Blogia
J. C. García Fajardo

Nuestras fronteras son las de la U E

¿Soy yo acaso el guardián de mi hermano' ¿Tiene Italia que afrontar por todos los medios las avalanchas de inmigrantes africanos que pretenden desembarfar en Sicilia y en Lampedusa, así como los que vienen por el Mar Adriático?
¿No podrían España e Italia, meter en autobuses a todos los inmigrantes, conforme van llegando, y trasladarlos hasta las verdes campiñas de Francia, Alemania o Béelgica? ¿Acaso por los tratados de Shencken no hemos tenido que cambiar nuestra legislación con respecto a los latinoamericanos a pesar de nuestras relaciones seculares?
Si somos frontera de los países que conforman la UE a sus instituciones correseponde abordar el problema en su integridad?

El País escribe: /La UE ha aceptado al fin la propuesta hispano-marroquí de una conferencia Europa-África para estudiar el problema migratorio desde una perspectiva de conjunto, que pasa necesariamente por el desarrollo de los países subsaharianos. Se anuncia un plan de ayuda al desarrollo de África más ambicioso que los precedentes, que incluye un control más eficaz del destino de los fondos para potenciar infraestructuras que favorezcan la rentabilidad de los cultivos y manufacturas producidas en el continente y las inversiones exteriores, y de condicionar las ayudas a los avances en la democratización y lucha contra la corrupción. Pero ninguna medida sería tan eficaz como suprimir las barreras a la exportación de productos africanos a Europa, condicionada por las subvenciones a la agricultura. Con el 15% de la población mundial, el comercio de África supone apenas el 2%. Europa debe dar el primer paso para corregir este desequilibrio si quiere modular la marea de desesperados que vienen de ese continente./
Más aún: una conferenci0a internacional que arranque del reconocimiento de nuestra necesidad en Europa de la mano de obra de los inmigrantes; establecer cuantos necesitamos y con qué características; ponernos de acuerdo con las autoridades de sus países de origen para financiar una formación previa, el viaje con garantías, e alojamiento y la protección sanitaria y de la SS. Se acabarían las mafias. Se impedirìa que asaltasen las fronteras personas incontroladas, fuera de los casos de petición de asilo, que va por otra via.
¿Por qué Marruecos va a tenr que pechar con la repatriación hacia sus países de origen de todos los subsaharianos que se han colocado en su territorio? Si estos noe stán dispuesto a acogerlos habrá que colocarlos al otro lado de esas fronteras por mucho que se empeñe MSF y otras ONG voluntariosas. En este como en tantos casos no puede regir la ley de la selva y la anarquía como sistema.
Los inmigrantes quieren venir a nuestros países por el progreso, la calidad de vida, la formación, la asistecnia sanitaria y el futuro para sus hijos. Si se rompe la baraja mos quedaremos todos sin nada. No es justo ni de recibo. Por el bien de todos es preciso organizarse.
/¿Qué deben hacer los países hacia cuyas fronteras ha expulsado Marruecos a los que intentaban pasar? ¿Deberán a su vez expulsarlos más al sur? Es lógico que Marruecos pida que lo que se le exige -acuerdos de readmisión- sea también exigido a los otros países de tránsito. En cualquier caso, se trata de países que carecen de medios para hacerse cargo de un problema con tantas aristas. Y del lado europeo, es evidente que el problema no sólo concierne a España.//
No podemos caer en un sentimentalismo estéril ni en infantilismos inicuos. No vale el que ¡que pasen todos!Algunos periodistas actúan como agitadores sin perspectiva ni responsabilidad alguna.
A quienes es preciso apretar y urgir y exigir que tomen medidas es a las autoridades de la Unión Europea y a las de sus paises miembros si fuera menester.
No puede caer toda la enorme carga de actuar como gendarmes de ...Europa sobre Marruecos, Argelia, Libia u otros países de tránsito.
A grandes males, grandes remedios. Y que lo sepan los candidatos a emigrar en esos países.
Bruselas ha informado de que hay unos 30.000 subsaharianos en Argelia y Marruecos esperando la ocasión para pasar a Europa vía España, y esa creciente oleada no puede detenerse con alambradas y patrullas militares.
Pero ni la UE ni España pueden pretender que los países del Magreb actúen como sus
gendarmes del sur a cambio de ayudas económicas.
Quizás sean necesarias menos Cumbres de oropel y más coger el toro de la realidad inminente por los cuernos. Imagínense uan situación de desconcierto de migraciones salvajes ante la amenaza de una pandemia de gripe aviar.

José Carlos Gª Fajardo

0 comentarios