Algunos sí saben lo que hacen
Todos los años, le propongo a los alumnos de Periodismo que hagan un trabajo respondiendo a esta pregunta ¿Qué hago yo aquí? La mayoría son corrientes y sin gran interés porque la pregunta les sorprende y no se atreven a sincerarse, o porque no saben realmente qué contestar. Algunos son realmente buenos. En la dura labor de leer y leer trabajos, a veces, uno se encuentra alguno tan interesante como este de FdHdR que vale la pena por su sinceridad y apertura de miras:
¿Qué hago yo aquí?
He venido a caerme el mayor número de veces posible. Es ahora cuando menos trabajo cuesta levantarse, por eso es ahora cuando tengo que caerme para aprender a incorporarme, y lograr que dentro de unos años me caiga menos y me levante más fácilmente. Estoy aquí para aprender a aprender, para formar un espíritu crítico que me permita ser más libre y para crear una base firme sobre la que puedan asentarse los conocimientos.
Antonio Machado dejó escrito en sus Proverbios y cantares:
“¿Dicen que nada se crea?
Alfarero, a tus cacharros,
haz la copa y no te importe
si no puedes hacer el barro.”
El objetivo consiste en construir con el barro que proporciona la Universidad, la copa con la que poder beber adecuadamente del conocimiento.
Espero aprender lo máximo posible sobre todo lo que no enseñan los libros, y aunque tenga la sensación de que saldré de aquí sin saber aún quién soy, espero haberme conocido un poco más, así como haber aprendido a ver lo que algunos se empeñan en hacer invisible. Es ahora cuando hay delante de mí una infinidad de puertas. Me asomaré a las abiertas y abriré las cerradas para poder elegir libremente, para ser un poco más consciente del mundo que me rodea. Espero conocer aquí gente con mis mismas inquietudes, gente con la que compartir proyectos, pasiones, vivencias.
Hace aproximadamente un año leí las siguientes palabras: “Mohamed Ashraf no va a la escuela.
Desde que sale el sol hasta que asoma la luna, él corta, recorta, perfora, arma y cose pelotas de fútbol, que salen rodando de la aldea paquistaní de Umar Kot hacia los estadios del mundo.
Mohamed tiene once años. Hace esto desde los cinco.
Si supiera leer, y leer en inglés, podría entender la inscripción que él pega en cada una de sus obras: Esta pelota no ha sido fabricada por niños.” (Bocas del tiempo. Eduardo Galeano).
Desde que leí estas líneas procuro saber en cada momento qué es lo que estoy haciendo. Espero adquirir en estos años todo lo necesario para ser lo más consciente posible del porqué de mis actos y de sus posibles consecuencias.
Y todo ello para aprender a soñar despierto sin creer que estoy soñando, para poder vivir la vida que yo quiera en cada instante, para que otros no decidan ni elijan por mí, para ser un poco más dueño de mí mismo, para ser más libre. Para poder mirar un día hacia detrás y poder pensar: “mereció la pena”.
12 comentarios
María -
Si el autor lo dice de verdad, seguro que lo veremos en lomás alto. Tiene ambición. La mejor ambiciónque se pueda tener,el saber lo máximo.
Si fuese profesora, me gustaría que mis alumnos fuesen así.
Gracias por enseñarnos un trabajo diferente a la mayoría,pero bueno como ninguno.
C Sh -
Me ha encantado leer este nivel de conciencia. ¡Qué envidia sana! :)
gema -
Nesemu -
RöXyE -
Diego Ochoa -
esa última expresión de un día mirar a tras y decir mereció la pena, será fruto de esa decisión, falle o no estoy orgulloso de tomarla.
Dorian Gray -
Fran -
DANIEL -
Sonia Sanz -
Rôvënty -
Belén -
Me alegra que el profesor Fajardo haya publicado este fragmento,porque esas palabras animan a seguir adelante.