Saramago defrauda a un gran auditorio
Nadie pone en duda la altísima calidad literaria y humana del gran escritor portugués. Es un Maestro. Pero, al final de sus años, algunas grandes personalidades corren el peligro de dejarse manipular por su entorno y los llevan de aquí para allá como si su sola presencia bastase para dar contenido a un acto.
La convocatoria era en el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid. El motivo, la inauguración del Foro Complutense con la conferencia Democracia y Universidad. Allí nos reunimos co antelación para coger sitio cientos de personas, estudiantes, profesores, académicos, escritores etc.
Ni hubo conferencia, ni siguió esquema alguno, divagó con generalidades insulsas, ni aportó una idea que mereciera la pena de semejante convocatoria con ese título.
Mejor hubieran titulado "Un rato de charla con el Premio Nobel José Saramago", o algo así. Una verdadera pena que nos parece un abuso. Saltó de un tema a otro con lugares comunes tan repetidos que causó una verdadera decepción y aburrimiento.
He tomado notas de sus palabras. Las he releido por si mi juicio era precipitado. Me reafirmo: fuera de algunas cosas ingeniosas durante el coloquio, no aportó nada de valor ni nuevo ni interesante.
Con el profundo respeto que tenemos tantos lectores y profesores por el ilustre escritor, debo dejar constancia de mi decepción. Es un error traer y llevar de aquí para allá, con razón o sin ella, a ilustres personalidades como si su sóla presencia justificase un acto académico, en un ambiente tan cualificado y en una ocasión como la de ayer.
Leeremos sus libros y sobre todo el último que anunció para noviembre, pero no es de recibo confundir a las audiencias. Consciente de que no es políticamente correcto lo que escribo, prefiero no contribuir con mi silencio a la frustración de los alumnos a quienes animé a acudir a esa inexistente conferencia.
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
José Carlos Gª Fajardo
La convocatoria era en el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid. El motivo, la inauguración del Foro Complutense con la conferencia Democracia y Universidad. Allí nos reunimos co antelación para coger sitio cientos de personas, estudiantes, profesores, académicos, escritores etc.
Ni hubo conferencia, ni siguió esquema alguno, divagó con generalidades insulsas, ni aportó una idea que mereciera la pena de semejante convocatoria con ese título.
Mejor hubieran titulado "Un rato de charla con el Premio Nobel José Saramago", o algo así. Una verdadera pena que nos parece un abuso. Saltó de un tema a otro con lugares comunes tan repetidos que causó una verdadera decepción y aburrimiento.
He tomado notas de sus palabras. Las he releido por si mi juicio era precipitado. Me reafirmo: fuera de algunas cosas ingeniosas durante el coloquio, no aportó nada de valor ni nuevo ni interesante.
Con el profundo respeto que tenemos tantos lectores y profesores por el ilustre escritor, debo dejar constancia de mi decepción. Es un error traer y llevar de aquí para allá, con razón o sin ella, a ilustres personalidades como si su sóla presencia justificase un acto académico, en un ambiente tan cualificado y en una ocasión como la de ayer.
Leeremos sus libros y sobre todo el último que anunció para noviembre, pero no es de recibo confundir a las audiencias. Consciente de que no es políticamente correcto lo que escribo, prefiero no contribuir con mi silencio a la frustración de los alumnos a quienes animé a acudir a esa inexistente conferencia.
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
José Carlos Gª Fajardo
14 comentarios
Raúl -
Por cierto, "sola" no lleva acento.
El fuego no se apaga.
Javi -
Además, al señor Saramago costaba entenderle en ocasiones.
Anónimo -
Anónimo -
Nesemu
Nesemu -
Gª Fajardo
Anónima -
Olga -
De todas formas creo que nos consiguió sacar alguna sonrisa y nos aportó reflexiones que realmente incrementaron mis puntos de vista acerca de esos temas.
A pesar de todo quería decir que me parece una oportunidad que no se puede desaprovechar poder tener unas horas de coloquio con una personalidad como J. Saramago
Anónimo -
Deva -
Atentamente.
Alberto -
Macarena Segura -
Ante todo, yo fui a la Conferencia no ya por realizar un artículo, sino por curiosidad y tratar a J.Saramago (también iré a la Casa de América para oir a Vargas Llosa).
Me fascinó ver al premio Nobel de literatura y admito que sí que realizó algunos comentarios brillantes y me arrancó más de una sonrisa. Pero, a pesar de todo, debo admitir que el Profesor Fajardo lleva razón. Cuando me senté para escuchar la conferencia sobre "Democracia y Universidad", me di cuenta enseguida de que comenzó a tratar otros temas y no se centró en lo que realmente exigía la Conferencia en si.
(espero proximamente aportar opiniones más elaboradas acordes con la calidad presente aquí).
Carlos Miguélez -
Zola -
Que la democracia está enferma, secuestrada,y camuflada en la plutocracia que nos gobierna; y que la función de la universidad debía ser algo más que enseñar (y no instruir como se hace actualmente),porque es el último momento en que los estudiantes se pueden convertir, en plena conciencia, en ciudadanos.
Durante el coloquio estuvo algo más lúcido, pero la gente se dedicó a dar su opinión acerca de las utopías en lugar de preguntar al Premio Nobel
Carlos Miguélez -
Es verdad lo que dice, profe. La fama de muchos grandes escritores los pone en un púlpito al que no pertenecen. Son grandes pensadores, pero no son nadie para sermonearnos y quitarnos una tarde. Debe ser difícil eludir la pedantería que a veces tiene el círculo intelectual.