Episcopado beligerante y periodistas fanáticos
No me puedo creer que Los obispos catalanes admiten su impotencia para frenar a la COPE , como declaran algunos. La beligerancia de la COPE, los insultos y calumnias, las descalificaciones y la casi llamada a una nueva cruzada causan indignación entre los profesionales bien nacidos. El episcopado español es el accionista mayoritario en la COPE y quienes renuevan los contratos millonarios a los responsables de los programas. No cabe en cabeza humana que ''por haber crecido las audiencias'' se permitan agresiones y calumnias que ya deberían ser respondidas adecuadamente con el Código Penal en la mano. Porque vivimos en un Estado de Derecho no se puede actuar con patente de corso. No 'vale todo' con tal de descalificar al contrario. El Gobierno del Estado español, sostenido por la mayoría de votos necesaria, tiene en su mano la denuncia de los Acuerdos con el Vaticano. No vivimos en un Estado confesional, como el padecido durante décadas en que los clérigos controlaban la cultura, la enseñanza, las conciencias y las haciendas en cuanto podían. Si el Presidente de la Conferencia episcopal, cardenal Rouco, continua sosteniendo las agresiones y ataques salvajes de la COPE deberá recibir la respuesta correspondiente del Gobierno en dónde más les duele a los clérigos, en las finanzas. Que sus fieles sostengan a sus clérigos en todas las confesiones religiosas: protestantes, evangélicos, judíos, musulmanes y católicos. Una mayoría mucho más grande de lo que se piensa respaldaría esta acción de legítima defensa del Gobierno. Que no se fíen de los bautizos, comuniones, bodas y entierros por razones sociales más que por una fe arraigada y consecuente. La prueba la tienen en que son incapaces de vivir de las aproptaciones voluntarias de los fieles y, a estas alturas, el Estado carga en los Presupuestos Generales del Estado los sueldos de todos los obispos y curas de este país, además de exenciones tributarias escandalosas. Esos presupuestos se nutren de las aportaciones de todos los españoles, de los no católicos, agnósticos y ateos incluidos. Eso no es de recibo, ni es justo ni admisible.
Si los clérigos se meten en política respaldando una política nacionalista, ultra y alocada deberán atenerse a las consecuencias, antes de que sea demasiado tarde. ¿Por qué este pueblo español nuestro tendrá que ir siempre detrás de los curas, bajo la cruz o a garrotazos?
Vivimos en un régimen constitucional, no confesional, libre y regido por la Ley, ¿a qué esperar con semejantes contradicciones? "En la tardanza está el peligro, Sancho amigo" No repitamos una historia cargada de irracionalidad y de fanatismo, por no haber aprendio de las enseñanzas de esa misma historia.
Nesemu
Los prelados afirman que la campaña anticatalana de la emisora causa "un gran descrédito eclesial"
• El ejecutivo del episcopado español renovó en mayo por unanimidad el contrato de Losantos
JORDI CASABELLA / MARC ANDREU
Los obispos catalanes no son "nada optimistas" acerca de la posibilidad de que la COPE, emisora radiofónica propiedad de la Conferencia Episcopal Española (CEE), rectifique y abandone la campaña de mentiras y descalificaciones ofensivas hacia los dirigentes políticos, económicos y sociales de Catalunya puesta en marcha con motivo de la reforma del Estatut. Los prelados admiten en privado que esta situación contraviene abiertamente los principios evangélicos y "produce un descrédito eclesial muy grande". "No tenemos nada que hacer", confiesa uno de ellos.
La pesadumbre por la situación, en la que coinciden los 11 obispos catalanes en activo, es compartida por el episcopado vasco y no más de una decena de obispos del resto de España pertenecientes a la exigua ala progresista, lo que les sitúa en minoría entre los más de 70 prelados presentes en la CEE.
PROGRAMA ESTRELLA
La contrariedad se focaliza en el programa estrella de la COPE, La mañana, que dirige y conduce Federico Jiménez Losantos, y el nocturno La linterna, que presenta César Vidal, amigo de Losantos. Las producciones del Grupo Risa, que no tiene reparos en burlarse de los inmigrantes subsaharianos que se juegan la vida tratando de entrar en España por Ceuta y Melilla, y la beligerancia de la que hace gala en sus intervenciones el contertulio y jefe de informativos de la cadena, Ignacio Villa, han suscitado igualmente protestas.
La Conferencia Episcopal Tarraconense, en la que se agrupa la jerarquía de las ocho diócesis catalanas, afirmó tras su última reunión, celebrada a comienzos de octubre, que sus dirigentes se comprometían a "hacer gestiones ante los responsables de la COPE para corregir" una forma de proceder de la que, según decían, habían recibido "muchas quejas". Y apostaban por "favorecer un clima mediático de convivencia y respeto mutuo entre los ciudadanos". Ello llevó ayer al portavoz parlamentario del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, a decir que no sólo su partido sino también los obispos catalanes sostienen que algunos programas de la emisora "incitan a la confrontación".
Los prelados consultados no confían, sin embargo, en que las gestiones vayan a dar fruto y alertan del desgaste que sufre su imagen. "Aparecemos como gente incapaz de frenar a un señor Jiménez Losantos que ni siquiera es católico, sino que dice que es agnóstico", explican. "Somos como la minoría canaria en el Congreso", exclama con resignación uno de los indignados. En su descargo, los dirigentes de la Iglesia catalana afirman que ninguna de sus diócesis tiene acciones de la COPE.
GESTIONES
En cualquier caso, las referidas gestiones ha de llevarlas a cabo el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, el único catalán presente en el comité ejecutivo del episcopado español, según sostiene su obispo auxiliar, Joan Carrera, miembro de la Comisión de Medios de Comunicación Social de la CEE.
Sistach ya ha tenido ocasión de comprobar que las protestas contra la línea que sigue la COPE no surten ningún efecto. Y así lo reconoció públicamente en julio, en el foro de Tribuna Barcelona. Al ser preguntado por un empresario sobre si los obispos no podían hacer nada para cambiar el discurso de la emisora, el arzobispo respondió: "Se hace, pero la eficacia de ello ya se ve".
El arzobispo de Barcelona añadió que "se ha de distinguir entre programas", que los conflictivos eran "uno o dos de gran difusión" y que su existencia también ponía de relieve "el pluralismo existente en la sociedad". Y recordó que la CEE era un órgano colegiado donde las decisiones se adoptan por mayoría.
CONTRATO RENOVADO
Sistach ha sido criticado por organizaciones de cristianos de base como Església Plural después de saberse que, en mayo, el ejecutivo del episcopado renovó, por dos años, el contrato a Jiménez Losantos. Lo que causó sorpresa es que la decisión se adoptara por unanimidad, máxime cuando en el comité, en el que tienen voz y voto seis prelados, figuran, además de Sistach, el cardenal Amigo y el presidente del episcopado, Ricardo Blázquez, a los que se encuadra en el ala más abierta del episcopado. El cardenal Rouco y los arzobispos de Toledo y Oviedo, Antonio Cañizares y Carlos Osoro, respectivamente, completan el comité. Sistach se ha disculpado en círculos reducidos explicando que se encontró con "la decisión ya tomada".
Rouco es el principal avalista de Jiménez Losantos, a través del presidente y consejero delegado de la COPE, el sacerdote Bernardo Herráez, que a su vez ocupa el cargo de vicesecretario de asuntos económicos de la CEE. Pero más que el decidido apoyo de Rouco y Cañizares, líderes del sector inmovilista, la unanimidad se fraguó a la vista de otra poderosa razón, como ha apuntado Jiménez Losantos: la buena evolución de la difusión y la publicidad, que han situado a La mañana, con 1,8 millones de oyentes, como el segundo programa más escuchado de la radio española.
4 comentarios
Nesemu -
Nesemu
Javi -
Javi -
En cuanto a ese personaje llamado Federico, ni se si llega a ser un personaje, en todo caso personaje lamentable. Espero no trabajar nunca con él ni con nadie de su cadena, y menos con el director de los informativos, el hombre que conocereis porque sale en 59" y que no tiene muxo pelo (ninguno). Un periodista puede ser partidista, que no debería, pero ser mala persona es otra cosa. LLamar al bloqueo de los productos catalanes e incitar a grupos de ultraderecha a insultar y agredir a Santiago Carrillo sólo es propio de una mala persona, que vive en su anhelo permanente del franquismo y del fascismo más radical.
Rôvënty -