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J. C. García Fajardo

Soldados españoles en una posición humillante e insostenible. ¿Nadie se hace responsable?

Las tropas españolas no logran llegar a la zona del terremoto  

Fallos logísticos del lado paquistaní retrasan los trabajos de ayuda

Uno de los militares españoles achacó la tardanza a la lentitud de los camiones que transportan la maquinaria ligera para abrir caminos en Cachemira y a las paradas que efectuaban los conductores y soldados paquistaníes para orar durante la celebración del Ramadán. [¡Qué barbaridad! Cada una de las cinco oraciones personales, fuera de la mezquita, no dura más de cinco minutos! En Ramadán o en el resto del año]

Los 36 soldados de la Unidad de Apoyo al Despliegue, procedentes de Salamanca, pasaron todo el día de ayer a la espera de partir de una vez por todas desde Rawalpindi a la comarca de Bagh, que es la zona del terremoto asignada a la misión de la OTAN. En principio, la expedición iba a partir ayer por la mañana, después se aplazó hasta la noche. Y al final, la partida se pospuso hasta hoy.

"La causa del retraso no la sé muy bien. Pero, desde luego, nuestra no es", indicó un oficial de prensa del Ministerio de Defensa que viaja con la expedición. "Nosotros estábamos preparados. Supongo que se debe a un problema de organización de los paquistaníes".[Esto no es admisible en una operación planeada por el Estado Mayor Central, y por el de la OTAN. ¿Será que estamos sirviendo de conejillos de Indias a los mandos de la OTAN para ver si tragaban los militares de Pakistán esta absurda injerencia de un ejército extranjero en supuestas acciones humanitarias? ¿Qué país soberano permite a otro ejécito extranjero, y quizás enemigo si vienn mal dadas, transitar a sus anchas por nuetsro territorio?] 

Cinco días después de que la expedición española haya llegado a Pakistán, aún no ha podido pisar la zona afectada. 

El doctor Ilyas Khan se encontraba ayer de visita en el campamento donde la ONG paquistaní Islamic Medical Association atendió a 600 heridos y ofreció cama a 37. En cuanto el doctor se enteró de que hoy o mañana llegarán los soldados españoles para ayudar a reconstruir la zona, rogó: "Díganles a sus soldados que me ayuden, por favor. Yo estaba el 8 de octubre a las ocho de la mañana haciendo una cesárea en mi clínica privada con mi esposa, que es ginecóloga. Cuando el terremoto estalló estábamos sacando al niño del cuerpo de la madre, no podíamos pararnos. El edificio se movía de un lado a otro, pero seguimos cumpliendo con nuestro deber. La madre y el niño están vivos. Tres de los cuatro pisos de la clínica se vinieron abajo. Yo tengo toda la maquinaria de la clínica en el primer piso, pero necesito que alguien retire los pisos de arriba. Y entonces yo podría operar y lo haría gratis, dada la necesidad en la que se encuentra la gente". [Eso es: militares para ayudar en cesáreas!]

Muchas de las viviendas que parecen haber superado intactas el seísmo se encuentran vacías a causa de las grietas. En las calles, de vez en cuando, llega el olor a cadáver descompuesto. Algunos guardias portan mascarillas blancas. Los postes de electricidad se inclinan sobre la carretera, como si fueran a caerse de un momento a otro. Hay un colegio a cinco minutos del pueblo donde aún yacen los cadáveres de unos doscientos niños. Hay aldeas como Bhutti, Bess Bagla, Pes Jhola o Dhoondar que aún esperan que vayan a desenterrar a sus muertos. "De todas formas, lo prioritario ahora es ayudar a los vivos", indica uno de los médicos del campamento sanitario, "y no queremos gente mirando, sino gente que venga a hacer algo". Zahib, subdirector del centro, añade: "Si la misión de la OTAN viene aquí para trabajar, bien; pero si viene con intenciones políticas detrás, con la intención de tomar parte en el problema con la India, habrá problemas porque ésta es una zona muy sensible". Sensible y pobre. La mayor parte de las casas destruidas son las de quienes no tenían el dinero necesario para comprar hormigón y lo hicieron con adobe.

 [De eso se trata, van a herir susceptibilidades y se puede crear un conflicto, a nada que unos alocados ¡hagan alguna barrabasada. ¿Se imaginan a los altos mandos de la OTAN  reaccionando?  Es increíble. Y nosotros aquí contemplando a los obispos que se lajnzan a la calle en manifestación]

 

1 comentario

Eduardo -

El último párrafo me recordó al coloquio con Alicia Citrymblum. Recuérdese que propuso que el periodismo se aleja de la realidad social. Ocurre lo mismo en el caso propuesto: Nosotros preocupados por los obispos (y la Infanta, y el Estatuto...) mientras en el mundo pasa lo que pasa.