino que incluso el presidente egipcio Mubarak lo alabó y proclamó que "sólo con Sharon es posible alcanzar la paz en Oriente Medio"...
Ahora, concluye el escritor judioisraeli,Grossman, sólo nos queda desear que se recupere y lamentarnos por el hecho de que, sólo cuando llegan a la vejez, los líderes israelíes se dan cuenta de la inutilidad de una solución a la fuerza y descubren que es necesario ceder y marchar por un doloroso pero inevitable camino para alcanzar la paz."
13 comentarios
Diego Ochoa -
Jam -
Marcos -
Ruth Pilar -
Si en la situación en la que se encuentra es capaz de reflexionar sobre sus equivocaciones, sólo lo sabe él. Pero más valdría que sobre ellas reflexionaran también los que le van a suceder.
Rubichy -
Ahora, todo parece indicar que el final de la vida de Sharon está cerca. Ahora es cuando muchos revisan su trayectoria política y no hay excusa que reste un ápice de culpa a la política destructiva y criminal del líder israelí, que huída cobardemente de cualquier atisbo de negociación con los árabes. Supongo que era su manera de proteger aquella visión de la realidad que el se había creado, quizás el miedo a que si dejaba esos modos de actuar también se dejase por el camino el poder, no lo sé; sólo se que no es posible que alguien sea tan despreciable en vida y se convierta en un ser excepcional cuando su final es inminente, y Sharon no puede ser una excepción...No se puede olvidar nada de lo que hizo durante tantos años por respeto al pueblo palestino. Teky
Xaime -
Almudena -
Para respetar a los muertos, primero hay que respetar a los vivos
rocoli -
DANIEL -
Javi -
El que parece que va a ser sucesor de Sharon en las próximas elecciones, el candidato del Likud Netanyahu, se encuadra en el radicalismo absoluto, pero esto no significa que Sharon sea, de momento, un santo. Parece que en la sociedad siempre hay un cierto reparo a criticar las acciones de las personas fallecidas o que estén próximos a la muerte.
sinclair -
Ojalá Sharon se recupere pronto, ojalá siga vivo para presenciar su caída política, ojala huela su propia corrupción en los medios de comunicación, ojalá que en esos últimos momentos le llegue un haz de humanidad para sufrir, aunque sea un instante, el dolor que su nombre ha causado al pueblo paestino.
Alba -
enovilla -