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J. C. García Fajardo

Retazos de Sergei 014: Moreras en flor

El gran secreto a voces del universo es que nada es inexplicable. Todo está ante nosotros para que lo contemplemos y descubramos el camino de “vuelta a casa”, para recuperar nuestro “rostro originario”, nuestra “verdadera naturaleza” junto al “viejo anfitrión”. Todas son expresiones del viejo Taoísmo transformado en Chan por el Budismo y que tanto habría de influir en la sabiduría universal, después de su paso por el shintoismo del Japón que lo revistió de la profunda elegancia del Zen.
Así, un día, el Maestro Chan Tsu Hsin paseaba con su buen amigo el poeta Huang Shan Ku. Éste le pidió que lo iniciase en el secreto más misterioso del Camino. Lo dijo con la mejor voluntad de su alma creadora habituada a buscar la naturaleza de las cosas. No como los jóvenes discípulos que siempre andan a la caza de atajos. No existen atajos en el Camino de la auténtica sabiduría. Llámese samadhi, prajna, nirvana, iluminación, santidad, realización, gloria, o con cualquier otro de los diez mil nombres.
El Maestro Tsu Hsin respondió con dulzura a su amigo:
- Confucio no se preocupaba por lo que los adivinos pudieran predecir acerca de su futuro, “tan sólo estoy seguro – decía -, de que mi destino se desarrolle con arreglo a mi propia voluntad”. En otras palabras, poder hacer lo que quisiera, queriendo lo que hacía. ¿Qué piensas de esto, Huang Shan?
Cuando el poeta iba a responder, fue detenido por un gran grito del Maestro que salió directamente de su ki kai tandem, centro de energía situado en el abdomen, bajo el ombligo:
- ¡¡¡No!!!
El poeta quedó confuso pero no dijo nada y continuaron su paseo.
Al cabo de un tiempo, durante la estación de floración de las moreras, ambos amigos paseaban por la montaña.
- ¿No hueles la fragancia de las moreras en flor?, -preguntó el Maestro.
- Por supuesto que sí. Está por todas partes, nos embargan.
- Ya ves, amigo mío, no te oculto nada.
Al oír esto, el poeta comprendió por sí mismo y besó la mano del Maestro mientras éste se reía al constatar el despertar de su amigo.
- Maestro, tu corazón es tan amoroso como el corazón de un abuelo.
- ¡Anda!, - respondió sonriendo y muy satisfecho el Maestro -, deseo que vuelvas a casa.
Así, señaló el Camino de regreso al poeta cansado de tanto vagar, sin rumbo.

José Carlos Gª Fajardo (Nota.- En la tradición de la sabiduria oriental "volver a casa" significa caer en la cuenta, despertar, recuperar la identidad perdida...

 

7 comentarios

Jarkoe -

Si, unos consiguen oirla y aprenden de ello, y son quienes, como en este caso el maestro hizo con este poeta, mostrar a los demás esa capacidad de amar, de buscar la felicidad en cada rincón, en cada detalle, cada momento. Después el sufrimiento será insignificante, el pesimismo no tendrá sentido, descubierto lo hermoso que es respirar y poder vivr. ¿El vértigo? Es el duro peso que a veces se pueda sentir al acoger la libertad de ser como queramos, de dejar ser a los demás, de amarles, encontrar en ellos una sonrisa y compartir otras tantas. Un peso que puede aparecer al acoger todo ello en nuestro regazo, sí, por no estar acostumbrados a ello, pues es tan grande... Pero ese peso se supera, desaparece, porque seremos más fuertes cuando descubramos lo hermoso que es vivir con esa esperanza como real compañera de una vida que sin ella no es igual de bella.

Almudena -

Y es que mientras a nosotros nos pasan cosas la hierba sigue y creciendo y las flores no paran de oler. Y es que no por buscar nuestro sitio debemos olvidar la ubicación de las demás cosas. Mientras nos encontramos la hierba sigue creciendo, unos consiguen oírla y aprender de ello, otros acaban pisándola sin saber de su existencia

Cémel -

La verdadera explicación, sencillamente, no se puede explicar.Partiendo de esta premisa poco resta ya por decir.Que cada cual se enfrente a sus temores y plante cara a su destino.El mundo que hay ahí fuera produce vértigo pero ese vértigo es algo muy distinto del miedo a la caída, ese vértigo,como explicaba brillantemente el escritor checo Milan Kundera,significa que \"el abismo que se abre ante nosotros nos seduce,despierta en nosotros el deseo de caer,del cual nos defendemos espantados\".El destino,si es que existe como tal,es algo imprevisible, se nos escurre entre los dedos cuando intentamos capturarlo y eso nos produce desconcierto,nos desalienta pero también nos empuja a seguir buscando,a continuar husmeando en los basurales del porvenir.Así de ambiguo y controvertido es el camino hacia la sabiduría;una senda aparentemente impracticable pero ineludible. Alguien escribió una vez que \"el camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría\"...quien sabe.Lo único cierto es que el mundo está ahí fuera, y también respira, y cada cual debe librar en solitario esa batalla contra uno mismo.Existen diferentes caminos,que cda uno elija el suyo y no desfallezca,esto es lo único esencial.

Irene -

Sentirse responsable de tu porvenir a menudo resulta un trabajo exhausto y complejo. La sencillez de admitir que nuestro futuro esta marcado por un destino impertérrito quizá nos aporta cierta tranquilidad pues en ese caso nuestra única obligación es dejarnos llevar. Somos mentes adocenadas, individuos carentes de ilusiones originales cuya meta primordial es disfrutar al máximo de cada momento, carpe diem. ¿Pero acaso esto este mal? tal vez sea lo más inteligente, vivir sin complicaciones.
Pero las injusticias afloran en una sociedad corrupta por naturaleza. Afortunadamente cada vez son más las personas que han dejado de ser prototipos impávidos expectantes de un mundo que comenzaba a desbordarse, para transformarse hoy en auténticos inconformistas de las causas injustas.
Ellos han optado por forjar su propio Camino y desviarse de la trayectoria común, por tanto desde mi aun “inmadura” y utópica opinión considero que la indiferencia no es una opción.

Ángeles -

Iniciarnos solos en el Camino y forjarlo por nosotros mismos. Esta es la verdadera opción para encontrar el Camino de la auténtica sabiduría.

Ruth Pilar -

No siempre nos percatamos de lo que nos rodea. Unas veces porque damos por supuesto que las flores huelen; otras, porque hay quien nos lo dice: "oye, las flores huelen".
Descubrir las cosas por uno mismo es muy importante, porque es, en realidad, cuando se interiorizan convenientemente y no sólo se acumulan en un sustrato basado en una memoria académica.
Con las nuevas tecnologías, el anonimato, hablar a través de otras personas, sin hacerse responsables de nada, es muy fácil. Se pierde la personalidad y se adopta un papel.
Habrá que ir dejando migas de pan para poder volver a casa.

DANIEL -

Cada uno debe ser dueño de sí mismo y saber elegir sin que nadie elija por él. Hay que saber dónde está el verdadero camino e ir hacia él sin ningún temor. El mundo nos espera ahí afuera. Salgamos de nuestras habitaciones y descubrámoslo.