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J. C. García Fajardo

El Camino del Tao

Descalzarse y encender varillas de incienso, juntar las manos y postrarse en silencio, desde el vacío, porque llegamos arrastrando nubes de gloria, dice Wordsworth, mientras Hopkins señala que la más cara frescura vive en lo hondo de las cosas.
Pretender escribir sobre el Tao es desconocer el Tao y, sin embargo, no hay realidad fuera del Tao, por eso,  quien sabe, no habla y quien habla, no sabe. Sin límites ni substancia, sin adjetivos ni definición, sin arriba ni abajo, sin adentro ni afuera, sin bueno ni malo, justo o injusto, yang o jin, la mayor felicidad consiste en no hacer nada para obtener la felicidad porque el gozo perfecto es carecer de él. Si uno está en armonía con el Tao –el Tao cósmico, el que no puede nombrarse -, la respuesta llegará cuando llegue el momento de actuar pues uno actuará con arreglo al modo espontáneo del wu wei que, según Merton, es el modo de acción propio del Tao y es la fuente de todo bien, hacer sin hacer y plegarse a la naturaleza de las cosas sabiéndose uno con ellas.
Acercarse a los textos sagrados del I Ching, o libro de las mutaciones; al Tao Te King, de Lao Tsé; a El Camino, de Chuang- Tzú; o a las obras de Li- Chi o de Lie-Tzu, es abismarse en la esencia del pensamiento taoísta que, como el sabor del té, no puede explicarse pero puede alcanzarse. Y saber cuando detenerse.
Algo pueden ayudar los poetas tang, Li Po, Tu Fu, Po Chu-Li o adecuar la respiración ante los paisajistas chinos en su anhelo de captar los ritmos vitales porque la estética china es animista y busca medios de unión con la naturaleza.
El Taoísmo adquiere una enorme relevancia en nuestro tiempo porque puede resolver la crisis ecológica creada por la visión de antagonismo a la naturaleza del pensamiento judeo-cristiano que pretendió dominarla, y ayudarnos a recuperar el contacto con los ritmos de la naturaleza y con el fluir de las energías en el cuerpo. Lo que el Zen denominará recuperar el rostro originario, la identidad perdida.
El Taoísmo es el sistema filosófico y religioso fundamental en China. Su fundación se suele atribuir al maestro Lao-Tsé que vivió hacia el siglo V antes de Cristo y fue contemporáneo de Confucio y de Chuang-Tsé. En realidad, el Tao Te King es una recopilación de aforismos de épocas diversas atribuidos a un bibliotecario de la corte imperial de los Cheu que, hastiado de la decadencia de las costumbres, se alejó hacia Occidente montado sobre un carabao azul. Cuenta la tradición que al guardián de la frontera, seguidor suyo, le dejó como recuerdo el famoso tratado, en 5.000 caracteres, Tao Te King o Tratado sobre el Tao y el Te, o sobre el Supremo Ser inefable y sobre la virtud que hace al hombre prudente para andar el Camino.
Algunos de sus seguidores aventuraron que el Maestro, o más bien su doctrina, se dirigió hacia la India y que su doctrina habría influido en el Budismo. Como posteriormente éste llegará desde la India y, en contacto con el Taoísmo, dará lugar al Chang que, más adelante, en contacto con el Sintoísmo, dará lugar al Zen en el Japón.
Pocas lecturas habrá superiores al Tao Te King y a El Camino de Chuang Tzú. Podría eliminarse gran parte de la literatura universal sin que la echáramos de menos si podemos gustar con la punta de la lengua la sabiduría del Tao, nada digamos si acertamos a tragarla.
El Taoísmo, como otras profundas sabidurías, admite que lo real es, en el fondo, Uno: hay un principio de orden y de unidad que es misterioso e inefable, trascendente e inmanente, al que por no saber su auténtico nombre, sólo lo llamamos Tao, o el Camino. Hay algo que lo contiene todo. Es antes que el cielo y la tierra, es inmóvil, incorpóreo, en sí, inalterable, lo penetra todo, por siempre moviéndose. De modo que puede actuar como Madre de todas las cosas. Si ha de ser nombrado, que su nombre sea Grande. La grandeza significa seguir adelante, seguir adelante significa llegar lejos, y llegar lejos significa regresar. El Taoísmo es la realidad suprema que reabsorbe todas las contradicciones, es principio de liberación para quien lo capta. El hombre del Tao escapa al mundo ilusorio y alcanza la plenitud. Después de la época de los emperadores Han, se constituyó el Taoísmo religioso. Por desgracia, posteriormente se mezclaron prácticas mágicas y supersticiones populares que lo desvirtuaron.
Pero su esencia está ahí, aquí, en el silencio, en el vacío, en el ritmo y en el caminante que se sabe Camino, Verdad y Vida. Como dirá el shivaísmo de Cachemira, el secreto es que no hay secreto por eso, saberse Krishna, Buda, Tao, Cristo es saberse necesario como el hueco vacío del eje en donde confluyen los radios de la rueda, o el vacío que da su ser a la olla de arcilla, o el de las puertas y ventanas que se lo dan a la casa.
El Taoísmo excluye el concepto de Ley, tan querido para Confucio y no digamos para el Judaísmo, y prefiere el de Orden, como ritmo que armoniza una infinidad de ritmos menores. Su concepto clave es el de Estructura. Es un pensamiento asociativo o coordinativo que reemplaza a la idea de causalidad, como señalan Granet y Wilheim, recogidos por Needham en su monumental obra Ciencia y Civilización en China. Las cosas están relacionadas, más que causadas, el pensamiento chino desarrolló el aspecto orgánico, visualizando el universo como una jerarquía de partes y todos, infundidos por una armonía de voluntades.
El sabio ve todas las cosas a la luz de la intuición. Está en el centro del círculo y ahí se mantiene mientras el sí y el no se persiguen en torno a la circunferencia. Los hombres verdaderos no tenían miedo cuando se encontraban solos en sus puntos de vista... respiraban profundamente desde los talones.
 

José Carlos Gª Fajardo (para Daniel, con afecto)

9 comentarios

TAO -

EL tao Sin el pranayama no es tao es tierra aguas aire fuego el tao se refleja en uno mismo

ea -

este artículo tiene más palabras que el tao te king,

como decía el último de la fila "si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir", toda una lección taoísta,

Santiago -

Es cierto que en occidente es más difícil el acercamiento a la espiritualidad (por llamarle de alguna forma), pero también es cierto que gran parte eso depende de nosotros mismos. Como vieron, no usé la palabra culpa. Sino que hablo de responsabilidad, que tiene que ver con libertad.. Y para ser responsable de nuestros actos es fundamental saber qué estamos eligiendo a cada momento y por qué.

Para no extenderme tanto, quiero contarles que en Argentina existen, en varios puntos del país, familias de taiwaneses dedicados a la difusión del Tao. Que ofrecen a los que asisten las enseñanzas del Tao (no del taoísmo)para luego realizar la ceremonia de iniciación y comenzar la práctica en la vida cotidiana. Si se lo han preguntado, sin exigir dinero ni nada.. materialmente es más lo que pierden que lo que ganan, aunque ellos lo ven como una inversión. Se hacen llamar la familia del Tao.
Podrían averiguar si se encuentran en su país, generalmente uno se entera boca a boca, porque no hacen difusión, sino que confían en el encuentro por afinidades.
Pueden buscarlos en comercios como dietéticas y de los que venden elementos naturales.

Saludos y...
Que la afinidad los guíe!

Alba -

Hay qué ver cómo cambian las opiniones, el talante hacia la vida y hacia la sociedad, cuando sabemos un poquito más de los otros, del mundo, de todos en general... (para bien, por supuesto). Cosas tan importantes, ¿Cómo pueden ser suprimidas en los planes de estudios de la mayoría de las \"escuelas\"?

Muñoz -

¿Quién dice que la religión en las escuelas no es importante?. Después de leer esto me doy cuenta de lo que soy... un analfabeto, no sé nada, no me lo han enseñado, hay que conocer estas religiones desde la escuela, por ello digo: ¡religión si, pero todas!

DANIEL -

Como bien dice Escila, creo que lo que nos pasa a algunos es que vivimos tan rodeados de una única religión, como es el cristianismo, que no queremos ver o no hemos buscado nada más allá, en otras religiones. Creo que aquí en España es difícil pertenecer a una religión donde se practique el Taoísmo o el Budismo, porque la dictadura de la Iglesia cristiana en Occidente es brutal. Como dije ayer, cada uno busca sus métodos de libertad, evasión o busca encontrar ´lo Grande´ de la forma que le parece adecuada. No tiene por qué ser solamente a través de las religiones. El mundo es muy grande, y aunque parezca que no, cabemos todos. Un saludo a mi profesor por el comentario.

Rôvënty -

La educación sin libertad es dictadura que elimina la ceratividad del ser. La libertad sin educación es caos. En el equilibrio está la virtud

Escila -

Y volvemos al tema de la convención. Nuestra cultura, tan anclada en el cristianismo, no ve más allá de decirle a éste si sí o no, pero no busca nada más. La tradición... creo que no evolucionamos. Mirando el resto culturas vemos que la forma de concebir la vida, la búsqueda de algo concreto, guardar simplemente el equilibrio, crear leyes... todo es abstracto, y todo lo hemos creado. Igualmente, podemos crear y concebir nuestro modelo de libertad, cualquier cosa debe y tiene que ser posible mientras no afecte a nadie o atente su libertad.

Virginia -

Gracias por acercarnos el taoísmo y otras religiones, profesor; siempre me han parecido muy interesantes todas las religiones sin excepción, aunque unas me atraen más que otras. Me gustaría que otro día nos hablase algo sobre el budismo (si no es molestia ni nada), que es de las que más interesantes me parecen. Qué maravilla las religiones (o, como siempre digo, modos de vida) que carecen de dioses y de dogmas y que lo único que intentan es abrirnos la mente.